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Haciendo provechoso el tiempo que quedaLa Atalaya 1950 | 15 de junio
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detiene y ya no se abalanza con las naciones hacia la destrucción. Al detenerse y oír y aprender, gozosamente consagran su vida al servicio de Jehová y toman parte en la actividad más provechosa que se le ha presentado al hombre. A ellos el tiempo que queda no les parece demasiado largo; más bien, es sumamente corto para lograr la obra que todavía tiene que hacerse. “La mies en verdad es mucha, mas los trabajadores son pocos.” (Luc. 10:2) Pero aunque el tiempo es corto Jehová hace esta promesa: “El pequeño vendrá a ser mil, y el chico, nación fuerte: yo, Jehová, me apresuraré a hacer esto a su tiempo.” (Isa. 60:22) Una muchedumbre que todavía no se ha contado prestará atención al mensaje amonestador y unirá su voz en alabar el nombre de Jehová, y puede ser la porción bienaventurada de usted ayudarles a enterarse de la verdad. En los miles de años futuros en los cuales podrá gozar usted de las bendiciones que Jehová tiene en reserva para los que le sirven, nunca tendrá usted razón para deplorar que haya sido uno de los que ‘no obraron irreflexivamente, sino que, como hombres sensatos, se valieron de sus oportunidades en estos tiempos malos que en breve han de terminar’.
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Un uso cristiano de las riquezas materialesLa Atalaya 1950 | 15 de junio
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Un uso cristiano de las riquezas materiales
A TRAVÉS de la superficie vasta de esta tierra agradable que nuestro Creador ha provisto en su amor como hogar bienaventurado de los hombres, el conocimiento de su Palabra, la Biblia, ahora se lleva por personas dedicadas al servicio del Altísimo. Su llamada para ‘predicar la Palabra’ es una comisión honorable y un cargo sagrado que no puede compararse con nada más en la tierra. Lo que ellos dan a conocer es la gloria de Jehová, el Dios verdadero, a quien ellos sirven.
Estas palabras que Ud. ahora está leyendo quizá lo hallen radicado en una de las naciones más desarrolladas del mundo. En tal caso, Ud. sabe que los testigos de Jehová visitan a la gente de esa nación, trayéndole información bíblica, luz que viene, no de los hombres, sino de Jehová Dios, y que se ha levantado sobre sus siervos (Isa. 60:1, 2) Ud. se dará cuenta de que no lo hacen por ganancia monetaria, porque invierten su tiempo y todo recurso, material y espiritual, sin recibir nada. Puede ser que Ud. participe con ellos en este ministerio glorioso, y, si lo hace, sabe que su vida no carece de nada, no conoce la escasez, sino que está abundantemente llena de las riquezas espirituales de las verdades del reino celestial.
Por otra parte, quizá esto llegue en su poder en una parte de la tierra no desarrollada de acuerdo con la orgullosa “civilización” del hombre. Sin embargo, en todos esos lugares los testigos de Jehová predican la misma Palabra de Dios. ¡Considere la variedad de personas y localidades en este vasto ‘campo que es el mundo’! Hay un grande contraste: toda clase de clima, costumbres, variedad de normas, prácticas y puntos de vista. Por todas partes, por muy ricos o pobres que sean, del color o tez que sean, el idioma que fuere, en una mansión o casa humilde, por dondequiera hay gente, y la gente es lo que les interesa a los testigos de Jehová.
Las diferentes naciones ahora poseen ciertas riquezas, valiosas en muchos respectos, pero en realidad todo pertenece a Jehová el Creador. Las personas que aman a Dios convierten lo que pueden de esta riqueza material según les es posible a la alabanza del Señor usándola para el adelanto de la proclamación del Reino. Sin embargo, mucha gente de las naciones, hombres, mujeres y niños que aman la justicia, tienen un real valor espiritual, y verdaderamente ‘proclaman la alabanza de Jehová’ adorándole. A estas personas Jehová Dios las considera preciosas y también las consideran así sus siervos que las aman.
Después de todo, ¿qué es lo que en realidad hace al hombre? ¿La ropa con la que viste su forma? ¿El color de su tez? ¿El lugar donde vivió su madre al tiempo que él nació? ¿Su tamaño o, rasgos, imperfección corporal heredada, las costumbres de sus antepasados? ¡Por supuesto que no es ninguna de estas cosas! Una persona bien parecida y erudita, poseyendo aparatos modernos y ropa elegante, pudiera ser cruel y egoísta o no. Una persona pobre e indocta, para algunos extraña en apariencia y en la manera de expresarse, pudiera amar la justicia, respetar a su prójimo, ser de buena voluntad hacia Dios, o su corazón pudiera ser todo lo contrario a estas cualidades. Por eso, ¿no es lo que está dentro lo que hace al hombre, y lo mueve a obrar en armonía con la verdad de la Palabra de Dios? No nos referimos a esa ficticia invención religiosa, el “alma inmortal”, sino a lo que Dios puede ver y ve, el corazón. (1 Sam. 16:7) Todas las personas tienen mente y corazón, con sus afecciones puestas en las cosas injustas del viejo mundo, o en los principios justos en armonía con los principios del nuevo mundo según se revelan en las Escrituras.
Nos parece que a Ud. le gustaría considerar este asunto desde este punto de vista. Eso nos ayuda a apreciar lo necesario que es que la Sociedad Watch Tówer Bible and Tract continua y consistentemente recomienda con ahinco la predicación del evangelio a todas las personas, en todas partes. Es un estímulo para Ud. si Ud. participa en esta obra de instrucción bíblica. Cuando comprendemos que no importa quién sea la persona ni dónde esté sino que todos podemos corresponder de una manera u otra a la Palabra de Dios, entonces entendemos por qué se envían los testigos de Jehová a todas partes a predicar a la gente. Cuando Ud. lea en esta revista o en otra publicación de la Sociedad Watch Tówer, tal como el Yearbook (Anuario) de 1950, de la obra por toda la tierra, Ud. sabe el móvil que da vida y fuerza a esta obra: el amor a Dios y al hombre, y el espíritu divino de Jehová que bendice a sus siervos altruístas.
El dinero contribuído por las personas que aceptan las ayudas para el estudio de la Biblia que los testigos de Jehová les presentan en forma impresa ayuda mucho en la continuación de la obra. Sin embargo, la mayor parte de la ayuda monetaria viene de otras contribuciones voluntarias hechas por los testigos de Jehová, por otros que se asocian con ellos, y por cualquier persona que desea apoyar la obra de esta manera. Nos da gozo y confianza, y creemos que lo mismo sucederá con Ud., saber que se vuelve a confirmar
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