-
La obediencia conduce a la vidaLa Atalaya 1953 | 1 de febrero
-
-
Entonces ¿qué haremos cuando nos enfrentemos a las muchas pruebas hoy, ante tal amonestación bíblica? ¿Nos atreveremos a quejarnos? ¿Debemos tratar de huir de estos problemas y persecuciones, o dirigirnos a nuestros hermanos y seguir diciéndoles qué vida tan dura llevamos? Seguramente que no. Recuerde la palabra dada por medio de Pedro: “Por lo tanto, humíllense bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte al tiempo debido, mientras arrojan toda su ansiedad sobre él, porque él los cuida.” (1 Ped. 5:6, 7, NM) Todos deben tener esa profunda satisfacción consciente de que se está haciendo la voluntad de Jehová, y que hay sumisión completa a la voluntad de Dios en el corazón. Posiblemente haya ocasiones cuando debido a las pruebas tendrá lágrimas en los ojos, pero en lo íntimo de su corazón usted está agradecido y hasta en medio del sufrimiento no pediría que fuera diferente. Esté anuente y gozoso en su obediencia completa a los propósitos de Jehová. Cuando el Señor Jesús estaba sufriendo tan cruelmente delante de Herodes y los romanos no tendría una sonrisa en el rostro, porque estaba siendo lastimado, pero él sabía que estaba bebiendo la copa que su Padre se propuso que él bebiera, y por eso “como cordero fué llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”. (Isa. 53:7, Va) Ninguna murmuración, ninguna queja, obediente hasta la muerte; y la obediencia condujo a la vida. Él es nuestro modelo.
-
-
Lealtad es la pruebaLa Atalaya 1953 | 1 de febrero
-
-
Lealtad es la prueba
1, 2. ¿Qué significa lealtad, cómo se ejemplifica en Cristo Jesús, y a quiénes confía Jehová los intereses del Reino?
LA PALABRA “lealtad” no aparece en la versión del rey Jaime o la Americana Normal. Empero hay muchas palabras en la Biblia que tienen exactamente el mismo significado. Se usa en el Deuteronomio 13:4, traducción de Móffatt, vertida de la palabra hebrea dabaq, que significa “apegarse o adherirse, pegarse, asirse”. Es una palabra francesa del latín legalis, que significa “legal”, que en francés antiguo es loial; de ahí nuestra palabra española “leal”, de la raíz “ley”. En su uso aceptado esta palabra se refiere a ser fiel en el amor o en el deber, a cumplir uno con su palabra, o a permanecer fiel en tiempos de sublevación a lo que se ha jurado lealtad. Significa lo que se hace en estricta conformidad con la ley de Dios. Una persona leal es alguien que es confiable, aplicado, fiel en el desempeño del deber y que está en armonía de corazón con los arreglos de Dios. Esto se ejemplifica en Cristo Jesús. Está escrito de él: “Un oído abierto me diste; yo contesté, ‘Aquí vengo a cumplir tu mandato en el Libro; agradarte y servirte es mi gozo, tu ley yace muy dentro de mi corazón.’” (Sal. 40:6-8, Mo) Él se adhirió estricta y firmemente a la ley de Dios a todo tiempo, como si él fuera la ley, sin jamás desviarse. “Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y eternamente.” (Heb. 13:8, NM) Jehová Dios siempre es consistente, nunca descuida sus propias leyes y principios. “Con él no hay la variación del cambio de la sombra.”—Sant. 1:17, NM.
2 Jehová todavía está educando a sus fieles para su servicio presente y futuro, y nadie es capaz de ejercer autoridad hasta que haya aprendido a obedecer y ser leal a la autoridad. Algunos de los siervos de Dios no han sido hombres
-