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La predestinación y la presciencia de JehováLa Atalaya 1953 | 15 de octubre
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marchar bien hasta que alguna tentación especial se le enfrenta, y entonces se dan a ver las fallas en su integridad. Evidentemente así sucedió con el querubín. Después de ser asignado a su puesto y después que Adán y Eva fueron creados, la situación llegó a ser una tentación para el querubín. No una tentación de parte de Jehová, sino una que los pensamientos y deseos incorrectos del querubín crearon para él mismo. (Sant. 1:13-15; 1 Juan 2:15-17) Él vió a la pareja humana, sabía de su facultad de multiplicarse, el mandato que Dios les dió de hacerlo, y se forjó un cuadro mental de la tierra llena de criaturas humanas. Él quiso su adoración, y procedió a alejar a esta primera pareja de la adoración de Jehová. Pero todo lo que Jehová había preordenado en estos asuntos era que la obediencia significaría la vida y la desobediencia significaría la muerte, y así informó a Adán, y por medio de él a Eva.—Gén. 2:16, 17.
14. ¿Por qué no necesitaría Jehová tener presciencia de la rebelión de ellos para hacerle frente a ella?
14 Ante absolutamente ninguna evidencia bíblica de que Jehová tuviera presciencia de las transgresiones de este trío, ¿sobre qué base puede argüirse que tuvo tal presciencia? Sobre ninguna base sólida. Él no tendría que saber con anticipación de la rebelión de estos tres a fin de hacer frente a ella. Ni habría tenido que saber con anticipación de las obras de los demonios y los hombres en este tiempo a fin de llevar a cabo sus propósitos. Tal como un hombre que tuviera el propósito de cortar la maleza de una porción de terreno para hacer un jardín no necesitaría tener presciencia de los actos de los insectos que moran en la maleza y la cual constituye su hogar. Sin importar lo que hicieran los insectos, no podrían impedir que el hombre cortara la maleza, así como el hombre no puede impedir que Dios lleve a cabo las obras divinas. Dios no necesita tener presciencia de los esfuerzos contrarios del hombre así como el hombre no necesita tener presciencia de los esfuerzos contrarios del insecto. (Isa. 40:22) En cualquier caso el propósito que se quiere llevar a cabo puede efectuarse prescindiendo de la oposición, dado que ésta es tan insignificantemente débil en comparación con el poder del que se propone hacer su voluntad.—Isa. 46:11; 55:11.
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La presciencia compatible con el libre albedríoLa Atalaya 1953 | 15 de octubre
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La presciencia compatible con el libre albedrío
“Sé a lo que conducirá su temperamento, aun ahora, antes de que los introduzca a la tierra, la cual les prometí bajo juramento.”—Deu. 31:21, UTA.
1. ¿Cómo niegan las enseñanzas presbiterianas el libre albedrío del hombre?
NO SE niega por los predestinarios el hecho de que los hombres tienen libre albedrío, empero sus propias enseñanzas ciertamente lo niegan. ¿No es verdad que las siguientes declaraciones de su publicación roban de significado verdadero a su pretensión de que los hombres son libres para determinarse a hacer el bien? “El hombre, por su caída en un estado de pecado, ha perdido toda habilidad de determinarse a hacer bien espiritual alguno que acompañe a la salvación.” Pero cuando Dios interviene para convertir a un pecador que de otro modo estaría impotente él “le habilita libremente a querer
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