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Instrucción perita en el arte de hacer discípulosLa Atalaya 1960 | 1 de junio
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Instrucción perita en el arte de hacer discípulos
“Vayan pues y hagan discípulos.”—Mat. 28:19.
1. ¿Con qué propósito hizo Jehová una nación de Israel, y cómo no cumplió Israel con ese propósito?
JEHOVÁ ha tenido a sus testigos en esta tierra casi tanto tiempo como ha existido el hombre, siendo el primero de ellos Abel el hijo de Adán. No siempre hubo muchos. Casi siempre eran pocos, una línea delgada que se extendió a través de las páginas de la historia. Sin embargo, a veces Jehová optó por tener comparativamente muchos de ellos. Así, toda la nación de Israel se compuso de testigos de Jehová. (Isa. 44:8) Pero no cumplieron con esa llamada excelsa de representarlo entre las naciones de la tierra. Por eso después que Jehová les hubo mostrado su gran paciencia durante siglos finalmente los rechazó del todo como testigos suyos, aunque había sido precisamente con ese propósito que él había hecho una nación de Israel. El acto de rechazar o abandonar a esa nación sucedió cuando el pueblo de Israel hizo que se le diera muerte a Cristo Jesús, pero ya en ese tiempo se hallaba en vías de ser formada una nación nueva de testigos de Jehová.—Heb. 11:4 a 12:1; Éxo. 19:5, 6.
2. ¿Cuál es una diferencia entre la manera en que se hizo la nueva nación de testigos y la manera en que se hizo la nación de Israel?
2 En muchos respectos la nación nueva de testigos de Jehová había de ser diferente de la antigua. Entre otras cosas, aunque una persona podía nacer dentro de la nación de Israel y así llegar a ser automáticamente miembro del pueblo de Jehová por virtud de ser descendiente de Abrahán el amigo de Dios, nadie puede llegar a ser miembro de la nación nueva por nacimiento. Sólo siendo llamado por Dios, aceptando la llamada y dedicándose a ser su siervo puede uno llegar a ser miembro de esa nación nueva. Lo que cuenta es la condición de corazón y la fe del individuo. La manera de hacer miembros de esa nación es rehaciendo la mente de personas que han alcanzado la edad de entendimiento para que se aparten de un modo falso de adoración y emprendan el único modo de adoración que agrada a Dios.—Rom. 12:2; Efe. 4:22-24.
3. ¿Qué medio empleó Jesús al principio para hacer la nueva nación, y cuánto éxito tuvo?
3 Fue a Jesucristo, su Hijo amado, que Jehová encargó la obra de hacer nuevos testigos, y muy apropiadamente, porque él mismo fue el mayor testigo de Jehová que ha andado en esta tierra, y todos los testigos de Dios que vienen después de él tienen que ser discípulos y seguidores suyos. Su obra tuvo éxito extraordinario. Al principiar, los discursos públicos que él mismo pronunció fueron el medio que se usó, y en este campo él fue un perito absoluto. Tenía un mensaje poderoso al proclamar el Reino de Dios como la única esperanza del hombre, y aparentemente lo presentaba de una manera sumamente fascinadora. En una ocasión, cuando los fariseos enviaron a ciertos oficiales para aprehenderlo, regresaron con las manos vacías pero profundamente impresionados, e informaron: “Jamás ha hablado otro hombre como éste.” Las multitudes estuvieron tan encantadas por sus dichos y sus milagros que aun se quedaban con él durante días, y en consecuencia simplemente mediante discursos públicos Jesús pudo hacer tal impresión en la mente de la gente que algunos se dedicaron al servicio del Altísimo Dios, Jehová, y lo simbolizaron mediante bautismo en agua. De Juan el Bautista leemos: “Entonces Jerusalén y toda Judea y toda la región alrededor del Jordán salieron a él, y la gente fue bautizada por él en el río Jordán.” Pero de Jesús leemos: “Ahora, cuando el Señor se dio cuenta de que los fariseos habían oído que Jesús estaba haciendo y bautizando más discípulos que Juan . . . salió de Judea y partió otra vez para Galilea.”—Apo. 1:5; Mat. 3:5, 6; Juan 4:1-3.
NUEVOS MÉTODOS DE PREDICAR SE INTRODUJERON
4. ¿Qué método de predicación introdujo Jesús más tarde, y por qué?
4 A pesar de los excelentes resultados que obtuvo mediante discursos públicos, Jesús introdujo un nuevo método de hacer testigos para Jehová. Lo hizo porque él era responsable de este trabajo y estaba alerta en cuanto a las necesidades del futuro. Sabía que él no podría permanecer mucho tiempo con sus seguidores y hacer la predicación por ellos, y también sus milagros cesarían después de un tiempo. Sin embargo el gran trabajo de hacer nuevos testigos tenía que seguir adelante. Sabía que muchos de entre las muchedumbres que hoy le escuchaban le volverían la espalda mañana y ayudarían a formar las chusmas que clamarían por su vida y organizarían persecución maligna contra sus seguidores. Sin embargo, el trabajo no había de parar. Sabía que sus discípulos serían enviados a las naciones no judías en toda la tierra habitada para predicar donde el simplemente citar textos bíblicos no tendría mucho significado. La nueva nación de testigos de Jehová tenía que crecer y se compondría de personas de buena voluntad en cuya mente se grabara profundamente el mensaje potente del reino de Dios de modo que la rehiciera. Exactamente, ¿cómo podría hacerse esto? Patentemente los discursos públicos solos no serían el medio más efectivo. Por eso, para provecho de sus seguidores a quienes sería confiado este trabajo, Jesús introdujo ese rasgo del servicio ministerial cristiano conocido como la predicación de casa en casa, y ¡cuán fructífero mostró ser ese instrumento! Fue un método adaptado a las capacidades de la gente imperfecta. Todavía era predicar, pero era simplificado porque el auditorio se reducía a sólo unos cuantos oyentes y, a veces, a sólo una persona, Cierto, individualmente no tenía el mismo alcance que la educación en masa que Jesús podía dar, pero no obstante era asombrosamente productiva.
5. ¿Cuál fue la asignación de territorio para hacer testigos mediante la predicación?
5 En Mateo, capítulo 10, hallamos la instrucción detallada sobre el hacer testigos mediante el método de predicar de casa en casa que Jesús mismo dio cuando entrenó personalmente a los apóstoles. El tema que había de predicarse era el propio tema de Jesús: “Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado.’” (Mat. 10:7) El territorio en donde había de predicarse estuvo limitado primero a la nación de Israel, pero después de la ascensión de Jesús al cielo había de extenderse hasta incluir todo el mundo por las palabras famosas: “Vayan pues y hagan discípulos de gente de todas las naciones.”—Mat. 28:19.
6. ¿Qué actitud espiritual deben poseer los que participan en el trabajo?
6 Luego, en Mateo 10:8-10, Jesús comenta sobre la actitud espiritual que deben tener los que participan en este trabajo. Los predicadores de las buenas nuevas tienen que tener inclinación a lo espiritual a fin de ser adecuados para el trabajo. El reino de Dios tiene que ponerse en el lugar de primera importancia, las necesidades materiales en el segundo lugar. “Recibieron gratis, den gratis. No consigan oro ni plata ni cobre para sus bolsas al cinto, ni alforja para el viaje, ni dos prendas de ropa interior, ni sandalias ni cayado; porque el trabajador merece su alimento.”
7. ¿Bajo qué circunstancias dice Jesús que queda con su Padre la obligación de proveer materialmente para sus siervos?
7 Observe usted la razón que se da: “El trabajador merece su alimento.” En realidad, con estas palabras Jesús obliga a su Padre celestial. Los predicadores de las buenas nuevas son empleados por Jehová Dios para trabajar en su viñedo. Él fija las condiciones. Una de las condiciones es estar inclinado a lo espiritual, que los trabajadores pongan toda su alma, corazón y mente en la predicación del Reino. Con un requisito como ése es evidente que la responsabilidad de cuidar de las necesidades materiales del trabajador descansa en el patrón. De modo que Jesús reconoce este principio, el cual Jehová ya había declarado en la ley de Moisés en Números 18:31 y Deuteronomio 25:4, y lo aplica a la obra cristiana de predicar.
8. ¿Cuándo no se siente obligado Jehová a cuidar de nuestras necesidades materiales en particular?
8 Por otra parte, si el trabajador no cumpliera con las condiciones, sino que diera el lugar de primera importancia a sus intereses materiales, entonces Jehová no se sentiría obligado a cuidar en particular de las necesidades materiales del trabajador. Cuida de las necesidades de todo el género humano de manera general. Hay millones de personas en el mundo que se cuidan ellas mismas, dando el lugar de primera importancia a sus intereses materiales, y logran satisfacer sus necesidades de la vida sin que Jehová provea especialmente para ellas. No es necesario. Han tomado tiempo y energía para hacerlo ellas mismas. Sin embargo, Jehová sí se siente obligado y promete cuidar proveyendo las cosas materiales necesarias a los que han estado atendiendo, y “buscando primero el reino y su justicia,” como Jesús lo hizo. Porque dan el lugar de primera importancia a los intereses del Reino, misioneros, precursores, siervos de circuito y de distrito, junto con más de mil personas en casas Betel, todos ministros ordenados de tiempo cabal de los testigos de Jehová, pueden confirmar agradecidamente ese hecho.—Mat. 6:33.
PRIMERO ‘BUSQUEN HASTA DESCUBRIR’
9. ¿Qué es lo que hace a una persona merecedora de recibir el mensaje de Dios?
9 Dando sus instrucciones directas ahora para trabajar en el campo, Jesús describió lo que debería hacer el publicador de buenas nuevas cuando llegara a su territorio: “En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor, y quédense allí hasta que salgan.” (Mat. 10:11) La primera cosa que había de llevarse a cabo para hacer nuevos testigos era ‘buscar hasta descubrir quién en ella era merecedor.’ ¿Merecedor de qué? ¡Merecedor del gran privilegio y provecho de que estos siervos del Altísimo se quedasen en su casa y de escucharlos cuando explicaran el mensaje divino de salvación del cual eran portadores! La bondadosa aceptación del mensaje de salvación traído por los apóstoles y la verdadera hospitalidad que se les mostraba debido a que eran siervos de Dios hacía a la persona merecedora de tal privilegio a vista de Dios y de Cristo. De éstos, Jesús dijo: “El que recibe a ustedes me recibe también a mí, y el que me recibe a mí recibe también al que me envió. El que recibe a un profeta porque es profeta recibirá el galardón de un profeta, y el que recibe a un hombre justo porque es hombre justo recibirá el galardón de un hombre justo. Y cualquiera que dé a uno de estos pequeños sólo una taza de agua fría de beber porque es un discípulo, yo les digo verdaderamente, él de ninguna manera perderá su galardón.”—Mat. 10:40-42; 25:34-40.
10. ¿Cómo busca uno hasta descubrir a las personas merecedoras?
10 Busquen hasta descubrir quién es merecedor’ mandó Jesús. ¿Cómo busca uno hasta descubrir las personas que merecen que se les predique acerca del reino de Dios, Sus buenas nuevas? No se puede saber mirándolas. El que merezcan o no merezcan depende de lo que piensen las personas. Por eso a menos que se pueda determinar lo que piensan, jamás se averiguará si son merecedoras o no. ¿Qué se hace para hacer que una persona revele lo que piensa? Eso no es tan difícil como posiblemente piense usted al principio. En realidad, usted lo hace todos los días. Si usted quiere saber lo que una persona piensa en cuanto al tiempo, en cuanto a los nuevos modelos de automóviles o en cuanto a la política mundial, todo lo que tiene que hacer es comenzar a hablarle a esa persona acerca del tema que usted escoja y hallará normalmente que abre la boca y le dice lo que piensa sobre ese tema en particular. Asimismo, si usted quiere saber si cierta persona es una de las personas merecedoras que Jesús dijo a sus seguidores que buscaran hasta descubrir, usted tiene que comenzar a hablarle acerca de Dios, Cristo Jesús y su reino y usted sabrá lo que piensa y si merece que se le predique o no. La única manera en que se puede saber quiénes son las personas merecedoras es hablándole a la gente.
11. ¿Por qué no podían los apóstoles considerar que la religión era un asunto privado que no debía discutirse con otros, y cuál es la reacción típica que se encuentra cuando se testifica?
11 En consonancia con este consejo que Jesús dio sobre hacer testigos, los apóstoles y los demás cristianos primitivos no opinaban que la religión de uno es asunto privado y que no debía discutirse con otros. Siguiendo en las pisadas de su Maestro, hablaban a otros acerca de sus creencias; y en consecuencia cuando los apóstoles llegaban a una ciudad donde las buenas nuevas no se habían predicado antes, iban al mercado y a las puertas de la ciudad donde la gente se congregaba para oir noticias de todos modos. Entre las personas que se hallaban en tales lugares los apóstoles comenzaban a buscar hasta descubrir a las personas que merecían que se les predicara acerca de las buenas nuevas. No era difícil iniciar una conversación y luego introducir el tema del Reino, después de lo cual podían hallarse rápidamente los merecedores. Un ejemplo típico de tal caso se nos relata en el capítulo 17 de los Hechos. Pablo había estado predicando en el mercado de Atenas y luego fue llevado al Cerro de Marte, un lugar donde podía explicar sus enseñanzas a los filósofos reunidos. Cuando terminó de dar un testimonio acerca de la supremacía de Jehová Dios, acerca de Cristo Jesús, el día del juicio y la resurrección, hubo una reacción típica: “Cuando ellos oyeron acerca de una resurrección de los muertos, algunos empezaron a mofarse, mientras que otros dijeron: ‘Le oiremos acerca de esto aun otra vez.’ Así que Pablo se salió de en medio de ellos, pero algunos hombres se unieron a él y vinieron a ser creyentes.” Estos últimos mencionados eran los merecedores, e invitaban a los apóstoles a quedarse en su casa así como Aquila y Priscila invitaron a Pablo a quedarse con ellos mientras estuvo en Corinto, y como lo hizo Lidia, de quien Lucas informa: “Bueno, cuando ella y su familia fueron bautizadas, ella dijo con súplica: ‘Si ustedes me han juzgado fiel a Jehová, entren en mi casa y quédense.’ Y sencillamente nos obligó a aceptar.”—Hech. 17:32-34; 18:1-3; 16:15.
12. ¿Por qué era apropiado que en el trabajo de puerta en puerta en aquellos días los discípulos de Cristo usaran el saludo de desear paz, y cómo podían dejar ‘que la paz viniera sobre una casa’?
12 Los lugares públicos no eran los únicos lugares donde se hacía la predicación, sino que también se buscaba hasta descubrir a los merecedores predicando de casa en casa, como lo muestran las siguientes palabras de Jesús: “Cuando estén entrando en la casa, saluden a la familia; y si la casa lo merece, que la paz que ustedes le deseen venga sobre ella; pero si no lo merece, que la paz de ustedes vuelva sobre ustedes.” (Mat. 10:12, 13) Lucas 10:5 registra las palabras exactas del saludo que Jesús quiso que usaran: “Tenga esta casa paz.” Este era un saludo común en aquel día. Se refería a la paz y prosperidad que provienen de Dios; denotaba un deseo de bienestar; y cuando consideramos las buenas nuevas que los apóstoles habían venido a traer acerca de la paz con Dios por medio de Cristo Jesús, era un saludo sumamente apropiado. Ahora, al enterarse del propósito de la visita, le tocaba a la familia de la casa mostrar si merecía la realización de los buenos deseos o no. Si la casa demostrara ser merecedora, el apóstol obedecería la instrucción de Jesús y dejaría ‘que la paz que le había deseado’ al entrar en la casa ‘viniera sobre ella’ explicando las buenas nuevas en detalle. Sin embargo, el buscar hasta descubrir a las personas merecedoras de este modo sólo era el primero de tres pasos generales que hay que dar para hacer un testigo de Jehová. Era como el buscar cuidadosamente hasta descubrir la materia prima con qué trabajar.
OTROS PASOS
13. ¿Por qué también se le ha llamado al trabajo de hacer testigos un trabajo de reconciliación?
13 El trabajo de los discípulos de Cristo también se ha llamado un trabajo de reconciliación. Desde la rebelión de Adán y Eva contra Dios ha habido enemistad entre Dios y este mundo, pero las buenas nuevas que los seguidores de Cristo traían fueron nuevas de paz con Dios por medio del Mediador Cristo Jesús. Por haber aceptado a Jesús como el Mediador entre Dios y el hombre y haberse dedicado a Dios por medio de él, estos primeros cristianos de entre toda la gente se habían reconciliado con Dios y se hallaban en paz con él, y mediante su saludo deseaban que la misma paz viniera a todas las personas merecedoras. Pablo lo expresó de este modo: “Somos por lo tanto embajadores substituyendo por Cristo, como si Dios estuviera haciendo súplica mediante nosotros. Como substitutos por Cristo rogamos: ‘Reconcíliense con Dios.’” Con ese propósito en mientes entraban en los hogares de la gente. Para los merecedores esto significaría el principio de una educación que resultaría en la dedicación y paz completa con Dios.—2 Cor. 5:20.
14. (a) ¿Qué se requiere para que una persona merecedora se reconcilie con Dios? (b) ¿Cuál es el segundo paso en el trabajo de hacer testigos, y cómo puede darse?
14 La reconciliación con Dios y la paz con él significan dedicarse a hacer su voluntad por medio de Cristo Jesús y eso, a su vez, es algo que resulta de conocimiento exacto en cuanto a los propósitos de Dios. No puede obtenerse conocimiento exacto en el transcurso de una sola visita; se necesita tiempo. Para que las personas merecedoras llegaran a ser testigos de Jehová y gozaran de la paz con Dios, se les tenía que explicar la verdad de Cristo y su reino tan cabalmente que hiciera una impresión honda y duradera en su mente y aun venciera sus viejas ideas religiosas, fuesen éstas netamente paganas o viniesen de la religión judía corrompida. La meta era que a tales personas se les ayudara para que entendieran los propósitos de Dios tan bien que quisieran dedicar su vida a servirle. Un trabajo educativo de tal clase requiere tiempo, y por eso Jesús dio a los publicadores la instrucción de ‘quedarse’ con los merecedores, siendo éste el segundo paso requerido para hacer testigos. (Mat. 10:11) Si a un publicador se le invitara a quedarse y vivir en la casa de las personas merecedoras, entonces, por supuesto, se quedaría con ellas y emplearía mucho tiempo enseñándoles. Pero también podía quedarse con personas en cuyos hogares no viviera realmente por medio de volver a visitarlas repetidas veces y así emplear mucho tiempo con ellas predicándoles.
15. ¿Qué otro paso falta para hacer un testigo, y quién realmente está haciendo a los nuevos testigos?
15 Todavía faltaba otro paso en este trabajo de hacer testigos. No bastaba con que el maestro se quedara algún tiempo con las personas merecedoras, volviendo a visitarlas. Para que el ministro obedeciera el mandamiento de traer paz a la gente merecedora era inevitable el tener un estudio bíblico regular en las casas de tales personas. No podía evitarse esto por motivo de que el publicador de las buenas nuevas no era el que en realidad hacía un discípulo de Cristo o un nuevo testigo de Jehová. Aun cuando leemos que Jesús y el apóstol Pablo “hicieron” discípulos, ellos eran los últimos en aceptar el honor por ello. Jesús dijo: “Hablo las cosas que he visto con mi Padre.” Pablo reconoció a Dios como el verdadero Hacedor de la nación nueva refiriéndose a la obra de un jardinero, diciendo: “Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndolo crecer; de modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que lo hace crecer. . . . Porque nosotros somos los colaboradores de Dios. Ustedes son el campo de Dios que está bajo cultivación.” Eso significa que el publicador sólo estaba siendo usado para plantar la Palabra de verdad de Dios en los corazones de las personas merecedoras. En consecuencia, aunque los siervos de Dios recibieron el mandamiento: “Vayan pues y hagan discípulos,” no habían de hablar simplemente su propia palabra cuando se quedaran con la gente de buena voluntad, sino que se esperaba que dejaran que Jehová hablara por medio de su Palabra escrita, la Biblia, así como Jesús citaba la Biblia todo el tiempo. Sólo dejando que Dios mismo les hablara por medio de su Palabra podían las personas merecedoras obtener esa impresión duradera en su mente; sólo de esa manera sería posible plantar su Palabra profundamente en los corazones de ellas para que diera fruto. Por lo tanto un estudio bíblico con los merecedores era el tercer paso en la cadena de producción que Jesús enseñó para hacer testigos de Jehová. Sólo mediante esta última operación, el estudio bíblico, podía la gente merecedora recibir la paz de que disfrutaban los cristianos verdaderos.—Juan 4:1; Hech. 14:21; Juan 8:38; 1 Cor. 3:6-9; Mat. 28:19.
16. Resumiendo, ¿qué se necesita para hacer un testigo de la manera que Jesús enseñó a hacerlo?
16 Estas, entonces, fueron las instrucciones que Jesús dio a sus seguidores para hacer testigos mediante el método de predicar de puerta en puerta. Tres pasos definitivos se disciernen: Hay que descubrir quiénes son merecedores por medio de hablarles primero; hay que emplear tiempo con ellos predicando; y hay que ayudarlos a obtener la paz que proviene del ser reconciliados con Dios por medio de la dedicación, la cual, a la vez, no puede tener lugar sin un estudio diligente de la Palabra de Dios. Los tres pasos son semejantes a operaciones en una cadena de producción. Si alguna de las operaciones no recibe la debida atención, el producto sufrirá, pero si se usa el material correcto y se siguen las instrucciones fundamentales, puede esperarse un producto perfecto.
17. ¿No hay un modo más fácil y más rápido de efectuar el trabajo de hacer testigos? ¿Cuán eficiente se demostró que era este método en los días de los cristianos primitivos?
17 El hacer testigos según este método tal vez parezca ser un proceso largo y fatigador, y es cierto que se requiere tiempo y trabajo diligente para producir un solo testigo nuevo según este método hoy día; pero es el mejor y más rápido método que hay. Jesús mismo lo usó al entrenar a sus seguidores y él fue un perito en este campo. No puede haber métodos abreviados. Jesús fue un trabajador práctico; usó sabiduría práctica. Si hubiese habido un modo más fácil y más rápido para que sus seguidores hicieran su obra, de seguro se lo habría dicho. El hecho de que no les dijo de uno muestra que no lo hay. Por medio de seguir este consejo sus discípulos hicieron innumerables millares de testigos de una calidad tan fina que aun hoy el calificativo “cristianos primitivos” se asocia con lealtad absoluta a los más elevados principios ante la persecución más severa. ‘Llenaron a Jerusalén con su enseñanza’ y ‘trastornaron la tierra habitada’; influyeron en el derrotero del género humano hasta este día. ¡Un resultado asombroso en verdad de una campaña docente, y un buen reflejo de la eficacia de los métodos usados! ¿Cuán eficiente es ese mismo método en el siglo veinte, la era de la producción en masa? —Hech. 5:28; 17:6.
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“Muestren ser mis discípulos”La Atalaya 1960 | 1 de junio
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“Muestren ser mis discípulos”
“Mi Padre es glorificado en esto, que ustedes sigan produciendo mucho fruto y muestren ser mis discípulos.”—JUAN 15:8.
1. ¿Cómo podemos decir que Jesús estuvo solo en su trabajo cuando comenzó a hacer testigos, y cómo hay que medir sus capacidades?
EL BUEN éxito del trabajador se mide por su producción, sea por su calidad, su cantidad o por ambas. Medido por los frutos de su trabajo, tiene que decirse de Jesús que él fue un trabajador que tuvo éxito extraordinario, cuya habilidad se mostró tanto en calidad como en cantidad. Ambas fueron pasmosas. Cuando emprendió la tarea de rehacer la mente de personas para hacer de ellas seguidores suyos, estuvo completamente solo, siendo él el primero de una clase nueva de testigos de Jehová, los que tenían la vocación celestial. Por supuesto hubo Juan el Bautista, que había preparado el camino para Jesús, pero Juan no llegó a pertenecer a la nueva nación de miembros engendrados por espíritu, y aun sus discípulos que vinieron a Jesús para seguirlo primero tuvieron que ser hechos testigos cristianos de Jehová por Jesús. En este último respecto, por lo menos, cuando Jesús emprendió su trabajo, estuvo completamente solo.
2. ¿Cuántos testigos nuevos hizo Jesús durante los tres años y medio de su ministerio, y qué profecía dio Jesús en cuanto al trabajo de sus seguidores?
2 Tres años y medio después, en el día de Pentecostés, no mucho después que se le había dado muerte a Jesús en un madero de tormento, hallamos al apóstol Pedro dirigiendo la palabra a una grande muchedumbre de personas. Muchas de estas personas habían oído los sermones de Jesús en el pasado, y su mensaje ya se les había grabado con profundidad en la mente. Algunos habían pensado que Jesús era el Mesías, pero ahora se hallaban inciertos, puesto que tan súbitamente había sido muerto como un criminal. En esta ocasión Pedro explicó a estas personas, bajo influencia del espíritu de Dios, cómo se habían cumplido las profecías por lo que había acontecido. Cuando entendieron por qué Cristo tuvo que morir y supieron que ahora sería apropiado el que se dedicaran a Dios por medio de Jesucristo si querían estar de parte de Jehová, prontamente tres mil personas se bautizaron en el nombre de Jesús ese mismo día. Algunos días después la cifra subió a 5,000, según muestra el registro. Todos estos creyentes israelitas fueron indirectamente los frutos del trabajo de Jesús durante los tres años y medio anteriores. Pero debe haber habido millares más, porque, como el registro dice más tarde: “creyentes en el Señor continuaron siendo añadidos.” Además, muchos habían sido bautizados con el bautismo de Juan durante el ministerio de Jesús; por eso hay base para creer que muchos más de los 5,000 mencionados por número en Hechos 4:4 como bautizados en el nombre de Jesús fueron hechos testigos indirectamente a causa de la predicación de Jesús. Como Jesús había dicho: “A menos que un grano de trigo caiga en la tierra y muera, permanece siendo un solo grano; pero si muere, entonces da mucho fruto.” (Juan 12:24) ¡Al morir fiel, qué fruto produjo Jesús! Sin embargo, cuando habló acerca de sus seguidores, Jesús dijo: “Muy de cierto les digo: El que ejerce fe en mí, ése también hará las obras que yo hago, y hará obras mayores que éstas.” ¿Cómo deberíamos entender esto?—Juan 14:12.
3. ¿Cómo tenemos que entender Juan 14:12?
3 Difícilmente habrá de esperarse que algún individuo imperfecto jamás pueda competir con el Maestro y romper su record de hacer testigos. Si un testigo de Jehová fuese colocado en un territorio sin ningún otro testigo, muy probablemente no habría ni siquiera cerca de los 500 testigos con quienes Jesús se reunió en Galilea después de su resurrección o aun los 120 que permanecieron en Jerusalén después de su ascensión. (1 Cor. 15:3-6; Mat. 28:16-18; Hech. 1:15) Tampoco sería ese aumento personal el cumplimiento que requieren las palabras de Jesús; Más bien, sus palabras en Juan 14:12 son una profecía hablada por el Gran Profeta, y a más tardar tienen que cumplirse ahora en este “tiempo del fin” mientras la obra de la cosecha todavía está efectuándose. Por eso el entendimiento apropiado ha de ser que sus palabras fueron habladas particularmente en cuanto a sus seguidores que ahora viven, no como individuos, sino como una sociedad de personas que trabajan armoniosamente juntas para efectuar las obras que él dio a sus seguidores para que las hicieran. Es como tal sociedad que sus seguidores hoy día cumplen la profecía.
4. ¿Qué prueba tenemos de que los testigos de Jehová cumplen la profecía de Jesús registrada en Juan 14:12, y cómo nos afecta esta profecía como individuos?
4 En ocasión de la asamblea internacional de testigos de Jehová en la ciudad de Nueva York en el verano de 1953, 4,640 personas fueron bautizadas en un solo día. En Nuremberg y Berlín, Alemania, en las asambleas le los testigos de Jehová celebradas simultáneamente en estas ciudades en agosto de 1955, 5,203 personas fueron bautizadas en dos días, y en la asamblea internacional de testigos de Jehová en la ciudad de Nueva York en julio de 1958, 7,136 fueron bautizadas en un solo día. Eso es considerablemente más de los que fueron bautizados en ocasión alguna en los días de Jesús y los apóstoles según lo muestran los registros. Durante los últimos diez años los testigos de Jehová han aumentado de 279,421 publicadores mundialmente en 1949 a 803,482 en 1959, o el 187 por ciento, lo cual prueba que los testigos de Jehová de hoy cumplen la profecía de Jesús. Tienen mucho mayores resultados y están llevando a cabo el trabajo de hacer testigos como él lo enseñó en una escala mucho más grande que en cualquier otro tiempo de la historia, y el fin todavía no llega. Todo esto remacha muy claramente lo siguiente: Si Jesús fue tan productivo, y se espera aún más productividad de la congregación de cristianos verdaderos hoy día, entonces ¿cuánto trabajo productivo ha de esperarse de los miembros individuales de esa congregación? Esto muestra que ha llegado el tiempo en que Cristo Jesús espera que sus seguidores demuestren el fruto de su trabajo individualmente.
EL SECRETO
5. ¿Cuál es el secreto más importante que está tras el crecimiento de los testigos de Jehová?
5 ¿Cuál es el secreto que se encuentra tras el progreso espectacular de los testigos de Jehová que les ha dado el nombre de relativamente la “religión de crecimiento más rápido”? ¿Se debe a que es una religión tan “fácil,” a la que la gente le gusta ingresar porque puede hacer lo que le place y todavía calmar su conciencia? ¿Se debe a que se le paga a la gente para que participe en la obra de los testigos de Jehová a fin de que obtenga una ventaja material de ello? ¿Se debe a que la gente sea impelida por el temor a llegar a ser testigos de Jehová después de haber oído el mensaje en cuanto a la venidera batalla del Armagedón? Estas y otras razones han sido sugeridas por personas que no entienden por qué los testigos de Jehová aumentan tan rápidamente en todas partes. La respuesta es que la obra que los testigos de Jehová hacen es una restauración y continuación de la obra de hacer testigos que Jesús principió en la tierra hace aproximadamente 1,930 años y que tuvo tan buen éxito en aquel entonces. Se hace en obediencia al mandamiento divino y como cumplimiento de profecía, y por lo tanto está bajo la dirección y apoyo del espíritu santo o fuerza invisible de Dios. Ese es el secreto más importante que se encuentra tras el rápido aumento de los testigos de Jehová en esta generación.—Mat. 24:14; 28:19, 20; Isa. 60:1-22.
6. ¿A qué otras razones puede atribuirse el buen éxito de los Testigos?
6 Pero también hay una razón más tangible, técnica, y ésa es el hecho de que los Testigos han tomado las palabras de Jesús “Sígueme” muy literalmente también en lo que toca a los métodos de predicar. Con gran cuidado han copiado tan exactamente como es posible el método que su Cabeza y Obrero Magistral, Jesucristo, usó cuan estuvo en la tierra haciendo el mismo trabajo. Han escuchado sus instrucciones sobre cómo hacerlo, según se describe, entre otros lugares, en el capítulo 10 de Mateo. Agreguen a esto el hecho de que los testigos de Jehová también llevan el mismo mensaje que Cristo Jesús llevó, el mensaje del reino de Dios como un gobierno verdadero para ejercer dominio literal sobre el género humano y resolver sus problemas, y usted sabrá por qué los testigos tienen resultados tan maravillosos, e igualmente en ambos lados de la Cortina de Hierro.
7. (a) ¿Mediante qué puntos de vista y mediante qué hechos son los testigos de Jehová compatibles con su pretensión de ser seguidores de Cristo? (b) ¿Cuáles son algunos de los resultados que han obtenido al seguir en las pisadas de Cristo? (c) ¿Quién recibe el honor por el fruto producido?
7 Los testigos de Jehová no han tratado de usar ningún método abreviado para efectuar su trabajo como si supieran cómo efectuarlo mejor que el Maestro mismo. No lo alaban como el hombre más sabio que ha andado en esta tierra y luego menosprecian el consejo que dio. No creen que los métodos de trabajo que él usó están anticuados en esta era de la producción en masa. Como cristianos verdaderos han seguido a su Maestro también en el trabajo de predicar de puerta en puerta, compartiendo con él todo el reproche, ridículo y persecución que esto acarrea, aun entre las personas que se llaman cristianas. Pero también han compartido con él los frutos maravillosos en forma de centenares de miles de personas merecedoras halladas a través de los años. Obedientes a las instrucciones de su Gran Maestro, se han quedado con tales personas, volviéndolas a visitar repetidas veces para llevarles la paz con Dios que ellas les desean con todo su corazón y haciéndolo por medio de estudiar la Palabra de Dios, la Biblia, con ellas en sus hogares. Durante el año 1959, los testigos de Jehová estuvieron conduciendo tales estudios bíblicos en 606,075 hogares distintos en todo el mundo, participando una o más personas en cada estudio durante un período más largo o más corto de tiempo. Los frutos de todo este trabajo, el agregar un promedio de 52,000 testigos cristianos dedicados a sus filas cada año durante los últimos diez años, muestra que Jehová Dios ha aprobado sus métodos de trabajar y ha bendecido el plantar y el regar la semilla de Su Palabra sembrada en el corazón de las personas merecedoras. Los testigos de Jehová no toman el honor de esto. El mensaje que hace maravillas que ellos traen no es invento de ellos, y el método mediante el cual lo plantan en la mente de la gente tampoco es de ellos. De modo que toda la honra va a Jehová Dios, que los enseñó por medio de Cristo Jesús y que también hace que crezca la semilla. Él es Quien está edificando una sociedad del nuevo mundo.—Juan 15:1.
CANTIDAD CONTRA CALIDAD
8. (a) ¿A qué grado deben interesarse los cristianos en aumentar su número? (b) ¿Sobre qué condiciones pueden aceptar los testigos de Jehová a otros como testigos? (c) ¿Cómo mostró Pablo que la calidad es más importante que la cantidad?
8 Una de las características de la verdadera congregación en el “tiempo del fin” es la de aumento. Por lo tanto los cristianos verdaderos se interesan en la cantidad, pero no a cualquier precio, no al costo de la calidad. En muchos países los testigos de Jehová podrían mostrar números mucho más grandes si aceptaran y bautizaran a toda la gente que quiere ser aceptada y bautizada por ellos; pero, debido a que no han rehecho apropiadamente su mente por medio del estudio bíblico, no se les cuenta como testigos de Jehová hasta que han dado prueba de haber adoptado verdaderamente la manera de pensar que se halla en armonía con la Palabra de Dios y han llegado a ser ministros activos. En realidad, no se sabe cuántas personas creen como los testigos. Los únicos que se incluyen en la cuenta como testigos de Jehová son predicadores activos de las buenas nuevas que cumplen con la norma de moral bíblica, dado que el cristiano inactivo o el que no cumple con la norma no es cristiano de ningún modo. No es testigo de Jehová. Naturalmente, hay que cumplir la misma norma bíblica en cada país del mundo. Cuando Pablo se enteró de un caso de fracaso moral en la congregación de Corinto, expulsó de la congregación al cristiano culpable y no permitió que se le volviera a aceptar hasta que se dio prueba de que se había hecho un completo cambio de mente y acción. La cantidad no era lo que preocupaba más a Pablo, aunque estaba interesado en el aumento; la calidad era más importante. Jamás debe olvidarse que la manera de hacer cristianos es cambiando la mente de la gente y eso, a su vez, cambia invariablemente su modelo de conducta.—Apo. 7:9, 14, 15; 1 Cor. 5:1-5; 2 Cor. 2:6, 7; Rom. 1:13; 12:2; Efe. 4:22-24.
9. (a) ¿Por qué razón obvia se interesan las iglesias de la cristiandad en más miembros? (b) ¿Qué cosa prueba que desde el principio la Iglesia católica romana jamás se interesó en ver que sus adherentes llegasen a estar verdaderamente convertidos al cristianismo, y a qué se debió eso?
9 Por varias diferentes razones las iglesias de la cristiandad también se interesan en el aumento. La mayor parte de ellas cree en traer el reino de Dios al género humano por medio de influir en los políticos de este mundo, y eso requiere la clase de poder que los grandes números de votantes pueden dar, política y financieramente. Especialmente se sabe que la Iglesia católica usa a sus adherentes para influir en la votación de la manera que ella quiere. Esto requiere cantidad y no necesariamente calidad; sostenedores devotos de la iglesia, pero no cristianos bíblicos. Por eso al hacer a sus adherentes la Iglesia católica nunca fue escrupulosa en cuanto a verdaderamente rehacer la mente de la gente para desarraigar el paganismo y poner en su lugar las creencias cristianas. Sobre este tema el profesor francés Luis Réau dice en el Tomo I, página 50, de su obra Iconographie de l’Art Chrétien (Iconografía del arte cristiano): “A fin de vencer al paganismo que se hallaba tan firmemente arraigado en el mundo antiguo, la Iglesia de Cristo [i.e., la Iglesia católica romana] tenía que escoger entre dos métodos: abolir o reemplazar, destruir o suplantar. Siguiendo sus muy seguros instintos políticos y psicológicos, ella optó por el segundo método. Es, sin duda, muy peligroso y casi siempre ineficaz hacer un ataque de frente a las creencias antiguas y desarraigarlas por la fuerza, mientras que es relativamente fácil reemplazarlas por nuevas creencias y prácticas, siempre que respeten las costumbres de los antepasados y las perpetúen bajo otro nombre. . . . Este procedimiento de substitución, que no siempre resultó inmediatamente en la conversión profunda de almas pero que facilitó considerablemente la tarea de cristianizar rápidamente al mundo pagano, aplicó igualmente bien a: creencias . . .; lugares de adoración; días festivos religiosos . . .; y finalmente, iconografía.”
10. ¿Cómo hacen adherentes hoy día las iglesias, y con qué consecuencias?
10 Hoy día las diversas iglesias de la cristiandad todavía hacen discípulos a su propio modo. Los hacen rociando agua a bebés recién nacidos en una ceremonia que llaman bautismo, después de lo cual se les cuenta como miembros de sus iglesias. O, como en el pasado, reconocen a las personas adultas como cristianos sin primero haber rehecho su mente y sin haberla librado de ideas paganas para que puedan servir inteligentemente a Dios y le agraden, y sin haberles enseñado la norma cristiana de moral. En consecuencia, millones de católicos romanos todavía creen en la brujería y todavía viven en poligamia declarada sin saber que tales cosas están en contra de los mandamientos de Dios y sin que la iglesia haga algo en cuanto a ello.
11. (a) ¿Qué métodos han preferido los clérigos al trabajar entre sus adherentes? (b) Por no seguir a Jesús al llevar a cabo su trabajo, ¿a quiénes nos recuerdan?
11 Ningún esfuerzo se ha hecho por los clérigos de la cristiandad para hacer cristianos verdaderos de los miembros de sus iglesias por medio de seguir el ejemplo de Aquel que dicen es su Amo y Maestro. No han visitado a sus feligreses, yendo de hogar en hogar como instruyó Jesús, enseñando la Palabra de Dios a los millones que por alguna razón jamás vienen a un edificio religioso. El método que se ha usado ha sido el de repicar las campanas de iglesia para hacer que la gente venga a ellos, con lo cual a menudo alcanzan a sólo un porcentaje pequeño de la población. Según los registros del Concilio mundial luterano en Ginebra, sólo el 14 por ciento de los luteranos de Inglaterra, entre el 5 y 13 por ciento de la Alemania occidental, el 2.7 por ciento de Noruega y el 1.03 por ciento de Suecia van regularmente a la iglesia. Noruega y Suecia casi son cien por ciento luteranas. Servicio social, reuniones públicas, conferencias, despertamientos religiosos, tómbolas y publicidad se han empleado para tratar de interesar a la gente en la religión y hacerla venir a las iglesias; se ha participado en todo salvo en el método que Jesús enseñó: “Si alguien quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo y levante su madero de tormento y me siga continuamente.” (Mat. 16:24) Pero los clérigos no han seguido a Jesucristo, el Pastor Propio. Los métodos abreviados que usan para hacer discípulos le hacen a uno recordar los que fueron llamados “ladrones y saqueadores” por El que sigue siendo el Perito en hacer discípulos cristianos: “Muy verdaderamente les digo a ustedes: El que no entra en el redil por la puerta sino que sube por algún otro lugar, ése es ladrón y saqueador. Pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. Todos los que han venido en vez de mí son ladrones y saqueadores; pero las ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta; quienquiera que entra por mí se salvará y entrará y saldrá y hallará pastos. El ladrón no viene a menos que sea para robar y matar y destruir. Yo he venido para que ellos tengan vida y la tengan en abundancia. Yo soy el pastor propio.”—Juan 10:1, 2, 8-11.
UN PRODUCTO INFERIOR
12. (a) ¿Cómo puede decirse que los miembros de las iglesias de la cristiandad son un producto falsificado como cristianos? (b) ¿Qué pruebas hay en lo que toca a los católicos?
12 Lo único que la cristiandad puede exhibir es un gran número de personas, y eso absolutamente no impresiona a Jehová, porque como cristianos son un producto falsificado. No han sido producidos por medio de habérseles rehecho la mente; no son un producto de su espíritu, su mensaje o su procedimiento de trabajo, por eso no pueden menos que ser un producto falso. Su mente no es como la de los cristianos verdaderos instruídos por Dios por medio de su Palabra que llegan “a la unidad en la fe y en el conocimiento acertado del Hijo de Dios, a un hombre ya crecido, a la medida de crecimiento que pertenece a la plenitud del Cristo,” sino que son como “niños, aventados como por olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza por medio de la trampería de los hombres, por medio de astucia en tramar el error.” Su mente, no entrenada en el pensar cristiano, es dejada como fácil presa de toda clase de filosofías antibíblicas de modo que millones se han hecho comunistas ateos en los países católicos detrás así como en frente de la Cortina de Hierro.—Efe. 4:13, 14, 20-24.
13. ¿Qué muestra que los protestantes igualmente son un producto falso como cristianos?
13 Lo que los protestantes producen es igual de falso. Cuando se les pone a prueba ellos también renuncian a sus iglesias y abandonan los principios cristianos como lo hicieron las 20,000 personas en Leipzig en la República democrática alemana que renunciaron a la Iglesia luterana en el período de sólo dos años debido a la propaganda y presión comunistas, según lo informó el diario berlinés Telegraph-Wochenspiegel del 14 de diciembre de 1958. En la misma parte de Alemania, llamados cristianos se someten ellos mismos y sus hijos a las ceremonias ateas comunistas y dejan excluídas las ceremonias de su propia iglesia. Según información dada por el obispo Dr. Dibelius e informada por el Telegraph-Wochenspiegel del 2 de noviembre de 1958, “en una ciudad, ‘no muy lejos de Berlín,’ de 20,000 habitantes, de 200 niños que han terminado la escuela, sólo tres serán confirmados esta primavera. Los padres de los demás niños evangélicos ya no tuvieron el valor ni la fuerza para resistir la presión que se usa para exigir el participar en la dedicación atea de los jóvenes.”a
14. (a) ¿Cómo aplica el principio de la ley de reproducción en el trabajo de hacer testigos? (b) ¿Cómo sabemos que tiene que haber testigos en la tierra hoy día semejantes a los de tiempos bíblicos?
14 El método que Jesús prescribió no produce frutos de esa clase. Sus métodos de trabajo están en consonancia con la ley que Dios dio para la reproducción como podemos observarla en la naturaleza y como se registra en Génesis 1:11-13, 20, 21, 24, 25. Todo, a saber, la vegetación, las bestias y el hombre, tiene que producir “según su género.” Antes de conocer la aplicación verdadera de esa ley expresada por Jehová, Adán pudo haberse preguntado qué resultaría de la reproducción. Pero no se le dejó mucho tiempo sin saberlo. La aplicación se manifestó claramente: Los leones producían leones, los perros producían perros, los monos producían monos, etc. Siempre era lo mismo. Sin excepción todos reproducían su propio género. Al producir fruto de una clase espiritual, los testigos de Jehová están sujetos a la misma ley y también tienen que reproducirse ‘según su propio género.’ Cuando han sembrado la semilla de la Palabra de Dios, y observan que las cosas se desarrollan a medida que la mente de otros se rehace cuando estudian la Biblia con personas merecedoras, jamás tienen que preguntarse qué resultará de todo esto. ¡Ciertamente no será un comunista, ni un católico ni un protestante! Al debido tiempo el fruto producido será un testigo de Jehová genuino y que no transigirá con lo falso, como ellos mismos lo son. Jehová por su propio método maravilloso de hacer nuevos testigos para honra de su nombre, ha asegurado la perpetuación en la tierra de esa mismísima primera clase genuina de testigos suyos desde los tiempos bíblicos. Mediante esta reproducción espiritual, es tan seguro que tales testigos bíblicos de esa clase se hallan aquí en la tierra todavía hoy día, como lo es que somos los hijos naturales y la expresión física de nuestro antepasado Adán, o su “género.” Por lo tanto, forzosamente en consonancia con la misma ley de reproducción, los caudillos de la religión falsa, pasados y presentes, tienen que aceptar para ellos mismos las palabras de Jesús: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! porque atraviesan mar y tierra seca para hacer un solo prosélito, y cuando él llega a ser uno lo hacen dos veces más súbdito para el Gehena que ustedes mismos.”—Mat. 23:15.
15. (a) ¿Por qué jamás podrían adoptar los testigos de Jehová los métodos de trabajo de los clérigos? (b) ¿En qué resultará con el tiempo su trabajo de predicar?
15 “El reino de Dios será quitado de ustedes y dado a una nación que produzca sus frutos,” dijo Jesús a los escribas y fariseos. A sus seguidores él dijo: “Mi Padre es glorificado en esto, que ustedes sigan produciendo mucho fruto y muestren ser mis discípulos.” Los testigos de Jehová tienen un deseo vehemente de ser la nación que produce los frutos del reino de Dios, y, por lo tanto, ellos jamás podrían adoptar los métodos de trabajo desaliñados de las iglesias de la cristiandad. Tienen que mostrar que son discípulos de Cristo, y eso lo pueden hacer sólo por los frutos que producen, tanto en calidad como en cantidad. Por eso, prescindiendo de lo que hagan los demás, ellos tienen que continuar andando cuidadosamente en sus pisadas, efectuando su trabajo de hacer testigos exactamente de la manera que él les enseñó, buscando hasta descubrir a las personas que son merecedoras, volviendo a visitarlas para estudiar la Palabra de Dios con ellas, rehaciendo su mente, y mediante ello produciendo la misma clase de testigos cristianos de Jehová que Cristo Jesús y sus apóstoles hicieron. En cuanto al resultado final de todo esto, la profecía bíblica no deja duda. La presencia de tantos cristianos verdaderos en el mundo, todos predicando el reino de Dios como la única esperanza del hombre, exigirá una rápida decisión de asuntos que hace que Jehová Dios acabe con todo el fruto podrido de la religión falsa.—Mat. 21:43; Juan 15:8; Mat. 7:15-20.
Que vuestro amor abunde aun más y más en conocimiento y en todo sentido, para que vosotros apreciéis las cosas en su valor, a fin de que seáis puros e irreprensibles para el día de Cristo, y llenados de fruto de justicia que se llevan por Jesu-Cristo a la gloria y loor de Dios.—Fili. 1:9-11, Besson.
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