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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1991 | 1 de agosto
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El libro de Proverbios contiene muchos versículos que por sí mismos son declaraciones concisas de consejo, pero Proverbios 27:23 es parte de un grupo de versículos: “Debes conocer positivamente la apariencia de tu rebaño. Fija tu corazón en tus hatos; porque el tesoro no será hasta tiempo indefinido, ni una diadema para todas las generaciones. Se ha ido la hierba verde, y la nueva hierba ha aparecido, y la vegetación de las montañas ha sido recogida. Los carneros jóvenes son para tu ropa, y los machos cabríos son el precio del campo. Y hay suficiencia de leche de cabras para tu alimento, para el alimento de tu casa, y el medio de vida para tus muchachas”. (Proverbios 27:23-27.)
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1991 | 1 de agosto
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El “tesoro” o la riqueza que se adquiere en rápidos tratos comerciales, y que trae prominencia (“diadema”), puede desaparecer fácilmente, y muchos pueden atestiguar eso. Por lo tanto, mucho se puede decir en pro de una vida sencilla como la que llevaban los pastores de la antigüedad mientras atendían su ganado. Aquel modo de vivir no era sencillo en el sentido de que no encerrara responsabilidades. El pastor tenía que estar atento a su rebaño y asegurarse de que las ovejas recibieran protección. (Salmo 23:4.) Si mientras él cuidaba de las ovejas hallaba a una enferma o herida, pudiera ser que le untara aceite que le diera alivio. (Salmo 23:5; Ezequiel 34:4; Zacarías 11:16.) En la mayoría de los casos el pastor diligente que fijaba el corazón en atender sus hatos veía que sus esfuerzos tenían buenos resultados: el aumento gradual de su rebaño.
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