BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • La actividad ministerial de los testigos de Jehová
    La Atalaya 1961 | 1 de abril
    • al saber que progresamos tan bien con el estudio y haremos todo lo posible para mejorar en cada estudio. Gracias por enviarnos el libro Paraíso; nos está ayudando a entender la Biblia mejor; es tan lindo. ¡Cómo lo guía el libro a uno en el estudio de la Biblia! Como sabe, tengo cinco hijos y todos están estudiando. El menor tiene seis años y no sabe leer aún, pero nos pidió que le explicáramos las ilustraciones y pidió que su madre le enseñe a orar antes de acostarse. Espero verlo muy en breve si es la voluntad de Dios.” De modo que puede hacerse. ¿Por qué no prueban este método de estudiar con la gente de buena voluntad en su territorio rural? Hemos hecho arreglos para que el siervo de circuito visite a esta familia y les ayude a andar con nosotros al monte de Jehová.”’

      BOLIVIA

      Número máximo de Población: 3,462,000

      publicadores: 446 Proporción: 1 a 7,762

      Es bueno saber que más hermanos están madurando y pueden aceptar responsabilidad en este país, pues ésta es una de las grandes necesidades que la organización siente, no solamente en Bolivia, sino por todas partes del mundo. Hay mucho territorio aislado en Bolivia adonde hace falta llevar el mensaje, y si más publicadores pudiesen entrar en el servicio de precursor y salir a este territorio sería una verdadera bendición. Surgieron expresiones de sincero agradecimiento cuando se recibió en Bolivia el libro De paraíso perdido a paraíso recobrado en castellano. Muchos han informado que se ha iniciado una poderosa obra ya que pueden usar este instrumento en su territorio. Ha demostrado ser una maravillosa ayuda en la obra de enseñar y predicar, y todos están esperando alegres el nuevo año de servicio con esta publicación. El informe del siervo de sucursal de Bolivia está lleno de experiencias interesantes, pero hay lugar para solo una, que narra una interesante historia, y se presenta a continuación.

      “Un hermano escribe desde la capital: ‘Mientras mi esposa y yo trabajábamos de casa en casa una mañana, oímos una voz de la otra acera. Volviéndonos para ver sí el llamado era para nosotros, vimos que era un hombre en el piso más alto de un hospital. Llamó nuevamente y nos pidió que le dijésemos acerca del mensaje de la Biblia que estábamos explicándole a la gente al otro lado de la calle. Respondiendo a este llamado de Macedonia en miniatura, cruzamos al hospital. Durante media hora luchamos con una “cortina de hierro” literal, un portón de hierro cerrado con llave, pero finalmente logramos entrar. Le explicamos al hombre nuestra esperanza para el futuro, usando el sermón de tres a ocho minutos. Por supuesto, presentamos la oferta corriente después del sermón, pero el hombre, que estaba internado en el hospital, no tenía dinero consigo. Le dejamos el folleto “Estas buenas nuevas del reino” y le prometimos regresar el lunes siguiente. Al llegar ese lunes con la Biblia que había pedido, lo encontramos esperando ansiosamente nuestra visita. Se inició un estudio en esta primera revisita, pero luego descubrimos que habría de durar solamente tres meses porque entonces iba a regresar a su hogar a un pueblo aislado de Bolivia. Durante los tres meses, aunque él quiso hacerlo, no pudo concurrir a las reuniones por estar obligado a guardar cama. El último estudio se celebró en el Salón del Reino, donde vino a obtener todos los libros y una suscripción para las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Partió para su pueblo, asegurándome que continuaría estudiando y ayudando a otros a aprender también. Las oficinas de la Sociedad aquí están en comunicación con él ahora.’

      “El que esta persona de buena voluntad continúa demostrando interés lo prueba esta porción de una carta que se recibió de él: ‘Me da gusto escribirles después de haber llevado las buenas nuevas a varias ovejas extraviadas en el campo que estaban viviendo en las tinieblas de este viejo mundo. Les envío mis informes de servicio semanales, que recién ahora puedo despacharles. Puesto que vivo casi en el campo, comencé mi obra de predicar en los hogares de mis vecinos cercanos. Puedo decir que fue con mucho gozo que los visité, porque las palabras de vida se han oído en muchos hogares, en algunos con gran gozo y en otros con tristeza porque después de tanto tiempo recién están oyendo y conociendo las Santas Escrituras de los profetas de nuestro Padre, Jehová. . . .Además, recibí las guías para la predicación, el Ministerio del Reino. Gracias, hermanos. Ahora mi predicación será mejor . . . El salón de la escuela donde enseño se está usando como Salón del Reino de Jehová. Espero, hermanos, que alguno de ustedes nos visite aquí con el fin de que la verdad se dé a conocer a todos los que aún no han tenido la oportunidad de oírla. Deseo tener la satisfacción de acompañar a los que vengan, para predicar en otros sectores cercanos. Espero siempre recibir instrucciones de ustedes, y por favor, hermanos, acepten mis saludos cristianos.’ Nos es un gozo decir que en unos cuantos días el siervo de circuito visitará a esta oveja aislada.”

  • La gran siega de trigo
    La Atalaya 1961 | 1 de abril
    • La gran siega de trigo

      CUANDO un agricultor siembra un campo de trigo no quiere una abundancia de hierbas inútiles. Además de no producir fruto provechoso, ocupan espacio valioso y sacan nutrimento del suelo que más bien debiera ir al trigo fructífero. ¿Pero qué debe hacer cuando al brotar el tierno trigo aparecen hierbas malas? Jesús usó este problema, tan común a los agricultores, en una ilustración de significado profético que nos es de interés especial hoy día.

      Un día mientras Jesús estaba sentado cerca del mar de Galilea hablando a una muchedumbre de gente que vivía en esa región dedicada al cultivo de cereales, dijo: “El reino de los cielos ha llegado a ser como un hombre que sembró semilla de la clase correcta en su campo. Mientras los hombres estaban durmiendo su enemigo vino y resembró mala hierba entre el trigo y se fue. Cuando la hierba brotó y produjo fruto, entonces la mala hierba también apareció. De modo que los esclavos del amo de la casa subieron y le dijeron: ‘Señor, ¿no sembró usted semilla de la clase correcta en su campo? ¿Cómo, pues, ha llegado a tener mala hierba?’ Él les dijo: ‘Un enemigo, un hombre, lo hizo.’ Ellos le dijeron a él: ‘¿Quiere, entonces, que salgamos y la recojamos?’ Él dijo: ‘No; no sea que por casualidad, mientras recogen la mala hierba, desarraiguen el trigo con ella. Dejen que ambos crezcan juntos hasta la siega; y al tiempo de la siega diré a los segadores: Primero recojan las malas hierbas y átenlas en haces para quemarlas, luego vayan a juntar el trigo en mi granero.’”—Mat. 13:24-30.

      Deseosos de entender el significado de la ilustración, los discípulos de Jesús vinieron a él después que hubo despedido a la muchedumbre y dijeron: “‘Explíquenos la ilustración de las malas hierbas

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir