-
Parte dosLa Atalaya 1964 | 15 de julio
-
-
conozcan y tengan fe en mí, y para que entiendan que yo soy el Mismo. Antes de mí no hubo Dios alguno formado, y después de mí continuó sin que hubiese alguno. Yo—yo soy Jehová, y además de mí no hay salvador.” (Isa. 43:10, 11, Traducción del Nuevo Mundo) Jehová el Dios de su pueblo escogido no es semejante a los dioses creados y formados de las naciones gentiles. En Isaías 43:10 Jehová no dijo: ‘No he formado a ningún dios antes de mí, y no he formado a ningún Dios después de mí.’ No; él dijo: “Antes de mí no hubo Dios alguno formado,” es decir, por otros. De modo que está hablando acerca de otras personas que forman sus dioses.
25-27. ¿Qué dice Jehová ahora en cuanto a que sean dioses los dioses de metal, piedra y madera?
25 El hecho de que Jehová aquí está hablando acerca de que las naciones no judías creaban a sus propios dioses y formaban imágenes o ídolos metálicos, de piedra o madera de ellos es muy evidente por el contexto de antes y después de Isaías 43:10. Después de decir en el resto del capítulo cuarenta y tres que él libraría a su pueblo de Babilonia, a donde serán desterrados por haber pecado y transgredido contra él, Jehová sigue diciendo en el capítulo siguiente:
26 “Y ahora escucha, oh Jacob mi siervo, y tú, oh Israel, a quien he escogido. Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Hacedor y tu Formador, quien siguió ayudándote aun desde el vientre [donde fuiste hecho y formado]: ‘ . . . No estén en pavor, y no se atolondren. ¿No les he hecho escuchar individualmente y se lo he declarado desde aquel tiempo? Y ustedes son mis testigos. ¿Existe Dios además de mí? No, no hay Roca alguna. No he reconocido a ninguno.’
27 “Los que forman la imagen esculpida son todos ellos una irrealidad, y sus preciadas mismas no serán de ningún beneficio; y como sus testigos no ven nada ni saben nada, a fin de que se avergüencen. ¿Quién ha formado un dios o fundido una mera imagen esculpida? De ningún provecho en absoluto ha sido. ¡Miren! Todos sus compañeros se avergonzarán, y los artífices son de los hombres terrestres. . . . En cuanto al tallador de hierro con el hocino, él ha estado ocupado en ello con las ascuas; y con los martillos procede a formarlo, y sigue ocupado en ello con su poderoso brazo. También, le ha dado hambre, y por lo tanto llega a estar sin poder. No ha bebido agua; por lo tanto [el formador de un dios metálico] se cansa.” ¿Cómo puede, entonces, el que trabaja en metal, quien siente sed y se cansa y quien siente hambre y pierde el poder, formar con metal un dios que no se canse ni pierda el poder?
28. ¿Cómo muestra él la insensatez absoluta del que adora dioses de madera?
28 Entonces Jehová por medio de su profeta Isaías sigue hablando acerca del tallador en madera que forma un dios de madera. Con este propósito selecciona un buen árbol para obtener la madera. “También trabaja en un dios al cual inclinarse. Lo ha hecho una imagen esculpida, y se postra a él. . . . y le ora y dice: ‘Líbrame, porque tú eres mi Dios.’” Pero el resto de la madera de este mismo árbol no llega a ser un dios, sino que el artífice la hace arder para calentarse o para cocer pan o carne. El artífice en madera nunca se detiene a razonar y decir: “La mitad de él [el árbol] la he quemado en el fuego, y sobre sus brasas también he cocido pan; aso carne y como. ¿Pero del resto de él haré una mera cosa detestable [un ídolo]?” ¿Cómo podría ser un dios tal ídolo hecho de madera al cual el entallador en madera puede quemar en el fuego?—Isa. 44:1-20.
29, 30. ¿Qué invitación da entonces Jehová a sus testigos, y qué dice entonces para dar prueba añadida de que es un Dios de profecía?
29 Después de este sencillo razonar, Jehová Dios se dirige a su pueblo escogido y dice: “Recuerda estas cosas, oh Jacob, y tú, oh Israel, porque tú eres mi siervo. Te he formado [no tú a mí]. Tú eres un siervo que me pertenece. Oh Israel, no serás olvidado de parte mía. Limpiaré tus transgresiones como con una nube, y tus pecados exactamente como con una masa de nube [de modo que no pueda verlos desde el cielo]. Vuélvete a mí, sí, porque te recompraré.”—Isa. 44:21, 22.
30 Después de eso Jehová Dios el Recomprador predice, con más de ciento noventa años de anticipación, el mismísimo nombre del que derribaría la poderosa potencia mundial de Babilonia y libertaría a su pueblo para que regresara a su tierra y reedificara a Jerusalén y el templo. Jehová mencionó por nombre a Ciro, el conquistador persa que la historia seglar dice derribó a Babilonia en 539 a. de J.C. y después libertó a los cautivos judíos. Así recompró Jehová a su pueblo. (Isa. 44:23-28) ¿No es ése uno de los muchos hechos que prueban que Jehová es Dios, el Dios de la profecía verdadera? ¡Ciertamente que sí!
31. (a) Resuma ahora la manera correcta de entender Isaías 43:10. (b) ¿Qué declaró Jehová que él haría, no obstante, a favor de su Hijo unigénito?
31 Por lo tanto, volviendo a Isaías 43:10, las naciones gentiles de la Tierra no existieron antes de Jehová, y por lo tanto no fue formado ningún dios por las naciones idólatras antes de Jehová, el cual es sin principio. (Sal. 90:2) También es cierto que, en todas las naciones que llegaron a existir después del diluvio del día de Noé hace cuatro mil trescientos años, ningún dios vivo y real capaz de profetizar en verdad ha sido formado por las naciones. Por esto, después de Jehová, ha continuado sin haber Dios alguno como El. Pero de acuerdo con su misma profecía en Isaías 9:6, en el siglo octavo antes de Cristo, él declaró su propósito de hacer a su Hijo unigénito “Maravilloso, Consejero, El poderoso Dios, El Padre eterno, El Príncipe de Paz.” (VA) Jehová no cumplió su profecía en los días de Isaías o en el año en que dijo las palabras de Isaías 43:10, 11. Entonces, ¿cuándo cumplió Jehová la profecía de Isaías 9:6, 7? Esto es lo que Jehová Dios hizo con su Hijo en el primer siglo de nuestra era común, el cual Hijo de Dios llegó a ser Jesucristo.
32. ¿A qué conclusión llegamos entonces en cuanto a Jehová Dios?
32 ¿Hay, entonces, algún Dios semejante a Jehová, el Padre del Señor Jesucristo? No, podemos dar testimonio de que no hay ninguno. Hasta el día presente sigue siendo cierto que, como el Dios Todopoderoso de profecía verdadera, él es el Primero y el Ultimo, y ninguna criatura en el cielo o en la Tierra puede formar algún dios como él; ninguna criatura ni siquiera puede constituirse un dios comparable a Jehová. Como está escrito en Isaías 44:6, 7: “Esto es lo que ha dicho Jehová, el Rey de Israel y el Recomprador de él, Jehová de los ejércitos : ‘Yo soy el primero y yo soy el último, fuera de mí no hay Dios. ¿Y quién hay como yo? Que clame, para que lo diga y me lo presente a mí. Desde que asigné al pueblo de hace mucho tiempo, que digan de parte suya tanto las cosas venideras como las que entrarán.’”
33. (a) ¿Ha habido algún Dios que pudiera encararse al desafío de Jehová en cuanto a probar quién es Dios? (b) Por lo tanto, ¿qué debe resolverse a ser cada uno de nosotros?
33 Hasta el día actual ningún dios de las naciones mundanas ha contestado a ese desafío divino. Ni siquiera uno de sus dioses ha producido testigos y les ha dado evidencia en prueba de ser dios. Pero, por el contrario, Jehová el Desafiador ha dado a sus representantes evidencia en prueba de ser Dios. En su Santa Biblia, y en los hechos históricos registrados está delante de nosotros la evidencia acerca de que Jehová es Dios. Si usted no es ateo o agnóstico, pero si usted sigue alguna religión dentro o fuera de la cristiandad, a usted se le hace la pregunta: ¿De qué Dios es testigo usted? Sin importar cómo conteste el resto del mundo, nosotros como seguidores e imitadores del Señor Jesucristo, contestamos: ¡Nosotros somos los testigos cristianos de Jehová!
-
-
Predicando con denuedo la Palabra de DiosLa Atalaya 1964 | 15 de julio
-
-
Predicando con denuedo la Palabra de Dios
EN FRANCIA
◆ ¡Ciertamente el libro Paraíso es un instrumento maravilloso! Una señora católica que era catequista aceptó este libro de una hermana que era precursora especial. La hermana usó este libro para contestar las preguntas de esta señora en cuanto a la religión católica. Esta señora ahora comprendió su responsabilidad y empezó a usar el libro Paraíso como su principal libro de texto como catequista. Pero al fin descontinuó sus actividades militantes católicas. Poco después dejó de asistir a la iglesia y en vez de esta asistencia a la iglesia aceptó un estudio de la Biblia con toda su familia, siete personas en total. Seis meses después esta señora se bautizó, y su proceder fue seguido tres meses después por su esposo y su hijo. Por su celo, habló a su hermana, que no esperó mucho en hacer que su hija no volviera adonde el catequista. La entrevista que hizo que se produjera entre el sacerdote y la testigo de Jehová le abrió los ojos a la verdad claramente, y pronto ella también se bautizó, así como su esposo y sus tres hijas. ¡Así, el grupito de publicadores de la precursora especial logró rápidamente diez publicadores nuevos!
EN SINGAPUR
◆ Una hermana relata esta experiencia: “Mi esposo y yo éramos presbiterianos bautizados y éramos trabajadores activos en la iglesia. Debido a disensión, dejamos de ir a la iglesia, entrando, por decirlo así, en un vacío espiritual. Fue entonces que un testigo de Jehová me visitó e inmediatamente empezamos a estudiar la Biblia con ellos. Recordando que mi esposo había quemado algunos libros de la Sociedad en 1941, no me sorprendí cuando rehusó escuchar el mensaje y me prohibió salir a testificar. Especialmente me prohibió enseñar esta doctrina a los niños. Insistió en que fueran a la escuela dominical. Fue entonces que comprendí el consejo de Pedro en 1 Pedro 3:1, 4: ‘Estén en sujeción . . . a fin de que . . . sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas.’ Dejé que los niños fueran a la escuela dominical, pero les enseñé la verdad en casa. Todos los domingos el padre los llevaba al cine. Se llevó la primera sacudida un domingo cuando los niños rehusaron ir al cine, diciendo que el estudio de La Atalaya era más importante. Pronto iba a recibir otra sacudida. Me hice activa en el ministerio, sujetándome a la voluntad de Jehová. Pospuse el bautismo, con la esperanza de que mi esposo y mis hijos me acompañaran en ello. Finalmente los hijos empezaron a seguirme en el servicio del campo, y decidí simbolizar mi dedicación por bautismo en agua. Para este tiempo mi esposo empezó a darse cuenta de que esta religión tenía que ser significativa de algún modo, cuando dos de nuestros hijos también se bautizaron. Ahora me llegó a mí el turno de recibir una sacudida, pues él pidió que alguien estudiara con él. Ahora nuestra copa de bendición está rebosante porque él se bautizó.’”
EN MAURICIO
◆ Un precursor especial informa que un joven católico con quien él estudia ahora había pedido antes una Biblia católica de Francia. Deseando servir a Dios, preguntó al sacerdote si él también podía ser ministro. La contestación fue que él no tenía suficiente educación. Este joven ahora está lleno de regocijo al saber, como ha aprendido de su propia Biblia católica, que puede ser ministro, porque asiste con regularidad a las reuniones y ahora ayuda a presentar sermones de casa en casa leyendo los textos bíblicos. Todos los que desean servir a Dios pueden ser ministros, como muestra Pablo en 1 Corintios 1:26, 27.
-