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  • El cubrirse ella la cabeza y sus actividades de congregación
    La Atalaya 1964 | 1 de septiembre
    • casados, fácilmente podría tomarse en sentido erróneo y habrá de evitarse, si es posible. En algunos países sería totalmente inconveniente. De modo que debería hacerse algún otro arreglo si es posible, y en la mayoría de las congregaciones hay hermanos disponibles que pueden ayudar a este nuevo. Si no hay disponible ningún hermano en la congregación, quizás una segunda hermana podría ir con ellos también. Si la hermana, en estas circunstancias, llevara al nuevo hermano en el servicio, esto no sería una asignación regular del programa de entrenamiento; la hermana podría ayudar al nuevo hermano al dejar que él observara el propio método de predicar de ella. Ella no ofrecería consejo sobre la presentación de él de la manera que lo haría un hermano, y, puesto que ella no lo haría, no tendría que cubrirse la cabeza, aunque, de nuevo, la conciencia pudiera afectar el asunto. Si el hermano sí pide algunas sugerencias, ella siempre puede hacer referencia a las publicaciones de la Sociedad, o quizás explicar cómo ella se encarga de diversas situaciones, pero evitando el criticar la presentación de él de las buenas nuevas. El tener un sentido apropiado de lo que es correcto y el tener presentes los principios bíblicos de la jefatura ayudarán a una hermana que se halle en estas circunstancias a comportarse de manera que sea tanto útil como todavía respetuosa de la situación.

      EN LAS REUNIONES DE CONGREGACIÓN

      8. (a) ¿Qué principio aplica a las mujeres de las que se requiere que se cubran la cabeza en las reuniones de congregación? (b) ¿Qué situación puede surgir en las reuniones para servicio en el campo, qué procedimiento debería observarse, y por qué?

      8 En cuanto a la necesidad de que las mujeres se cubran la cabeza en las reuniones de los testigos de Jehová, esto no surgiría normalmente en la mayoría de las congregaciones. Como ya se ha observado, el principio que aplica es: Se requiere cubrirse la cabeza cuando, no habiendo un varón capacitado, una hermana tenga que orar o presidir en una reunión de congregación. Esta situación pudiera surgir, por ejemplo, en una reunión para servicio en el campo, quizás a mediados de la semana, y a la que asistieran solo hermanas. En tales ocasiones debería hacerse oración a favor del grupo antes de salir a participar en el servicio de Jehová, y alguien tendría que presidir o conducir la reunión. (Efe. 6:18) Puesto que ésta es una reunión arreglada por la congregación, las hermanas que presiden u oran están encargándose de deberes que por lo general serían desempeñados por hermanos, y por eso deberían cubrirse la cabeza, aunque solo estén presentes hermanas. Una hermana a quien se nombre conductora de estudio de libro también tendría que cubrirse la cabeza mientras condujera el estudio y también mientras orara, si no hubiera ningún hermano dedicado presente para atender a esto.

      9. ¿Cómo deberían considerar las hermanas las partes que tengan en la reunión de servicio y en la escuela del ministerio, y, normalmente, requerirían éstas que se cubrieran la cabeza?

      9 No se requiere que las hermanas se cubran la cabeza cuando participan en demostraciones, relatan experiencias, o cuando se encargan de conferencias estudiantiles como demostraciones en la escuela del ministerio de la congregación. En tales casos las hermanas no están presidiendo en la congregación. No están tratando de instruir a los hermanos ni de dirigirlos en lo que deberían hacer, y por eso, al no cubrirse la cabeza, no hay violación alguna de principios bíblicos. Sin embargo, las hermanas sí contribuyen mucho a la edificación de todos en la congregación. Por esa razón una hermana nunca debería subestimar el beneficio de cualquier parte que tenga en el programa, ya sea por dar una experiencia o por participar en una demostración.

      MINISTRAS DE CONGREGACIONES

      10. (a) Como ilustra Romanos 16:1, ¿qué situación ocurre algunas veces hoy en día en las congregaciones de testigos de Jehová? (b) ¿Qué significa la palabra griega para superintendente, y a quién aplica?

      10 En Romanos 16:1 se menciona a Febe como “ministra de la congregación que está en Cencrea.” No sabemos cuáles, exactamente, eran sus deberes, pero, como aparentemente sucedió con Febe, así hoy en día, debido a la escasez de hermanos capacitados, quizás haya que usar a hermanas para llenar los puestos de siervos en una congregación. Esto hasta puede incluir el encargarse de los deberes del siervo de congregación. Sin embargo, en tales casos no hablaríamos de una hermana como superintendente, puesto que el mismísimo significado de la palabra griega epískopos, “el que visita con el propósito de inspeccionar,” indica que tal posición solo podría llenarse apropiadamente por un varón dedicado, que, si es casado, tiene que ser esposo de solo una mujer. Apropiadamente, leemos en 1 Timoteo 3:1: “Si algún hombre está haciendo esfuerzos por obtener un puesto de superintendente, está deseoso de una obra excelente.”

      11. ¿Con qué propósitos se cumple al cubrirse la cabeza cuando la mujer ora o preside en una reunión de congregación?

      11 Cuando, al desempeñar sus deberes, la hermana siervo de congregación, o cualquier otra hermana que esté dedicada y bautizada, se encargue de deberes de índole de presidir, que normalmente serían desempeñados por un superintendente, auxiliar ministerial o un conductor de estudio, entonces ella tiene que cubrirse la cabeza. La hermana está sirviendo temporalmente o debido a las circunstancias en el lugar de un hombre, y al cubrirse la cabeza está mostrando respeto apropiado y concienzudo a su relación con la organización teocrática. El cubrirse la cabeza también, se pudiera decir, obra como precaución para no tratar de adelantarse o ejercer alguna influencia no teocrática en la congregación, como fue el caso en la congregación de Tiatira, según se describe en Revelación 2:20.

      12. ¿Qué procedimiento se observará en un estudio de La Atalaya donde no estén presentes hermanos capacitados, y qué puede decirse en cuanto a cubrirse la cabeza la hermana que conduce y la hermana que lee los párrafos?

      12 Para ilustrar: Una hermana que conduce el estudio de La Atalaya de la congregación o, como ya se ha mencionado, un estudio de libro de congregación, debería cubrirse la cabeza mientras lo hace, como debería hacerlo la hermana que hace oración en tales reuniones, y deberían hacerlo aunque estén sentadas en esa ocasión. En la mayor parte de los casos en que una hermana preside en una reunión con la cabeza cubierta el número que asiste es bastante pequeño, y normalmente no sería necesario que ella se pusiera de pie mientras condujera. Aun en el estudio de La Atalaya quizás la asistencia no sea mayor a la que generalmente se encuentra en un estudio de libro de congregación, y por eso los que asisten pueden sentarse en círculo de manera semejante a la de tal estudio, y la conductora, aunque está frente al auditorio, puede permanecer sentada en casi todo caso. La hermana que lea los párrafos puede hacerlo desde su asiento, y, siendo la que lee, no tiene que cubrirse la cabeza. La Atalaya es la que está enseñando. Aun si, debido a una asistencia más grande y no habiendo disponible ningún hermano capacitado la hermana tuviera que ponerse de pie para leer con el fin de que todos oyeran, no tendría que cubrirse la cabeza necesariamente puesto que no está enseñando ni presidiendo en la reunión. Ella no está dando una conferencia, solo está leyendo un resumen de La Atalaya. Sin embargo, aquí de nuevo quizás la hermana prefiera cubrirse la cabeza como siendo conveniente para la ocasión, y por eso esto estaría de acuerdo con su conciencia en el asunto. Si una hermana se cubre la cabeza como su práctica normal ciertamente no tiene que dejar de hacerlo en ninguna ocasión mientras lleve a cabo la adoración verdadera.

      13. En las reuniones de servicio, ¿cómo se puede considerar el material que generalmente se maneja en forma de discurso?

      13 ¿Cuál debería ser el procedimiento en la reunión de servicio y en la escuela del ministerio teocrático cuando no haya miembros varones dedicados? La hermana que presida en estas reuniones lo haría mientras se cubriera la cabeza. Al presentar el material debería tenerse presente que el enseñar en la congregación es una asignación para miembros varones, y por eso, cualquier cosa que tenga el propósito de presentar material a la congregación en forma de discurso por una hermana debería evitarse. Donde el Ministerio del Reino pide la consideración de algún artículo en forma de discurso, por ejemplo, una conferencia basada en material de La Atalaya, el artículo de la revista, o porciones de él, una de las hermanas puede leerlo desde su asiento en el auditorio. El tiempo disponible determinaría qué porciones del artículo se pueden manejar, y los párrafos específicos pueden asignarse con anticipación para que el asunto no se deje a discreción de la hermana que lee el material.

      14, 15. (a) ¿Cómo puede manejarse el material asignado para la conferencia de instrucción y los discursos estudiantiles primero y segundo en la escuela del ministerio? (b) ¿Qué hay de los repasos de preguntas y respuestas?

      14 El mismo método debería observarse cuando se presenta el material para la conferencia de instrucción y otras conferencias que generalmente se asignan a hermanos en la escuela del ministerio. Desde sus asientos en el auditorio, hermanas pueden leer el material de las publicaciones asignadas, y en tales casos no tienen que cubrirse la cabeza. De esta manera la congregación, aunque se componga enteramente de hermanas, no perderá ninguna de la información que se presenta en otras congregaciones.

      15 Donde se asigna a una hermana a conducir un repaso de preguntas y respuestas, y esto siempre es provechoso para que participe el auditorio, ella desempeñaría esta asignación con la cabeza cubierta, puesto que está en forma de presidir, aunque ella puede conducir el repaso sentada.

      16, 17. ¿Cómo puede la hermana que actúa como siervo de escuela ayudar (a) a hermanas matriculadas en la escuela? (b) ¿a un nuevo hermano que se asocia con la congregación y se matricula en la escuela?

      16 En cuanto a la hermana que actúa como siervo de escuela, ¿cómo puede aconsejar a las estudiantes sin realmente enseñar en la congregación? Ciertamente querrá evitar el dar impresión alguna de actuar como crítico o instructor. Pero ella todavía puede ayudar a las otras hermanas ofreciendo sugerencias, citando directamente de las publicaciones de la Sociedad, dejando así que las publicaciones de la Sociedad enseñen. Ella también puede hacer anotaciones en la hoja de consejo, y ella siempre puede dar ayuda adicional privadamente a las estudiantes que soliciten esta ayuda.

      17 Pero, ¿qué hay si un hombre comienza a asociarse, se dedica y se matricula en la escuela? Hasta que llene los requisitos para encargarse de los deberes del siervo de escuela, la hermana quizás tenga que continuar encargándose de esta asignación por algún tiempo. Pero ella no aconsejará al hermano cuando dé un discurso, ni en cuanto a eso debería hacer anotaciones en su hoja de consejo. Sin embargo, con el fin de que este nuevo hermano obtenga alguna ayuda para mejorar su habilidad de oratoria, sería bueno que él tuviera una asignación de oratoria durante la visita del siervo de circuito, y entonces el siervo de circuito puede darle consejo y hacer anotaciones en su hoja de consejo. Por supuesto, quizás este nuevo hermano desee obtener alguna ayuda adicional entre tales visitas, y él puede abordar a la hermana que es el siervo de escuela para algunas sugerencias, quizás tocante a alguna dificultad específica. Ella ciertamente puede ayudarle a buscar puntos provechosos en las publicaciones de la Sociedad y posiblemente puede ayudarle a entender los principios de la oratoria considerados allí, pero sin darle consejo directo.

      18. ¿Qué hay de cubrirse la cabeza una hermana que actúa como traductora de un hermano que da un discurso?

      18 Algunos se han preguntado si se debería cubrir la cabeza una hermana a quien se le pidiera que actuara como intérprete de un hermano que esté presentando una conferencia. Bueno, la hermana no está dando origen al material; ella solo está retransmitiéndolo. Por eso, de este punto de vista parecería que no se requiere el que se cubra la cabeza. Al mismo tiempo, la mujer que interpreta quizás se sentiría más desahogada si se cubriera la cabeza. Después de todo, tal vez esté en una posición de alguna prominencia ante un auditorio grande y quizás quiera poner sentimiento y urgencia en la traducción para copiar fielmente los sentimientos del orador que quizás esté dando exhortación y consejo directo. Para evitar el dar la apariencia de ser una maestra para los hermanos pudiera desear cubrirse la cabeza. Por eso, en este caso, de nuevo, la hermana tendría que decidir de acuerdo con su conciencia.

      19. (a) ¿Qué propósitos han tenido estos artículos sobre cubrirse la cabeza? (b) ¿Cómo puede saber una hermana la manera de obrar en cuanto a cubrirse la cabeza en la mayoría de las circunstancias?

      19 En estos artículos sobre mujeres piadosas no se ha procurado considerar toda situación posible en que pudiera surgir la cuestión de cubrirse la cabeza, y luego establecer una regla para cada una. Más bien, se ha manifestado, en lo posible, los principios en cuanto a la jefatura y el uso de una cubierta para la cabeza e ilustraciones de cómo estos principios han de aplicarse en la congregación del pueblo de Dios para que todas las cosas “se efectúen decentemente y por arreglo,” y para que las ministras fieles de la sociedad del nuevo mundo sepan cómo comportarse en el servicio de Jehová con una buena conciencia y con atractivo teocrático. (1 Cor. 14:40) Si alguien tiene presente el propósito de cubrirse la cabeza y las situaciones básicas que requieren que una mujer lo haga, no debería ser muy difícil determinar qué hacer en la mayoría de las circunstancias.—Vea el párrafo 3 del artículo anterior.

      20. (a) ¿Qué puede dirigir la conciencia para algunas hermanas, y cómo debería considerarse esto? (b) Donde comúnmente se usa un tocado, ¿qué tiene que tener presente la mujer cristiana dedicada? (c) Cuando se requiere el cubrirse la cabeza donde no se usa comúnmente un tocado, ¿qué es prudente hacer?

      20 Cuando se dice que no es necesario cubrirse la cabeza en ciertas circunstancias, esto de ninguna manera es crítica para las hermanas que se sienten con más desahogo al cubrirse la cabeza en tales ocasiones. Ciertamente respetamos su conciencia y su deseo de evitar alguna violación en tales asuntos. Verdaderamente, en algunos países la costumbre es que las mujeres siempre se cubran la cabeza cuando están en público o en presencia de hombres. La cosa importante es que, donde bíblicamente se requiere el cubrirse la cabeza como evidencia de sujeción a una cabeza marital o a los miembros varones de la congregación cristiana, la hermana debería estar consciente de esto, aunque normalmente ella se cubriera la cabeza en otras ocasiones también. Donde el cubrirse la cabeza no es la costumbre cotidiana, entonces donde hay la posibilidad de que se requiera que una mujer se cubra la cabeza, ya sea con el fin de hacer oración o presidir sobre parte de una reunión por no haber algún varón dedicado, sería bueno notificar a la hermana con anticipación para evitar cualquier bochorno.

      21. ¿A qué pruebas de fe se encaran hoy en día las mujeres cristianas, y cómo las están venciendo?

      21 Damos gracias a Jehová por haber hecho provisión para que las mujeres fieles tengan tan magnífica participación en el testimonio final que se está dando en estos últimos días. Las ministras fieles de la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová tienen muchos problemas que vencer, y con la ayuda de Jehová los están venciendo. Muchas provienen de hogares divididos, donde, debido a que tienen que rendir sujeción relativa a un hombre no dedicado, hay una constante prueba de su fe, y quizás se requiera que día tras día se encaren a oposición para reunirse con el pueblo de Jehová y participar en la predicación pública de las buenas nuevas. En Rusia, Alemania Oriental y otros países comunistas y dictatoriales mujeres fieles aguantan la penalidad de la vida en prisiones y campos, y hasta arriesgan su vida junto con sus hermanos al continuar leales a la dedicación que han hecho para hacer la voluntad de Jehová.

      22. ¿Qué efectúan las ministras en la sociedad del nuevo mundo, en evidencia de qué?

      22 Se puede decir verdaderamente que en la mayoría de los países la carga principal del ministerio de casa en casa y la obra de estudios bíblicos de los testigos de Jehová la llevan estas ministras fieles. A veces exceden en número a los miembros varones de las congregaciones. También, a menudo las mujeres tienen más tiempo disponible para participar en el ministerio. Por el uso sabio de este tiempo, y por la bondad, paciencia, benevolencia y comprensión que muestran al visitar a la gente, estas ministras fieles efectúan mucho en hacer que el territorio sea más receptivo al mensaje del Reino a medida que dirigen a muchos a la verdad y los edifican en el conocimiento correcto por medio de los estudios bíblicos de casa que conducen. Todo esto es evidencia de su apoyo leal a las organizaciones de congregación locales para hacer que las buenas nuevas del Reino se prediquen en el territorio asignado.

      23. ¿Cómo considera la sociedad del nuevo mundo a sus ministras, y qué pueden continuar haciendo, con qué resultados?

      23 El capítulo 31 de Proverbios habla de la bendición que una mujer diligente, fiel, puede ser para su familia y para otros, y luego muestra que ella a su vez es bendita. Los versículos 28 y 31 dicen: “Sus hijos se han levantado y han procedido a pronunciarla feliz; su dueño se levanta, y la alaba. Denle del fruto de sus manos, y alábenla sus obras aun en las puertas.” La sociedad del nuevo mundo tiene en alta estima a todas las ministras fieles que están en ella. (1 Ped. 3:4) Que continúen gozando del buen fruto de sus obras. Que continúen hermoseando la sociedad del nuevo mundo con su atractivo teocrático conforme retengan su lugar asignado en el arreglo de cosas de Jehová, para Su alabanza y para la propia bendición eterna de ellas.

  • Fidelidad en cosas pequeñas
    La Atalaya 1964 | 1 de septiembre
    • Fidelidad en cosas pequeñas

      ● ¿Le gustaría empezar un estudio bíblico que aumentara hasta seis estudios familiares y con el tiempo ver a ocho personas de éstas bautizarse, como resultado de haber sido usted fiel en cosas pequeñas? El testigo de Jehová que relató la siguiente experiencia dice que todo aconteció porque él mantuvo un registro del interés en el registro de casa en casa y lo atendió: “Después de dos o tres visitas que hice, todavía no pude encontrar al amo de casa, pero yo estaba resuelto a hallar a alguien en aquella casa. Un sábado visité el lugar después de la obra con las revistas y hallé allí a la ama de casa y ella me invitó a entrar. Tuvimos una consideración corta y coloqué las revistas con ella e hice arreglos para comenzar un estudio bíblico. Después de una semana o dos aquella persona dijo: ‘He estado considerando esto con otros en el trabajo en los momentos en que estoy libre. Hay algunas personas que muestran interés. ¿Podría usted hablarles acerca de esta maravillosa verdad?’ Por lo tanto, fui a ver a estas otras dos familias con ella y al fin las invitamos, y entonces hubo ocho de nosotros estudiando juntos. El estudiar con ocho personas resulta demasiado para uno solo y por lo tanto decidimos dividir el estudio en tres grupos familiares de estudio. Una familia entonces comenzó a hablar a sus vecinos y no pasó mucho tiempo antes de que éstos quisieran un estudio. . . . Otros comenzaron a hablar a sus vecinos, hasta que al fin había seis familias estudiando. Ahora ocho de estas personas se han bautizado.”—Yearbook of Jehovah’s Witnesses para 1964.

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