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Perseverancia animosa en el servicio de DiosLa Atalaya 1964 | 1 de febrero
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a otros los ‘nuevos cielos y la tierra nueva en los cuales la justicia habrá de morar.’ (2 Ped. 3:13) Mediante provisiones para que ellos se reúnan y prediquen junto con compañeros testigos, él los ayuda a hacerse fuertes y a permanecer firmes en la fe. Mediante su Palabra él los insta a perseverar en el ministerio, a esforzarse vigorosamente en su servicio, ‘comprando el tiempo oportuno que queda porque los días son inicuos.’ (Efe. 5:15-17) Les extiende el privilegio de acercarse a él en oración, y con su espíritu él los apoya. Si usted se aprovecha regularmente de estas provisiones divinas, usted tiene toda razón para estar animoso; usted podrá permanecer ‘firme en un mismo espíritu, con una misma alma peleando lado a lado por la fe de las buenas nuevas, y en ningún sentido atemorizado por sus contrarios. Esto mismo es prueba de destrucción para ellos, pero de salvación para usted; y esta indicación proviene de Dios’.—Fili. 1:27, 28.
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Católicos recomiendan el celo de los TestigosLa Atalaya 1964 | 1 de febrero
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Católicos recomiendan el celo de los Testigos
EL APÓSTOL Pablo dijo que los cristianos deben ‘fulgurar con el espíritu,’ y ‘hacer la obra de evangelizadores, efectuando su ministerio plenamente.’ (Rom. 12:11; 2 Tim. 4:5) Los sacerdotes y laicos católicos han observado que la celosa actividad ministerial de los testigos de Jehová está en armonía con el ejemplo bíblico. Alberto Muller escribió en la revista católica America recientemente (junio 24 de 1961) que “los Testigos verdaderamente se pueden jactar de su actividad intensa.” “Su enorme celo,” dijo él, “es su gran fuerza.”
“Es raro el norteamericano que no sabe acerca de un grupo de personas llamadas comúnmente Testigos de Jehová,” declaró el sacerdote católico J. S. Kennedy en el número del 3 de junio de 1962 de Our Sunday Visitor. “En ciudades y pueblos por todas partes del país, se ve con regularidad a algunos de ellos vendiendo las publicaciones de su peculiar secta religiosa. Su campaña de puerta en puerta en busca de conversos es intensa y nunca para. . . . su celo y autosacrificio deberían hacernos pensar.”
En respuesta a la pregunta: “¿Por qué acudiría un católico a esta secta?” Kennedy señaló al “boletín de una iglesia católica en París [que] dio la siguiente respuesta: ‘Tres factores contribuyen—el descubrimiento de comunidades afectuosas y fraternales; el descubrimiento de la Biblia; el descubrimiento de predicación viva, fácilmente entendida. Si hubieran hallado estas cosas aquí, no habrían buscado en otro lugar.’”
El sacerdote católico Juan A. O’Brien recomendó a unos 200 sacerdotes del Seminario de San José en Nueva York, en 1961, el método apostólico de predicación de casa en casa empleado por los testigos de Jehová. “Para reclutar conversos y reclamar miembros caídos, nada le gana al contacto personal,” dijo él. “Esto lo logra el apóstol que toca los timbres de las puertas, que es prudente, cortés, bien entrenado. El secreto del éxito fenomenal de San Pablo fue su uso incansable del método de casa en casa en reclutar conversos. Es irónico que este método apostólico lo usan ahora sectas no católicas, especialmente los Testigos de Jehová, cuyos numerosos conversos nos avergüenzan a nosotros los católicos.”
En el número del 6 de mayo de 1962 de Our Sunday Visitor, edición canadiense, el sacerdote católico Ricardo Griffin señaló a los testigos de Jehová como una de las religiones de más rápido crecimiento del mundo, mientras notaba que “demasiados laicos católicos parecen estar medio avergonzados del hecho de que son católicos.” Griffin preguntó si los Testigos logran “este fantástico progreso adoptando la actitud de ‘deja que mi compadre lo haga’ de tantos católicos.” “Yo creo que no,” respondió él. “En promedio cada Testigo informa de 10 a 12 horas al mes yendo de puerta en puerta distribuyendo literatura para interesar a los conversos en perspectiva. El año pasado la secta informó un converso por cada nueve miembros; en los EE. UU. se necesitaron 279 católicos para ganar un converso a la Iglesia.”
“Esta alarmante desproporción se debe principalmente a la apatía del ‘Sr. y la Sra. Católicos del Término Medio’ exactamente en el nivel parroquial,” aseguró Griffin. “No se puede ganar el mundo para Cristo ni siquiera
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