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La marca del espírituLa Atalaya 1960 | 15 de diciembre
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sobre las iglesias de Finlandia, Polonia y la colonia rusa de emigrantes en París. Puesto que la iglesia de Dios y de Cristo fue una iglesia internacional, y no un número de iglesias nacionales, no podemos ver en la Iglesia ortodoxa oriental indicios de la unidad de la primera iglesia cristiana.
LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA
8-11. ¿Qué prueba que la iglesia romana no es un solo cuerpo? ¿Qué prueba decisiva de unidad verdadera no pueden pasar con buen éxito ni la iglesia romana ni otras?
8 ¿No es la Iglesia católica romana una grande iglesia internacional con unidad en enseñanzas y organización? Aunque tenga un conjunto uniforme de dogmas para la entera iglesia internacional, las creencias religiosas de los católicos romanos no son las mismas en todas partes. Lo que se imagina un católico romano italiano acerca de Dios y Cristo Jesús y lo que hacen por el género humano difícilmente sería igual a lo que se imagina un católico romano nativo de Haití que todavía practica su religión pagana del vudú secundariamente.
9 Tampoco es la unidad de organización tan firme como muchos piensan. Si la Iglesia católica romana realmente es un cuerpo con el papa como cabeza visible, ¿entonces por qué no obedecen todos los católicos a la cabeza? Dice el sacerdote y autor católico romano Pedro Schindler al defender la iglesia católica contra el cargo de ser intolerante con los protestantes en España y Colombia: “¿Por qué no interviene el papa? ¿Quién dice que no ‘interviene’? Después de todo, nosotros los que estamos en una posición de autoridad en Roma tenemos una idea más acertada de su impotencia. El papa no es dictador en España ni presidente en Colombia, y si los católicos locales (dirigidos por sus líderes eclesiásticos) pasan por alto la ley de su propia iglesia como ellos en muchos lugares pasan por alto las instrucciones papales (por ejemplo, las encíclicas sociales) entonces el mismo papa es impotente.” Si los miembros no obedecen a la cabeza, ¿puede haber un solo cuerpo vivo?
10 Si la iglesia romana es un solo cuerpo, ¿por qué obran las diferentes órdenes, a saber, los franciscanos, los dominicos, los jesuitas, etc., como cuerpos separados? ¿Por qué pelean tales órdenes unas con otras a semejanza de partidos políticos para obtener la influencia determinante sobre el papa y la norma eclesiástica?
11 ¿Es la iglesia realmente una unidad cuando sus miembros, como los católicos en Italia, se encuentran en todos los partidos políticos desde la derecha extrema pasando a través del espectro de colores político hasta la izquierda comunista extrema? ¿Podrían componer jamás un solo cuerpo eclesiástico verdadero; uno, como Jehová y Cristo Jesús son uno? ¿Podrían ser uno internacionalmente cuando algunos de ellos son dirigidos por cardenales quienes, por razones nacionalistas, ni siquiera se hablan? Y en caso de guerra, ¿conserva la iglesia católica, y otras denominaciones en cuanto a eso, la unidad que afirman poseer? Todo el mundo sabe que no. Todas ceden en esa prueba decisiva de su unidad como iglesia y demuestran que los vínculos que las unen a unidades mundanas son más fuertes que los vínculos que las aúnan a su unidad de iglesia y a su dios. Todo esto hace imposible ver la unidad de la iglesia cristiana en la organización eclesiástica internacional católica romana.
UNA SEÑAL AL MUNDO
12. (a) ¿Qué tienen los testigos de Jehová que apoye su alegación de unidad verdadera? (b) ¿Con qué derecho se unen a Pablo en usar Romanos 8:35-39?
12 En contraste con toda esta división desalentadora, alegra el corazón hallar un cuerpo internacional de cristianos en la tierra hoy día que es una verdadera unidad, una hermandad internacional verdadera, unida en fe y organización por los vínculos del amor. Es un hecho acerca del cual se invita a toda persona a convencerse, y no somos inmodestos porque señalamos a ello, que los testigos de Jehová, aunque son internacionales, son “un mismo corazón y alma,” de la “misma mente” y de la “misma forma de pensar,” y tienen ‘un cuerpo, un espíritu, una esperanza, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre.’ Son cristianos que están aunados en una unidad con Jehová Dios y Cristo Jesús y sus hermanos con vínculos de amor tan fuertes que nada, incluyendo la guerra, puede desbaratarla. Su organización eclesiástica internacional que comprende testigos de muchos países está compuesta del resto de la clase de la novia de Cristo Jesús; y unida a este resto en la “una sola manada” bajo “un solo pastor” está una grande muchedumbre de “otras ovejas.” (Juan 3:28-30; 10:16) La historia moderna de estos testigos muestra que han experimentado lo bastante para unirse al apóstol Pablo en decir: “¿Quién nos separará del amor del Cristo? ¿La tribulación o la angustia o la persecución a el hambre o la desnudez o el peligro a la espada? Tal como está escrito: ‘Por tu causa se nos está haciendo morir todo el día, se nos ha contado como ovejas para el degüello.’ Al contrario, en todas estas cosas estamos saliendo completamente victoriosos por medio de aquel que nos amó. Porque estoy convencido de que ni la muerte ni la vida ni ángeles ni gobiernos ni cosas aquí ni cosas por venir ni poderes ni altura ni profundidad ni ninguna otra creación podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor.”—Rom. 8:35-39.
13. ¿A qué reflexiones da origen la unidad de los testigos de Jehová, de qué es una señal y para quién?
13 La unidad mundial de los testigos de Jehová da origen a varias reflexiones. Si la hermandad internacional de la iglesia primitiva del primer siglo fue una verdadera maravilla y reconocidamente un producto del espíritu santo solo, y si Dios en su iglesia hizo lo que otros han tratado de hacer durante siglos sin resultado, ciertamente una idéntica hermandad internacional en el caótico siglo veinte no es menos maravilla y no prueba menos la manifestación singular del espíritu o fuerza activa invisible de Dios. Según Jesús tal unidad no es casualidad, sino una señal al mundo de que Jehová ama a los unidos así como él ama a Jesús, y de que ellos son sus discípulos: “Les estoy dando un nuevo mandamiento: que se amen los unos a los otros; igual como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros. Por esto todos sabrán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.”—Juan 13:34, 35; 17:23.
14. ¿Por qué no fue incorrecto que los primeros cristianos señalaran a su iglesia como la única iglesia verdadera?
14 Los primeros cristianos estuvieron convencidos de que pertenecían a la única iglesia verdadera, la “congregación de Dios.” Habría sido pecar contra el espíritu santo el dudarlo. Una señal de la marca del espíritu estaba sobre ellos, y una señal no es de ningún valor si no se ve. Entonces, ¿fue incorrecto que los primeros cristianos indicaran a su iglesia como la única que tenía esa señal? En conexión con la iglesia judía del judaísmo, ¿era contrario a la humildad verdadera el que los cristianos llamaran atención a esta marca del espíritu aunque al hacerlo revelaban la notoria ausencia del espíritu de Dios en la casa dividida de Israel? Al contrario, se hallaban bajo obligación de no colocar su luz debajo de una canasta, sino de dejarla resplandecer “delante de la humanidad, para que vean sus obras rectas y den gloria a su Padre que está en los cielos.”—Mat. 5:14-16.
15. ¿Es falta de virtud cristiana el que los testigos de Jehová señalan a la sociedad del nuevo mundo, de la cual la congregación cristiana ungida forma parte, como la única que verdaderamente es de Dios?
15 Dado que lleva tan obviamente la marca del espíritu, la unidad amorosa mundial de los testigos de Jehová es una de las razones por las cuales esos testigos que son miembros ungidos del cuerpo de Cristo están convencidos de que pertenecen a la única iglesia verdadera, y puesto que los que son de las “otras ovejas” están asociados con estos ungidos en la sociedad unida del nuevo mundo, están convencidos de que ésta en verdad es la organización de Dios, donde se lleva a cabo la adoración verdadera. ¿No sería pecar contra el espíritu el dudarlo? ¿Es inmodesto el que llamen la atención del mundo al hecho de que esta organización es singular en mostrar la marca del espíritu? Al contrario, para provecho de todas las personas de corazón honrado que anhelan la congregación visible del pueblo unido de Dios, y para la gloria de Dios y Cristo Jesús, ellos no deben poner su luz debajo de una canasta aun al costo de que se les considere pagados de su propia rectitud.
BIBLIOGRAFÍA
1. Dogmatik, (danés) 2da. edición, sección “La comunidad religiosa,” pár. 54, página 208. Autor: Prof. Dr. Niels Munk Plum. Editores G. E. C. Gad, Copenhague 1941.
2. Evangelisches Kirchenlexikon, (alemán) Lirchlichtheoligisches Handwoerterbuch bajo “Kirche,” sección IV. “Reformatorischer Kirchenbegriff und dessen Fortbildung,” pár. 10; y sección VII. “Gegenwaertiges oekomenisches Gespraech,” parte B. “Die das oekumenische Gespraech bestimmende Fragen,” pár. 5. Editores: Vandenhoeck & Ruprecht, Gættinga 1958.
3. Faith and Order, The Report of the Third World Conference at Lund, Sweden: August 15-28, 1952 (inglés). Editado a favor de la Comisión de Fe y Orden del Concilio Mundial de Iglesias por la SCM Press Ltd. Londres, capítulo III, sección II, página 13; y sección IV, página 21.
4. Kristi Kirke, (danés) página 32. Autor: Obispo Bo Giertz. Editores: Nyt Nordisk Forlag Arnold Busck, Copenhague 1945.
5. Evangelisches Kirchenlexikon bajo “Oekumenische Bewegung,” sección “Concilio Mundial de Iglesias,” pár. 2a. The Church, the Churches, and the World Council of Churches, (inglés) páginas 2 y 3. Autor: Comité Central del Concilio Mundial de Iglesias en su reunión en Toronto en julio de 1950. Editores: El Concilio Británico de Iglesias, Londres, 1952.
6. Protestantismen i vor Tid, (danés) páginas 121 y 122. Autor: Prof. Dr. Regin Prenter. Editores: H. Hirschsprungs Forlag, Copenhague 1958.
7. Salmonsen Leksikon-Tidsskrift 1953 og 1954, (danés). Artículo: Kirken hvis centrer ligger i Istanbul of Moskva, página 995. Editores: J. H. Schultz, Copenhague 1955.
8. Katolicismen i vor Tid, (danés) página 137. Autor: Pedro Schindler, sacerdote católico y autor. Editores: H. Hirschsprungs Forlag, Copenhague 1957.
9. L’Espresso, (diario italiano). Artículo: “Detrás del trono de Pío XII—El ataque de los jesuitas y la rendición de los dominicos.” Autor: Dr. Carlo Falconi, director religioso.
10. Katolicismen i vor Tid, página 130.
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“Hambre sobre la tierra”La Atalaya 1960 | 15 de diciembre
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“Hambre sobre la tierra”
Hace mucho el profeta Amós predijo que habría un hambre espiritual en la tierra. Esa hambre se ha hecho patente hoy en día en los países que dicen ser cristianos. Los que son responsables de esta condición son las iglesias de la cristiandad, y de vez en cuando lo confiesan. El Christian Recorder dijo: “La Iglesia actualmente es semejante a un tubo mohoso desconectado de la fuente surtidora.” El presidente de la Unión Bautista de Nueva Zelandia declaró: “Estamos tan ocupados manteniendo nuestra Iglesia y dirigiendo la multiplicidad de organizaciones integradas en la Iglesia que no tenemos ni el tiempo ni las fuerzas para salir al mundo con el Evangelio.” Otro clérigo hizo esta declaración en el News de Charlotte, Carolina del Norte: “A veces me pregunto si nosotros en la Iglesia acaso no hemos estado dando piedras a nuestros hijos cuando piden pan, si no les hemos dado chucherías cuando lo que verdaderamente quieren es Dios.”
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Sirviendo a los que buscan posición socialLa Atalaya 1960 | 15 de diciembre
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Sirviendo a los que buscan posición social
En 1959 cuando las Iglesias cristianas congregacionales de EE. UU. celebraron su reunión regional que abarcaba los estados centrales del norte, José W. Merchant, un vocero oficial, lamentó el que su denominación principalmente estuviera sirviendo a los que buscan posición social o profesional. Dijo que su denominación halagaba el gusto de “los hombres de negocios, profesionales, obreros de oficinas,” pero que “en lo que concierne a las llamadas clases inferiores, los principales grupos protestantes están dejando el cristianismo a los Testigos de Jehová, al Ejército de Salvación o a cualquiera de las sectas que brotan de un día al otro. . . . Temo en cuanto a nuestras almas si nos inclinamos a hacernos capellanes de los que buscan posición social, contando nuestros doctorados como si fueran nuestras perlas de gran precio.”—Times de Nueva York, 15 de octubre de 1959.
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