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  • El conocer con exactitud a Dios y a su Hijo lleva a la vida

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  • El conocer con exactitud a Dios y a su Hijo lleva a la vida
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1988
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1988
w88 1/6 págs. 15-20

El conocer con exactitud a Dios y a su Hijo lleva a la vida

“Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.” (JUAN 17:3.)

1. ¿Por qué es tan importante conocer con exactitud a Dios y a Jesucristo?

EL CONOCER con exactitud a Dios y a su Hijo, Jesucristo, es vital para los que desean la vida eterna. “[La] voluntad [de Dios] es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.” (1 Timoteo 2:4.) Ese conocimiento obtenido de la Palabra inspirada de Dios, la Biblia, nos equipará para saber quién es Dios y qué obligaciones tenemos con él. (2 Timoteo 3:16, 17; 1 Juan 2:17.) También nos capacitará para identificar debidamente a Jesucristo y qué relación hay entre él y nosotros. (Salmo 2:12; Filipenses 2:5-11.)

2. ¿Qué resultado puede tener la falta de conocimiento exacto?

2 Si no tenemos conocimiento exacto, nos pueden engañar enseñanzas falsas promovidas por el opositor de Dios, Satanás el Diablo, quien es “mentiroso y el padre de la mentira”. (Juan 8:44.) Por lo tanto, si una doctrina contradice a la Palabra de Dios, si es una mentira, entonces el creerla y enseñarla desacredita a Jehová y nos pone en oposición a él. Por eso tenemos que examinar cuidadosamente las Escrituras para distinguir entre la verdad y la falsedad. (Hechos 17:11.) No queremos ser como los que “siempre están aprendiendo y, sin embargo, nunca pueden llegar a un conocimiento exacto de la verdad”. (2 Timoteo 3:1, 7.)

3. ¿Cuál es la enseñanza clara de la Biblia acerca de Dios, Jesucristo y el espíritu santo?

3 Como hemos visto en el artículo anterior, la doctrina de la Trinidad no es enseñanza bíblica. Dios nos dice claramente en su propia Palabra que él es el Creador de todas las cosas, y que su primera creación en el cielo fue su Hijo. (Revelación 4:11; Colosenses 1:15, 16.) Dios envió a su Hijo a la Tierra como humano para proveer el sacrificio de rescate, que sirvió como la base para perdonar los pecados de la humanidad, y para dar más iluminación a las personas sinceras acerca de Dios y sus propósitos. (Mateo 20:28; Juan 6:38.) No obstante, la enseñanza sencilla y clara de que Dios y Cristo son dos seres distintos, y que el espíritu santo no es una persona, sino la fuerza activa de Dios, ha sido torcida a través de los siglos. En vez de aceptarse esa verdad, la enseñanza de la Trinidad se ha convertido en la doctrina fundamental de la cristiandad.

“Yo y el Padre somos uno”

4. ¿Por qué no es cierto lo que afirman las iglesias acerca de Juan 10:30?

4 Las iglesias suelen citar Juan 10:30 para tratar de apoyar la Trinidad, aunque en ese versículo no hay mención de ninguna tercera persona. Ahí Jesús dijo: “Yo y el Padre somos uno”. Pero ¿quiso decir Jesús que él era el Dios Todopoderoso mismo, pero en una forma diferente? No, eso no podría ser, pues Jesús siempre dijo que era el Hijo de Dios, inferior a Él y en sujeción a Él. Entonces, ¿qué quiso decir Jesús en Juan 10:30?

5, 6. a) ¿En qué sentido quiso decir Jesús que él y su Padre eran uno? b) ¿Cómo se ilustra esto con relación a los discípulos de Jesús?

5 Jesús quiso decir que era uno en pensamiento y propósito con su Padre. Esto se puede ver en Juan 17:21, 22, donde Jesús oró a Dios y pidió que sus discípulos “todos [...] sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros [...] para que ellos sean uno así como nosotros somos uno”. ¿Estaba pidiendo Jesús en oración que todos sus discípulos se convirtieran en un solo ser? No; lo que pedía era que estuvieran en unidad, que tuvieran el mismo modo de pensar y el mismo propósito, como sucedía en el caso de Jesús y Dios.

6 La misma idea se expresa en 1 Corintios 1:10, donde Pablo dice que los cristianos ‘todos hablen de acuerdo, y que no haya divisiones entre ellos, pues deben estar aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar’. Por eso, cuando Jesús dijo que él y su Padre eran uno, no quiso decir que eran el mismo ser, tal como cuando dijo que sus discípulos deberían llegar a ser uno no quiso decir que fueran el mismo ser.

¿Quién era “la Palabra”?

7. a) ¿Qué alega la cristiandad acerca de Juan 1:1? b) ¿Qué dato de Juan 1:1 muestra inmediatamente que ahí no se habla de ninguna Trinidad?

7 Sin embargo, ¿qué se puede decir de Juan 1:1, que en la Versión Reina-Valera Revisada (1977) dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”? Juan 1:14 nos dice que “el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros”. La cristiandad afirma que este “Verbo” o “Palabra” (griego: ló·gos) que vino a la Tierra como Jesucristo fue el Dios Todopoderoso mismo. Sin embargo, note que hasta en la Versión Reina-Valera Revisada Juan 1:1 dice: “El Verbo estaba con Dios”. Alguien que está con otra persona no es lo mismo que esa otra persona. Así que, hasta considerando esta traducción se manifiestan dos entidades diferentes. Además, no se menciona en absoluto a una tercera persona de una Trinidad.

8. ¿Cómo vierten otras traducciones de la Biblia la parte final de Juan 1:1?

8 En cuanto a que la Versión Reina-Valera Revisada diga en la parte final de Juan 1:1 que el “Verbo era Dios”, otras traducciones presentan una lectura diferente. Aquí hay algunas:

1808: “y la palabra era un dios”. The New Testament, in an Improved Version, Upon the Basis of Archbishop Newcome’s New Translation: With a Corrected Text, Londres.

1864: “y un dios era la Palabra”. The Emphatic Diaglott, por Benjamin Wilson, Nueva York y Londres.

1935: “y la Palabra era divino”. The Bible—An American Translation, por J. M. P. Smith y E. J. Goodspeed, Chicago.

1935: “el Logos era divino”. A New Translation of the Bible, por James Moffatt, Nueva York.

1975: “y un dios (o: de naturaleza divina) era la Palabra”. Das Evangelium nach Johannes, por Siegfried Schulz, Gotinga, Alemania.

1978: “y de tipo parecido a Dios era el Logos”. Das Evangelium nach Johannes, por Johannes Schneider, Berlín.

1979: “y un dios era el Logos”. Das Evangelium nach Johannes, por Jürgen Becker, Wurzburgo, Alemania.

Además, en 1963 la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas, publicada por la Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc., vertió esa frase: “y la Palabra era un dios”.

9. En el texto griego, ¿qué precede al sustantivo the·ós (Dios) la primera vez que aparece en Juan 1:1, que muestra que se hace referencia al Dios Todopoderoso?

9 ¿Concuerdan esas maneras de verter esa porción del texto con la construcción gramatical de Juan 1:1 en griego? Sí, concuerdan. En Juan 1:1 el sustantivo griego the·ós (dios) aparece dos veces. La primera vez se refiere al Dios Todopoderoso, con quien estaba la Palabra... “y la Palabra [ló·gos] estaba con Dios [una forma de the·ós]”. Este primer the·ós está precedido por una forma del artículo definido griego ho. El sustantivo the·ós con el artículo definido ho delante indica una identidad diferente, en este caso el Dios Todopoderoso... “y la Palabra estaba con [el] Dios”.

10. Respecto a la segunda vez que aparece the·ós en Juan 1:1, ¿qué indica la omisión del artículo ho?

10 Pero en la parte final de Juan 1:1, traducciones como las citadas en el párrafo 8 vierten el segundo the·ós (un complemento predicativo) “divino” o “un dios” en vez de “Dios”. ¿Por qué? Porque el segundo the·ós es un complemento predicativo en singular que en griego aparece antes del verbo y sin el artículo definido ho. En este versículo, tal construcción señala a una característica o cualidad del sujeto. Destaca la naturaleza de la Palabra: que era “divino”, “un dios”, pero no el Dios Todopoderoso. Esto armoniza con los muchos textos bíblicos que muestran que “la Palabra” era el vocero de Dios, enviado por Dios a la Tierra. Como declara Juan 1:18: “A Dios ningún hombre lo ha visto jamás; el dios unigénito [el Hijo creado en el cielo por el Dios Todopoderoso] que está en la posición del seno para con el Padre es el que [ha venido a la Tierra como el hombre Jesús y] lo ha explicado [es decir, ha explicado al Dios Todopoderoso]”.

11. ¿Qué ejemplo bíblico hay de la inserción de un artículo como “un” por el traductor donde no hay ninguno en griego, y por qué se hace esto?

11 Hay muchos otros versículos bíblicos donde los que traducen del griego a otro idioma insertan el artículo “un” delante del complemento predicativo aunque no hay artículo en el texto griego. Esta inserción del artículo al traducir llama atención a la característica o cualidad del sustantivo. Por ejemplo, en el texto de Marcos 6:49, cuando los discípulos vieron a Jesús andando sobre el agua, se dice que “ellos pensaron: ‘¡Es un fantasma!’” (griego: fánta·sma). De modo parecido, la traducción correcta de Juan 1:1 muestra que la Palabra no era “Dios”, sino “un dios”.

12. ¿Qué usos similares del artículo indefinido “un” se encuentran en Juan 8:44 en algunas versiones?

12 Hay ejemplos similares en Juan 8:44, según algunas versiones. Ahí Jesús, refiriéndose al Diablo, dice: “Él fue un asesino desde el principio, y [...] falso” (Nueva Biblia Española), o “Él fue homicida desde el principio, [...] es un mentiroso” (Nuevo Testamento, J. M. González Ruiz). Como en Juan 1:1, en el griego original el complemento predicativo (“asesino”, “mentiroso”) precede al verbo y no tiene artículo definido. En cada caso se describe una cualidad o característica del Diablo y, aunque en español no siempre es necesario, en muchas traducciones a lenguajes modernos se precisa insertar el artículo indefinido (“un”) para comunicar esto. (Véanse también Marcos 11:32; Juan 4:19; 6:70; 9:17; 10:1, 13; 12:6, Nueva Biblia Española.)

“Mi Señor y mi Dios”

13, 14. ¿Por qué podía Tomás llamar a Jesús “mi Dios” sin que eso significara que Jesús fuera Jehová?

13 Los trinitarios también citan Juan 20:28 para apoyar sus afirmaciones. Ahí Tomás dijo a Jesús: “¡Mi Señor y mi Dios!”. Como ya se ha mostrado, no hay nada que objetar a que Tomás llame a Jesús un dios. Eso estaría en armonía con el hecho de que Jesús, antes de ser humano, ciertamente había sido un dios, es decir, una poderosa persona divina. Y ciertamente lo ha sido desde su muerte y resurrección a la vida celestial. Jesús hasta citó de los Salmos para mostrar que a humanos poderosos se les llamó “dioses”. (Salmo 82:1-6; Juan 10:34, 35.) El apóstol Pablo señaló que había “muchos ‘dioses’ y muchos ‘señores’”. (1 Corintios 8:5.) Hasta a Satanás se llama “el dios de este sistema de cosas”. (2 Corintios 4:4.)

14 Cristo ocupa una posición mucho más elevada que la de hombres imperfectos, o la de Satanás. Si a estos se les puede llamar “dioses”, de seguro a Jesús se le puede llamar un dios, y así se le llamó. Debido a su posición singular con relación a Jehová, Jesús es “el dios unigénito” (Juan 1:18), un “Dios Poderoso” (Isaías 9:6), y “un dios” (Juan 1:1). Por eso no había nada impropio en que Tomás se refiriera a Jesús de esa manera. Tomás decía que Jesús era un dios para él, un personaje divino, poderoso. Pero no decía que Jesús fuera Jehová, por lo cual Tomás dijo: “mi” Dios, y no “el” Dios.

15. ¿Cómo muestra claramente quién es Jesús el Jn 20 versículo 31 del capítulo 20 de Juan?

15 Solo tres versículos después, en Juan 20:31, la Biblia declara: “Pero estas cosas han sido escritas para que ustedes crean que Jesús es el Cristo el Hijo de Dios”. Aquí se elimina toda duda en cuanto a lo que Tomás pudiera haber querido decir. El escritor bíblico Juan dice claramente que Jesús es el Hijo de Dios, no el Dios Todopoderoso mismo.

No era igual a Dios

16. ¿Qué alegaron los judíos, y cómo lo refutó Jesús?

16 Otro texto bíblico que las iglesias usan es Juan 5:18. Este dice que los judíos querían matar a Jesús porque “también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios”. ¿Quién decía que Jesús se hacía igual a Dios? No era Jesús. Él aclara esto en el mismísimo versículo siguiente (Jn 5:19), al decir: “El Hijo no puede hacer ni una sola cosa por su propia iniciativa, sino únicamente lo que ve hacer al Padre”. De modo que Jesús no alegó que fuera el Dios Todopoderoso ni igual a Él. Indicaba a los judíos que ellos estaban equivocados, que él no era Dios, sino que era el Hijo de Dios, y como vocero de Dios no podía obrar por iniciativa propia. ¿Podemos imaginarnos al Dios Todopoderoso del universo diciendo que no podía hacer nada por su propia iniciativa? Así que los judíos presentaron una acusación, y Jesús la refutó.

17. a) ¿Qué claro testimonio da la propia Palabra inspirada de Dios sobre la identidad de Jehová, Jesucristo y el espíritu santo? b) ¿Qué se debe hacer respecto a cualquier texto bíblico que usen los trinitarios en un esfuerzo por tratar de justificar su creencia?

17 De modo que por el testimonio de Dios en su propia Palabra inspirada, por el testimonio de Jesús y por el testimonio de los discípulos de Jesús, la evidencia arrolladora muestra claramente que el Dios Todopoderoso y Jesucristo son dos seres distintos, Padre e Hijo. Esa evidencia también muestra con claridad que el espíritu santo no es la tercera persona de ninguna Trinidad, sino que es la fuerza activa de Dios. Es inútil sacar de contexto unos textos bíblicos o tratar de torcerlos para apoyar la Trinidad. Cualquiera de esos textos tiene que ser armonizado con el resto del testimonio claro que da la Biblia.

¿Por qué se desarrolló la enseñanza de la Trinidad?

18. ¿De dónde provino la doctrina de la Trinidad?

18 Si usted examina la página 18, “Desarrollo histórico de la doctrina de la Trinidad”, notará que la Trinidad tiene raíces paganas. No es una enseñanza bíblica; fue adoptada por la cristiandad en el siglo IV. Sin embargo, mucho antes de eso había trinidades en Babilonia, en Egipto y en otros lugares de la antigüedad. La cristiandad, pues, incorporó un concepto pagano en sus enseñanzas. Esto lo fomentó el emperador romano Constantino, quien no estaba interesado en la verdad, sino que quería consolidar su imperio compuesto de paganos y cristianos apóstatas. Lejos de ser un desenvolvimiento de una enseñanza cristiana, la Trinidad fue prueba de que la cristiandad había apostatado de las enseñanzas de Cristo y en lugar de ellas había adoptado enseñanzas paganas.

19. ¿Por qué se desarrolló la doctrina de la Trinidad?

19 ¿Por qué se desarrollaría esa doctrina? Ciertamente no favorece la causa de Dios el hacer que Él, su Hijo y Su espíritu santo sean algo confuso y misterioso. Y a la gente no le beneficia estar confundida. En vez de eso, mientras más se confunda la gente en cuanto a Dios y sus propósitos, más le conviene a Satanás el Diablo, el opositor de Dios, el ‘dios de este mundo’, quien obra para ‘cegar la mente de los incrédulos’. (2 Corintios 4:4.) Puesto que esa doctrina hace que parezca que solo teólogos pueden entender las enseñanzas de la Biblia, eso también les conviene a los líderes religiosos de la cristiandad. Les ayuda a seguir dominando a la gente común.

20. a) ¿Cuál es la verdad sencilla en cuanto a la Trinidad? b) ¿Qué significará para nosotros el adquirir conocimiento exacto de verdades libertadoras?

20 No obstante, la verdad sobre este asunto es tan sencilla que un niñito puede entenderla. Un niñito sabe que él no es igual a su padre, sino que él y su padre son seres distintos. De modo similar, cuando la Biblia dice que Jesucristo es el Hijo de Dios, eso es lo que significa. Esa es la verdad sencilla, mientras que la doctrina de la Trinidad no lo es. Es una mentira. Por eso, tiene que haberse originado del “que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada”. (Revelación 12:9.) Pero las verdades sencillas y refrescantes acerca de Dios, su Hijo Jesucristo y el poderoso espíritu santo de Dios libran a la gente de estar en cautiverio a enseñanzas falsas arraigadas en el paganismo y que se originan de Satanás. Como dijo Jesús a buscadores sinceros de la verdad: “Conocerán la verdad, y la verdad los libertará”. (Juan 8:32.) El adquirir conocimiento exacto de verdades libertadoras, y el obrar en armonía con ellas, “significa vida eterna”. (Juan 17:3.)

¿Qué respuesta daría usted?

◻ ¿Por qué es tan importante conocer con exactitud a Dios y su Hijo?

◻ ¿Qué quiso decir Jesús por las palabras: “Yo y el Padre somos uno”?

◻ ¿Cómo distingue Juan 1:1 entre la Palabra y Dios?

◻ ¿Por qué era apropiado que Tomás llamara a Jesús “mi Dios”?

◻ ¿Qué origen tuvo la doctrina de la Trinidad, y quién es su autor?

[Ilustración en la página 16]

Jesús pidió en oración que sus discípulos fueran uno en pensamiento y propósito, tal como él y su Padre eran uno

[Recuadro en la página 18]

Desarrollo histórico de la doctrina de la Trinidad

The New Encyclopædia Britannica, 1985, Micropædia, tomo 11, página 928, dice bajo el tema de la Trinidad: “Ni la palabra Trinidad ni la doctrina explícita aparecen en el Nuevo Testamento; tampoco se propusieron Jesús y sus seguidores contradecir el Shema del Antiguo Testamento: ‘Oye, oh Israel: El Señor nuestro Dios es un solo Señor’. (Deu. 6:4)”. Esta enciclopedia dice también: “La doctrina se desarrolló gradualmente en el transcurso de varios siglos y en medio de muchas controversias. [...] El Concilio de Nicea de 325 declaró la fórmula decisiva para esa doctrina en su confesión de que el Hijo es ‘de la misma sustancia [...] que el Padre’, aunque dijo muy poco acerca del Espíritu Santo. [...] Para fines del siglo IV [...] la doctrina de la Trinidad adquirió básicamente la forma que ha mantenido desde entonces”.

La New Catholic Encyclopedia, 1967, tomo 14, página 299, reconoce: “La formulación ‘un solo Dios en tres Personas’ no quedó firmemente establecida, y ciertamente no se asimiló por completo en la vida cristiana ni en su confesión de fe antes del fin del siglo IV. [...] Entre los Padres Apostólicos no había existido nada que siquiera remotamente se acercara a tal mentalidad o perspectiva”.

Así, la doctrina de la Trinidad no es bíblica, sino que fue adoptada oficialmente en el Concilio de Nicea del año 325 E.C. La doctrina incorporó una idea pagana que se había originado mucho tiempo antes en la Babilonia y el Egipto antiguos y que se usaba también en otras tierras. El historiador Will Durant comentó lo siguiente en The Story of Civilization: Part III, página 595: “El cristianismo no destruyó al paganismo; lo adoptó. [...] De Egipto provinieron las ideas de una trinidad divina”.

En An Encyclopedia of Religion, publicada por Vergilius Ferm, 1964, en las páginas 793 y 794, bajo la palabra inglesa “triad” (tríada), se alistan las trinidades de los babilonios, budistas, hindúes, nórdicos, taoístas y otras religiones, así como las de la cristiandad. Como ejemplo, señala que en la India, “la gran Tríada incluye a Brahma (el Creador), Visnú (el Conservador), y Siva (el Destructor). Estos representan el ciclo de la existencia, tal como la tríada babilónica de Anu, Enlil y Ea representa los materiales de la existencia: aire, agua y tierra”.

En el Museo Británico, de Londres, hay artefactos que contienen representaciones de trinidades antiguas, como la de Isis, Harpócrates y Neftis, de Egipto. Una publicación del Departamento de Antigüedades Medievales y Posteriores del museo señala lo siguiente que se inscribió en alhajas antiguas: “Anverso: los dioses egipcios Horus-Bait (con cabeza de halcón), Buto-Akori (la serpiente) y Hator (con cabeza de rana). Reverso: el verso griego: ‘Un Bait, una Hator, un Akori; el poder de estos es uno solo. ¡Ave, padre del mundo, ave, dios de tres formas!’ Así se identifica a los dioses como tres manifestaciones de un solo poder, probablemente el dios Sol”.

La historia confirma que la doctrina de la Trinidad fue tomada de los paganos y existía siglos antes de que Jesús viniera a la Tierra. Mucho después de su muerte la fomentaron los que habían caído bajo la influencia de filosofías paganas y habían apostatado de la verdadera adoración de Dios como la enseñaron Jesús y los apóstoles.

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