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  • El ir en pos de la paz
    La Atalaya 1960 | 1 de febrero
    • no piden paz con Jehová Dios y cuyos gobiernos afectan la vida de los seguidores verdaderos del Príncipe de Paz. Por eso Pablo escribió esta exhortación al superintendente cristiano Timoteo: “Por tanto exhorto ante todo a que se hagan súplicas, oraciones, intercesiones, ofrendas de gracias, respecto a hombres de toda clase, respecto a reyes y a todos los que están en puestos encumbrados, para que podamos continuar llevando una vida tranquila y sosegada con plena devoción piadosa y seriedad. Esto es recto y aceptable a la vista de nuestro Salvador, Dios, cuya voluntad es que hombres de toda clase sean salvados y lleguen a un conocimiento acertado de la verdad.” (1 Tim. 2:1-4) Orando así, los siervos obedientes de Jehová Dios nuestro Salvador jamás podrían participar en revueltas, revoluciones, levantamientos, rebeliones, secesiones, conspiraciones y cualquier clase de acción popular, perturbación o violencia contra personas que están en puestos encumbrados políticos o gubernamentales. Bajo cualquiera y toda clase de gobierno, aun bajo prohibición y proscripción, los testigos fieles de Jehová viven una vida calmada y tranquila.

      10. ¿Qué tiene que significar el buscar o seguir tras la paz “con toda persona” para los que están dentro de la congregación, y de qué fruto y de qué sabiduría es esto una evidencia?

      10 “Busquen la paz con toda persona, y la santificación sin la cual nadie verá al Señor,” es la exhortación de Hebreos 12:14. Si los cristianos se esfuerzan por seguir tras la paz con personas de fuera de la congregación, entonces ciertamente deben seguir tras ella con los que están dentro de la congregación, que son sus propios hermanos dedicados. Jamás debemos olvidar que la paz es parte del fruto del espíritu de Dios, lo cual tenemos que cultivar para alcanzar la madurez completa. (Gál. 5:22) Es evidencia de tener y ejercer sabiduría celestial, pues “la sabiduría que es de arriba ante todo es casta, después pacífica.” (Sant. 3:17) El proverbio inspirado conviene con esto al decir: “Feliz es el hombre que ha hallado sabiduría.” ¿Por qué? Porque “sus caminos son caminos de agradabilidad, y todas sus carreteras son paz.”—Pro. 3:13-17.

      11. ¿Cómo declara Pablo que la paz es lo que une a la congregación, y por eso quiénes no merecen estar en la congregación?

      11 Sí, el estar libres de contienda, disensión y desorden internos es lo que une a la congregación cristiana de los testigos de Jehová. Dando testimonio de ello Pablo escribe: “Pero, además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unidad. También que la paz del Cristo gobierne en sus corazones [el lugar donde residen los motivos], porque, de hecho, ustedes fueron llamados a ella [a la paz] en un solo cuerpo [no en dos o más cuerpos desunidos].” (Col. 3:14, 15) Si seguimos tras ella continuamente, la paz servirá de vínculo unificador para los que tienen el espíritu de Dios. Pablo lo dice con estas palabras: “Anden dignos del llamamiento con el cual fueron llamados, con completa humildad de mente y apacibilidad, con gran paciencia, soportándose los unos a los otros en amor, esforzándose sinceramente por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz. Un cuerpo [bajo Cristo] hay, y un espíritu.” (Efe. 4:1-4) El que perturba voluntariosa y maliciosamente no anda digno de estar en la congregación cristiana del Dios de paz.—Rom. 16:17, 18.

      UN EFECTO DEL ARREGLO TEOCRÁTICO

      12. (a) El nacimiento del reino de Dios no es razón para entregarse a ¿qué? (b) Para disfrutar de la vida y la paz, ¿a qué tenemos que atender, y por qué?

      12 La evidencia es que desde 1914 hemos estado viviendo bajo el reino de Dios, que nació en los cielos ese año. Esto debe ser y ha sido una causa de gran regocijo entre los que aman a Dios y aman la vida. Sin embargo, esto no es razón para que haya comer y beber voraces, inconsiderados y materialistas, mediante lo cual pudiéramos hacer tropezar a otros y derribarlos espiritualmente. El disfrutar de los beneficios del reino de Dios esperado por mucho tiempo significa cosas superiores al excesivo comer y beber que embotan los sentidos. “Porque,” dice Pablo, “el reino de Dios no significa el comer y el beber, sino que significa rectitud y paz y gozo con espíritu santo. Por eso, entonces, sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificarnos unos a otros. Dejen de estar derribando la obra de Dios simplemente por causa de alimento.” (Rom. 14:17, 19, 20) El atender a nuestra carne egoísta no es parte de nuestra prosecución cristiana, pero el cultivar el fruto del espíritu de Dios sí lo es. Si amamos la vida y los días buenos bajo el reino de Dios, prestaremos atención a esta amonestación: “El atender a la carne significa muerte, pero el atender al espíritu significa vida y paz; porque el atender a la carne significa enemistad [falta de amistad] con Dios, porque no está sujeta a la ley de Dios, ni, de hecho, puede estar. De modo que los que están en armonía con la carne no pueden agradar a Dios.” (Rom. 8:6-8) Por consiguiente, atienda al espíritu; está en paz con Dios.

      13. ¿Qué quiso decir la llegada del reino de Dios al poder en 1914 para la congregación de sus súbditos, y cuándo llegó a ser cierto esto para ellos, en cumplimiento de Isaías 60:17?

      13 En vez de alborozo relajado, la llegada del reino de Dios al poder en los cielos en 1914 significa un proceder más estricto en la tierra dentro de la congregación de los súbditos del Reino. En los días de la antigüedad cuando no había rey humano en Israel, lo que era recto a su propia vista era lo que cada israelita solía hacer. Pero cuando Dios contestó su petición y les dio un rey humano, esa libertad de acción relajada personal cambió, exactamente como Jehová Dios mismo advirtió. (Jue. 21:25; 1 Sam. 8:9-18) Este proceder estricto vino a realizarse respecto a los testigos modernos de Jehová cuando principiaron a establecer procedimientos y arreglos teocráticos entre ellos mismos en 1919 cuando se reorganizaron después de la primera guerra mundial causadora de estragos. Esto llegó a ser particularmente cierto desde 1938 en adelante, después que la revista La Atalaya publicó el artículo de dos partes intitulado “Organización,” basado en el versículo de la Biblia Isaías 60:17 (Ro): “En vez de bronce introduciré oro; y en vez de hierro introduciré plata; y en vez de madera, bronce; y en vez de piedras, hierro, y asignaré la superintendencia de ti [la ciudad capital u organización simbólica de Dios] a la prosperidad, y la aplicación de tus faenas a la justicia.”

      14. ¿Cómo resultó en mejoramiento el instalar el orden teocrático, y por lo tanto qué tienen que apoyar y mantener lealmente todos los que aman la vida?

      14 Como se prometió en esta profecía, el instalar el orden teocrático de funcionamiento entre los testigos de Jehová en la tierra plenamente desde 1938 en adelante quiso decir mejoramiento. De veras resultó en mejoramiento notable. Contribuyó a gran paz. Ayudó a mantener la paz dentro de la organización. Normalizó métodos de funcionamiento y conducta a través de la tierra en los 175 países donde ahora los testigos de Jehová predican las nuevas alegres de Su reino, en cumplimiento de Mateo 24:14. Removió la desemejanza, confusión, desigualdades y desorden de esta organización que circunda la tierra. Ayudó a cumplir la promesa amorosa de Dios hecha a su organización semejante a esposa: “Y todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová y la paz de tus hijos será abundante.” (Isa. 54:13) Por lo tanto al seguir sinceramente tras la paz todos los que aman la vida apoyarán y mantendrán lealmente el arreglo teocrático de la organización.

      15. ¿Cómo aplica este manejo también a las reuniones de la congregación, según lo bosquejó Pablo en 1 Corintios 14:26, 29-33?

      15 Este manejo de las cosas de la organización de modo teocrático o de acuerdo con la regla de Dios también aplica a la dirección o modo de conducir las reuniones de la congregación cristiana y al programa para los que concurren a tales reuniones. Pablo, como miembro del cuerpo gobernante teocrático, habló contra las reuniones desordenadas o reuniones sin buena coherencia, sin un programa gobernado, donde pueden decirse o hacerse cosas incoherentemente y sin que se expliquen o entiendan. Él dijo: “Que todas las cosas se efectúen para edificación. Además, que dos o tres profetas hablen, y que los demás disciernan el significado. Pero si hay una revelación a otro mientras está sentado allí, que el primero permanezca callado. Porque todos pueden profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos reciban ánimo. Y los dones del espíritu de los profetas han de ser gobernados por los profetas. Porque Dios es Dios, no del desorden, sino de la paz.”—1 Cor. 14:26, 29-33.

      16. Al seguir tras la paz, ¿qué recalcaron David y Pedro que tenemos que restringir, y cómo?

      16 Por amor a la unidad, la armonía y la calma tranquila de la congregación especialmente tenemos que guardar nuestra lengua y labios. ¿No dijo el salmista David, inmediatamente después de preguntar quién se deleitaba en la vida y amaba bastantes días para ver lo que es bueno: “Salvaguarda tu lengua de lo que es malo, y tus labios de hablar engaño”? (Sal. 34:13) ¡Sí! Y ¿no citó el apóstol Pedro esas palabras de David inmediatamente después de haber aconsejado a sus hermanos cristianos, diciendo: “No devolviendo mal con mal ni injuria con injuria, sino, por lo contrario, dando una bendición, porque ustedes fueron llamados a este derrotero, a fin de que hereden una bendición”? (1 Ped. 3:9) ¡Sí! Con la lengua y los labios podemos devolver mal con mal. Con la lengua y los labios podemos injuriar al que nos injuria. Pero con la lengua y los labios podemos, en cambio, dar una bendición, aun sobre el que nos hace mal o nos injuria. El dar una bendición tiene un efecto mejor. Es una respuesta apacible la que despide la ira. (Pro. 15:1) Resulta en un beneficio espiritual por lo menos al bendecidor. Lo salva de llegar a ser como el individuo que habla mal o el injuriador. Contribuye a la paz dentro de la organización. Por lo tanto el seguir tras la paz requiere inevitablemente que restrinjamos nuestra lengua de lo que es malo y nuestros labios de hablar engañosamente. Simplemente tenemos que abstenernos de calumniar, murmurar, injuriar.

      17. ¿Cuál es la mejor salvaguarda contra esto, y por qué el seguir tras la paz no es contrario en significado a esto?

      17 La mejor salvaguarda para esto es enseñar y predicar la verdad preciosa acerca del reino de Dios, dentro de nuestros lugares de reunión y afuera, públicamente y de casa en casa. No se equivoque: la paz piadosa no significa inactividad, comodidad descuidada, pereza. El Dios de paz ha dado a su pueblo organizado, sus testigos en la tierra, un trabajo estrenuo que hacer. Es el trabajo de dar testimonio a Él y a su Hijo reinante Jesucristo, en toda la tierra habitada, a todas las naciones antes de que éstas lleguen a su fin calamitoso en el Armagedón.

      18. (a) En cuanto a la ejecución de este trabajo, ¿qué hecho vital reconocen los testigos de Jehová de toda extracción? (b) Por consiguiente, ¿qué mandato de Jesús obedecen, para que se cumpla qué profecía de paz y hermandad?

      18 Este trabajo tienen que desempeñarlo sus testigos dedicados de toda nacionalidad, tribu, pueblo, color e idioma. No pueden desempeñar unidamente este trabajo si pelean y argumentan trivialmente entre ellos mismos a causa de diferencias externas causadas naturalmente. Tienen que cooperar pacíficamente. El llevar a cabo armoniosamente por toda la tierra el trabajo de testimonio que Dios les ha dado exige paz internacional, entre razas, entre tribus, entre congregaciones entre sí. Los testigos de Jehová reconocen este hecho vital. Por eso obedecen la instrucción del Principal Testigo de Jehová, Jesucristo: “Mantengan paz entre unos y otros.” (Mar. 9:50) Armonizan sus hechos y esfuerzos con la hermosa visión profética dada en Isaías 2:1-4 de esta paz y hermandad internacionales en la adoración unida de Jehová, Dios. Por consiguiente su obra de testimonio prospera.—Sant. 3:18.

      19. (a) ¿Para qué guerra están armados, y cómo? (b) En su trabajo de casa en casa, ¿a quienes buscan, pero a quiénes dejan?

      19 Dondequiera que van con el mensaje del Reino promueven la paz perdurable que habrá de adornar el nuevo mundo de justicia de Dios. Están armados sólo para una guerra espiritual, no una guerra sanguinaria con carne y sangre. En consecuencia se equipan como dijo el apóstol Pablo que lo hicieran: “con los pies calzados con el equipo de las buenas nuevas de la paz.” (Efe. 6:11-15) En su trabajo de casa en casa buscan a los amigos de la paz con Dios. Jesucristo les dijo que hicieran esto, diciendo: “Dondequiera que entren en una casa primero digan: ‘Tenga esta casa paz.’ Y si un amigo de paz está ahí, la paz de ustedes descansará sobre él. Pero si no hay tal ahí, ella se volverá a ustedes.” (Luc. 10:5, 6; Mat. 10:12, 13) Si resulta que el amo de casa es un enemigo de la paz, ellos salen de la casa. No buscan disputa religiosa con los enemigos de Jehová.

      20. ¿Por qué, a pesar de la persecución religiosa, siguen regocijándose, y qué esperanza segura abrigan en cuanto a la paz?

      20 Sin embargo, se topan con mucha persecución religiosa. A pesar de todo ello continúan regocijándose. “Los que aconsejan la paz tienen regocijo.” (Pro. 12:20) Conocen la promesa de Dios de que los hombres que les causan tribulación injustamente serán destruídos en el Armagedón. (2 Tes. 1:6-10) Son fortalecidos y consolados con la esperanza segura de que su continuo seguir tras la paz será recompensado con una medida sin fin de ella después del Armagedón en el nuevo mundo prometido por Jehová Dios, el justo Juez. “Él dará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que buscan la gloria y la honra y la incorruptibilidad por medio de perdurar en la obra que es buena; sin embargo, para los que son contenciosos y que desobedecen la verdad pero obedecen la injusticia habrá ira y enojo, tribulación y angustia, sobre el alma de todo hombre que obra lo que es perjudicial, . . . pero gloria y honra y paz para todo el que obra lo que es bueno.”—Rom. 2:6-10.

      21. ¿En respuesta a qué pregunta inspirada queremos cada uno de nosotros identificarnos, y de consiguiente qué buscaremos y tras qué seguiremos?

      21 A la pregunta inspirada divinamente: “¿Quién es el hombre que se está deleitando en la vida, que está amando bastantes días para ver lo que es bueno?,” ¿podemos ahora cada uno de nosotros responder: “Yo soy”? Si podemos, entonces de la manera que dice Jehová Dios esforcémonos por hallar la paz y seguir tras ella.

  • Guía peligrosa
    La Atalaya 1960 | 1 de febrero
    • Guía peligrosa

      “Hay motivo de temer que algunos medios que ciertas personas usan para conseguir guía son insensatos y aun peligrosos,” dice Ernest White en Christian Life and the Unconscious. “Por ejemplo, hace unos años se le dijo a un joven que yo conocía que tomara un pedazo de papel y lápiz al principio de cada día y entonces que vaciara su mente y esperara hasta que le vinieran algunas sugestiones para las actividades del día. Entonces habría de escribir lo que le viniera a la mente y aceptar esto como su guía para el día. Pronto descubrió que toda suerte de ideas absurdas o hasta maliciosas le vinieron a la mente, y después de unas semanas percibió la locura y peligro de este método, y lo abandonó. Es peligroso abolir todo pensar consciente de esta manera. Implica el perder el dominio de la mente. . . . Hay principios de guía fundados en las Escrituras y en sentido común que nos ayudarán a evitar el peligro de métodos irracionales.”

      “Con tu consejo me guiarás,” dijo el inspirado salmista de Jehová Dios. Para tener guía correcta tenemos que comparar de continuo nuestras ideas con el consejo que Jehová da en la Biblia.−Sal. 73:24.

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