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Distinguiendo entre la congregación de Dios y su ReinoLa Atalaya 1961 | 15 de mayo
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distinciones entre las dos que hacemos bien en notar. Así, a la congregación cristiana se le llama la prole o “los hijos del reino,” pero nunca se le menciona como los hijos de la congregación. “Reino” por lo tanto es un vocablo mucho más inclusivo que “congregación.” De hecho, Jehová Dios mismo es la Fuente del Reino, dado que también se dice que él ‘da el reino.’ Además, un reino no solo tiene una familia real sino también súbditos y un dominio.—Mat. 13:38; Apo. 11:17; Dan. 4:17, 25.
Además, aunque la congregación de Dios comenzó en el Pentecostés, el cumplimiento de la profecía bíblica indica que el reino de Dios comenzó en 1914, después que Jesús comparado a “cierto hombre de noble nacimiento,” recibió su reino y regresó. Durante diecinueve siglos, por lo tanto, la congregación cristiana, presente todo el tiempo en la Tierra, ha estado orando por la venida del reino de Dios. Los que se han impacientado y han querido gobernar antes del tiempo debido de Dios se han desorientado seriamente y han perdido la esperanza celestial. Hubo tales individuos en el día de Pablo, en Corinto, y fueron reprendidos severamente por ese apóstol. Cuando leemos que Dios “nos trasplantó [a los de la congregación cristiana] al reino del Hijo de su amor,” entonces solo puede significar que su lealtad ha sido trasladada, no que ellos habrán de gobernar mientras están en la Tierra.—Luc. 19:12; 1 Cor. 4:8; Col. 1:13.
Además, hemos notado que hubo muchas congregaciones de cristianos en tiempos primitivos, así como las hay ahora también, pero siempre hay un solo Reino. A cualquier tiempo desde el Pentecostés los llamados a ser miembros del cuerpo de Cristo eran la congregación cristiana, pero no podía hacerse referencia a éstos como un reino. También, la congregación o ekklesía cristiana se compone de los que han sido llamados de la Tierra y en relación a la Tierra y por lo tanto principalmente es la congregación cristiana mientras está en la Tierra. El Reino, sin embargo, principalmente es celestial y estará gobernando desde los cielos aunque extienda sus bendiciones a la Tierra.
No debemos pasar por alto el hecho de que el ser miembro de la congregación cristiana precede al ser miembro del reino de Dios. Uno llega a ser miembro de la congregación de Dios al dar ciertos pasos, los pasos de conocimiento, fe, arrepentimiento, conversión y dedicación y por consagrar Dios luego a tal persona, engendrándola con su espíritu santo a una esperanza celestial. Pero el ser miembro en el reino de Dios solo viene después de haberse probado fiel: “Tenemos que entrar en el reino de Dios a través de muchas tribulaciones.” Y, finalmente, algún día la congregación cristiana en la Tierra terminará, cuando hayan muerto sus últimos miembros y hayan sido levantados en la resurrección primera. El reino de Dios, sin embargo, jamás terminará.—Hech. 14:22; Isa. 9:7; Luc. 1:33.
Así se nos ha traído claramente a nuestra atención lo que es la congregación de Dios, ekklesía o llamados, lo que es el reino de Dios, basileía, y que, aunque estos dos están relacionados el uno con el otro, hay muchos respectos en los cuales hay que distinguir entre los dos.
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AutenticidadLa Atalaya 1961 | 15 de mayo
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Autenticidad
◆ Los descubrimientos arqueológicos modernos muestran que “la entera historia de José ... aun en sus detalles ... corresponde en toda su extensión con el verdadero estado de cosas en el antiguo Egipto.”—Cyclopedia of Religious KnowIedge de Schaaf y Herzog.
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