como éstas: “El alma generosa será engordada ella misma, y el que liberalmente riega a otros será el mismo también liberalmente regado.” “Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.” De modo que sin falta “salúdense unos a otros.”—1 Cor. 13:5; 10:24; Fili. 2:4; Pro. 11:25; Hech. 20:35.

La actividad ministerial de los testigos de Jehová

Informe tomado del Yearbook para 1961 (en inglés)

MÉXICO

Número máximo de Población: 34,625,903

publicadores: 22,916 Proporción:1 a 1,511

Jehová ha agregado su rica bendición a la obra en México. Se ha logrado un gran progreso hacia la madurez cristiana entre los testigos de Jehová en este país, donde aún hay mucha necesidad de ayudar a la gente a aprender a leer y escribir. Los que saben leer respondieron maravillosamente a la obra de los testigos de Jehová y estuvieron felices al recibir el libro De paraíso perdido a paraíso recobrado. Da gusto observar que durante el año la colocación de libros encuadernados aumentó de un salto desde 65,763 a 93,631. Este libro ha tenido buena acogida por todo el país e indudablemente fue un factor en la iniciación de más estudios bíblicos en las casas de la gente en México que jamás antes. Varias congregaciones y precursores especiales hicieron un buen esfuerzo por salir a los territorios aislados, a los pueblos y aldeas donde nunca antes se había testificado, para llevar las buenas nuevas del reino de Dios a las personas que viven allí. El siervo de sucursal presenta algunas experiencias muy interesantes en su informe anual, del cual citamos a continuación.

“En este país donde la Iglesia Católica ha reinado suprema durante siglos no ha habido progreso en la educación bíblica, y la Iglesia ha hecho y está haciendo un esfuerzo concertado y organizado para impedir que la gente aprenda del reino de Dios. Por ejemplo, un precursor especial escribe: ‘Cuando comencé mi servicio como precursor especial en este pueblo, el sacerdote inició una campaña de oposición. Primero utilizó letreros que decían: “Este hogar es católico y adoramos a la Virgen de Guadalupe y aceptamos a Cristo Jesús y no aceptamos propaganda protestante ni comunista.” Esta oposición fue derrotada por la predicación acerca de Cristo Jesús y mucha gente tomó literatura. El segundo paso que dio el sacerdote fue enviar mujeres para apedrearme. Un día mientras predicaba, una mujer me atacó con perros feroces, y la gente me insultaba a gritos, pero un hombre bondadoso me brindó protección en su hogar. Le prediqué, y ahora tengo un estudio con él en el libro Paraíso. El tercer paso que el sacerdote intentó fue escribir una carta para que el alcalde del pueblo la firmase pidiéndome que dejara el pueblo. El alcalde se negó a