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Identificando a los resucitadosLa Atalaya 1963 | 15 de abril
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hacer esto debido a que el hombre fue creado a la imagen de Dios, ¿qué puede hacer el Todopoderoso Dios mismo para guardar registros, aun en su propia memoria, concerniente a personas para quienes reserva una resurrección de entre los muertos por medio de Jesucristo? Por eso, nuestro registro, con Dios es lo que vale.
37. (a) ¿Qué representa el registro de cada uno con Dios? (b) ¿Cómo se prueba que el alma de acuerdo con la idea griega pagana no es el asiento de la inteligencia y el pensamiento y la personalidad?
37 Cada uno de nosotros hace su propio registro con Dios. ¡Ese registro lo representa a usted! Habla de su personalidad. La personalidad de usted no depende del todo de su cuerpo físico. A causa del continuo desgaste y reparación de los tejidos y órganos de nuestro cuerpo obtenemos un cuerpo completamente nuevo cada siete años más o menos. No obstante, nuestra personalidad subsiste como una identificación de que somos la misma persona. Aun nuestra personalidad puede cambiar, no debido a que nuestro cuerpo sea renovado, sino debido a que el espíritu santo o fuerza de Dios que transforma obra en nosotros. Cada uno desarrolla su propio modelo de personalidad, y éste es almacenado en el cerebro de cada uno, también en la sangre a cierto grado. El asiento de la inteligencia, del pensamiento, de la memoria, o estado consciente y de la personalidad no es alguna idea griega pagana de un alma o psyqué. Los paganos afirman que en cada uno de nosotros reside un alma y que ésta es el asiento de la inteligencia y la personalidad; pero sabemos que si el cerebro físico de alguien recibe daño, éste pierde su inteligencia o cordura y ninguna tal llamada alma dentro de él lo mantiene inteligente, cuerdo o poseyendo memoria y habilidad para pensar. Esto refuta la teoría pagana de un alma inmortal como el asiento de la vida y el pensamiento.
38. ¿Cómo re-creará Dios las almas muertas, y qué indica Eclesiastés 11:3 tocante a esto?
38 Dios sabe todo esto. Al tiempo suyo para resucitar a las almas muertas terrestres bajo el reino de su Hijo Jesucristo, Dios puede consultar sus registros de cada uno o su propia memoria de cada uno. Puede darle a cada persona resucitada a la vida sobre la Tierra un “cuerpo tal como le ha agradado,” con su tipo distinto de sangre. Ese cuerpo tendrá un cerebro humano, no hecho, por supuesto, de idénticamente los mismos átomos o moléculas que la persona tenía en el cerebro con el cual murió. No obstante, será el mismo cerebro. ¿Cómo? Pues Dios reproducirá exactamente el cerebro que el individuo tuvo al morir. Repetirá sus circunvoluciones cerebrales e implantará en ellas el registro que el individuo hizo de sí mismo en la vida pasada. Dios implantará las impresiones y recuerdos exactos de todas las cosas que sucedieron durante el previo estado consciente de la persona, su facultad de reconocer a las personas y escenas y sitios, y todos los rasgos de su personalidad, y todo lo que despliega su crecimiento o atraso mental. Esto será debido a que, cuando murió como alma, no experimentó ningunos cambios mentales o de personalidad después en la muerte. En cualquier estado de logro que su personalidad y mentalidad cayeron en la muerte, allí permanecieron.—Ecl. 11:3.
39. Por lo tanto, ¿por qué la persona resucitada no sería alguna persona recién creada como ella, sino la persona que murió?
39 Así en la resurrección esa persona con esa personalidad y habilidad de cerebro será el individuo que murió, no alguna otra persona como él. Ninguna otra persona hizo el registro que se reproduce en esta persona resucitada; y ninguna persona que solo es como ella podría dar razón de tener tal registro en sí misma puesto que no llevó a cabo ese registro en particular. Por eso, si usted fuese a morir y tener una resurrección, y Dios proveyese un cuerpo con un cerebro como el de usted y con el registro de usted al morir, esa persona resucitada sería usted, nadie más que usted. Sus conocidos sabrían que era usted.
40. (a) ¿Qué oportunidad abrirá para ellas la resurrección de las almas muertas sobre la Tierra? (b) ¿Qué oportunidad especial tienen ante ellos los proclamadores del reino de Dios hoy día, y por qué?
40 ¡Cuán maravilloso que en la resurrección que Dios dará a las almas muertas nos conoceremos unos a otros y también recordaremos la pasada bondad amorosa de Dios para con nosotros! La resurrección de las almas muertas a la vida sobre la Tierra abrirá la oportunidad de que consigan vida eterna en una Tierra paradisíaca bajo el perfecto gobierno del reino de Dios. (Luc. 23:42, 43, Ro; NM) Además de eso, hoy vive sobre la Tierra una grande muchedumbre de personas que temen a Dios y que están proclamando el reino de Dios en todo el mundo y que no necesitarán una resurrección del sepulcro común del género humano muerto. Estas personas sobrevivirán a la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” con la cual este inicuo sistema de cosas acabará en corto tiempo. (Apo. 16:14, 16) Así sin morir entrarán en el nuevo mundo bajo el reino de Dios y conseguirán el premio de vida eterna para ellos mismos. También estarán presentes para dar la bienvenida a los muertos terrestres en la resurrección. Pero ése es un tema que consideraremos en alguna otra ocasión.
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Dando ayuda espiritual a clérigosLa Atalaya 1963 | 15 de abril
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Dando ayuda espiritual a clérigos
PROPÓSITO DE VISITAS RECONOCIDO
Un testigo de Jehová de Carolina del Norte relata esta experiencia: “Después de echar al correo el ¡Despertad! especial acerca de España a la mayoría de los clérigos en nuestro territorio, decidimos entregar uno personalmente al ministro metodista, puesto que habíamos tenido varias conversaciones bíblicas con él. Entramos en una consideración bíblica inmediatamente, y él preguntó qué creíamos que era el pecado contra el espíritu santo. Le dirigí a Hebreos 6:4-6 y él sacó su propia Biblia. Después de leer los textos, dijo que, a decir verdad, jamás había leído ese texto antes. En seguida preguntó qué creíamos acerca del infierno. Cuando dijimos que era el sepulcro común del género humano, dijo que él creía lo mismo que los Testigos en cuanto a eso. Dijo que no podía comenzar a enseñar en la iglesia que no había ningún infierno ardiente porque pudiera ofender a algunos, pero que quería introducir la verdad gradualmente a su congregación. Entonces dijo: ‘Supongo que por eso es que ustedes siguen visitándome—para enseñarme la verdad.’”
ORANDO POR AYUDA
Otro Testigo de Carolina del Norte relata esta experiencia acerca de su visita al hogar de un ministro de la Iglesia de Cristo: “Me dijo que por primera vez en su vida había tomado las revistas de una señora que las ofrecía en la calle, aunque sus superiores siempre le habían dicho que nunca las leyera. Sin embargo, recientemente ciertas cosas habían estado preocupándole a tal grado que no asistió a la iglesia ni predicó durante más de un mes. Al llegar a casa, se sentó inmediatamente a leer las revistas. Se interesó tanto que escribió a la Sociedad Watch Tower, pidiendo más información. Dijo que había estado orando al Señor que le ayudara, ya que estaba completamente confundido.”
DESPUÉS DE MUCHOS AÑOS
Un Testigo que participaba en la obra con las revistas en Virginia visitó el hogar de un hombre de edad avanzada y colocó números de las ediciones en inglés de La Atalaya y ¡Despertad! Después de volver a visitarlo, el Testigo le ofreció el libro “Let Your Name Be Sanctified,” y se comenzó un estudio. Un día, después de terminar el estudio, él expresó cuánto gozo estaba obteniendo de su estudio de la Biblia. Declaró además que él había sido ministro por más de sesenta años y creía que había estado rindiendo servicio al Dios verdadero. Ahora estaba comenzando a aprender cómo servir a Jehová y ser ministro de él. Comenzó a asistir a las reuniones del Salón del Reino con regularidad, y tomó parte en el ministerio del campo. Después de estudiar por poco más de cinco meses, simbolizó su dedicación a Jehová y se bautizó en la asamblea “Ministros valerosos,” en Greensboro, Carolina del Norte, en 1962—cuando tenía noventa y dos años.
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