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Un espíritu arrogante está antes del tropezarLa Atalaya 1965 | 1 de marzo
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familia de David sentándose en el trono de Jehová en Jerusalén, aprendemos la lección: “El que piensa que está en pie, cuídese que no caiga.” (1 Cor. 10:12) Jerusalén, la ciudad del gran Rey, que había sido tan ricamente bendecida por Jehová Dios, que había sido protegida por él, aun muchos años después de la caída de su reino hermano de Samaria, había alcanzado una culminación en arrogancia y orgullo, hasta yendo al grado de quemar la Palabra escrita de Jehová Dios. Después de esto la entera nación comenzó a venir a menos muy rápidamente y a tropezar seriamente hasta el grado de perder su libertad y llegar a estar bajo servidumbre a un rey pagano, siendo inminentes su caída y desolación completa. El modo en que esto sucedió se considerará en los siguientes números de esta revista.
23. ¿Cómo consuela al pueblo de Jehová hoy esta narración, particularmente con respecto a Joaquim y el resultado de la quema de libro que efectuó?
23 Los gobiernos que queman Biblias, y los que se esfuerzan por destruir la Palabra de Dios, la Biblia, o que tratan de impedir que la gente la obtenga proscribiéndola y arrestando a los que poseen la Biblia, y persiguiendo a los que creen y proclaman su mensaje, tropezarán seriamente, y, a causa del orgullo y arrogancia contra Jehová, pronto serán humillados con un ruidoso estrellarse en desolación de la cual jamás podrán recuperarse.
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Estudio bíblico por correspondenciaLa Atalaya 1965 | 1 de marzo
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Estudio bíblico por correspondencia
“Se estaba conduciendo un estudio con un joven de la Fuerza Aérea y su esposa aquí en el Canadá,” informa un testigo de Jehová. “El estudio progresaba bien, hasta tal grado que comenzaban a concurrir a las reuniones. Pero luego la Fuerza Aérea iba a trasladarlo a una parte remota al norte de Quebec. Por supuesto, no habría congregación allí; de hecho, no había un solo hermano en 320 kilómetros a la redonda. Nada podía hacerse para cambiar su asignación, de modo que se hicieron arreglos para por lo menos continuar el estudio por correspondencia, y este arreglo progresó bien. Luego recibimos esta carta:
“‘¡Imagínense! Beto llegó a casa la otra noche con nuestra ¡Despertad! y atada a ella estaba una de las revistas ¡Despertad! de nuestra vecina. De modo que fui a verla. Ella había ido a las reuniones de vez en cuando en Ottawa y también había tenido un estudio en su casa. Ella tiene cuatro hijos pero su esposo se opone a la verdad. Voy a ver si le gustaría estudiar con nosotros, porque uno nunca sabe lo que puede pasar. Parece que a propósito recibimos el ¡Despertad! de ella.’
“Eso fue muy animador, pero todavía estaban restringidos a recibir su alimento espiritual por correspondencia y no creíamos que progresarían espiritualmente de modo notable hasta que se mudaran a un lugar donde pudieran estar asociados con Testigos. Luego el hermano de esta señora se mudó a aquel lugar. Inmediatamente comenzaron a estudiar con él el libro De paraíso perdido a paraíso recobrado. Según sus cartas él está progresando muy bien. No satisfechos con estas cosas, entonces el matrimonio comenzó a estudiar el libro ‘Equipado para toda buena obra.’ Ahora las cosas comenzaron a activarse verdaderamente. En su siguiente carta pidieron otro libro Paraíso y tres suscripciones nuevas. En la carta explicaron por qué:
“‘Recibimos su libro. Lo estoy enviando a la hermana de mi esposo. Vamos a comenzar a interesar a su familia. He estado leyendo “Esto significa vida eterna.” Este libro es muy claro. Encuentro muy interesante “Hágase tu voluntad en la Tierra” y estoy comenzando a comprenderlo. Tuve una plática muy interesante acerca de la verdad con una antigua amiga que estaba en Cranberry Portage con nosotros. Va a venir pronto a mi casa a ver algunos de los libros.’
“Pensando en sus cartas, recuerdo que hasta ahora han colocado dos libros, varias suscripciones y otra literatura, que este joven ha estado colocando con sus amigos. Todo esto ha ayudado a refutar la creencia de que nada en realidad podía lograrse mediante un estudio por correspondencia.”
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