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Creyentes casados llamados a paz y salvaciónLa Atalaya 1961 | 1 de junio
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sentirse obligado a apartarse. El creyente debe aguantar la persecución y oposición, así como aguanta la persecución y la oposición en el territorio al cual predica de casa en casa. Mediante este derrotero la salvación del cónyuge incrédulo es posible. Este es el argumento del apóstol Pedro al escribir a los cristianos perseguidos. Pedro dice:
41 “Que los siervos domésticos estén en sujeción a sus dueños con la medida completa de temor, no solo a los buenos y razonables, sino también a los difíciles de agradar.... si, cuando ustedes hacen lo que es bueno y sufren, lo aguantan, eso es algo que agrada a Dios. De hecho, ustedes fueron llamados a este curso [de sufrir injustamente], porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles un modelo para que siguieran cuidadosamente sus pisadas. . . . De la misma manera, ustedes esposas, sométanse a sus propios esposos [baales, Biblia hebrea], para que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto [para sus esposos]. Y que no sea su adorno el de trenzados externos del pelo ni el de ponerse ornamentos de oro ni el de usar prendas de vestir exteriores [el cual adorno exterior no ganará a los esposos que todavía no obedecen la Palabra de Dios], sino que [su adorno] sea la persona secreta del corazón en la indumentaria incorruptible del espíritu sereno y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios. Porque así, también, anteriormente las mujeres santas que esperaban en Dios solían adornarse, sometiéndose a sus propios esposos, como Sara solía obedecer a Abrahán, llamándolo ‘señor’. Y ustedes [esposas] han llegado a ser hijas de ella, siempre que sigan haciendo el bien y no temiendo ninguna causa de terror [para con sus esposos].”—1 Ped. 2:18 a 3:6.
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Separación y divorcio para conservar la pazLa Atalaya 1961 | 1 de junio
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Separación y divorcio para conservar la paz
1. Si, a pesar de todo, el incrédulo opta por irse y vivir separadamente, ¿qué debe hacer el cónyuge creyente en cuanto a ello?
HAY un sinnúmero de casos en que creyentes dedicados y bautizados han obedecido el consejo del apóstol Pablo y han continuado viviendo con cónyuges incrédulos para tener el gozo de finalmente ‘salvar’ al cónyuge. Pero, ¿qué hay en cuanto a un creyente que usa el espíritu de Dios para aguantar persecución y oposición en el esfuerzo de mantener unido el matrimonio, pero cuyo cónyuge incrédulo todavía lo encuentra desagradable y finalmente parte, ya sea por medio de vivir independientemente en algún otro lugar o mediante divorcio o separación legal? Pablo contesta: “Pero si el incrédulo procede a apartarse, que se aparte; el hermano o la hermana no está en servidumbre bajo tales circunstancias, sino que Dios los ha llamado a ustedes a paz.”—1 Cor. 7:15.
2. Si de veras acontece una separación, ¿hay alguna base bíblica para divorcio, pudiendo volverse a casar con otra persona?
2 En el interés de su propia paz cristiana, el creyente puede dejar que el cónyuge incrédulo se aparte y viva en otro lugar. El incrédulo que se aparta no se puede volver a casar, así como el creyente cristiano que se aparta no puede
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