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La búsqueda de la pazLa Atalaya 1960 | 1 de febrero
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La búsqueda de la paz
“Busque la paz y vaya en pos de ella. Porque los ojos de Jehová están sobre los justos y sus oídos atentos a su súplica.”−1 Ped. 3:11, 12.
1. ¿Cómo quiere uno que sea la vida, y cómo pintan los proverbios de Salomón este deseo?
¿QUÉ es la vida sin paz? ¿Quién quiere vida, aun vida eterna, sin paz? No la quieren ni el hombre ni la mujer de término medio. La vida que no tenga tranquilidad o esté libre de perturbaciones irritantes hace que la persona anhele huir. Esto se representó bien en los proverbios del rey Salomón, que se casó muchas veces: “Las contiendas de una esposa son como un techo que gotea que lo ahuyenta a uno.” “Mejor es morar en un rincón de un techo que con una esposa pugnaz, aunque en una casa en común.” (Pro. 19:13; 21:9) Aunque viviese en una casa grande y amplia, la persona preferiría refugiarse en el rincón más remoto de ella para escaparse de quien lo irritara y perturbara.
2. ¿Qué pregunta se suscita tocante al hombre que quiero la vida, y cómo es que tenemos la respuesta inspirada y probada a la pregunta apremiante?
2 Hoy, cuando no hay rincón remoto en esta tierra amplia hacia el cual escaparse de las dificultades, peligros y malos efectos de esta era sideral, de bombas nucleares, ¿quién hay que no quiera la vida con paz, para que vea días buenos? Esta pregunta es antigua, sin duda tan antigua como la existencia de la dificultad y la injusticia en nuestra tierra. Feliz fue el hombre que suscitó la pregunta, no con falta de esperanza ni en desamparo, sino con la habilidad para dar la respuesta comprobada a la pregunta apremiante. Su respuesta fue algo de lo cual cantar con acompañamiento musical, y por eso se incluyó en el inspirado Libro de los Salmos. Ha sido preservada por más de tres mil años para nuestro provecho en este día de dificultad, angustia y temor mundiales de cosas más terribles todavía por venir. Hablando como habla un maestro experimentado a sus discípulos, el salmista David, que fue rey de Jerusalén y padre del rey Salomón, dijo:
3. ¿Cómo planteó la pregunta y la contestó David en un salmo suyo?
3 “Vengan, hijos, escúchenme; el temor de Jehová es lo que les enseñaré. ¿Quién es el hombre que se está deleitando en la vida, que está amando bastantes días para ver lo que es bueno? Salvaguarda tu lengua de lo que es malo, y tus labios de hablar engaño. Apártate de lo que es malo y haz lo que es bueno; esfuérzate por hallar la paz y sigue tras ella. Los ojos de Jehová están hacia los justos, y sus oídos están hacia su clamor por ayuda. El rostro de Jehová está contra los que hacen lo que es malo, para arrasar la mención de ellos de la mismísima tierra.”—Sal. 34:11-16.
4, 5. (a) ¿Cómo mostró el apóstol Pedro que las palabras de David constituyeron consejo también para los cristianos? (b) ¿En apoyo de qué exhortación cita Pedro las palabras de David?
4 No piense nadie que este consejo es sólo para judíos. Más de mil años después del rey David, un apóstol cristiano citó las palabras de David y las dirigió a cristianos en diversas partes de Asia. Este fue el apóstol Simón Pedro, que había cambiado su religión del judaísmo corrupto o religión corrupta de los judíos de su día al cristianismo puro como fue establecido originalmente por Jesucristo hace diecinueve siglos. Así el apóstol Pedro hizo que las palabras inspiradas de David constituyeran parte de las Escrituras Cristianas. Mostró que las palabras de David también eran consejo para los cristianos. Pedro imitó a Jesucristo, quien muchas veces citó de los salmos de David y los aplicó al cristianismo. En su primera carta a los cristianos Pedro les dice que sean diferentes de lo que es la cristiandad hoy día, porque el proceder de la cristiandad no ha conducido a las bendiciones de vida eterna con paz y días buenos. Por eso Pedro cita las palabras de David y dice:
5 “Finalmente, todos ustedes sean del mismo ánimo, mostrando compasión mutua, ejerciendo amor fraternal, tiernamente afectuosos, humildes de ánimo, no devolviendo mal con mal ni injuria con injuria, sino, por lo contrario, dando una bendición, porque ustedes fueron llamados a este derrotero, a fin de que hereden una bendición. Pues, [ahora citando las palabras de David] ‘el que quiera amar la vida y ver buenos días, que reprima su lengua de lo que es perjudicial y sus labios de hablar engañosamente, pero que se aparte de lo que es perjudicial y haga lo que es bueno; que busque la paz y vaya en pos de ella. Porque los ojos de Jehová están sobre los justos y sus oídos atentos a su suplica, pero el rostro de Jehová está contra los que hacen cosas perjudiciales.’”—1 Ped. 3:8-12, nota al pie de la página.
6. ¿Por qué parece difícil de contestarse hoy en día la pregunta acerca de amar la vida, pero cómo dijo Jesús que reaccionaran los cristianos a los sucesos y condiciones desde 1914 d. de J.C.?
6 ¿Nos deleitamos en vivir? ¿Amamos la vida? Tal pregunta quizás parezca difícil de contestarse ahora cuando nuestro vivir en el futuro puede significar el arriesgarnos a arrostrar la peor dificultad, los peores días que la humanidad haya experimentado desde su creación, con escasa esperanza de sobrevivir. Cierto, la batalla del Armagedón, la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” se acerca rápidamente. (Apo. 16:14, 16) Pero el gran Profeta de Dios, quien predijo tanto esa guerra universal como todos los terribles sucesos que la precederían desde 1914 d. de J.C. en adelante, dijo a sus seguidores verdaderos que vieran estos mismísimos sucesos y condiciones desde un punto de vista optimista: “Pero al empezar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se está acercando. . . . Noten la higuera y todos los otros árboles: Cuando ya brotan, observándolo, ustedes saben por ustedes mismos que ahora el verano se acerca. De este modo ustedes también, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el reino de Dios está cerca. Verdaderamente les digo: Esta generación de ninguna manera pasara hasta que sucedan todas las cosas.”—Luc. 21:26, 28-32.
7. ¿Por qué, entonces, debemos correctamente estar “amando bastantes días para ver lo que es bueno”?
7 Días buenos, los mejores días hasta ahora, se hallan delante de nosotros, y hay algo, sí, todo, por lo cual vivir. Debemos deleitarnos en la vida, debemos amar la vida, porque sin la vida jamás podríamos gozar de estos días buenos bajo el reino establecido de Dios. Correctamente, entonces, como dijo el salmista David, debemos ‘amar bastantes días para ver lo que es bueno.’
PAZ ¿CON QUIÉNES?
8. Para hacer que nuestro deleite y amor a la vida se cumplan, ¿qué dijeron David y Pedro que tenemos que buscar, y eso con quiénes?
8 Sin embargo, si queremos que se cumpla nuestro deleite en la vida, nuestro amor a ella, tanto David como el apóstol Pedro dicen que tenemos que buscar la paz y hallarla, primero. Apropiadamente surge la pregunta: Paz ¿con quiénes? ¿Paz con el hombre, con nuestros semejantes humanos? Sí. Pero no es posible hacerlo salvo que alcancemos la paz con algún otro primero. Se debe a que la cristiandad no ha alcanzado la paz con este necesarísimo que no haya paz aun entre las naciones, tribus y familias de la cristiandad. ¿Quién, entonces, es ese importantísimo? Exactamente quién es ése lo indicó correctamente el famoso estadista inglés del siglo dieciocho, Guillermo Pitt, el conde de Chatham, cuando dijo a su sobrino: “Si no estás bien con Dios, jamás puedes estarlo con el hombre; y esto es cierto por siempre, acéptenlo o no los inteligentes y libertinos.”
9. (a) Para estar verdaderamente en paz con el hombre, ¿qué se requiere, y cómo dijeron David y Pedro más que el estadista Guillermo Pitt sobre esto? (b) Con ese fin, ¿qué aceptaremos, y por qué no desearemos que Su rostro esté contra nosotros?
9 Es igualmente cierto que, si uno no está en paz con Dios, realmente no puede estar en paz con el hombre, la criatura de Dios. Tanto el salmista David como el apóstol Pedro dijeron esto, aunque estuvieron separados por más de mil años. De hecho, ellos dijeron más que Guillermo Pitt, porque ellos nombraron o identificaron al Dios con quien necesitamos estar en paz primero. Probando que es absolutamente necesario hallar paz con Dios primero, David reforzó su consejo de esforzarse por hallar la paz y seguir tras ella diciendo en los mismísimos versículos siguientes: “Los ojos de Jehová están hacia los justos, y sus oídos están hacia su clamor por ayuda. El rostro de Jehová está contra los que hacen lo que es malo, para arrasar la mención de ellos de la mismísima tierra.” El apóstol Pedro cita los versículos del salmo de David en el mismo orden. Además, el consejo de David sobre disfrutar de días buenos sigue a la exhortación que él dirige a los que aman la vida: “Vengan, hijos, escúchenme; el temor de Jehová es lo que les enseñaré.” Si tenemos temor inteligente de Dios, cuyo nombre es Jehová, ante todo desearemos buscar la paz con él y por consiguiente aceptaremos la enseñanza que necesitamos. No desearemos que el rostro de Jehová, esté contra nosotros, porque eso querría decir la mismísima pérdida de la vida, el arrasar toda mención de nosotros de la misma tierra, el borrar nuestro mismísimo nombre.
10 ¿Significa Lucas 2:14 que todo el género humano está en paz con Dios y que tiene su buena voluntad, y cómo sabemos si esto es así?
10 Pero, ¿por qué es con Jehová Dios que tenemos que buscar la paz? ¿No es verdad que, al nacer su Hijo celestial Jesús en Belén, una multitud de ángeles dijo las palabras que la cristiandad canta por el tiempo de la Navidad: “¡Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz; entre los hombres buena voluntad!”? ¡Sí! Pero las palabras según las cantaron los ángeles no significan que todo el género humano se halla en paz con Dios y tiene Su buena voluntad. (Luc. 2:14, Mod) Tanto la Versión Revisada Inglesa de 1881 como la Versión Americana Normal de 1901 vierten las palabras angelicales: “¡Gloria a Dios en lo más alto, y en la tierra paz entre hombres en quienes él se complace bien!” Una Traducción Americana lee: “¡Paz a los hombres que él favorece!” La versión católica romana del monseñor R. A. Knox lee: “Paz en la tierra a los hombres que son amigos de Dios.” La Versión Hispano-Americana lee: “Paz entre los hombres, que son de su agrado.” El margen de la Traducción del Nuevo Mundo dice: “En la tierra paz entre los hombres a quienes él aprueba.” Sólo es con los hombres a quienes Jehová Dios favorece y aprueba y que por lo tanto son sus amigos que él está en paz. Sólo es en ellos que sus ojos se fijan favorablemente. Sólo al clamor por ayuda de parte de ellos tiene Él abiertos los oídos.
11. ¿Por qué debería ser esto así, aunque el primer hombre fue creación directa de Dios?
11 ¿Por qué debería ser esto así? ¿No es el hombre la creación directa de Dios? Sí, el hombre perfecto Adán fue creación directa de Dios. Por consiguiente Lucas 3:23-38, cuando determina la línea humana de ascendencia de Jesucristo remontándose hasta el primer hombre sobre la tierra, termina diciendo “el hijo de Adán, el hijo de Dios.” Sin embargo, todos somos descendientes de Adán después de que él hubo pecado contra su Creador y hubo perdido su perfección humana. El rey más sabio de tiempos antiguos, Salomón, dijo: “No hay hombre que no peque.” (1 Rey. 8:46) También el rey David dijo: “Todos se han desviado, todos a una son corruptos, no hay nadie que haga el bien, ni siquiera uno.” (Sal. 14:3) Mil años después el apóstol cristiano Pablo dijo: “No hay distinción. Porque todos han pecado y están lejos de la gloria de Dios, . . . por medio de un solo hombre[Adán] el pecado entró en el mundo y la muerte por medio del pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado.” (Rom. 3:22, 23; 5:12) Todos, seamos judíos naturales o no judíos, hemos descendido del pecador Adán. Por lo tanto todos nosotros venimos bajo la regla del pecado, y todos nosotros nos encaramos con el salario que paga el pecado a sus siervos, lo cual es muerte. “Por la transgresión del un hombre la muerte gobernó como rey por medio de ése . . . Porque el salario que paga el pecado es muerte.” (Rom. 5:17; 6:23) El mismo hecho de que todos los hombres mueren demuestra que todos son pecadores contra Jehová Dios, quien pronunció la condenación de la muerte.
12. En cuanto a la relación del hombre con Dios ¿qué fue lo que el pecado destruyó, y qué textos bíblicos muestran a quién está obedeciendo el género humano?
12 Fue el pecado lo que destruyó la paz del hombre con Dios, la situación o condición aprobada del hombre ante Dios. El género humano llegó a ser siervo del pecado y del espíritu inicuo que principió el pecado a través del universo, Satanás el Diablo, el principal adversario de Jehová Dios. A los hombres que son pagados de su propia rectitud quizás no les guste que se les diga que son siervos del autor del pecado, pero dejan ver a quién sirven al obedecer a ese individuo. La Palabra de Dios dice: “¿No saben que si siguen presentándose a cualquiera como esclavos para obedecerlo, ustedes son esclavos de él porque le obedecen, ya sea del pecado con muerte en perspectiva o de la obediencia [a Dios] con justicia en perspectiva?” (Rom. 6:16) Uno de los últimos libros de la Biblia que se escribieron dice, arrolladoramente: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.” (1 Juan 5:19) Aun a los cristianos se escribió: “Estaban muertos en sus transgresiones y pecados, en los cuales en un tiempo anduvieron conforme al sistema de cosas de este mundo, conforme al gobernante de la autoridad del aire, el espíritu [Satanás] que ahora opera en los hijos de la desobediencia. Sí, entre ellos todos en un tiempo nos comportamos en armonía con los deseos de nuestra carne, haciendo las cosas que la carne y los pensamientos querían, y éramos naturalmente hijos de la ira así como los demás.” (Efe. 2:1-3) “En verdad, ustedes que en otro tiempo estaban alejados y eran enemigos porque su mente estaba en las obras que eran inicuas, él ahora los ha reconciliado otra vez.”—Col. 1:21.
13. ¿Qué necesitan todos los hombres en cuanto a sus relaciones con Dios, en armonía con lo que rogaron Pablo y Timoteo como embajadores?
13 Si hombres que son cristianos no sólo de nombre sino también en su modo de vivir estuvieron alejados de Dios en otro tiempo y eran enemigos de Él a causa de su mente y obras, ciertamente, entonces, todos los hombres que no han llegado a ser cristianos verdaderos han de estar alejados y han de ser enemigos para con Jehová Dios. Necesitan reconciliarse o hacerse amigos de Dios, si anhelan el cesar de ser “hijos de la ira” sujetos a la destrucción durante la guerra que se acerca, la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Necesitan hacer lo que el apóstol Pablo y su compañero misional Timoteo rogaron que hicieran: “Todas las cosas vienen de Dios, el cual nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo. . . . y él encargó el mensaje de la reconciliación a nosotros. Somos por lo tanto embajadores substituyendo por Cristo, como si Dios estuviera haciendo súplica mediante nosotros. Como substitutos por Cristo rogamos: ‘Reconcíliense con Dios.’”—2 Cor. 5:18-20.
14. En la antigüedad, ¿qué significaba el enviar embajadores, por qué son extraordinarias las condiciones fijadas por el que envió a Pablo y Timoteo?
14 En los días de Pablo y Timoteo, cuando se enviaban embajadores, quería decir, no relaciones pacíficas entre los países o los gobiernos, sino hostilidades. Los embajadores se enviaban a los que eran hostiles para tratar de establecer relaciones pacíficas entre los que se hallaban en enemistad. En el caso de Pablo y Timoteo, sin embargo, no es la parte más débil de las partes hostiles la que envía los embajadores. Es el Dios Todopoderoso Jehová quien los envía. Muestra su misericordia al enviarlos, a fin de salvar a tantos como sea posible de la destrucción al reconciliarse con él. Siendo por mucho la más fuerte de las dos partes, Jehová Dios es El que hace posible la paz consigo mismo. Por eso, en Isaías 45:7, él dice: “Haciendo paz y creando calamidad, yo, Jehová estoy haciendo todas estas cosas.” El por lo tanto dicta las condiciones para la paz. No somos nosotros los que establecemos las condiciones para la paz. No obstante sus condiciones no son duras, sino misericordiosas y viables; y sirve nuestros mejores intereses el aceptarlas agradecidamente.
CÓMO BUSCAR
15, 16. (a) Al buscar la paz con Él, ¿cómo mostramos fe y sinceridad, y por medio de quién se halla el camino a la paz? (b) ¿Cómo habían estado buscando los judíos naturales una situación o condición aprobada con Dios, pero qué necesitaban para sus pecados?
15 ¿Cuáles, entonces, son sus condiciones? ¿Cómo podemos nosotros como “hijos de la ira” buscar y hallar la paz con Jehová Dios? Sus condiciones para la paz se expresan plenamente en su Palabra escrita, las Santas Escrituras, la sagrada Biblia. Al buscar la paz con Dios emprendemos el derrotero correcto, y mostramos nuestra fe y nuestra sinceridad al estudiar toda la Biblia, no sólo las antiguas Escrituras Hebreas que tuvieron Jesús y sus apóstoles, sino también las Escrituras Cristianas Griegas. La Palabra de Dios declara directamente que sólo hay una manera mediante la cual podemos reconciliarnos o hacernos amigos con Él. Esa manera es por medio de su amado Hijo celestial Jesucristo. Jehová Dios envió a este Hijo desde el cielo a la tierra, a la nación de Israel. De consiguiente, este Hijo nació milagrosamente de una virgen judía y por eso nació como judío, israelita. Durante tres años y medio, de 29 a 33 d. de J.C., predicó el reino de Dios exclusivamente a los israelitas, tanto pública como privadamente. Los israelitas o judíos pecaminosos por mucho tiempo habían tratado de salirse de debajo de la condenación a la muerte esforzándose por cumplir la Ley que Dios había dado exclusivamente a la nación judía; pero debido a la perfección de la Ley los judíos no pudieron cumplirla.
16 La ley que Dios dio por medio del profeta Moisés sólo hizo más manifiesto lo pecaminoso que eran. Condenaba explícitamente a los judíos como pecadores. Eso explica por qué tenían que ofrecer sacrificios animales año tras año a fin de obtener un limpiamiento pictórico del pecado y seguir en su relación pactada con Jehová Dios. Necesitaban un sacrificio mejor que víctimas animales. Necesitaban un sacrificio humano perfecto que fuese ofrecido por ellos y por todo el género humano.
17. ¿Cómo se proveyó el sacrificio necesario, cómo se les informó a los israelitas, y cómo reaccionaron a la información?
17 Ningún hombre aun en la nación de Israel era perfecto de cuerpo y mente y capaz de ofrecerse como sacrificio humano acepto. Por eso Dios tuvo que enviar a su Hijo celestial, dejar que naciera como niño humano perfecto con un Padre celestial, dejar que creciera hasta el estado de hombre perfecto como el de Adán en el jardín de Edén y luego dejar que él mismo se ofreciera como el sacrificio humano perfecto que se necesitaba. Antes de morir como sacrificio por los pecados de todo el género humano, Jesucristo y sus doce apóstoles y otros setenta evangelizadores predicaron a los israelitas de Palestina. Por lo tanto a los israelitas o judíos no se les dejó ignorantes en cuanto a cuál era la manera de entrar ellos en una paz duradera con Dios. Está escrito: “Él envió la palabra a los hijos de Israel para declararles las buenas nuevas de paz por medio de Jesucristo: Este es Señor de todos los demás.” (Hech. 10:36) De los millones de judíos bajo la ley de Dios por medio de Moisés, sólo un resto aceptó las buenas nuevas y entró en la paz con Dios por medio de Jesucristo. Los demás de la nación judía trataron de crear su propio estado de aprobación o justificación con relación a Dios al continuar tratando orgullosa pero infructuosamente de cumplir la ley que Dios dio por medio de Moisés con sus ineficaces sacrificios animales, sacrificios subhumanos.
18. ¿Cómo mostró Dios que él es el que provee las condiciones o medios para tener paz con él, y por lo tanto cómo se le llama?
18 El hecho de que Dios es Aquel que crea las condiciones o medios para la paz consigo mismo se revela por el hecho de que él proveyó a su Hijo unigénito desde el cielo como perfecto sacrificio humano. “Porque Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que ejerza fe en él no sea destruído sino tenga vida eterna.” (Juan 3:16) Dios no sólo envió su Hijo a la tierra y dejó que muriera a manos de los enemigos de Dios como sacrificio humano perfecto, inmaculado, sino que también hizo posible que el valor de este sacrificio fuese presentado a Él en el cielo a favor de los hombres que quieren paz con Dios. ¿Cómo hizo esto Dios? Dios mediante su omnipotencia levantó a Jesucristo de entre los muertos como hijo celestial o espíritu otra vez y lo hizo volver al cielo. Así, con el valor de la sangre vital de su sacrificio, Jesús pudo entrar en la presencia de Dios a fin de que se hiciera un nuevo pacto de paz. Al hacer tal provisión para la paz con la humanidad Jehová es el Dios de la paz. En este respecto especial él se llama el “Dios de paz, el cual hizo subir de entre los muertos al gran pastor de las ovejas con la sangre de un pacto eterno, nuestro Señor Jesús.”—Heb. 13:20.
19. Al buscar la paz, ¿qué necesitamos obtener para guía completa?
19 Por lo tanto podemos apreciar por qué, al esforzarnos por hallar la paz, necesitamos obtener conocimiento, conocimiento acertado, no sólo de Jehová Dios, sino también de su Hijo Jesucristo sacrificado amorosamente. Por medio de sus treinta y nueve libros en hebreo de la Santa Biblia los judíos a lo más sólo pueden conseguir conocimiento parcial. Eso no basta. El conocimiento adicional de los veintisiete libros de las Escrituras Cristianas Griegas escritos por inspirados seguidores judíos de Jesucristo también se necesita para completar nuestro conocimiento y entendimiento y para hacer acertado nuestro conocimiento. Si no tenemos el conocimiento acertado, que abarca el conocimiento no sólo de Dios sino también de Jesús, no podemos obtener la paz que deseamos. Por eso el inspirado escritor bíblico Pedro, al expresar su oración a favor de los buscadores de la paz a quienes escribió su primera carta, dijo: “Que la bondad inmerecida y la paz les sean aumentadas a ustedes [¿cómo?] mediante un conocimiento acertado [¿de qué?] de Dios y de Jesús nuestro Señor, por cuanto su poder divino nos ha dado abundantemente todas las cosas que atañen a la vida y a la devoción piadosa, por medio del conocimiento acertado de aquel que nos llamó por medio de gloria y virtud.”—2 Ped. 1:2, 3.
20. Por eso, para disfrutar de paz con Dios, ¿qué tenemos que aceptar con fe?
20 Por más que busquemos, jamás hallaremos paz con Dios si no obtenemos conocimiento acertado tocante a Jesucristo y aceptamos el sacrificio por los pecados que Dios proveyó en su Hijo. Los judíos, a causa de conocimiento parcial, tratan de establecer su propio estado de aprobación con relación a Dios sin el limpiamiento del pecado que la sangre del sacrificio de Jesús provee para nosotros. En vez de confiar en nuestras propias obras de justicia según la Ley dada a los judíos por medio de Moisés, tenemos que cifrar la fe plena en el sacrificio de Jesucristo que quita el pecado. De otro modo no podemos disfrutar de ninguna paz con Dios.
21. (a) Debido a ser declarados justos, ¿de qué disfrutan los cristianos? (b) ¿Cómo predijo Isaías la falta que hacía el sacrificio de Jesús, y en qué resulta el que cifremos nuestra esperanza en Jesús?
21 Por consiguiente a los cristianos a quienes se les había imputado justicia por medio de la fe en el Hijo de Dios, el apóstol Pablo escribió: “Por esto, ahora que hemos sido declarados justos como resultado de la fe, gocemos de paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Mucho más, pues, dado que hemos sido declarados justos ahora por su sangre, seremos salvados mediante él de la ira.” (Rom. 5:1, 9) El sacrificio de Jesucristo es absolutamente necesario para hacer nuestra paz con Dios y escaparnos de su ira. Mucho tiempo antes el profeta Isaías había predicho tocante al sacrificio de Jesús: “Se le estaba traspasando por nuestra transgresión; se le estaba aplastando por nuestros errores. El castigo que era para nuestra paz estuvo sobre él, y debido a sus heridas ha habido una curación para nosotros.” (Isa. 53:5) La paz con Dios trae gozo, pero no podemos contar con que Dios nos llene de tal paz a menos que creamos en el Hijo a quien él castigó para que pudiésemos conseguir paz. Está escrito: “‘En él cifrarán las naciones su esperanza.’ Que el Dios que da esperanza los llene de todo gozo y paz mediante el creer ustedes, para que abunden en esperanza con poder de espíritu santo. Que el Dios que da paz esté con todos ustedes.” (Rom. 15:12, 13, 33) Si Dios está con nosotros, en verdad conoceremos la plenitud de la paz.
22. ¿Por qué es en vano que hasta este día los judíos naturales confíen en su circuncisión de la carne?
22 Los judíos naturales continúan confiando en que su prepucio sea circuncidado como demostración de justicia. Procediendo así, jamás gozarán de la paz con Jehová, que en otro tiempo fue el Dios del Israel natural. La circuncisión carnal no es lo que vale ahora con el que en un tiempo fue su Dios. Lo que vale es que caminemos o nos comportemos según los principios o reglas de una nueva personalidad cristiana, una nueva creación espiritual sobre la cual Jesucristo es la cabeza. Eso es lo que resultará en paz con el Dios del Israel espiritual. Nuestro corazón tiene que ser circuncidado o purificado para la justicia. El converso judío Pablo desistió de su confianza orgullosa en su circuncisión carnal como judío natural y escribió a los que creían en Jesucristo: “Porque ni la circuncisión es algo ni la incircuncisión, sino la nueva creación es algo. Y todos los que andarán ordenadamente por esta regla de conducta, sobre ellos sea la paz y la misericordia, aun sobre el Israel de Dios.”—Gál. 6:15, 16; Fili. 4:9; Gál. 5:25; 2 Cor. 5:17.
LA “GRANDE MUCHEDUMBRE” DE BUSCADORES DE LA PAZ
23. De acuerdo con Isaías 27:1-5, ¿cómo han hecho la paz con Dios los israelitas espirituales de hoy día, pero particularmente desde 1935 quiénes los han seguido en este derrotero?
23 En este día cuando Jehová Dios matará al gran Leviatán simbólico (la organización visible del Diablo) pero cuando salvaguardará constantemente su viñedo espiritual (su propia organización visible sobre la tierra), el consejo amistoso de Jehová a todo el que quiera disfrutar de protección y preservación es: “Que se afiance él de mi fortaleza, que haga la paz conmigo; que la paz haga conmigo.” (Isa. 27:1-5) Los creyentes que componen el viñedo espiritual de Jehová, el Israel espiritual de Dios, han hecho la paz con él al salir de debajo de la organización leviatánica del Diablo. Sin embargo, en años recientes, particularmente desde 1935, ha habido centenares de miles de personas que no son miembros del Israel espiritual de Dios que han oído y obrado en armonía con el consejo de Jehová Dios. Han seguido al resto del Israel espiritual de Dios saliendo del mar de la humanidad en el cual opera el inicuo Leviatán, y han hecho la paz con Jehová Dios por medio de la sangre de Jesucristo, el Cordero de Dios. En Apocalipsis 7:9, 10 se representan como una grande muchedumbre, de entre todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas y atribuyen su condición de salvos a Dios y a su Hijo Jesucristo, diciendo: “La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero.”
24. ¿Cómo describe Apocalipsis 7:14-17 la manera en que entraron en su condición pacífica?
24 Debido a que los que se hallan en esta grande muchedumbre innumerable buscan la paz con Dios y consiguen una condición limpia o correcta con relación a él por medio de la fe en la sangre limpiadora de Jesucristo, Apocalipsis 7:14-17 describe cómo entran en su condición pacífica, diciendo: “Han lavado sus mantos y los han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le rinden servicio sagrado día y noche en su templo, y el que está sentado en el trono [Dios] extenderá su tienda sobre ellos. Ellos ya no tendrán más hambre ni tendrán más sed, ni los agobiará el sol ni cualquier otro calor abrasador, porque el Cordero [Jesucristo] que está en medio del trono los pastoreara, y los conducirá a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de sus ojos.”
25. ¿Por quién en la antigua ciudad de Jericó fue representada esta “grande muchedumbre,” y en qué respectos?
25 Esta “grande muchedumbre” fue representada antiguamente por la cananea llamada Rahab en los días de Josué, el sucesor de Moisés. La ciudad de Rahab en Canaán era Jericó y esta ciudad fue condenada a la destrucción con todos sus habitantes. Rahab y su familia se escaparon de la destrucción cuando Jehová Dios derribó los muros de Jericó con gran sacudimiento y los hombres de Israel, que habían marchado alrededor de Jericó durante siete días, entraron en la ciudad falta de protección y mataron a sus habitantes inicuos. ¿Cómo fue posible eso? Porque ella hizo la paz con el Dios de Israel. Ella no entregó a los dos espías a quienes Josué envió a la ciudad y los cuales hallaron albergue en la posada de Rahab. (Jos. 2:1-21; 6:1-25) Sobre esto las Escrituras Cristianas Griegas dicen: “Por fe los muros de Jericó cayeron después que se había andado alrededor de ellos por siete días. Por fe Rahab la ramera no pereció con los que obraron desobedientemente, porque ella recibió a los espías de manera pacífica.”—Heb. 11:30, 31.
26. ¿Por los hombres de qué ciudad de Canaán fueron prefigurados los de la “grande muchedumbre” de sobrevivientes y procediendo de qué manera?
26 Esta misma “grande muchedumbre” de sobrevivientes de la venidera “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” también fue prefigurada por los hombres de la ciudad de Gabaón. Esta ciudad de Canaán también estaba condenada para ser destruida por los ejércitos israelitas de Jehová que estaban bajo Josué. El nombre Josué se pronunciaba Jesús por los griegos; y, en realidad, Josué representó proféticamente a Jesucristo, que ha llegado a ser el Oficial de Dios para ejecutar juicio divino. (Hech. 7:45; Heb. 4:8) Extraño como parezca, la ciudad de Gabaón y tres ciudades vecinas se escaparon de la destrucción que Josué ejecutó sobre las otras ciudades de Canaán. ¿A qué se debió esto? Otra vez fue un caso de hacer la paz con Jehová Dios antes de que llegara su ejecutor. Días antes de que Josué y sus fuerzas se acercaran, los gabaonitas enviaron a sus embajadores bajo un disfraz al campamento de Josué y pidieron la paz con Jehová Dios y su pueblo. Ofrecieron una rendición completa de ellos mismos a Él por medio de Josué.
27. Semejante a lo que les resultó a esos hombres antiguos, ¿qué le resultará a la “grande muchedumbre” de buscadores de la paz?
27 ¿Cuál fue el resultado? El registro contesta: “Y Josué se puso a hacer paz con ellos y a concluir un pacto con ellos para dejarles vivir, de modo que los príncipes de la asamblea [de Israel] les juraron.” (Jos. 9:15) Semejante a aquellos antiguos gabaonitas no israelitas, la “grande muchedumbre” de buscadores de la paz de hoy día se rinde en dedicación completa a Jehová Dios por medio de Jesucristo ahora antes de que estalle el Armagedón. Por lo tanto el Josué Mayor, Jesucristo, los salva de la destrucción en esa guerra universal. Semejantes al resto de israelitas espirituales, los de esa grande muchedumbre aman la vida. Desean ver una eternidad de días buenos bajo el reino de Dios. Por eso hoy siguen el consejo de David y de Pedro en cuanto a la paz.
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El ir en pos de la pazLa Atalaya 1960 | 1 de febrero
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El ir en pos de la paz
1. Habiendo hallado la paz, ¿qué tiene que hacer entonces el que ama la vida, y qué obligación descansa ahora sobre él?
DESPUÉS que el que ama la vida ha buscado y ha hallado la paz con Dios por medio de su Hijo Jesucristo, ¿qué tiene que hacer? De allí en adelante tiene que seguir tras la paz, sí, ir en pos de ella. “Busque la paz y vaya en pos de ella,” es el consejo por medio del apóstol cristiano Pedro. (1 Ped. 3:11) Tiene que hacer de la paz la cosa tras la cual siga por el resto de su vida. Eso significa que tiene que mantener la paz. Al disfrutar de la paz con Dios mediante Cristo él no está solo. El entrar en la paz con Dios lo introduce en la relación pacífica con la congregación de todos los que están dedicados enteramente a Dios por medio de Cristo y que por lo tanto se han reconciliado con Dios. (2 Cor. 5:18-21) No debe llegar a ser un perturbador de la congregación cristiana. Tiene la obligación de preservar una relación quieta, tranquila, calmada, armoniosa con esta organización. Tiene que vivir en conformidad con la regla de conducta declarada por un apóstol del cuerpo gobernante cristiano: “Sean pacíficos unos con otros. Por otra parte, los exhortamos, hermanos, amonesten a los desordenados, hablen alentadoramente a las almas deprimidas, den su apoyo a los débiles, sean sufridos para con todos. Vean que nadie devuelva daño por daño a alguna otra persona; sino sigan siempre lo que es bueno unos con otros y con todos los demás.”—1 Tes. 5:13-15.
2. ¿En medio de qué situación tienen que seguir los cristianos tras este derrotero, y debido a ser ellos un blanco principal de ataque qué tentativa se hace tocante a ellos?
2 Los cristianos tienen que seguir tras este derrotero en medio de un mundo en el cual hay disturbio en todas partes tal como nunca hubo antes. Desde que fue arrojado a la tierra inmediatamente después de nacer el reino de Dios en los cielos en 1914, Satanás el Diablo y sus demonios han estado maliciosamente resueltos a causar todos los ayes, tumulto e inquietud que pueden entre los hombres. (Apo. 12:12) Su principal blanco de ataque ahora es el resto cristiano del Israel espiritual y su “grande muchedumbre” de compañeros semejantes a ovejas. (Apo. 12:17) De consiguiente Satanás hace todo lo posible por causar desasosiego, perturbación y desorden entre ellos con el fin de desbaratar la organización.
3. ¿Por medio de qué discriminaciones ha mantenido Satanás trastornado al mundo, pero cómo eliminó Dios hace mucho esto dentro de su congregación?
3 Por consiguiente todo el que ama la vida, que ha hallado dentro de la organización visible de Dios la paz que buscaba, tiene que hacer de la paz aquello en pos de lo cual siga permanentemente. En cuanto al mundo de Satanás el Diablo ha tenido éxito en mantenerlo trastornado y eruptivo por medio de discriminación racial, tribal y de color. Pero Dios por medio de Cristo eliminó esto dentro de su congregación cristiana verdadera. La congregación cristiana comenzó como una organización cristiana casi enteramente judía en la Jerusalén antigua, salvo por algunos prosélitos circuncisos de otras naciones. (Hech. 2:10; 6:5) Luego samaritanos circuncisos fueron agregados a los creyentes. (Hech. 8:4-25) Fue tres años y medio después de haber muerto Jesucristo en el madero de tormento fuera de Jerusalén que por primera vez se introdujo en la congregación cristiana al primer incircunciso gentil o no judío, un italiano llamado Cornelio, junto con varios de sus parientes y amigos íntimos.—Hech. 10:1 a 11:2.
4. ¿Cómo hizo posible Dios que los cristianos judíos circuncisos se ajustaran a su arreglo misericordioso para con los gentiles?
4 Al principio esto ocasionó considerable desasosiego entre los cristianos judíos circuncisos, pero con el tiempo se ajustaron pacíficamente a este arreglo misericordioso de Dios. Esta admisión final de incircuncisos no judíos en la congregación cristiana fue hecha posible por Dios. ¿Cómo? Quitó la cerca que servía de barrera, la pared de separación, a saber, la Ley dada por medio de Moisés, que había dividido del mundo gentil a los judíos. Mediante Jesucristo como Mediador entre Dios y los hombres estableció un pacto nuevo con los cristianos.
5, 6. ¿Cómo explicó Pablo a la congregación de Éfeso por qué no debe haber segregación dentro de la congregación sobre diversas bases?
5 El apóstol Pablo explicó por qué no debe haber segregación dentro de la congregación cristiana sobre la base de raza, tribu, nación o color. Escribió a la congregación de Éfeso que incluía a gentiles o no judíos que en otro tiempo estuvieron alejados de Jehová:
6 “Pero ahora en unión con Cristo Jesús ustedes que en un tiempo estaban lejos han venido a estar cerca por la sangre del Cristo. Porque él es nuestra paz, el que hizo de los dos grupos [judíos y gentiles] uno solo y destruyó el muro de en medio que como una valla los separaba. Por medio de su carne [empalada en el madero de tormento] abolió el aborrecimiento, la Ley de mandamientos que consistía en decretos, para que pudiera crear de los dos pueblos [judíos y gentiles] en unión consigo mismo un nuevo hombre y hacer la paz, y para que pudiera reconciliar cabalmente con Dios a los dos pueblos en un cuerpo por medio del madero de tormento, porque él había acabado con el aborrecimiento por medio de sí mismo. Y vino y declaró las buenas nuevas de paz a ustedes, los que estaban lejos [gentiles], y paz a los que estaban cerca [los judíos], porque por medio de él nosotros, ambos pueblos [judíos y gentiles], tenemos el acceso al Padre [Jehová Dios] por un solo espíritu.”—Efe. 2:11-18.
7. En vista del ajuste hecho en el Israel espiritual hace mucho tiempo, ¿por qué no hay base hoy día para segregar a la grande muchedumbre de otras ovejas del Israel espiritual, y cómo indica esto Aggeo 2:6-9?
7 El sacrificio de Jesús en el madero de tormento es la base para desegregar a los judíos creyentes y los gentiles creyentes, de todas las naciones. Ciertamente, entonces, hoy ese mismo sacrificio de Jesús por el “pecado del mundo” es la base para la desegregación y la unificación del resto pequeño del Israel espiritual y la “grande muchedumbre” de ovejas terrestres de entre todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. En este tiempo cuando el Pastor Propio de Jehová está recogiendo a sus otras ovejas a su diestra, no debe haber ninguna segregación que separe del Israel espiritual a esta grande muchedumbre de otras ovejas. “Llegarán a ser una sola manada, un solo pastor,” dijo el Pastor Propio Jesucristo. (Juan 10:16; Mat. 25:31-40) Debe haber armonía, unidad y paz cristianas entre todos los que están en la una sola manada bajo el Pastor Propio Jesucristo, “porque él es nuestra paz.” Es exactamente en conexión con la promesa de Jehová de sacudir a todas las naciones y hacer que las cosas preciosas, las cosas deseables, de todas las naciones vengan a Su casa de adoración que él dice: “Y en este lugar daré la paz, dice Jehová de los Ejércitos.” (Agg. 2:6-9, Mod) Hasta esta fecha Satanás y sus demonios no han podido frustrar esta profecía.
ORACIÓN POR ELLA
8. En armonía con el Salmo 122:6-8, ¿por qué cosa oraremos diariamente, y por qué no podría ser Jesucristo la cabeza de una congregación que no estuviera en condición semejante a ésa?
8 Si realmente anhelamos el bien de la organización para la gloria de Dios, entonces oraremos al Dios de paz que mantenga a su pueblo en unidad, concordia y quietud. En nuestras oraciones diarias tendremos presentes las palabras del salmista David: “Pidan la paz de Jerusalén. Los que te aman estarán libres de inquietud. Continúe la paz dentro de tu baluarte, libertad de inquietud dentro de tus torres de habitación. Por causa de mis hermanos y mis compañeros ahora hablaré: ‘Haya paz dentro de ti.’” (Sal. 122:6-8) En conformidad con tal oración, el nombre Jerusalén significa “La posesión de paz,” o “Fundada pacífica.” Fue allí en el sitio de Jerusalén que el sacerdote Melquisedec fue rey de Salem, título que significa “Rey de paz.” Jehová Dios juró que su Hijo Jesucristo habría de ser sacerdote y rey semejante a Melquisedec para siempre. En consonancia con esto, uno de los nombres del glorificado Hijo de Dios había de ser Príncipe de Paz. (Gén. 14:18-20; Sal. 110:1-4; Heb. 6:20 a 7:21; Isa. 9:6, 7) Con tal título, ¿cómo podría ser Jesucristo como Rey Principesco de Paz cabeza de una congregación que llega a estar dividida, perturbada y tumultuosa con disensión, enemistad, celos, competencia, rivalidad y sectarismo, como está hoy y siempre ha estado la cristiandad? No podría serlo. Pero como Rey puede hacer cumplir y mantiene la paz dentro de la “congregación, la cual es su cuerpo.” (Efe. 1:22, 23) Mediante sus ángeles él recoge a los perturbadores de la paz.—Mat. 13:41.
9. (a) ¿Cómo magnificó Pablo en Filipenses 4:6, 7 el poder pacificador de la oración? (b) Orando en armonía con 1 Timoteo 2:1-4, ¿en qué jamás podrían participar bajo cualquier gobierno los siervos obedientes de Dios?
9 Al magnificar el poder pacificador de la oración sincera el apóstol Pablo escribió a sus amados hermanos cristianos de Filipos: “No estén ansiosos por cosa alguna, sino que en todas las cosas por medio de oración y súplica junto con acción de gracias den a conocer sus peticiones a Dios, y la paz de Dios que sobrepasa a todo lo que se pueda pensar guardará su corazón y sus facultades mentales por medio de Cristo Jesús.” (Fili. 4:6, 7) El apóstol tuvo presente, también, el hecho de que los cristianos verdaderos en la tierra tienen que vivir bajo gobernantes políticos mundanos que no piden paz con Jehová Dios y cuyos gobiernos afectan la vida de los seguidores verdaderos del Príncipe de Paz. Por eso Pablo escribió esta exhortación al superintendente cristiano Timoteo: “Por tanto exhorto ante todo a que se hagan súplicas, oraciones, intercesiones, ofrendas de gracias, respecto a hombres de toda clase, respecto a reyes y a todos los que están en puestos encumbrados, para que podamos continuar llevando una vida tranquila y sosegada con plena devoción piadosa y seriedad. Esto es recto y aceptable a la vista de nuestro Salvador, Dios, cuya voluntad es que hombres de toda clase sean salvados y lleguen a un conocimiento acertado de la verdad.” (1 Tim. 2:1-4) Orando así, los siervos obedientes de Jehová Dios nuestro Salvador jamás podrían participar en revueltas, revoluciones, levantamientos, rebeliones, secesiones, conspiraciones y cualquier clase de acción popular, perturbación o violencia contra personas que están en puestos encumbrados políticos o gubernamentales. Bajo cualquiera y toda clase de gobierno, aun bajo prohibición y proscripción, los testigos fieles de Jehová viven una vida calmada y tranquila.
10. ¿Qué tiene que significar el buscar o seguir tras la paz “con toda persona” para los que están dentro de la congregación, y de qué fruto y de qué sabiduría es esto una evidencia?
10 “Busquen la paz con toda persona, y la santificación sin la cual nadie verá al Señor,” es la exhortación de Hebreos 12:14. Si los cristianos se esfuerzan por seguir tras la paz con personas de fuera de la congregación, entonces ciertamente deben seguir tras ella con los que están dentro de la congregación, que son sus propios hermanos dedicados. Jamás debemos olvidar que la paz es parte del fruto del espíritu de Dios, lo cual tenemos que cultivar para alcanzar la madurez completa. (Gál. 5:22) Es evidencia de tener y ejercer sabiduría celestial, pues “la sabiduría que es de arriba ante todo es casta, después pacífica.” (Sant. 3:17) El proverbio inspirado conviene con esto al decir: “Feliz es el hombre que ha hallado sabiduría.” ¿Por qué? Porque “sus caminos son caminos de agradabilidad, y todas sus carreteras son paz.”—Pro. 3:13-17.
11. ¿Cómo declara Pablo que la paz es lo que une a la congregación, y por eso quiénes no merecen estar en la congregación?
11 Sí, el estar libres de contienda, disensión y desorden internos es lo que une a la congregación cristiana de los testigos de Jehová. Dando testimonio de ello Pablo escribe: “Pero, además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unidad. También que la paz del Cristo gobierne en sus corazones [el lugar donde residen los motivos], porque, de hecho, ustedes fueron llamados a ella [a la paz] en un solo cuerpo [no en dos o más cuerpos desunidos].” (Col. 3:14, 15) Si seguimos tras ella continuamente, la paz servirá de vínculo unificador para los que tienen el espíritu de Dios. Pablo lo dice con estas palabras: “Anden dignos del llamamiento con el cual fueron llamados, con completa humildad de mente y apacibilidad, con gran paciencia, soportándose los unos a los otros en amor, esforzándose sinceramente por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz. Un cuerpo [bajo Cristo] hay, y un espíritu.” (Efe. 4:1-4) El que perturba voluntariosa y maliciosamente no anda digno de estar en la congregación cristiana del Dios de paz.—Rom. 16:17, 18.
UN EFECTO DEL ARREGLO TEOCRÁTICO
12. (a) El nacimiento del reino de Dios no es razón para entregarse a ¿qué? (b) Para disfrutar de la vida y la paz, ¿a qué tenemos que atender, y por qué?
12 La evidencia es que desde 1914 hemos estado viviendo bajo el reino de Dios, que nació en los cielos ese año. Esto debe ser y ha sido una causa de gran regocijo entre los que aman a Dios y aman la vida. Sin embargo, esto no es razón para que haya comer y beber voraces, inconsiderados y materialistas, mediante lo cual pudiéramos hacer tropezar a otros y derribarlos espiritualmente. El disfrutar de los beneficios del reino de Dios esperado por mucho tiempo significa cosas superiores al excesivo comer y beber que embotan los sentidos. “Porque,” dice Pablo, “el reino de Dios no significa el comer y el beber, sino que significa rectitud y paz y gozo con espíritu santo. Por eso, entonces, sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificarnos unos a otros. Dejen de estar derribando la obra de Dios simplemente por causa de alimento.” (Rom. 14:17, 19, 20) El atender a nuestra carne egoísta no es parte de nuestra prosecución cristiana, pero el cultivar el fruto del espíritu de Dios sí lo es. Si amamos la vida y los días buenos bajo el reino de Dios, prestaremos atención a esta amonestación: “El atender a la carne significa muerte, pero el atender al espíritu significa vida y paz; porque el atender a la carne significa enemistad [falta de amistad] con Dios, porque no está sujeta a la ley de Dios, ni, de hecho, puede estar. De modo que los que están en armonía con la carne no pueden agradar a Dios.” (Rom. 8:6-8) Por consiguiente, atienda al espíritu; está en paz con Dios.
13. ¿Qué quiso decir la llegada del reino de Dios al poder en 1914 para la congregación de sus súbditos, y cuándo llegó a ser cierto esto para ellos, en cumplimiento de Isaías 60:17?
13 En vez de alborozo relajado, la llegada del reino de Dios al poder en los cielos en 1914 significa un proceder más estricto en la tierra dentro de la congregación de los súbditos del Reino. En los días de la antigüedad cuando no había rey humano en Israel, lo que era recto a su propia vista era lo que cada israelita solía hacer. Pero cuando Dios contestó su petición y les dio un rey humano, esa libertad de acción relajada personal cambió, exactamente como Jehová Dios mismo advirtió. (Jue. 21:25; 1 Sam. 8:9-18) Este proceder estricto vino a realizarse respecto a los testigos modernos de Jehová cuando principiaron a establecer procedimientos y arreglos teocráticos entre ellos mismos en 1919 cuando se reorganizaron después de la primera guerra mundial causadora de estragos. Esto llegó a ser particularmente cierto desde 1938 en adelante, después que la revista La Atalaya publicó el artículo de dos partes intitulado “Organización,” basado en el versículo de la Biblia Isaías 60:17 (Ro): “En vez de bronce introduciré oro; y en vez de hierro introduciré plata; y en vez de madera, bronce; y en vez de piedras, hierro, y asignaré la superintendencia de ti [la ciudad capital u organización simbólica de Dios] a la prosperidad, y la aplicación de tus faenas a la justicia.”
14. ¿Cómo resultó en mejoramiento el instalar el orden teocrático, y por lo tanto qué tienen que apoyar y mantener lealmente todos los que aman la vida?
14 Como se prometió en esta profecía, el instalar el orden teocrático de funcionamiento entre los testigos de Jehová en la tierra plenamente desde 1938 en adelante quiso decir mejoramiento. De veras resultó en mejoramiento notable. Contribuyó a gran paz. Ayudó a mantener la paz dentro de la organización. Normalizó métodos de funcionamiento y conducta a través de la tierra en los 175 países donde ahora los testigos de Jehová predican las nuevas alegres de Su reino, en cumplimiento de Mateo 24:14. Removió la desemejanza, confusión, desigualdades y desorden de esta organización que circunda la tierra. Ayudó a cumplir la promesa amorosa de Dios hecha a su organización semejante a esposa: “Y todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová y la paz de tus hijos será abundante.” (Isa. 54:13) Por lo tanto al seguir sinceramente tras la paz todos los que aman la vida apoyarán y mantendrán lealmente el arreglo teocrático de la organización.
15. ¿Cómo aplica este manejo también a las reuniones de la congregación, según lo bosquejó Pablo en 1 Corintios 14:26, 29-33?
15 Este manejo de las cosas de la organización de modo teocrático o de acuerdo con la regla de Dios también aplica a la dirección o modo de conducir las reuniones de la congregación cristiana y al programa para los que concurren a tales reuniones. Pablo, como miembro del cuerpo gobernante teocrático, habló contra las reuniones desordenadas o reuniones sin buena coherencia, sin un programa gobernado, donde pueden decirse o hacerse cosas incoherentemente y sin que se expliquen o entiendan. Él dijo: “Que todas las cosas se efectúen para edificación. Además, que dos o tres profetas hablen, y que los demás disciernan el significado. Pero si hay una revelación a otro mientras está sentado allí, que el primero permanezca callado. Porque todos pueden profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos reciban ánimo. Y los dones del espíritu de los profetas han de ser gobernados por los profetas. Porque Dios es Dios, no del desorden, sino de la paz.”—1 Cor. 14:26, 29-33.
16. Al seguir tras la paz, ¿qué recalcaron David y Pedro que tenemos que restringir, y cómo?
16 Por amor a la unidad, la armonía y la calma tranquila de la congregación especialmente tenemos que guardar nuestra lengua y labios. ¿No dijo el salmista David, inmediatamente después de preguntar quién se deleitaba en la vida y amaba bastantes días para ver lo que es bueno: “Salvaguarda tu lengua de lo que es malo, y tus labios de hablar engaño”? (Sal. 34:13) ¡Sí! Y ¿no citó el apóstol Pedro esas palabras de David inmediatamente después de haber aconsejado a sus hermanos cristianos, diciendo: “No devolviendo mal con mal ni injuria con injuria, sino, por lo contrario, dando una bendición, porque ustedes fueron llamados a este derrotero, a fin de que hereden una bendición”? (1 Ped. 3:9) ¡Sí! Con la lengua y los labios podemos devolver mal con mal. Con la lengua y los labios podemos injuriar al que nos injuria. Pero con la lengua y los labios podemos, en cambio, dar una bendición, aun sobre el que nos hace mal o nos injuria. El dar una bendición tiene un efecto mejor. Es una respuesta apacible la que despide la ira. (Pro. 15:1) Resulta en un beneficio espiritual por lo menos al bendecidor. Lo salva de llegar a ser como el individuo que habla mal o el injuriador. Contribuye a la paz dentro de la organización. Por lo tanto el seguir tras la paz requiere inevitablemente que restrinjamos nuestra lengua de lo que es malo y nuestros labios de hablar engañosamente. Simplemente tenemos que abstenernos de calumniar, murmurar, injuriar.
17. ¿Cuál es la mejor salvaguarda contra esto, y por qué el seguir tras la paz no es contrario en significado a esto?
17 La mejor salvaguarda para esto es enseñar y predicar la verdad preciosa acerca del reino de Dios, dentro de nuestros lugares de reunión y afuera, públicamente y de casa en casa. No se equivoque: la paz piadosa no significa inactividad, comodidad descuidada, pereza. El Dios de paz ha dado a su pueblo organizado, sus testigos en la tierra, un trabajo estrenuo que hacer. Es el trabajo de dar testimonio a Él y a su Hijo reinante Jesucristo, en toda la tierra habitada, a todas las naciones antes de que éstas lleguen a su fin calamitoso en el Armagedón.
18. (a) En cuanto a la ejecución de este trabajo, ¿qué hecho vital reconocen los testigos de Jehová de toda extracción? (b) Por consiguiente, ¿qué mandato de Jesús obedecen, para que se cumpla qué profecía de paz y hermandad?
18 Este trabajo tienen que desempeñarlo sus testigos dedicados de toda nacionalidad, tribu, pueblo, color e idioma. No pueden desempeñar unidamente este trabajo si pelean y argumentan trivialmente entre ellos mismos a causa de diferencias externas causadas naturalmente. Tienen que cooperar pacíficamente. El llevar a cabo armoniosamente por toda la tierra el trabajo de testimonio que Dios les ha dado exige paz internacional, entre razas, entre tribus, entre congregaciones entre sí. Los testigos de Jehová reconocen este hecho vital. Por eso obedecen la instrucción del Principal Testigo de Jehová, Jesucristo: “Mantengan paz entre unos y otros.” (Mar. 9:50) Armonizan sus hechos y esfuerzos con la hermosa visión profética dada en Isaías 2:1-4 de esta paz y hermandad internacionales en la adoración unida de Jehová, Dios. Por consiguiente su obra de testimonio prospera.—Sant. 3:18.
19. (a) ¿Para qué guerra están armados, y cómo? (b) En su trabajo de casa en casa, ¿a quienes buscan, pero a quiénes dejan?
19 Dondequiera que van con el mensaje del Reino promueven la paz perdurable que habrá de adornar el nuevo mundo de justicia de Dios. Están armados sólo para una guerra espiritual, no una guerra sanguinaria con carne y sangre. En consecuencia se equipan como dijo el apóstol Pablo que lo hicieran: “con los pies calzados con el equipo de las buenas nuevas de la paz.” (Efe. 6:11-15) En su trabajo de casa en casa buscan a los amigos de la paz con Dios. Jesucristo les dijo que hicieran esto, diciendo: “Dondequiera que entren en una casa primero digan: ‘Tenga esta casa paz.’ Y si un amigo de paz está ahí, la paz de ustedes descansará sobre él. Pero si no hay tal ahí, ella se volverá a ustedes.” (Luc. 10:5, 6; Mat. 10:12, 13) Si resulta que el amo de casa es un enemigo de la paz, ellos salen de la casa. No buscan disputa religiosa con los enemigos de Jehová.
20. ¿Por qué, a pesar de la persecución religiosa, siguen regocijándose, y qué esperanza segura abrigan en cuanto a la paz?
20 Sin embargo, se topan con mucha persecución religiosa. A pesar de todo ello continúan regocijándose. “Los que aconsejan la paz tienen regocijo.” (Pro. 12:20) Conocen la promesa de Dios de que los hombres que les causan tribulación injustamente serán destruídos en el Armagedón. (2 Tes. 1:6-10) Son fortalecidos y consolados con la esperanza segura de que su continuo seguir tras la paz será recompensado con una medida sin fin de ella después del Armagedón en el nuevo mundo prometido por Jehová Dios, el justo Juez. “Él dará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que buscan la gloria y la honra y la incorruptibilidad por medio de perdurar en la obra que es buena; sin embargo, para los que son contenciosos y que desobedecen la verdad pero obedecen la injusticia habrá ira y enojo, tribulación y angustia, sobre el alma de todo hombre que obra lo que es perjudicial, . . . pero gloria y honra y paz para todo el que obra lo que es bueno.”—Rom. 2:6-10.
21. ¿En respuesta a qué pregunta inspirada queremos cada uno de nosotros identificarnos, y de consiguiente qué buscaremos y tras qué seguiremos?
21 A la pregunta inspirada divinamente: “¿Quién es el hombre que se está deleitando en la vida, que está amando bastantes días para ver lo que es bueno?,” ¿podemos ahora cada uno de nosotros responder: “Yo soy”? Si podemos, entonces de la manera que dice Jehová Dios esforcémonos por hallar la paz y seguir tras ella.
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Guía peligrosaLa Atalaya 1960 | 1 de febrero
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Guía peligrosa
“Hay motivo de temer que algunos medios que ciertas personas usan para conseguir guía son insensatos y aun peligrosos,” dice Ernest White en Christian Life and the Unconscious. “Por ejemplo, hace unos años se le dijo a un joven que yo conocía que tomara un pedazo de papel y lápiz al principio de cada día y entonces que vaciara su mente y esperara hasta que le vinieran algunas sugestiones para las actividades del día. Entonces habría de escribir lo que le viniera a la mente y aceptar esto como su guía para el día. Pronto descubrió que toda suerte de ideas absurdas o hasta maliciosas le vinieron a la mente, y después de unas semanas percibió la locura y peligro de este método, y lo abandonó. Es peligroso abolir todo pensar consciente de esta manera. Implica el perder el dominio de la mente. . . . Hay principios de guía fundados en las Escrituras y en sentido común que nos ayudarán a evitar el peligro de métodos irracionales.”
“Con tu consejo me guiarás,” dijo el inspirado salmista de Jehová Dios. Para tener guía correcta tenemos que comparar de continuo nuestras ideas con el consejo que Jehová da en la Biblia.−Sal. 73:24.
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