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Bautismo conforme a la voluntad divinaLa Atalaya 1960 | 1 de octubre
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Bautismo conforme a la voluntad divina
“La paciencia de Dios estaba esperando en los días de Noé, mientras se construía el arca, en la cual unas pocas personas, es decir, ocho almas, fueron llevados a salvo a través del agua. Lo que corresponde con esto ahora también los está salvando a ustedes, a saber, el bautismo.”—1 Ped. 3:20, 21.
1. ¿Qué llamada está haciendo Jehová antes del Armagedón, y con qué respuesta?
SIN duda vivimos en tiempos trascendentales. Un mundo entero, el presente sistema de cosas, está precipitándose enloquecida y ciegamente hacia su destrucción en la guerra universal del Armagedón, cuando la cuestión que ha estado en disputa por siglos sobre la supremacía y soberanía universal de Jehová será zanjada definitivamente. Pero de ese viejo mundo condenado el Todopoderoso Dios está llamando a personas de buena voluntad de todas las naciones, tribus y lenguas para que vengan y encuentren refugio en el justo nuevo mundo que él está creando. Cada año millares sobre millares de personas, de los cuatro cabos de la tierra, responden a la llamada y se ponen de parte de Jehová y de su reino. Con el tiempo aprenden que es su privilegio y obligación bautizarse, conforme a la voluntad divina.
2, 3. ¿De qué significado es el bautismo en conexión con el propósito de Jehová de salvar gente?
2 ¿Qué, entonces, tiene que ver el bautismo con las posibilidades de salvarse del viejo mundo moribundo y entrar en el nuevo mundo sin fin, que el Dios vivo está haciendo? El apóstol Pedro se refirió a la profecía de Isaías en cuanto a los nuevos cielos y una nueva tierra, la cual dice: “‘Pues aquí estoy creando nuevos cielos y una nueva tierra, y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón. . . .No harán daño ni causarán ninguna ruina en todo mi santo monte,’ ha dicho Jehová.” (Isa. 65:17-25) Por eso Pedro escribió: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos de acuerdo con su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.” Luego sigue y dice: “Consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación”; y en otro lugar, como se citó antes, él habla de cómo la paciencia de Dios estaba esperando en los días de Noé, y menciona que ocho almas fueron llevadas a salvo a través del agua. Entonces arguye: “Lo que corresponde con esto ahora también los está salvando a ustedes, a saber, el bautismo, (no el que se quite la inmundicia de la carne, sino la petición hecha a Dios para una buena conciencia,) por medio de la resurrección de Jesucristo.”—2 Ped. 3:12, 13, 15; 1 Ped. 3:20, 21.
3 Tenemos la propia palabra del Maestro en prueba de que esto tiene aplicación ahora mismo, porque él dijo que como fueron los días de Noé, así deberían ser los días del Hijo del hombre. (Mat. 24:37) En ese tiempo Jehová inundó hasta destruirlo al sistema de cosas que existía entonces pero salvó a ocho personas, que habían hecho caso a su amonestación. En otras palabras, el bautismo de todo el mundo en agua trajo muerte a la mayoría y salvación únicamente a unos cuantos. Por eso ahora, cuando el presente orden de cosas será disuelto, los hombres impíos serán destruídos pero los que han oído y obedecido el mensaje amonestador que proviene de Jehová serán salvados. A eso se refiere el apóstol Pedro cuando habla del bautismo que salva.
4, 5. ¿Qué se requirió de los que fueron salvados en el día de Noé? ¿Cuáles son los requisitos correspondientes para la salvación en nuestro día?
4 Él no quiso decir, sin embargo, que el acto literal de ser sumergido en las aguas de un río o lago es el medio de salvación, sino la condición de estar dedicado exclusivamente a Dios, de lo cual el bautismo en agua es un símbolo. ¿Cómo es eso? Bueno, los que estuvieron con Noé en el arca y fueron bautizados a él, cuando el arca estuvo rodeada de las aguas agitadas que cayeron desde las ventanas del cielo, primero habían tenido que cifrar la fe en el mensaje amonestador de Jehová, que les llegó por medio de Noé; luego habían tenido que trabajar con él en el arca y demostrar con eso su creencia en la palabra de Dios y su anuencia a obedecerlo. Y tuvieron que continuar en esa condición hasta el mismísimo día en que Jehová mismo cerró la puerta tras Noé y los que en realidad habían entrado en el arca con él.—Gén. 7:13-16.
5 ¿Qué, en nuestro día, entonces, es lo que corresponde al arca en la cual Dios salvó a Noé? Es el arreglo para preservación que Jehová Dios edifica por medio de su Hijo, el glorificado Cristo Jesús, es decir, “el nuevo sistema de cosas.” Aquí en la tierra ese nuevo sistema de cosas está representado actualmente por los testigos de Jehová, que han entrado en él y están organizados como una sociedad del nuevo mundo para dar testimonio del nombre y propósitos de Jehová, de su Rey y reino, y para vivir conforme a la voluntad divina, mostrando así a la gente de buena voluntad el camino a la salvación.
6. ¿Es el bautismo un asunto optativo para los que quieren hacer la voluntad divina?
6 Todos los que vienen a esta sociedad del nuevo mundo con el fin de aprender el camino a la vida y que se dan a sí mismos a Jehová Dios en dedicación deben bautizarse de acuerdo con el mandamiento de Jesús de Mateo 28:19, 20: “Vayan pues y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles que observen todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren! estoy con ustedes todos los días hasta la consumación del sistema de cosas.” Así que el bautismo en agua no se deja como asunto optativo para los que quieren hacer la voluntad divina, mientras Jehová todavía está haciendo discípulos de gente de todas las naciones, sino que es un requisito con el cual tienen que cumplir; y un número que constantemente crece de personas dedicadas ahora se somete a dicho bautismo cada año. Un ejemplo notable de esto se dio en aquel día memorable durante la Asamblea internacional “Voluntad divina” de los testigos de Jehová, en la ciudad de Nueva York en el verano de 1958, cuando 7,136 personas se bautizaron por inmersión en agua.
¿QUIÉNES PUEDEN BAUTIZARSE?
7, 8. ¿De qué es símbolo el bautismo, como se ilustró en el caso de Jesús?
7 Ahora, en cuanto a quiénes deben bautizarse y de qué manera, a fin de estar en consonancia con la voluntad divina, Pedro dijo que el bautismo es lo que salva, no un limpiamiento de la inmundicia de la carne, sino más bien “la petición hecha a Dios para una buena conciencia.” Por lo tanto el bautismo de infantes se elimina inmediatamente, porque un infante no puede hacer tal petición a Dios. El bautismo es, en realidad, un símbolo, un acto de confesión, de lo que ya ha tenido lugar en el corazón del bautizado: que se ha dedicado a Jehová Dios, para vivir de allí en adelante conforme a la voluntad divina. Esto es lo que el propio bautismo de Jesús significó. Él es el gran Modelo al cual han de seguir todos los que quieren servir a Jehová Dios.
8 Mateo nos dice que Juan el Bautista estaba bautizando a judíos que se habían arrepentido de sus pecados contra el pacto de la Ley, que Jehová había hecho con esa nación. Un día Jesús vino a Juan para que lo bautizara. Pero Juan titubeó en hacerlo, porque sabía que Jesús no había quebrantado el pacto. Entonces Jesús dijo que debería hacerse, a fin de “efectuar todo lo que es correcto.” (Mat. 3:15) Y el apóstol Pablo escribe, en Hebreos 10:9, que en ese tiempo Jesús cumplió las palabras del salmo: “¡Mira! yo he venido para hacer tu voluntad,” oh Dios. (Sal. 40:7, 8) Jesús ahora se había dedicado a hacer el trabajo especial que la voluntad divina prescribía para él, y que estaba escrito “en el rollo del libro,” es decir, en las Escrituras Hebreas, que contenían “las declaraciones formales sagradas de Dios.” (Rom. 3:1, 2) Y por eso, cuando Juan zambulló a Jesús completamente bajo el agua del río Jordán, eso fue un acto simbólico que testificó que Jesús ahora estaba muerto en cuanto a su manera de vivir en la tierra hasta entonces.
9. ¿Cómo tiene que ejecutarse el acto del bautismo a fin de constituir el símbolo apropiado?
9 Jesús estableció el modelo en cuanto al porqué el bautismo tiene que ejecutarse de ese modo, mediante sumersión completa, a fin de ser un cuadro, un símbolo. El bautizado, al ser zambullido y quedar fuera de la vista, es “enterrado” en el agua. Que así era la manera en que Juan bautizaba se muestra, aparte del hecho de que la palabra griega traducida “bautizar” significa “zambullir, sumergir,” por la declaración que se encuentra en la narración del apóstol Juan: “Juan [es decir, el Bautista] también estaba bautizando en Enón cerca de Salim, porque allí había una gran cantidad de agua.” (Juan 3:23) Pero el bautista no deja a la persona sumergida allí para que muera en el agua. No, el bautista la levanta de nuevo, como símbolo del hecho de que ahora habrá de andar en un nuevo camino o modo de vivir, dedicada enteramente a Jehová Dios, cuya voluntad divina tiene que ser su guía de allí en adelante. Los que se están bautizando testifican mediante ello que se han separado del viejo mundo, en el cual nacieron como hijos imperfectos de Adán, y el cual mundo está gobernado por Satanás, el gran opositor de Dios y de su reino; y han venido a buscar refugio en el arreglo que Jehová ha hecho para los hombres y las mujeres que creen, y el cual corresponde al arca literal del día de Noé.
10-12. (a) ¿Qué significa que el bautismo se haga “en el nombre del Padre”? (b) ¿En el nombre “del Hijo”? (c) ¿En el nombre “del espíritu santo”?
10 Cuando Jesús mandó a sus seguidores que hicieran discípulos de personas de todas las naciones, él dijo, como se citó antes, que estos discípulos deberían bautizarse “en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo.” El acto del bautismo, entonces, tiene que ser una confesión del hecho de que el bautizado ha llegado a conocer que Jehová Dios es el Supremo, el Creador todopoderoso y el Dador de vida, el Dios justo y sapientísimo y el Proveedor amoroso de la salvación del pecado y de sus resultados calamitosos. También tiene que haber discernido el gran punto en cuestión que eclipsa todo lo demás en el mundo y que pronto habrá de zanjarse para siempre, para alabanza eterna de Jehová, a saber, el punto en cuestión de la dominación universal: ¿Habrá de gobernar el universo Jehová Dios, o habrá de gobernarlo el Diablo? Conectado con eso se encuentra este punto en cuestión menor: ¿Pueden los hombres en la tierra servir a Jehová con integridad cuando se les somete a pruebas y persecuciones? Teniendo este conocimiento, el que va a bautizarse conforme a la voluntad divina se ha dedicado a Jehová, y está dispuesto a hacer Su voluntad a cualquier costo.—Job 1:9-11; Jud. 25.
11 Hoy, también, el bautizado confiesa adicionalmente que ha discernido que a su Hijo primogénito, amado, Jesucristo, Jehová ha dado el nombre que está por encima de todo otro nombre, de modo que no hay salvación en ningún otro. Jesucristo es el Rey escogido de Jehová y ahora ha venido en la gloria de su Reino y como el Juez justo, y todos los que desean vivir tienen que ‘besar al Hijo,’ es decir, aclamarlo como Rey y obedecer sus órdenes, y al debido tiempo él llegará a ser su Padre Eterno.—Hech. 4:12; Mat. 25:31; Sal. 2:12; Isa. 9:6, Val.
12 El que el bautismo también se hace en el nombre del espíritu santo significa que el bautizado está dando testimonio del hecho de que él ha llegado a conocer que el espíritu santo es la fuerza activa del Dios vivo, que él envía por medio de su Hijo, Cristo Jesús, y que opera para con el pueblo de Jehová, esclareciendo y dirigiendo a su organización teocrática en la tierra hoy día como lo hizo en los días de los apóstoles; y que el bautizado se ha entregado en sumisión a esta fuerza santa.—Hech. 1:8; 20:28; Joel 2:28, 29.
13. ¿Qué hizo Jesús después de haber recibido el espíritu santo en seguida del bautismo?
13 Fue este espíritu santo o fuerza esclarecedora y que da poder procedente de Dios lo que vino sobre Jesús cuando se levantó del agua del Jordán; y ahora observe lo que él hizo después de eso. Después de haber estado en el desierto durante cuarenta días y de haber sido tentado por el Diablo, se puso a proclamar: “El reino de Dios se ha acercado. Arrepiéntanse y tengan fe en las buenas nuevas.” (Mar. 1:15) El Diablo había ofrecido a Jesús todos los reinos de este mundo, pero Jesús rehusó tener cosa alguna que ver con él, porque “es a Jehová tu Dios que tienes que adorar, y es a él solamente que tienes que rendir servicio sagrado.” (Luc. 4:6-8) Fue el reino de Jehová lo que él deseaba, y por él iba a trabajar, dar testimonio y sufrir persecución, sí, estaba dispuesto hasta a entregar su vida por él. Y ¿por qué fue muerto? Fue a causa de su lealtad absoluta al reino de Jehová, que es el instrumento para vindicar el santo nombre de su Padre y traer salvación a las criaturas obedientes, por medio de la sangre redentora de Jesús.—Juan 18:33-37; 19:12-16.
14. ¿Qué debe preguntarse el que contempla bautizarse?
14 En vista de este fiel ejemplo el que esté contemplando bautizarse debe preguntarse: ¿Estoy anuente a hacer como Cristo, publicar el reino del cielo y permanecer leal a él? ¿Puedo verme como parte de esa muchedumbre feliz que Juan describió en Apocalipsis que está de pie delante del trono y que clama gozosamente: “La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero”? Se describe a los que la forman como teniendo palmas en las manos; así como cuando Jesús hizo su entrada triunfal en Jerusalén, sentado en un pollino, la muchedumbre que se reunió en aquel entonces tomó palmas y fue a recibirlo y gritó: “¡Bendito el que viene en el nombre de Jehová, el rey de Israel!” En la grande muchedumbre de adoradores que ahora lo “recibe” y lo aclama públicamente es donde deben hallarse todos los que se dedican ahora a Jehová Dios.—Rev. 7:9, 10; Juan 12:12-15.
15. (a) El bautismo señala el principio de ¿qué? (b) ¿Qué tiene que hacer el bautizado a fin de vivir para siempre? ¿Qué consejo dio Pablo en conexión con esto?
15 El bautismo o inmersión realmente señala el anuncio público de algo nuevo. Aquí está ahora una persona que ha dedicado su vida a Jehová Dios. Ella, mediante el bautismo, por decirlo así, sella el contrato hecho en oración que la obliga con Jehová, a obedecer su voluntad divina y a apoyar su causa digna. Se entiende que será lo que Santiago 1:25 llama “un hacedor de la obra” y ha de ser “feliz al hacerla.” La salvación no se le asegura a usted una vez que haya dado el paso del bautismo, sino más bien es preciso que usted, como dice Pablo, siga “obrando su propia salvación con temor y temblor.” (Fili. 2:12) Cuando uno se ha dado a Jehová para ser su esclavo no debe abandonar el servicio de Jehová—significa su vida, y ¡es para vida! A fin de vivir para siempre uno tiene que ser para siempre esclavo obediente de Jehová. A fin de ser eso, es necesario asociarse ahora con su sociedad del nuevo mundo, que está bajo el mando y dirección del Noé Mayor, Cristo Jesús. Esto requiere que uno estudie la Palabra de Dios tanto privadamente como en las reuniones que se arreglan con este propósito, y éstas lo mantienen a uno espiritualmente apto para participar en extender las buenas nuevas del reino gobernante. El apóstol Pablo dio buen consejo en cuanto a esto cuando escribió a los hebreos (10:23-25): “Mantengamos firmemente la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear, pues fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para incitar al amor y a las obras rectas, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos, y tanto más al ver que el día se acerca.” El día al que se refirió él de veras se ha acercado mucho ya. Jamás debe olvidarse esto.
16. (a) ¿Qué debe tener cuidado de evitar el bautizado? (b) ¿El que se proceda de qué manera bajo persecución recibe la aprobación de Jehová?
16 El que se somete al bautismo debe recordar también que no puede permitir que las riquezas materiales lo atraigan y lo hagan abandonar el derrotero apropiado de devoción exclusiva a Jehová, ni siquiera para obtener alguna ventaja económica temporaria a causa de usar los métodos del viejo mundo egoísta. El peligro de dejarse entrampar de modo que las cosas materiales le sean de más importancia a uno que los principios elevados del vivir del nuevo mundo es algo contra lo cual hay que vigilar siempre. Tampoco debe permitirse que la mala reputación ni las amenazas de persecución, debido a participar en la obra de dar testimonio, le impidan a uno seguir el derrotero correcto. ‘Piense en Jesús,’ aconseja el apóstol, ‘que ha aguantado tal habla contraria de pecadores.’ Piense en el apóstol Juan, que sirvió a Jehová fielmente aun en su vejez, aunque quiso decir destierro y tener que hacer trabajo forzado como preso en la isla de Patmos; y en cómo Pablo mismo siguió fielmente en medio de grande y continua persecución. (Heb. 12:2, 3; Rev. 1:9; 2 Cor. 11:23-27) Piense en los testigos de Jehová en Alemania en el día de Hitler y ahora detrás de la Cortina de Hierro y en otras partes bajo diferentes dictaduras, cómo los sufrimientos y las privaciones únicamente los han incitado a mayor celo y cómo Jehová ha bendecido maravillosamente sus esfuerzos.
17. ¿Qué advertencia especial dio Jesús para nuestro día?
17 Uno jamás debe llegar a estar tan confiado en sí mismo que piense que está inmune a ser tentado a abandonar el servicio de Jehová por una razón u otra. Debe recordar que el Rey, Jesucristo, él mismo advirtió, en Mateo 24:12, 13: “Debido al aumento de todo lo que es contrario a ley el amor de la mayor parte se enfriará. Pero el que haya perseverado hasta el fin es el que será salvo.” Hay que acordarse también de las cosas aparentemente pequeñas en conexión con la obra de Jehová; por ejemplo, apegarse a los acuerdos de uno en el programa de entrenamiento que se lleva a cabo en las congregaciones de los testigos de Jehová, no dejar de informar los resultados del servicio, etc.
18. ¿Debe uno pensar en la verdad sólo cuando concurre a las reuniones?
18 En Apocalipsis Rev. 12:9, 17 leemos que “el gran dragón, la serpiente original, aquel que es llamado Diablo y Satanás,” que ahora está limitado a la proximidad de la tierra, está airado y libra guerra contra los que “observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar el testimonio de Jesús.” Por esta razón se hace todavía más necesario estar en constante vigilancia, ponerse la armadura completa que proviene de Dios y aprender a usar la espada del espíritu, que es la Palabra de Dios, tanto para defenderse uno mismo como para poder tomar la ofensiva contra el enemigo. (Efe. 6:11-18) El tomar la ofensiva es, en realidad, la mejor defensa. En la guerra espiritual, en la cual se ocupan los siervos de Jehová, esto significa salir y hablar a otras personas en cuanto a nuestro grande y maravilloso Dios y mostrarles el camino a la vida. El cristiano no debe pensar en la verdad sólo cuando está en las reuniones, sino que debe tenerla en su corazón. El salmista escribió: “¡Cómo amo tu ley, sí! Durante todo el día es mi interés.” (Sal. 119:97) Y no sólo de día fue eso así, sino también de noche: “Oh Dios, tú eres mi Dios, sigo buscándote. . . .Cuando te he recordado sobre mi cama, durante las vigilias de la noche medito en ti en semialta voz.” (Sal. 63:1, 6) Cuando uno tiene el corazón lleno de la verdad, no es difícil hablar a otros acerca de ella; y eso es lo que uno debe hacer, porque “con la boca se hace declaración pública para salvación,” dice Pablo en Romanos 10:10. Y Pedro dice que los cristianos siempre deben estar “listos para hacer una defensa ante todo aquel que les demande una razón de la esperanza” que tienen ellos.—1 Ped. 3:15; Luc. 6:45.
19. ¿Cuál debe ser el móvil para la dedicación y el bautismo, y cómo se manifiesta esa fuerza impelente en nuestro día?
19 Si impelido por amor uno hace una dedicación y obedece el mandamiento de bautizarse, entonces el guardar los otros mandamientos de Dios, tales como aquel en cuanto a la declaración pública de la fe de uno y en cuanto a asistir a las reuniones, será fácil, porque son frutos de amor también. El ejercer amor en asociación con compañeros cristianos resulta en que se les tenga mayor aprecio a los requisitos de Dios. El proverbio dice: “Con hierro, el hierro mismo se aguza. Así un hombre aguza el semblante de otro.” (Pro. 27:17) El abstenerse del servicio activo después del bautismo, igual a retraerse del bautismo mismo, deja a la persona justamente fuera de ese círculo interior de intimidad con Dios. En Hechos 2:46, 47 leemos que “día tras día [los apóstoles y los otros cristianos primitivos] estaban en constante asistencia al templo de común acuerdo, . . . alabando a Dios y siendo aceptados por toda la gente.” Hoy toda la grande muchedumbre de las “otras ovejas” que se han asociado con el resto de los coherederos de Cristo se ha bautizado de común acuerdo y de común acuerdo ahora está participando en predicar las buenas nuevas del Reino.
20. (a) ¿Qué cántico están cantando ahora los cristianos contra Satanás? (b) ¿Quiénes se salvarán cuando Gog efectúe su ataque final?
20 Al proceder así estos guerreros espirituales cristianos también estarán cantando el cántico vituperador en burla de Satanás, el gobernante opresor del viejo mundo, diciéndole a la gente que su tiempo está limitado, hasta que el gran Vindicador de Jehová, el Rey de los reyes y Señor de los señores, lo envíe a él y a todas sus hordas de demonios inicuos al abismo. Sin embargo, antes de que eso suceda Satanás, el Gog de la profecía de Ezequiel, efectuará su ataque final, total y desesperado contra el pueblo de Jehová, de lo cual habla el profeta en los capítulos 38 y 39, y en ese entonces se salvarán únicamente los que han ‘confesado su creencia en Cristo, el Rey, delante de los hombres.’—Isa. 14:3-20; Luc. 12:8, 9.
21. ¿Por qué es correcto que el que está contemplando bautizarse se escudriñe a sí mismo, y qué debe buscar entonces?
21 Ahora, en cuanto a lo apropiado que es bautizarse, hay que recordar que Jehová escudriña el corazón y prueba la mente de los que él acepta para el bautismo. Proverbios 21:2 dice: “Jehová está avaluando los corazones.” Permanecemos de pie o caemos delante de él y somos responsables a él. Por eso es apropiado que cada uno que esté contemplando bautizarse se escudriñe a la luz de la Palabra de Dios para ver si hay algo que realmente impida el que se bautice. Se tratará más acerca de esto en el siguiente artículo.
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“¿Qué impide el que yo sea bautizado?”La Atalaya 1960 | 1 de octubre
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“¿Qué impide el que yo sea bautizado?”
1, 2. ¿Por qué no impidió Felipe que se bautizara el recién converso etíope?
EL GRAN trabajo de hacer discípulos de gente de todas las naciones y bautizarlos halló a uno de sus primeros conversos en la persona de un ministro del gabinete de Etiopía, un prosélito judío, que regresaba a su patria después de un viaje a Jerusalén para adorar en el templo. Estaba sentado en su carro leyendo la profecía de Isaías. El ángel de Jehová dirigió a Felipe para que fuera y le predicara, y esto lo hizo Felipe. Después de la explicación de Felipe de que el cumplimiento de la profecía de Isaías aplicaba a Jesús, el eunuco etíope había hecho una decisión. ¡Esto era! ¡Esto era la verdad! Y por eso, como relata el informe de Hechos 8:36-38: “Ahora bien, mientras viajaban por el camino, llegaron a cierto cuerpo de agua, y el eunuco dijo: ‘¡Mire! un cuerpo de agua; ¿qué impide el que yo sea bautizado?’ Dicho esto, mandó parar el carro, y ambos bajaron al agua, tanto Felipe como el eunuco, y él lo bautizó.”
2 Felipe no impidió el que el eunuco etíope se bautizara. Sabía que como prosélito judío tenía bastante conocimiento y entendimiento para saber lo que estaba haciendo. Felipe sabía que ésta no era una decisión hecha de repente bajo el acicate del momento. También sabía que el etíope reunía los requisitos como candidato para el bautismo en lo que concierne al asunto de limpieza moral. ¿No acababa de regresar de adorar en el templo y no había tomado la medida extrema de viajar con grandes esfuerzos para efectuarlo? ¿No había sido llamado Felipe por el ángel santo para darle el testimonio a este hombre, indicando que Dios había ‘avaluado el corazón’ del etíope y lo estaba llamando a la organización de Dios para servir? Sí. Entonces, ¿por qué habría de impedir Felipe el bautismo?
3-5. ¿Qué requisitos tiene que llenar la persona a fin de estar capacitada para el bautismo?
3 Ningún hombre puede impedir el que se bautice otro si éste llena los requisitos de Dios. Es Jehová Dios quien decide qué requisitos tienen que llenar los candidatos para el bautismo. A las personas que no llenan los requisitos que Jehová fija él se lo impide automáticamente por ser inelegibles. El bautista, o un ministro cristiano entendedor, ordenado y bautizado y enterado de los hechos, entonces explicaría por qué tal persona no llena los requisitos. Los que desean hacer la voluntad divina tienen que venir a Dios según Sus condiciones y llenar Sus requisitos. Sólo las personas que reconocen la soberanía universal de Jehová, que confían en el rescate y son lavadas, que se someten a la dignidad real del Hijo de Jehová, Cristo Jesús, y que siguen la guía del espíritu santo llenan los requisitos para el bautismo. Tocante a esto debe notarse que el entender y reconocer estas doctrinas fundamentales se requiere aún más que el conocimiento bíblico técnico en cuanto a ellas. El conocimiento detallado avanzado de las Escrituras puede venir, y a menudo viene, después del bautismo. Pablo dijo concerniente a los cristianos de su día: “Pero ustedes han sido lavados, pero ustedes han sido santificados, pero ustedes han sido declarados justos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y con el espíritu de nuestro Dios.”—1 Cor. 6:11.
4 Otro requisito para todos los candidatos del bautismo se registra para nosotros en Isaías 52:11: “Apártense, apártense, sálganse de allí, no toquen nada inmundo, sálganse de en medio de ella, manténganse limpios, ustedes los que están llevando los utensilios de Jehová.” Por lo tanto es evidente que todos los que desean hacer la voluntad divina tienen que separarse del mundo y ser limpios. Tienen que hacer cualesquier ajustes que se precisen en su vida para amoldarse a las normas morales dadas en la Palabra de Dios.
5 Entonces, los requisitos para el bautismo pueden resumirse como (1) tener bastante conocimiento y entendimiento para saber en qué es que se conviene, y (2) estar limpio moralmente. En algunos países la organización de los testigos de Jehová ha tenido que adoptar medidas para asegurarse de que se llenen estos dos requisitos. Si alguien todavía no entiende las cosas que están envueltas en el bautismo, entonces no son los superintendentes en la organización los que le impiden bautizarse. Más bien, el bautismo se posterga temporariamente por faltarle elegibilidad al candidato. No entiende y por lo tanto no podría estar en consonancia con los requisitos de Dios. De la misma manera, un niño que no tiene la edad de razonar no es elegible para el bautismo, porque no entiende todo lo que significa. A veces se observa en ciertos adultos esta falta de habilidad para entender la seriedad del paso que están dando. En países donde esto es común, la organización requiere que cierto período de estudio se termine antes de ser elegible un candidato. De la misma manera, las personas que necesitan hacer ajustes en su norma de vivir moral para amoldarse a los justos requisitos de Dios no deben bautizarse sino hasta que se hayan hecho esos cambios.
6, 7. (a) ¿Quién tiene que contestar la pregunta en cuanto a si hay algo que impida el bautismo? (b) ¿Cuándo deben tener lugar la dedicación y el bautismo?
6 Ahora para todos los que han llegado al punto en la vida en que han aceptado la verdad y están preparados para venir a Jehová Dios como vasos limpios, el tiempo ha llegado cuando tienen que hacerse la misma pregunta que se hizo el eunuco etíope: “¿Qué impide el que yo sea bautizado?” Su pregunta verdaderamente fue de autoescrutinio. Cada uno tiene que contestar esa pregunta con una buena conciencia para con Dios.
7 Si uno reconoce la verdad de que Jehová es y que su Hijo reina, que su rescate aplica a uno mismo y que Cristo Jesús está dando el espíritu santo en conexión con la organización visible de Dios en la tierra; si uno no tiene problema referente al vivir limpio que requiere tiempo para hacer el ajuste; si uno ha estado pensando seriamente en dar uno su vida al servicio de Dios, ¿qué puede uno decir con buena conciencia a la pregunta: “¿Qué impide el que yo sea bautizado?” Nada, salvo expresar la misma conclusión que el etíope: ¡Nada lo impide! ¡Allí tiene la respuesta! Al instante que uno comprende que no hay nada que se lo impida es cuando uno tiene que ser obediente a Dios y no postergar el recibir el bautismo en agua.
8, 9. (a) ¿Por qué están postergando algunos dedicados el paso del bautismo? (b) ¿Ayudará tal postergación en cumplir con las responsabilidades?
8 Hay algunos dedicados, sin embargo, que por una razón u otra están postergando su bautismo. En algunos lugares en la tierra tantos como el veintiocho por ciento de los que publican el reino de Dios todavía no se han bautizado. Si están dedicados a Dios por medio de Cristo, ¿cuáles son las razones de esto? ¿Qué está impidiéndoselo? Unos cuantos son bebés en conocimiento y entendimiento y deben estudiar más para tener apreciación apropiada. Algunos otros, nuevos en la verdad, no han tenido tiempo para despojarse de los hábitos impuros del mundo o para corregir su manera de vivir con el sexo opuesto. Estos primero deben corregir su vida, limpiarse y permanecer limpios. Pero con mucho el mayor número de éstos son personas que tienen bastante conocimiento para saber la seriedad del paso de la dedicación. Están limpios. Si han hecho una dedicación y todavía están postergando el bautismo, están desobedeciendo un mandamiento. Si todavía no se han dedicado, entonces la respuesta es muy sencilla: Deben darse a Dios en dedicación completa y dejar de detenerse.
9 ¿Qué impide a una persona limpia? Nada, salvo la idea en la mente del que piense que al postergar la dedicación un poco más podrá cumplir mejor las responsabilidades. Eso no es así. En Asia, en África, en muchos países donde la gente no ha tenido antecedentes cristianos los que desean hacer la voluntad divina han podido llegar a la conclusión de que tienen que cambiar su vida al vivir cristiano a fin de llenar los requisitos para la salvación. Oh, eso le impone a la persona una furiosa lucha interior por algún tiempo, pero tan pronto se termina la lucha y ella comprende que ésta es la verdad, rápidamente se dedica a Jehová y se somete a la inmersión en agua. Pero, recuerde, el bautismo es el símbolo; no es su dedicación. El ser sumergido en agua no efectúa el cambio. El corazón debe haber cambiado. En muchos casos este cambio se efectúa en unos cuantos meses. Luego hay que mantenerse fiel a la dedicación.
10. ¿Por qué no se debe temer el dedicarse aunque algunos han fracasado y no se han mostrado fieles?
10 ¿Cómo, entonces, puede darse una respuesta a Dios con buena conciencia de que hay alguna buena razón para postergar la dedicación y el bautismo? Ninguna respuesta tal puede darse. Algunos tal vez estén pensando que conocen a alguien que se dedicó y fracasó. Eso puede ser, pero ¿qué hay de esos millares sobre millares de dedicados en toda la tierra que no están fracasando, que se están probando fieles a su dedicación y bautismo bajo grande dificultad, persecuciones y opresiones de toda clase? Ciertamente hay muchos más ejemplos de los que se dedican y tienen buen éxito que de los que se dedican y fracasan. Absolutamente no hay por qué temer más. Si uno sabe que debe dedicarse a Dios y bautizarse y no lo hace, la responsabilidad delante de Jehová es la misma como si lo hiciera. El hombre que se dedica y fracasa no sobrevivirá al Armagedón, pero tampoco sobrevivirá el hombre que postergó la dedicación y jamás dio los pasos que lo capacitaran para vida. Ambos estarán igualmente muertos. ¿Por qué estar en cualquiera de estas dos clases?
11. ¿Pudiera haber un tiempo más favorable para la dedicación que el tiempo presente?
11 ¿Pudiera el deseo de un tiempo más favorable en que dedicar uno su vida a Dios debido a no estar dispuesto a ceder los placeres del mundo estar impidiendo el bautismo? Ciertamente nunca podría haber tiempo más favorable que el presente. En cuanto al apremio del tiempo actual y los placeres de este mundo, el apóstol exhorta en 1 Juan 2:17: “El mundo está desapareciendo y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” No hay razón para demorarse más, sino toda razón ahora para que la persona se resuelva a hacer la voluntad divina sin reserva. Nunca habrá un tiempo mejor o más apremiante para hacerlo que ahora mismo.
12, 13. Cite ejemplos modernos de cómo vínculos anteriores han sido rotos por miembros de varias fes y se ha adoptado una posición firme a favor de la adoración limpia de Jehová.
12 El que se somete al bautismo ha roto los vínculos anteriores con la cristiandad o el paganismo. Este paso aparentemente difícil se está dando todos los días. En el África la influencia de los hechiceros y el temor del vudú han sido rotos por medio de la determinación de los cristianos recién dedicados y bautizados. En Oriente el poderoso dominio de la adoración de antepasados ha sido repudiado aun por abuelas ancianas que han adorado a sus antepasados durante muchas décadas. Este paso les ha hecho perder viejos amigos y conocidos—algo que no es tan fácil para ellos, pues para casi toda la gente oriental la reputación que tienen entre sus amigos y vecinos les es más importante que cualquier otra cosa en la vida. De toda clase de creencias pasadas ha venido la gente, dedicándose y simbolizando esa dedicación mediante bautismo en agua. Luego siguen andando en su integridad. Han hecho lo que las Escrituras les dicen que hagan, en 2 Corintios 6:17: “‘Por tanto salgan de entre ellos, y sepárense,’ dice Jehová, ‘y ya no toquen la cosa inmunda,’ ‘y yo los recibiré.’”
13 Eso es exactamente lo que Jehová ha hecho hoy día. ¡Cuán maravilloso es y cuán imponente ha sido ver el espíritu de Jehová obrar en la mente de los que anteriormente estaban atados por costumbres paganas para hacerlos repudiar la adoración de los demonios y hacerse ardientes adoradores de Jehová! Esto significa rehacer la mente, y a veces un cambio de circunstancias, pero nada les ha impedido el que se dediquen y luego se bauticen. Algunos de estos bautizados antes eran adoradores de Buda, que se esforzaban por la nonada de la inexistencia. Algunos antes eran confucianos, que creían que la mejor manera de vivir era seguir un derrotero pasivo de desarrollo de carácter. Algunos eran adoradores del sintoísmo celosamente nacionalistas del emperador japonés; algunos eran taoístas, mahometanos, hindúes, adoradores de demonios y ateos. Jehová los ha aceptado a todos. La dedicación y el bautismo llegaron a ser la puerta por medio de la cual fueron aceptados. Cualesquier dedicados que hoy día piensan en postergar el bautismo deben considerar estos maravillosos ejemplos de fidelidad del día moderno de todas partes del globo. Por no detenerse han salvado todos los obstáculos que pudieran haberles impedido el bautizarse.
14. ¿Por qué nunca debe ser la dedicación algo hecho con “corazón irresoluto”?
14 La dedicación nunca puede ser una cosa hecha con “corazón irresoluto.” La traducción en la nota al pie de la página del Salmo 119:113 sustituye con la expresión “he aborrecido a los de ánimo doble” la traducción principal, “he aborrecido a los de corazón irresoluto.” Los que entienden que son necesarios los pasos de la dedicación y el bautismo, pero que por alguna razón se detienen, verdaderamente están siendo de ánimo doble. Un ánimo los insta a dedicarse, el otro influye en ellos para que traten de mantener asidos sólo un poco más los placeres relucientes de este mundo. El mayor de los dos mandamientos de Jesús fue “amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.” (Mat. 22:37) No hay allí lugar para dedicación con corazón irresoluto. Santiago (4:8) exhorta a los “indecisos” a acercarse a Dios, y él “se acercará a ustedes.” Los que se detienen realmente están manteniéndose justamente fuera de esa relación estrecha y afectuosa con nuestro Creador que viene con la dedicación completa.
15. ¿Cómo debe desarrollarse el deseo de dedicarse y bautizarse en el corazón de la gente de buena voluntad?
15 El mandamiento de Jesús de ir y hacer discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos, se dio a los cristianos fieles de la congregación primitiva. Estos leales enseñaron la seriedad del bautismo a los nuevos conversos. Así hoy día, la responsabilidad de los maduros es enseñar la seriedad del bautismo. Es parte de la edificación de los débiles, de los cuales los fuertes son responsables al gran Pastor. Mediante paciente y prudente enseñanza y ejemplo desarrollan en la nueva persona el deseo de bautizarse. Esto se hace gradualmente, pero desde muy al principio en el estudio bíblico de casa que uno conduce semanalmente con la persona de buena voluntad. Pablo dice: “Porque ‘cualquiera que invoque el nombre de Jehová será salvo’. Sin embargo, ¿cómo . . . oirán sin alguien que predique?” (Rom. 10:13-15) Asimismo, ¿cómo sabrá la gente de buena voluntad la manera de convertir su verdad recién aprendida en el vivir del nuevo mundo y la dedicación si los cristianos maduros no desarrollan el deseo en el corazón de estas personas de buena voluntad?
16, 17. (a) ¿Pudiera uno extralimitarse al estimular alguien a bautizarse? (b) ¿Por qué hay que tratar de evitar el bautismo prematuro?
16 Al estimular al bautismo uno puede extralimitarse a tal grado que el bautismo ya no sea la decisión del individuo, y esto debe evitarse. Todos los cristianos se interesan personalmente en sus hermanos futuros y quieren que ellos den este paso necesario de obediencia para vida y se bauticen. No obstante, ningún cristiano puede instar a otra persona a bautizarse contra su voluntad. El bautismo sigue a una dedicación privada del corazón para hacer la voluntad divina de Jehová. Tiene que ser una decisión de libre albedrío, en la cual el que decide sabe bien lo que está envuelto y está deseoso de aceptar las responsabilidades de servicio concomitantes. La práctica de ser obediente a los mayores de uno que existe en muchos países orientales no puede aplicarse cuando se trata de decidir sobre el bautismo. Jamás debe uno bautizarse para complacer a los padres o a la cabeza influyente de la familia que casualmente es testigo de Jehová.
17 Hay que evitar el bautismo prematuro. El bautismo prematuro sin la apreciación apropiada resulta en personas de ánimo doble que miran atrás al mundo y anhelan las cosas que se quedaron atrás. El hecho de que se requiere que uno esté separado del mundo debe entenderse definitivamente primero. Jesús dijo: “Ningún hombre que ha puesto la mano en el arado y mira a las cosas atrás es muy apto para el reino de Dios.” (Luc. 9:62) En el año 1959 hubo 86,345 personas que pusieron la mano en el arado. ¡Que nunca se vuelvan y miren a las cosas atrás!
18, 19. ¿Qué responsabilidad descansa sobre los superintendentes y otros cristianos maduros para con las personas recién interesadas?
18 En el caso del eunuco etíope, cuando Felipe lo oyó leer la profecía de Isaías él le preguntó: “¿Sabe usted verdaderamente lo que está leyendo en voz alta?” (Hech. 8:30) Esto fue en realidad un examen hecho al etíope y luego, al explicarle las Escrituras a él, Felipe se aseguró de que sí sabía. El ministro discernidor puede indicar las cosas que el estudiante necesita saber de tal manera que él vea la necesidad de dedicarse, y nunca se le tendrá que pedir que se dedique a Dios. El ministro hábil y discernidor sabe cómo hacer esto. En Proverbios 20:5 está escrito: “El consejo en el corazón de un hombre es como aguas profundas, pero el hombre de discernimiento es el que lo sacará.” El ministro maduro no será tímido en cuanto a dar a conocer al candidato futuro para el bautismo cuáles son los requisitos morales de Jehová. Entonces la nueva persona buscará consejo de él. Los que llevan los vasos de Jehová tienen que ser limpios. Donde hay que cambiar las normas morales para amoldarse a los principios bíblicos, es preciso que el ministro saque de manera prudente desde el principio las aguas profundas de consejo para que el candidato empiece a cambiar el arreglo de su vida donde sea necesario. Si el ministro ha sido tímido en cuanto a traer a colación estos asuntos, puede que el candidato tenga que encararse al punto en cuestión demasiado súbitamente y le sobrevenga como un choque.
19 Los superintendentes y los conductores de estudios en la organización de congregación también se interesan en las nuevas personas de buena voluntad. En Primera de Tesalonicenses, en el 1 Tes. segundo capítulo, versículos 3-12, el papel del superintendente y conductor maduros se resume: “Porque la exhortación que damos no brota del error ni de impureza. . .en ninguna ocasión nos hemos presentado ya sea con habla aduladora, (como ustedes lo saben) ni con falsa apariencia para la codicia . . . nos hicimos afables en medio de ustedes, . . .con el fin de que siguieran andando como es digno de Dios que los está llamando a su reino y gloria.” El deseo de entregar uno su vida a Dios en dedicación se desarrolla pacientemente por los ministros maduros, superintendentes y conductores de estudios de la congregación.
20. (a) ¿Qué consejo se da en Eclesiastés 5:5, 6? (b) ¿Quiénes en nuestro día hablan, en realidad, como los apóstoles, según se registra en Juan 6:68?
20 Ahora, antes de que una persona decida dedicarse a ser uno de los siervos obedientes de Jehová, sin importar lo que le suceda debido a eso, debe haber considerado el costo. En el libro de Eclesiastés, o Kohélet (Ec. 5:5, 6), se dice: “Mejor es que no votes que el que votes y no pagues.” No hay compulsión de parte de Dios en este asunto. Pero si uno ha probado que Jehová es bueno, indiscutiblemente querrá estar de parte de Él, como los apóstoles respondieron a Jesús: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes dichos de vida eterna.”—Juan 6:68.
¿POR QUIÉN?
21. ¿Por quién debe ejecutarse el bautismo a fin de que esté en consonancia con la voluntad divina?
21 ¿Y por quién debe ser uno bautizado? Bueno, en estos días del reino establecido de Dios, ¿quiénes en la tierra están publicando esos dichos de vida eterna? No hay duda en cuanto a ello; son los testigos de Jehová, el pueblo sobre quien él se ha complacido en colocar su propio nombre santo y en cuyo cuidado ha encomendado los intereses de su reino. Por consiguiente es correcto que la inmersión en símbolo de la dedicación se ejecute por uno de estos testigos y no por ningún otro hombre. Arreglos para el bautismo siempre se hacen en cada asamblea de circuito y de distrito de los Testigos, y de vez en cuando pueden hacerse en las congregaciones locales cuando circunstancias especiales lo requieran.
22-24. (a) ¿Se les debe hacer preguntas a los candidatos antes de admitirlos al bautismo? ¿Por qué? ¿Cómo deben contestarse las preguntas? (b) ¿Cuál es la sustancia de la primera pregunta? (c) ¿De la segunda?
22 Antes de que los candidatos sean admitidos para el bautismo es apropiado que contesten dos preguntas, de modo que todos los que estén reunidos con ellos para la ocasión sean testigos de que han oído de la propia boca de los candidatos que ellos entienden lo que están haciendo y que ellos han dado los pasos requeridos. Los que pueden contestar las preguntas afirmativamente deben decir: “Sí,” después de cada pregunta, y deben decirlo en voz alta y al unísono, es decir, todos al mismo tiempo.
23 La primera pregunta es: ¿Se ha reconocido usted delante de Jehová Dios como un pecador que necesita salvación, y le ha confesado usted que esta salvación procede de él, el Padre, por medio de su Hijo Jesucristo?
24 La segunda pregunta es: Sobre la base de esta fe en Dios y en su provisión para la salvación, ¿se ha dedicado usted sin reservas a Dios para hacer su voluntad de ahora en adelante según se la revela a usted por medio de Jesucristo y por medio de la Biblia bajo el poder esclarecedor del espíritu santo?
25. ¿Qué deben recordar los bautizados?
25 Todo el que ha contestado “Sí” a estas preguntas es elegible para el bautismo y debe bautizarse en esa misma asamblea de circuito o de distrito de los testigos de Jehová. Los bautizados deben recordar el día; es el día de simbolizar su dedicación a causa de la cual dedicación reciben una ordenación para predicar las buenas nuevas del reino del cielo. Deben hacer una anotación de ello, la fecha y el año, para que no se les olvide. Y deben recordar también que ese día de grande y profundo gozo no es una ocasión para mostrar regocijo bullicioso ni fanatismo; es una ocasión seria, y los que se someten al bautismo deben tener una actitud de oración, así como leemos en cuanto a Jesús, que él oró cuando subió del agua.—Luc. 3:21.
26. ¿Qué deben hacer ahora todos los que aprenden la verdad y se ponen de parte de Dios?
26 La conclusión del asunto, entonces, es que les corresponde a todos los que aprenden la verdad acerca de Jehová Dios y de su Hijo, el Redentor y Salvador del hombre, y que mediante la dedicación se ponen de parte del Creador, bautizarse sin falta en símbolo de esa dedicación, en conformidad con la voluntad divina, y luego continuar en obediencia amorosa a esa voluntad. Porque “el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”—1 Juan 2:17.
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Por qué los testigos de Jehová son diferentesLa Atalaya 1960 | 1 de octubre
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Por qué los testigos de Jehová son diferentes
LOS testigos de Jehová son diferentes principalmente debido a las buenas nuevas del reino establecido de Dios que ellos predican en toda la tierra. Los testigos de Jehová son la única organización que hoy en día anuncia que el gobierno real de Dios está establecido en el cielo. Cristo Jesús dijo, cuando predecía la obra que harían los cristianos verdaderos en el tiempo del fin o en los últimos días del mundo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin cabal.” (Mat. 24:14) Las religiones de la cristiandad no están dando este testimonio acerca del Reino; los testigos de Jehová sí están dándolo.
En esta edad de religiones fáciles, los testigos de Jehová son diferentes porque ellos realmente creen en la Biblia; verdaderamente viven según la Biblia. No adoptan el punto de vista de los críticos textuales o de los modernistas de modo que usen sólo partes de la Biblia. Tampoco adulteran la Palabra de Dios con tradiciones de hombres, como hacían los líderes religiosos del mismo día de Jesús, a quienes Jesús dijo: “Ustedes echan la palabra de Dios a un lado por la tradición suya.”—Mar. 7:13.
Los testigos de Jehová aceptan la Biblia por lo que es—instrucciones de Dios, sus mandamientos para el hombre. Dan a Dios devoción exclusiva, dedicando su vida a él, para hacer la voluntad divina. Prestan atención al mandamiento de Jesús: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.” (Mat. 22:37) Tal amor requiere que sean obedientes a Dios.
¿A qué se debe que los testigos de Jehová parezcan ser personas tan felices?
Se debe a la esperanza que tienen, la esperanza de vida eterna en el nuevo mundo de Dios. La Biblia habla acerca de “nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos de acuerdo con su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.” (2 Ped. 3:13) “Una nueva tierra” no significa un nuevo planeta tierra, sino un nuevo sistema social de cosas sobre la
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