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Misioneros y “misioneros”La Atalaya 1953 | 15 de junio
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Misioneros y “misioneros”
CRISTO Jesús cuando estuvo en la tierra trabajó duro y constantemente para traer el consuelo de la verdad de la Palabra y el reino de Su Padre a los hombres de buena voluntad, y sus discípulos y apóstoles hicieron lo mismo. (Mar. 6:30-34; Luc. 8:1; Juan 4:6, 34) Al hacer esto se encontraron con la oposición del clero avariento, perezoso e hipócrita que no sólo rehusaba entrar al Reino él mismo sino que se oponía a los que deseaban entrar.—Mat. 23:4, 13; Luc. 16:9-14.
En este siglo veinte los verdaderos cristianos siguen el ejemplo que les pusieron Cristo Jesús y sus seguidores inmediatos al ocuparse ellos también en llevar el consuelo de la verdad a los hombres de buena voluntad. Al hacerlo se encuentran con la oposición de los que hoy día corresponden a los escribas y fariseos, a saber, los falsos guías religiosos de la cristiandad. Algo que representa bien la diferencia entre las dos clases es el informe que se recibió recientemente de dos misioneros jóvenes que han estado predicando las buenas nuevas del reino de Dios en Siam desde el pasado julio.
“Pues nos estamos acostumbrando al trabajo aquí y ya no nos sentimos como extraños. Tenemos un buen número de estudios bíblicos con la gente y en algunos se está haciendo buen progreso. El domingo pasado presentamos nuestro primer discurso público en Korat. Este se pronunció en nuestro domicilio y en inglés. Puesto que no son muchas las personas que entienden inglés aquí, nos conmovimos al ver cuarenta concurrentes. Entre los que vinieron estaban el inspector auxiliar de educación para la Región nordeste de Siam y el inspector de lo interior y un juez local; estos tres están estudiando la Biblia con uno de los misioneros.
“Jehová ciertamente confundió bien las lenguas. No es nada fácil el aprender uno de estos idiomas orientales; son tan diferentes y parece que tienen tantas excepciones a las reglas que aprendemos. No obstante, la gente cree que estamos bien adelantados y a menudo nos preguntan cuántos años llevamos en Siam. Pronto esperamos pronunciar discursos en thai. Eso es alentador, ¿no es verdad?
“No sólo los idiomas orientales sino también las religiones orientales presentan un gran problema. Requiere verdadero esfuerzo y mucho tiempo el convencer a un budista acerca de la verdad de la Biblia. Al iniciar un estudio de la Biblia con ellos primero hay que hacer largas explicaciones para probar que Dios verdaderamente existe; además, ellos no saben nada acerca de Adán y Eva, Noé y el diluvio, Abrahán y Moisés ni de ningún otro personaje o suceso bíblico; así que se trata de empezar desde el mismo principio.
“Hay otros misioneros aquí; se llaman la Alianza misionera, y han venido de Norte América. Aunque han estado aquí por muchos años, no han logrado mucho progreso. Su clase bíblica que se da en inglés los domingos atrae a algunos que quieren aprender el inglés, y también tienen una escuela dominical para los niños. Dedican mucho tiempo a jugar tennis y badminton. Ya la gente ha notado la diferencia entre esos misioneros y los misioneros de la Wátchtower, y a menudo comentan que nosotros siempre estamos ocupados y no nos hallan jugando tennis y badminton, y acerca de la mucha gente a la que estamos instruyendo. También preguntan por qué no tenemos sirvientes y automóviles como los otros misioneros. Los otros misioneros se sienten disgustados porque nosotros estamos aquí, nos han dicho que este campo les pertenecía a ellos y nos han preguntado por qué teníamos que venir nosotros cuando ellos habían llegado primero.
“El mes que viene esperamos ir a una asamblea de testigos de Jehová que se celebrará en Bangkok, a unas 180 millas de aquí. Será una nueva experiencia para nosotros, puesto que todo el programa será en thai. Nos dará mucho gusto conocer a otros misioneros, ya que somos sólo cinco en nuestro grupo.”
Sí, hay misioneros y “misioneros”. “Misioneros” cuyo único interés es el alimentarse a sí mismos, y misioneros cuyo principal interés es alimentar la manada de personas semejantes a ovejas, los hombres de buena voluntad.—Eze. 34:2.
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La actividad ministerial de los testigos de JehováLa Atalaya 1953 | 15 de junio
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La actividad ministerial de los testigos de Jehová
Informe tomado del “Yearbook” para 1953 (en inglés)
PUERTO RICO
Ningún año ha igualado a 1952 para los hermanos en la verdad en lo que toca a nuevos sucesos. Todas estas cosas les han traído verdaderas bendiciones y adelantos teocráticos. El punto sobresaliente del año es el excelente aumento en el número de publicadores, 590 de los cuales están rindiendo informes cada mes. Un nuevo número máximo de 653 se ha logrado. El gozo que se ha sentido al alcanzar estos números de expansión teocrática lo expresa muy bien el siervo de sucursal. Parte del informe que él envió se copia aquí. Las islas Vírgenes están bajo la sucursal puertorriqueña, y parte de este informe tiene que ver con ellas también.
“Tres números máximos sucesivos al comienzo del año de servicio aumentaron el número de publicadores de 517 a 622. En abril se remató eso con 653, y en nuestra concurrencia al Memorial se logró un nuevo máximo de 1,038. El día siguiente al Memorial aconteció un suceso que, aunque produjo considerable dolor, todavía está teniendo su efecto sobre el trabajo de modo provechoso. Fué el desastre aeronáutico en el que dos de nuestros más experimentados misioneros perdieron la vida. Inmensa publicidad se les dió por radio y prensa y se duda si algún otro suceso solo logró tanto para traer nuestro trabajo a la atención de la gente como lo hizo la muerte de estos dos fieles siervos. También, la pena compartida por todos tuvo el efecto de unificar más estrechamente a los publicadores de toda la isla. ¿No éramos todos de la misma familia bajo Cristo Jesús? Cuán bueno fué, entonces, que hasta con su muerte pudieran servir el propósito justo de Jehová y ayudar en su obra.
“Abril también fué el mes cuando se abrió nuestra casa misionera más nueva, en San Germán, la segunda ciudad más antigua de la isla y ubicación de una de las catedrales más antiguas del Hemisferio occidental, ‘Porta Coeli,’ construída en 1538. Las cuatro jóvenes que componían el grupo misionero pudieran haber sido un ejército invasor en lo que tocaba al sacerdote local. Cuando despertó al hecho de que ellas estaban testificando por todo el pueblo, entró rápidamente en acción. Montando su fiel jeep se dirigió a las casas a lo largo de las colinas donde las muchachas habían comenzado su trabajo. Ciertamente hizo mucho trabajo de casa en casa, preguntando a todo el mundo ‘si habían comprado algunos libros anticatólicos de las muchachas norteamericanas’ y, si tal era el caso, diciéndoles ‘¡quémenlos!’ Este vigoroso servicio del campo por parte de él ha servido de mucho en dar publicidad a la obra. Un policía amigable dijo a las misioneras: ‘El sacerdote jamás fué a visitar a la gente, jamás. Ahora está por dondequiera—y sólo es porque ustedes están aquí.’ Diciendo de un opúsculo que el sacerdote había publicado amonestando a sus ‘Estimados hermanos en Jesucristo’ de la ‘nueva secta’ activa entre ellos y declarando que ‘el demonio sabe la Biblia de memoria y la recomienda a la gente para interpretación libre’, una de las misioneras escribe: ‘El día después que se dió circulación a los
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