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  • Los muertos que recibirán resurrección
    La Atalaya 1965 | 1 de julio
    • Los muertos que recibirán resurrección

      “Respecto a la resurrección de los muertos, ¿no leyeron lo que les habló Dios al decir: ‘yo soy el Dios de Abrahán y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’? Él no es Dios de muertos, sino de vivos.”—Mat. 22:31, 32.

      1. En el tiempo de la resurrección, ¿por qué es posible que muchos sean sorprendidos al ser levantados?

      MUCHOS hombres y mujeres de la historia antigua esperaron una resurrección de los muertos. Un sinnúmero de otros no tuvo conocimiento de tal cosa como una resurrección y no tuvo semejante expectativa. Sus religiones les enseñaron de otra manera. ¿Serán sorprendidos con una resurrección de entre los muertos cuando el Dios Todopoderoso use su poder durante el dominio de su reino sobre la Tierra?

      2, 3. (a) ¿Qué antiguo libro tiene autoridad para contestar a esa pregunta, y cómo muestran eso sus capítulos de apertura y de conclusión? (b) ¿Qué dice su declaración final sobre la resurrección?

      2 Solo un libro antiguo de religión tiene la autoridad para responder a esa pregunta. Es el único libro que enseña tal cosa como la resurrección de los muertos por medio del reino de Dios, en el cual reino su Hijo más amado gobernará como rey para bendición de toda la humanidad. Este extraordinario libro religioso es la Santa Biblia, que aun hoy en día, mil novecientos años desde su terminación, se halla en primer lugar entre todos los libros sobre la Tierra, religiosos o no religiosos. En sus primeros cincuenta capítulos la Santa Biblia indica una resurrección de los muertos humanos. En sus últimos veintidós capítulos habla de (1) la resurrección del fiel Hijo de Dios, Jesucristo, (2) la resurrección de sus fieles discípulos en lo que se llama “la primera resurrección,” y (3) la resurrección de la humanidad en general. (Vea Revelación 1:17, 18, 5; 2:10; 20:4-6, 12-14.) En esa declaración final de la resurrección el escritor de esa última sección de la Biblia dice:

      3 “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. De delante de él huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono, y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos. Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos. Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego.”—Rev. 20:11-15.

      4. ¿Qué clase de gente resucitada vio allí Juan, y qué hecho acerca de la supremacía llegará ésta a conocer por lo menos entonces?

      4 Observe, en el versículo Rev. 20:12 citado antes, que el escritor, el apóstol cristiano Juan, no dice que los resucitados son buenos o malos. No dice: ‘Vi a los muertos, los buenos y los malos,’ sino dice: “Vi a los muertos, los grandes y los pequeños.” En otras palabras, gente de toda posición social. Pero sean grandes o pequeños, todos fueron incluidos en un juicio delante del trono del Juez de toda la creación, el Dios Altísimo y Todopoderoso. En ese tiempo, si nunca lo conocieron antes, conocerán lo que dice el Salmo 83:18 (Versión Moderna) a este Juez supremo, que es Dios: “Conozcan todos que tú, cuyo nombre es JEHOVÁ, tú solo eres Altísimo sobre toda la tierra.” Por eso, los muertos no pueden escaparse de un juicio por el Dios Altísimo que se llama Jehová.

      5. Al escribir Revelación 20:11-14, ¿por qué no usó Juan como judío la palabra Sheol?

      5 La muerte es la condición de estar muerto. Pero, ¿de qué lugar saldrán los muertos acerca de los cuales profetiza Revelación 20:11-14? El versículo Rev. 20:13 dice: “Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos.” Todos nosotros sabemos qué es el mar y sabemos que muchos han hallado una tumba acuosa en él. Pero, ¿qué es el Hades? Para la mayor parte de personas esto se ha explicado incorrectamente, es decir, no bíblicamente. El apóstol Juan, aunque era cristiano, era hebreo o judío por nacimiento. Escribió Revelación 20:11-14 en el idioma internacional de su día, el griego común, y por eso usó la palabra griega Hades. Pero si hubiera escrito en hebreo, Juan hubiera usado la palabra hebrea Sheol. De hecho, nueve traducciones hebreas modernas de la Revelación a Juan usan la palabra Sheol; y la traducción siríaca, que se leía en el Oriente Medio, usa la palabra relacionada Shiul.

      6. En la Biblia completa, ¿cómo se usan Sheol y Hades, y al averiguar quiénes están allí, qué podemos conocer también?

      6 En otras palabras, en toda la Santa Biblia compuesta de las Escrituras Hebreas inspiradas y las Escrituras Griegas inspiradas, Hades y Sheol significan la misma cosa. El Hades o Sheol significa el sepulcro común de la humanidad muerta en el polvo de la tierra. De hecho, la Versión Autorizada o del Rey Jaime de la Biblia traduce la palabra hebrea Sheol treinta y una veces como “el sepulcro.” Por eso, ahora, al averiguar de la Santa Biblia quiénes dice ella que están en el Sheol o Hades, podemos saber quiénes serán resucitados de allí, además del mar.

      LOS QUE ESTÁN EN EL SHEOL (HADES)

      7, 8. (a) ¿En qué conexión se informa que se usaba la palabra Sheol en el Oriente Medio en el siglo dieciocho a. de la E.C.? (b) ¿En conexión con qué se usaba la palabra Sheol poco después en Egipto?

      7 Más de mil setecientos años antes de nuestra era común la gente en el Oriente Medio usaba la palabra Sheol para dar a entender el sepulcro común de los que mueren en la tierra, no de los que mueren en el mar. En el año 1750 a. de la E.C., cuando José fue plagiado y vendido en Egipto, sus hermanos responsables informaron que había sido muerto. De modo que su padre Jacob (o Israel) rehusó recibir consuelo de sus otros hijos y dijo: “¡Lamentándome descenderé a mi hijo al Sheol!” (Gén. 37:35) Veintidós años después nueve de los hijos mayores de Jacob querían llevar a su hijo más joven Benjamín a Egipto para ayudarlos a obtener alimento de allí debido al hambre. Al principio Jacob rehusó y dijo: “Mi hijo no descenderá con ustedes, porque su hermano está muerto y ha sido dejado solo. Si le aconteciera un accidente fatal en el camino en el que ustedes fuesen, entonces ustedes ciertamente harían descender mis canas con aflicción al Sheol.” (Gén. 42:38) Más tarde, el cuarto hijo de Jacob, Judá, repitió esas mismísimas palabras de su padre cuando Benjamín pareció estar en peligro de ser detenido como esclavo en Egipto. (Gén. 44:29) Judá también dijo:

      8 “Entonces es cierto que sucederá que tan pronto vea que el muchacho no está allí simplemente se morirá, y sus esclavos ciertamente harán descender las canas de su esclavo nuestro padre con aflicción al Sheol.”—Gén. 44:31. (La LXX griega traduce Sheol como Hades.)

      9. En su lecho de muerte, ¿con quiénes dijo Jacob que tenía que yacer?

      9 En ese tiempo crítico se supo que el amado hijo de Jacob, José, estaba vivo en Egipto como su Administrador de Alimento. De modo que hubo una reunión feliz allí de todos los hijos de Jacob. Se mandó a buscar al anciano Jacob y lo trajeron a Egipto para vivir allí lo restante de sus ciento cuarenta y siete años. Al acercarse su muerte, Jacob dijo a su hijo José, el primer ministro de Egipto: “Tengo que yacer con mis padres, y ustedes tienen que llevarme fuera de Egipto y enterrarme en su sepulcro.” (Gén. 47:30) José juró hacer esto.

      10. (a) ¿Con quiénes dijo a sus hijos el moribundo Jacob que sería juntado? (b) Al morir y ser enterrado, ¿adónde fue Jacob, y a quiénes?

      10 En su lecho de muerte Jacob bendijo a todos sus doce hijos y les dijo: “Estoy siendo juntado a mi pueblo. Entiérrenme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el hitita, en la cueva que está en el campo de Macpela que está enfrente de Mamré en la tierra de Canaán, el campo que Abrahán compró a Efrón el hitita para posesión de un lugar de entierro. Allí enterraron a Abrahán y Sara su esposa. Allí enterraron a Isaac y Rebeca su esposa, y allí enterré a Lea.” (Gén. 49:29-31, 33) Se llevó a cabo esta última petición de Jacob, y así los restos terrestres de Abrahán, Isaac y Jacob llegaron a descansar juntos en el mismo lugar de entierro, la cueva de Macpela, en lo que llegó a ser el territorio de Judá. (Gén. 50:12-14) Así Jacob finalmente descendió, no a su hijo José, sino a sus antepasados, en el Sheol.

      11. (a) ¿Dónde estaba Abrahán en los días de Jesucristo sobre la Tierra? (b) ¿Por qué información sabemos que Jesús estaba relatando una parábola en Lucas 16:22-26, implicando a Abrahán?

      11 Por la Santa Biblia se establece así que Abrahán, Isaac y Jacob están en el Sheol. Muchos siglos después Abrahán todavía estaba allí cuando su descendiente, Jesucristo, estuvo sobre la Tierra y habló acerca de ‘cierto hombre rico’ y “cierto mendigo, de nombre Lázaro.” Sabiendo lo que la Santa Biblia enseña acerca del Sheol o Hades, sabemos que lo que Jesús dijo acerca de este “hombre rico” y este “mendigo” debe haber sido una parábola o ilustración. Así Jesús habló en lenguaje pictórico, hasta usando a Abrahán como cuadro. Para probar esto por usted mismo, observe cómo expresó Jesús este relato, en Lucas 16:22-26, Versión Moderna de la Biblia:

      12. ¿Cómo implicó Jesús a Abrahán y al Hades en esta parábola?

      12 “Mas aconteció que murió el mendigo, y fué llevado por los ángeles al seno de Abraham: el rico también murió, y fué sepultado. Y entre los muertos [hades, margen; Sheol, hebreo; Shiul, siríaco] alzó sus ojos, estando en los tormentos, y vió a Abraham, de lejos, y a Lázaro en su seno: y clamando, dijo: ¡Padre Abraham, ten piedad de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua: porque estoy angustiado en esta llama! Mas Abraham, dijo: Hijo, acuérdate que en tu vida recibiste los bienes tuyos, y Lázaro de igual manera los males suyos: ahora empero él aquí es consolado, y tú, angustiado. Y sobre todo esto, entre nosotros y vosotros está colocada una sima grande, de modo que los que quisieran pasar de aquí a vosotros, no puedan, ni de allí pueda nadie pasar a nosotros.”

      13. Al poner a prueba si las palabras de Jesús allí han de tomarse literalmente o no, ¿qué preguntas debería hacerse el lector?

      13 Ahora que el lector se pregunte: ¿Realmente quiso decir Jesús que los ángeles se llevaron el cuerpo muerto de Lázaro, lleno de llagas, a la cueva de Macpela en frente de la ciudad de Hebrón y que allí colocaron al Lázaro muerto en el seno de Abrahán, echando fuera a la esposa muerta de Abrahán, Sara? Además, Abrahán, Isaac y Jacob todos están en el Hades o Sheol. De modo que, ¿realmente quiso decir Jesús que hay fuego llameante en el Hades o Sheol, el lugar en el cual, Jesús dijo, se hallaba el “hombre rico” muerto y enterrado? Y, ¿atormenta ese fuego llameante a ciertos individuos en el Hades o Sheol y no atormenta a otros? ¿Pueden los que están en el Hades o Sheol verse uno al otro y conversar a través de una “sima grande”? Y, ¿hay agua en el Hades o Sheol en la cual puede meter el dedo una persona?

      14. (a) ¿Se informa hoy en día que el “hombre rico” y “Lázaro” están enterrados en el tradicional lugar de entierro de Abrahán, Isaac y Jacob? (b) Con referencia a la parábola de Jesús, ¿qué enseña la Biblia que no es el Hades o Sheol literal?

      14 Muchos lectores religiosos de la Biblia dicen que Jesús no estaba diciendo una parábola o ilustración pictórica sino que estaba diciendo las cosas tal como realmente son. Esto pone a Jesús en ridículo. Lo representa como si hablara lo contrario del resto de la Palabra de Dios en cuanto a lo que ésta dice acerca del Hades o Sheol. Vaya, por favor, al Oriente Medio de la actualidad, a la ubicación tradicional del lugar de entierro de Abrahán, Isaac y Jacob en la ciudad de Hebrón, bajo una mezquita mahometana. ¿Le dirán a usted que el mendigo Lázaro o el ‘cierto hombre rico’ (el llamado Dives) yace enterrado allí? ¡No! Además, la Santa Biblia dice que el Hades o Sheol no es la ubicación del Paraíso para algunos muertos y de tormento ardiente para otros, sino que es el lugar de silencio y de inactividad en todo respecto; que los muertos que están allí no hablan ni siquiera para loar y alabar a Dios, y que no hay obra ni idear ni conocimiento ni sabiduría en el Hades o Sheol.—Isa. 38:18; Ecl. 9:5, 10; Sal. 6:5.

      15. ¿Cómo usó Jesús a Abrahán en la parábola, y por qué lo hizo apropiadamente?

      15 Los lectores de corazón honrado de la Biblia tienen ojos de entendimiento para discernir que en Lucas 16:19-31 Jesucristo estaba diciendo una parábola o ilustración pictórica. Tales lectores disciernen que Jesús estaba usando a Abrahán como cuadro del Padre celestial, Jehová Dios, que hizo la promesa a su amigo terrestre Abrahán de bendecir a todas las familias de la Tierra por medio de la descendencia o prole de Abrahán. Así como Abrahán por mandato de Dios presentó a su hijo Isaac para sacrificio humano, así Jehová Dios realmente sacrificó a su Hijo Jesucristo, la descendencia real prometida de Abrahán para la bendición de todas las naciones de la Tierra.—Gén. 22:1-18; Juan 3:16.

      16. ¿A quiénes, por lo tanto, representan el hombre rico y Lázaro, y sobre qué se basa esta explicación?

      16 De consiguiente, el ‘cierto hombre rico’ y el “cierto mendigo, de nombre Lázaro” no eran hombres literales; simplemente representaron dos clases de personas. Una clase murió a su posición favorecida con el Mayor Abrahán, Jehová Dios, y después tuvo una atormentadora experiencia religiosa sobre la Tierra. La otra clase murió a su desfavorable condición religiosa y fue conducida por poder angelical al favor del Mayor Abrahán, Jehová Dios, por medio de su Hijo sacrificado, Jesucristo. Este entendimiento y explicación de la parábola profética de Jesús se basan en la verdadera experiencia histórica de las dos clases religiosas generales entre los descendientes naturales del patriarca Abrahán en el día de Jesús.a

      17. ¿Qué están aguardando ahora Abrahán, Isaac y Jacob, y cómo mostró Abrahán su fe en esto?

      17 Abrahán, Isaac y Jacob en el Sheol están aguardando el cumplimiento de Revelación 20:12-14 mediante su resurrección de entre los muertos, cuando Sheol los entregue. Hace mucho tiempo cuando Abrahán obedientemente trató de sacrificar a su amado hijo Isaac, exhibió su propia fe en la resurrección de los muertos. Hebreos 11:17-19 nos dice eso con estas palabras: “Por fe Abrahán, cuando fue probado, ofreció, por decirlo así, a Isaac, y el que gustosamente había recibido las promesas trató de ofrecer a su hijo unigénito, aunque se le había dicho: ‘Lo que será llamado “descendencia tuya” será por Isaac.’ Pero estimó que Dios podía levantarlo aun de entre los muertos; y de allí lo recibió también a manera de ilustración.”

      18. Cuando Abrahán recibió así de vuelta a Isaac, ¿qué ilustró esto, en cumplimiento de qué versículo de los Salmos?

      18 Así, cuando Abrahán recibió de vuelta a su Hijo vivo del altar y fue provisto de un carnero para ofrecerlo como sacrificio sustituto, se ilustró mediante esto cómo el mayor Abrahán, Jehová Dios, recibiría a su Hijo unigénito Jesucristo de entre los muertos mediante una resurrección, cumpliendo mediante ello el Salmo 16:10: “No dejarás mi alma al Sheol; ni permitirás que tu santo vea corrupción [o, el hoyo].”—AN, margen.

      19, 20. (a) ¿Cómo se prueba la certeza de la resurrección de Abrahán, Isaac y Jacob por la discusión de la resurrección por Jesús? (b) ¿Qué propósito de Dios mostró así Jesús?

      19 La venidera resurrección de Abrahán, Isaac y Jacob es una certeza. Las palabras de Jesucristo fortalecen esta certeza. La secta religiosa de los saduceos del día de Jesús no creía en la resurrección de los muertos. Para tratar de probar que la resurrección sería una cosa irrazonable, hicieron una pregunta capciosa a Jesús, una que tenía que ver con cierta mujer casada siete veces.

      20 Para mostrar que el problema que planteaban no suministraría dificultad alguna para Dios en la resurrección, Jesús dijo a estos saduceos: “Ustedes están equivocados, porque no conocen ni las Escrituras ni el poder de Dios; porque en la resurrección ni se casan los hombres, ni se dan las mujeres en matrimonio, sino que son como los ángeles en el cielo. Respecto a la resurrección de los muertos, ¿no leyeron lo que les habló Dios al decir: ‘Yo soy el Dios de Abrahán y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’? Él no es Dios de muertos, sino de vivos.” (Mat. 22:29-32) En otras palabras, si aquellos tres patriarcas habrían de permanecer muertos para siempre, Dios no habría dicho concerniente a Abrahán, Isaac y Jacob: “Yo soy el Dios.” Hubiera dicho apropiadamente: ‘Yo fui el Dios.’ Pero, sabiendo Su propio propósito de tener a esos tres hombres fieles ‘vivos’ otra vez por medio de la resurrección, Jehová dijo: “Yo soy el Dios” de ellos.—Mar. 12:24-27.

      21. ¿En qué sentido estaban “vivos” los tres patriarcas para con Dios?

      21 El que Abrahán, Isaac y Jacob volverían a vivir mediante una resurrección de entre los muertos lo aseguró Dios tan definitivamente que le habló a Moisés como si ya estuvieran “vivos.” Según Lucas 20:37, 38, Jesús dijo: “Pero el que los muertos son levantados aun Moisés lo expuso, en el relato acerca de la zarza, cuando llama a Jehová ‘el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob.’ Él no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos ellos viven.” Al tiempo que Jehová Dios le habló a Moisés en la zarza ardiente en el desierto de Arabia, Jehová no quiso decir que Abrahán, Isaac y Jacob estaban vivos entonces. Si hubiesen estado vivos entonces en los días de Moisés, no habría habido ninguna necesidad de resucitarlos del Sheol o Hades y las palabras de Jehová no hubieran sido ninguna prueba de que habrá una resurrección de los muertos. Pero solo a causa de que fue el propósito de Dios que haya una resurrección, Él habló de los tres patriarcas como si ya estuvieran viviendo. Desde el punto de vista de la resurrección venidera todos ellos están “vivos” para Dios.

      ¿QUÉ HAY DE LOS ANTEPASADOS?

      22. (a) ¿Qué preguntas surgen respecto a los antepasados de Abrahán, y cómo se contestan? (b) ¿A quiénes habría de ir Abrahán al morir, y cuándo se cumplió esto?

      22 Sin embargo, al llegar aquí trataremos la cuestión de los antecesores o antepasados de Abrahán. Estando éstos ahora muertos por millares de años, ¿dónde están? ¿Tendrán también una resurrección? ¿Cómo determinaremos las respuestas a estas preguntas? ¡Mediante la Palabra escrita de Dios! Según Génesis 15:15, Jehová Dios le dijo a Abrahán en la Tierra Prometida: “En cuanto a ti, tú irás a tus antepasados en paz; serás enterrado a edad muy avanzada.” El cumplimiento de esto sucedió noventa años después, concerniente a lo cual leemos: “Entonces Abrahán expiró y murió en buena vejez, anciano y satisfecho, y fue juntado a su pueblo. De modo que Isaac e Ismael sus hijos lo enterraron en la cueva de Macpela en el campo de Efrón hijo de Zohar el hitita que está enfrente de Mamré, el campo que Abrahán había comprado a los hijos de Het. Allí fue enterrado Abrahán, y también Sara su esposa.”—Gén. 25:8-10.

      23. ¿A qué pueblo fue juntado Abrahán al morir, y qué, por lo tanto, sería así verdad también en cuanto a ese pueblo?

      23 Así, como Dios había dicho, Abrahán fue a sus antepasados en paz; fue juntado a su pueblo. ¿Quiénes fueron los antepasados de Abrahán, y quiénes fueron su pueblo? El padre inmediato de Abrahán fue Téraj de la ciudad de Ur de los caldeos; y el capítulo once de Génesis alista a los antepasados de Abrahán remontándose hacia atrás, a través de nueve generaciones, hasta Sem, hijo de Noé. Noé murió dos años antes de nacer Abrahán, mientras que Sem murió solo veinticinco años antes de morir Abrahán. A estos hombres como pueblo suyo fue juntado Abrahán, y a éstos como antepasados suyos fue Abrahán en paz al morir. ¿Qué, entonces, significa esto? Esto, que, si al morir Abrahán fue al Sheol o Hades, al cual lugar Isaac y Jacob lo siguieron, entonces el pueblo o antepasados de Abrahán hasta Noé también tienen que estar en el Sheol o Hades, y allí ellos también están aguardando la resurrección de los muertos bajo el reino de Dios mediante su Cristo.

      24. ¿A quiénes fue juntado Ismael hijo de Abrahán al morir, y dónde?

      24 El hermanastro de Isaac, Ismael, fue hijo de Abrahán por su concubina egipcia Agar. Ismael vivió ciento treinta y siete años, y luego, como Génesis 25:17 nos dice, “expiró y murió y fue juntado a su pueblo.” Su pueblo incluyó a su padre Abrahán, a quien tanto Ismael como Isaac enterraron noventa años antes. Ismael, también, fue juntado así al Sheol o Hades, el sepulcro común de los muertos humanos que yacen en el polvo de la Tierra.

      25. ¿A quiénes fue juntado Aarón hermano de Moisés al morir, y en qué tiempo?

      25 La Palabra escrita de Dios menciona el juntar a otros a sus antepasados al morir. Apenas ciento quince años después el patriarca Jacob murió en Egipto, su tataranieto Aarón nació y tres años después nació el hermano de Aarón, quien llegó a ser el profeta Moisés. Cuando Aarón tenía ciento veintitrés años de edad Dios dijo: “Aarón será juntado a su pueblo, porque él no entrará en la tierra que ciertamente daré a los hijos de Israel.” De modo que el sumo sacerdote de Dios Aarón murió en el monte Hor al este de la Tierra Prometida. (Núm. 20:23-29) Más tarde ese mismo año Jehová le dijo al profeta Moisés: “Tienes que ser juntado a tu pueblo, sí, tú, así como Aarón tu hermano fue juntado.”—Núm. 27:13.

      26. ¿Adónde fue juntado a su pueblo Moisés, y dónde está él ahora?

      26 Antes de que sucediera esto, Jehová hizo que Moisés ejecutara venganza sobre los madianitas enemigos. (Núm. 31:1, 2) En el día de la muerte de Moisés en 1473 a. de la E.C., Jehová le dijo que subiera al monte Nebo y contemplara la Tierra Prometida desde allí y luego fuera juntado a su pueblo. (Deu. 32:48-52) Moisés obedeció este mandato; y el informe acerca de él después de su muerte dice: “Después de eso Moisés el siervo de Jehová murió en la tierra de Moab por orden de Jehová. Y procedió a enterrarlo en el valle en la tierra de Moab enfrente de Bet-peor, y nadie ha llegado a conocer su sepulcro hasta este día.” (Deu. 34:5, 6) Pero dondequiera que haya estado el sepulcro de Moisés, él fue al Sheol o Hades. De allí Dios puede librarlo y también a Aarón por medio de una resurrección mediante Jesucristo el Rey.

      27. ¿A quiénes fueron juntados Josué y sus contemporáneos israelitas al morir, y a qué descendieron entonces?

      27 ¿Quién sucedió a Moisés como el juez visible de la nación escogida de Dios? Fue Josué hijo de Nun. Él condujo al pueblo escogido a través del río Jordán para entrar en la Tierra Prometida. Fue fiel a Dios hasta que murió. Concerniente a Josué y otros de su día Jueces 2:8-10 nos dice: “Josué el hijo de Nun, el siervo de Jehová, murió a la edad de ciento diez años. De modo que lo enterraron en el territorio de su herencia en Timnat-heres en la región montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas. Y toda aquella generación también fue juntada a sus padres, y después de ella comenzó a levantarse otra generación.” El juntar a todos éstos a sus padres significa que todos descendieron al Sheol, al Hades.

      28. (a) ¿Con quiénes yació el rey David al morir? (b) ¿Adónde informó el apóstol Pedro que estaba David en el Pentecostés de 33 E.C.?

      28 Siglos después David de Belén llegó a ser rey de todas las doce tribus de Israel. Fue el primer rey judío que gobernó en Jerusalén. En varios de los salmos que David escribió él habla acerca de liberación del Sheol o Hades. (Sals. 16:10; 18:5; 30:3; 86:13) Él vivió hasta ver a su hijo sabio Salomón instalado como su sucesor en el trono de Jerusalén. “Entonces David yació con sus antepasados y fue enterrado en la ciudad de David.” (1 Rey. 2:10; Hech. 13:36) Se unió a sus antepasados en el Sheol o Hades. Mucho tiempo después, en el día festivo de Shabuoth (Pentecostés) de 33 E.C., se informó que David todavía estaba en el Sheol o Hades. En ese día el apóstol cristiano Pedro informó que el Salmo Sal. 16 Dieciséis (compuesto por David) se había cumplido entonces en el descendiente prometido de David, Jesucristo. Como dijo Pedro concerniente a David: “Vio de antemano y habló respecto a la resurrección del Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne vio corrupción. A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos. . . . De hecho David no ascendió a los cielos.” (Hech. 2:1-34) Según las palabras de Pedro la resurrección de David todavía es futura.

      29, 30. (a) ¿Con quiénes dijo la profetisa Hulda que sería juntado el rey Josías, y cómo se cumplió esto? (b) ¿Fueron enterrados en el mismo lugar todos los reyes antes de Josías?

      29 Uno de los fieles sucesores de David al trono de Jerusalén fue Josías del séptimo siglo antes de nuestra era común. Al hacer volver a su pueblo a la ley de Jehová Dios, Josías trató de hacer lo que pudo para impedir que la calamidad nacional le sobreviniera. Cuando inquirió por medio de la profetisa Hulda lo que encerraba el futuro para su nación, Josías recibió esta promesa de Dios: “Aquí estoy juntándote a tus antepasados, y ciertamente serás juntado a tu propio cementerio en paz, y tus ojos no contemplarán toda la calamidad que estoy trayendo sobre este lugar.”—2 Rey. 22:20.

      30 Josías murió de una herida que recibió en batalla en Megido. De modo que no fue durante la terrible calamidad que habría de venir sobre Jerusalén. Después que Josías fue herido fatalmente, “sus siervos lo bajaron del carro y lo hicieron viajar en el segundo carro de guerra que era suyo y lo trajeron a Jerusalén. Así murió y fue enterrado en el cementerio de sus antepasados; y todo Judá y Jerusalén estuvieron lamentándose a causa de Josías.” (2 Cró. 35:22-24) No todos los reyes de Jerusalén que precedieron a Josías fueron enterrados en el mismo lugar en Jerusalén, en los “lugares de entierro de los reyes de Israel.”—2 Cró. 28:27; 21:20; 24:25; 32:33; 16:14.

      31, 32. (a) Para que tales personajes antiguos fuesen juntados a su pueblo, ¿qué hay acerca de sus sepulcros individuales? (b) ¿De dónde saldrán todos en común, y cómo?

      31 El que todos estos reyes y patriarcas fueran juntados a su pueblo o fuesen a sus antepasados y yacieran con sus antepasados, no quiso decir que todos tuvieron que ser enterrados en el mismo sepulcro o tumba. Ciertamente cuando murió el patriarca Abrahán y fue “juntado a su pueblo,” no fue enterrado en el mismo sepulcro con su padre Téraj, que murió al norte en Harán en el valle de Mesopotamia, ni en el mismo cementerio con Noé y Sem.

      32 Ciertamente cuando murió el sumo sacerdote Aarón en el monte Hor y su hermano Moisés murió en el monte Nebo y fueron juntados a su pueblo, no fueron enterrados con sus antepasados Abrahán, Isaac y Jacob en la cueva en Macpela cerca de Hebrón en la Tierra Prometida. No obstante todos fueron juntados al Sheol o Hades. Todos yacen muertos en el único Sheol o Hades; y de allí, Revelación 20:13 nos dice, los muertos saldrán en una resurrección.

  • Una tierra preciada por el bedelio
    La Atalaya 1965 | 1 de julio
    • Una tierra preciada por el bedelio

      ◆ Quizás usted conozca el oro y el ónice, pero ¿sabe usted lo que es el bedelio? La tierra de Havila tenía estas tres cosas. (Gén. 2:11, 12) Era obviamente precioso, pues se le menciona con la piedra de ónice y el oro. Los israelitas deben haberlo conocido, porque Moisés comparó la apariencia del maná al bedelio. (Núm. 11:7) Esta goma aromática era muy preciada en la antigüedad, y tanto judíos como gentiles la tenían en alta estima. La goma venía de un árbol, y, según Plinio, era transparente, cerosa, y aceitosa al tacto. Era fragante hasta considerable distancia alrededor, y tenía un aroma y sabor como el de la mirra, pero más débil. Cuando se le quema, el bedelio difunde olor balsámico. Los antiguos lo usaban como usaban la mirra—en perfumes, incienso y medicina.

  • Parte dos
    La Atalaya 1965 | 1 de julio
    • Parte dos

      1. (a) ¿Quiénes le dijo Pablo al gobernador Félix saldrían en una resurrección? (b) ¿Cómo podemos asegurarnos de que tales clases de personas esperan una resurrección?

      UNA vez el apóstol cristiano Pablo habló en el tribunal ante el gobernador romano Félix, que no creía en la Biblia ni en su enseñanza, de una resurrección. Pablo dijo: “Estoy rindiendo servicio sagrado al Dios de mis antepasados, puesto que, creo todas las cosas expuestas en la Ley y escritas en los Profetas; y tengo esperanza en cuanto a Dios, esperanza que estos mismos también abrigan, de que va a haber resurrección así de justos como de injustos.” (Hech. 24:14, 15) Bueno, entonces, ¿enseña la Biblia que hay personas injustas en el Sheol o Hades, el cual lugar será vaciado de todos sus muertos por el reino de Dios? Podemos asegurarnos de la respuesta a esta pregunta. ¿Cómo? Por medio de aprender quiénes más se hallan en el Sheol (Hades) y qué dice la Biblia acerca de su moralidad y su posición durante su vida terrestre pasada.

      PERSONAS INJUSTAS TAMBIÉN EN EL SHEOL (HADES)

      2. ¿Cómo, en el libro de Números, usa Moisés la palabra Sheol al invocar juicio sobre tres rebeldes y sus casas?

      2 La palabra hebrea Sheol (LXX griega, Hades) aparece cuatro veces en el primer libro de la Biblia, llamado Génesis y escrito por el profeta Moisés. Las siguientes veces en que aparece Sheol son en el cuarto libro de la Biblia, llamado Números, también escrito por Moisés. Dos veces se usa allí la palabra, en conexión con las casas de los israelitas Coré, Datán y Abiram. Esos tres hombres se hicieron rebeldes contra Jehová, y por eso él usó a su profeta Moisés para hacer bajar su juicio sobre ellos. Primero se le dijo a los otros israelitas que se alejaran de los tabernáculos de aquellos tres rebeldes y de sus casas. Luego Moisés mostró que el juicio sería de Dios al decir: “Si es algo creado que Jehová creará y el suelo tiene que abrir su boca y tragárselos y todo lo que les pertenece y ellos tienen que descender vivos al Sheol [Hades], entonces ustedes de cierto sabrán que estos hombres han tratado a Jehová irrespetuosamente.”—Núm. 16:20-30.

      3. ¿Qué castigo, por lo tanto, pidió Moisés que viniera sobre aquellos condenados, y adónde fueron al ser ejecutados?

      3 Observe que el profeta Moisés no oró o pidió que aquellos tres grupos de familia descendieran a la destrucción eterna. No pidió que se ejecutara sobre ellos el peor castigo posible. Pidió que la tierra abajo de ellos se abriera y se los tragara vivos y los enterrara fuera de la vista, para que de esta manera descendieran “al Sheol.” ¿Fueron al Sheol (Hades), o a un lugar peor? Precisamente los siguientes versículos (Núm. 16:31-33) nos dicen: “Y sucedió que tan pronto como había terminado de hablar todas estas palabras, la tierra que estaba abajo de ellos comenzó a abrirse. Y la tierra procedió a abrir su boca y a tragárselos y a sus casas y a toda la humanidad que pertenecía a Coré y todos los efectos. De modo que descendieron, y todo lo que les pertenecía, vivos al Sheol [Hades, LXX], y la tierra se puso a cubrirlos, de modo que perecieron de en medio de la congregación.”

      4, 5. (a) ¿Cómo fue ejecutado Coré mismo en ese tiempo? (b) ¿Quiénes fueron perdonados de esas casas, y por qué?

      4 Aparentemente el principal hombre Coré no estuvo con los que descendieron vivos de esta manera al Sheol. Era levita y evidentemente estaba en el patio del tabernáculo de adoración entre los doscientos cincuenta levitas que se pusieron de parte de Coré contra Moisés y Aarón. “Y un fuego descendió de Jehová y procedió a consumir a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.”—Núm. 16:35.

      5 Así mediante el abrirse milagrosamente la tierra y mediante el fuego milagroso aquellos tres rebeldes y sus casas fueron eliminados de la congregación de Israel aproximadamente al mismo tiempo. El Sheol o el Hades los tiene. Los hijos de Coré no se pusieron de parte de su padre y de consiguiente no fueron quemados. Como nos dice Números 26:9-11: “Sin embargo, los hijos de Coré no murieron.” En apoyo de esto, véanse también los sobrescritos de los Salmos 42-49, 84, 85, 87, 88.

      6. Según Deuteronomio 32:22, ¿cuán trascendente es la expresión de la cólera de Dios, y cómo está de acuerdo con esto Amós 9:2?

      6 En el quinto libro de la Biblia, llamado Deuteronomio, Moisés usó la palabra Sheol. En su cántico de despedida a la congregación de Israel, Moisés les amonestó acerca de cómo Dios expresaría cabalmente su cólera ardiente contra los que lo incitaran a celos mediante su adoración falsa. Al dar esta amonestación Jehová Dios dice por medio de Moisés: “Un fuego ha sido encendido en mi cólera y arderá hasta el Sheol, el lugar más bajo, y consumirá la tierra y su producto y pondrá en llamas los cimientos de las montañas.” (Deu. 32:22) En lenguaje pictórico esto nos advierte que la cólera ardiente de Jehová desciende hasta las mismísimas raíces de las cosas. Es tan cabal en su ejecución que si la gente trata de excavar tan profundamente en la tierra como el Sheol en un esfuerzo por escapar, será alcanzada por la cólera penetrante de Jehová. El alcance de su habilidad para ejecutar juicio destructor va tan lejos como el hombre terrestre pueda ir. (Amós 9:2) Jerusalén era una ciudad edificada sobre una cima de montaña, pero la expresión de la cólera de Dios la alcanzó y causó su destrucción.

      7. ¿Contra quiénes estaban hablando directamente Coré, Datán y Abiram, y por eso, por qué les hubiera ido peor de otra manera por su rebelión?

      7 En los casos antes mencionados de los israelitas Coré, Datán y Abiram, tenemos que recordar que se estaban rebelando y estaban hablando contra figuras típicas o proféticas. Tanto Moisés como profeta como su hermano Aarón como sumo sacerdote fueron tipos de Jesucristo en puestos semejantes. (Deu. 18:15-19; Hech. 3:20-23; Heb. 3:1, 2; 5:4-6; 9:23-26) Cuando Jesús estuvo sobre la Tierra y se estaba hablando contra él, él dijo: “A cualquiera que hable una palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado; pero a cualquiera que hable contra el espíritu santo, no le será perdonado, no, ni en el presente sistema de cosas ni en el venidero.” (Mat. 12:32) Coré, Datán y Abiram estaban hablando contra los dos hombres, Moisés y Aarón, que fueron tipos o figuras proféticas del Hijo del hombre, Jesucristo. Si no hubiera sido ése el caso, les pudiera haber ido peor que el simplemente descender con sus casas al Sheol o Hades.

      8. ¿Cómo usó el rey David lenguaje semejante al de Moisés cuando habló a Salomón concerniente al benjamita Simei?

      8 Otro hombre que usó lenguaje como el del profeta Moisés fue David, el primer rey judío de Jerusalén. Él también fue tipo o figura profética de Jesucristo, que nació en la propia familia real de David. Cuando David dio instrucciones finales a su hijo Salomón en quien él había abdicado el trono de Jerusalén, David dijo: “Aquí está contigo Simei hijo de Gera benjamita de Bahurim, y fue él quien invocó el mal sobre mí con una dolorosa invocación de mal en el día que yo iba a Mahanaim; y fue él quien descendió a encontrarme en el Jordán, de modo que le juré por Jehová, diciendo: ‘No te daré muerte con la espada.’ Y ahora no lo dejes sin castigo, porque tú eres un hombre sabio y tú bien sabes lo que debes hacerle, y debes hacer descender sus canas con sangre al Sheol.” Al debido tiempo Salomón llevó a cabo las órdenes de su padre.—1 Rey. 2:8, 9, 42-46.

      9. ¿Cómo fue verdad esto también con respecto al ex general del ejército de David, Joab?

      9 Concerniente a su ex general del ejército, de nombre Joab, el anciano David dijo a Salomón como sucesor suyo: “Tú mismo sabes bien también lo que me hizo Joab el hijo de Seruya en lo que le hizo a dos jefes de los ejércitos de Israel, a Abner hijo de Ner y a Amasa hijo de Jeter, cuando los mató y colocó la sangre de guerra en tiempo de paz y puso la sangre de guerra en su cinturón que se hallaba alrededor de sus caderas y en sus sandalias que estaban en sus pies. Y tienes que obrar de acuerdo con tu sabiduría, y no dejar que desciendan en paz sus canas al Sheol.” Al debido tiempo, en el interés de la paz y la unidad del reino, Salomón halló necesario el enviar al oficial de su ejército Benaya para ejecutar a Joab, que trató de acogerse a sagrado en el altar de Jehová. “Entonces Benaya hijo de Joida subió y cayó sobre él y le dio muerte; y llegó a ser enterrado en su propia casa en el desierto.” (1 Rey. 2:5, 6, 28-34) Así el pelo cano de Joab no descendió en paz al Sheol.—Contraste con Génesis 42:38.

      10. ¿Entendió David el uso de términos en el caso del Sheol, y a qué, por lo tanto, pidió a Salomón que hiciera descender a Joab y Simei?

      10 Al dar tales instrucciones a su hijo Salomón concerniente a Joab y Simei, el rey David sabía de lo que estaba hablando. Entendía el significado del lenguaje que estaba usando. Sabía lo que quería decir Sheol. En once de sus salmos David, bajo inspiración, usó la palabra Sheol y la usó de manera correcta.a Él predijo, en el Salmo 16:10, la resurrección de Jesucristo del Sheol. Esta resurrección de Jesús colocó la base para que todos los demás que están en el Sheol sean resucitados durante el dominio del reino de Dios mediante su Mesías Jesús descendiente de David. Por eso, al ordenar a Salomón que hiciera descender a Joab y Simei violentamente al Sheol, David sabía que no estaba pidiendo a Salomón que hiciera descender a estos hombres desobedientes a la destrucción eterna sin esperanza de ninguna existencia futura.

      11. En el Salmo 31:17, 18, ¿dónde pidió David que fueran acallados los inicuos, y por qué fue ésa la ubicación correcta?

      11 Los salmos de David y los de otros israelitas están en armonía con las órdenes de David a Salomón en cuanto al lugar al cual hacer descender a hombres como Simei y Joab. En el Salmo 31:17, 18 David suplica a Dios y dice: “Oh Jehová, no sea yo avergonzado, porque te he invocado. Sean avergonzados los inicuos; guarden silencio ellos [los inicuos] [¿dónde?] en el Sheol. Que los labios falsos lleguen a estar mudos, que están hablando contra el justo, desenfrenadamente en arrogancia y desdén.” Al leer la oración de David recordemos que fue escrita bajo inspiración por espíritu de Dios y que se usan los términos y ubicaciones correctos.

      12. En el Salmo 9:17-20, ¿qué súplica hace David a Dios contra las naciones que no lo toman en cuenta a Él?

      12 En el Salmos 9:17-20 el David inspirado hace esta súplica a Dios contra las naciones que no toman en cuenta a Dios y que por lo tanto marchan al ataque sobre David y su pueblo: “La gente inicua se volverá al Sheol, aun todas las naciones que se olvidan de Dios. Porque no siempre será olvidado el pobre, ni la esperanza de los mansos perecerá siempre. ¡Levántate, sí, oh Jehová! Ningún hombre mortal se muestre superior en fuerzas. Sean juzgadas las naciones ante tu rostro. Infúndeles temor, oh Jehová, para que las naciones sepan que solo son hombres mortales.”

      13. En Job 21:7-14, ¿quiénes dijo Job que han descendido al Sheol?

      13 No fue el delirio de un hombre enfermo de muerte cuando Job dijo concerniente a la ubicación de la gente inicua después de la muerte: “¿Por qué es que los inicuos mismos siguen viviendo, han envejecido, también han llegado a ser superiores en riqueza? . . . Emplean sus días en grandes diversiones, y en un instante descienden al Sheol. Y dicen al Dios verdadero: ‘¡Apártate de nosotros! Y en el conocimiento de tus caminos no hemos hallado deleite.’”—Job 21:7-14.

      14. ¿Qué dijo Job 24:19, 20 que arrebata a los pecadores?

      14 A esas palabras Job agregó éstas en cuanto a pecadores: “La sequía, también el calor, arrebatan las aguas de la nieve; ¡así también el Sheol a los que han pecado! La matriz lo olvidará, la cresa dulcemente lo sorberá, no será recordado más. Y la injusticia será rota exactamente como un árbol.”—Job 24:19, 20.

      15, 16. (a) ¿Van los animales inferiores al Sheol o Hades al morir? (b) ¿Cómo es que a los hombres estúpidos, aunque estén en posiciones de honor, se les ha señalado al Sheol como ovejas, pero cómo es esto diferente en el caso de los rectos?

      15 ¿Van los animales inferiores, como las ovejas, al Sheol o Hades? No; aunque sus cadáveres hayan sido enterrados junto con los cadáveres humanos o aunque imágenes de animales hayan sido colocadas en los sepulcros de los creyentes en la inmortalidad de las almas animales así como en la de las almas humanas. Sin embargo, así como las ovejas indefensas son degolladas en grandes cantidades, así las personas de toda posición social, encumbradas y bajas, ricas y pobres, han sido degolladas o muertas en grandes números y así se les ha hecho descender al sepulcro común de los humanos que están muertos en el polvo de la tierra. (Sal. 44:22; Rom. 8:36) Los hijos levitas de Coré cantaron acerca de este hecho, en el Salmo 49:12-15:

      16 “Y no obstante el hombre terrestre, aunque en honor, no puede continuar morando; de veras es comparable a las bestias que han sido destruidas. Este es el camino de los que tienen estupidez, y de los que vienen tras ellos que se complacen en sus mismísimos dichos. Como ovejas han sido designados al mismo Sheol; la misma muerte los pastoreará [como si fueran ovejas degolladas, el rebaño de la Muerte]; y los rectos los tendrán en sujeción en la mañana [del día de la liberación de los rectos], y sus formas habrán de gastarse; el Sheol más bien que una morada elevada es para cada uno. No obstante, Dios mismo redimirá mi alma de la mano del Sheol, porque él me recibirá.”

      17. ¿Cómo era estimado el consejo de Ahitofel, pero contra quién se volvió traidor?

      17 Había un hombre que se hallaba en posición de gran honor en la corte del rey David. Ese hombre era Ahitofel, el consejero íntimo de David. “El consejo de Ahitofel, con el cual él aconsejaba en aquellos días, era tal como cuando un hombre inquiriese de la palabra del Dios verdadero. Así era todo el consejo de Ahitofel tanto a David como a Absalón.” (2 Sam. 16:23) Sin embargo, Ahitofel se volvió traidor del rey David y se unió en la revuelta de su hijo Absalón.

      18. (a) ¿Cómo murió Ahitofel, y con quiénes fue enterrado? (b) En el Salmo 55:13-16, ¿por qué castigo oró David que le sobreviniera al traicionero?

      18 En la cámara de consejeros de Absalón Dios hizo que el consejo astuto de Ahitofel fuera frustrado. Por consiguiente, Ahitofel se fue y se suicidó, colgándose. “De modo que fue enterrado en el lugar de entierro de sus antepasados.” (2 Sam. 17:23) Se entiende que la persona traicionera mencionada por el rey David en el Salmo Cincuenta y cinco fue Ahitofel. Concerniente al amigo traicionero, David dice bajo inspiración: “Sino fuiste tú, hombre mortal que era como mi igual, uno que me era familiar y conocido mío, porque solíamos disfrutar de dulce intimidad juntos; con la multitud solíamos andar y entrar en la casa de Dios. ¡Desolaciones estén sobre ellos! Desciendan vivos al Sheol; porque durante su residencia como forasteros cosas malas han estado dentro de ellos. En cuanto a mí, a Dios clamaré; y Jehová mismo me salvará.”—Sal. 55:13-16.

      19. (a) En conexión con esto, ¿de quién fue tipo David? (b) ¿De quién fue prototipo Ahitofel, y por qué está excluido este último de una resurrección?

      19 El rey David fue tipo o figura profética de su descendiente más eminente, Jesucristo, el Heredero Permanente del reino. De modo que Ahitofel fue un traidor, no del Mesías o Cristo mismo, sino de uno que simplemente fue tipo del Mesías. En armonía con este hecho la oración de David fue que aquellos como Ahitofel que cometieran traición contra él deberían descender vivos al Sheol, así como las casas de Coré, Datán y Abirán lo habían hecho en el día de Moisés. Sin embargo, Ahitofel fue un prototipo de Judas Iscariote, que traicionó al verdadero Cristo a sus enemigos por treinta monedas de plata. Por consiguiente, el crimen de Judas Iscariote fue mucho más serio que el de Ahitofel, y Jesús llamó a Judas, no el hijo del Sheol, sino “el hijo de destrucción.”b Jesús también lo llamó un “calumniador” o un “diablo.” (Juan 17:12; 6:70, 71) La destrucción de Judas impide cualquier resurrección de él.

      20. En armonía con Proverbios 5:5, 6 y 7:27, ¿por qué han descendido prematuramente muchos hombres al Sheol o Hades?

      20 Aun entre los israelitas hubo aquellos que no prestaron atención a la ley de Dios. De modo que él permitió que otros los hicieran descender al Sheol más pronto de lo necesario. Entre las personas usadas como instrumentos para efectuar un descenso prematuro del hombre al sepulcro común de la humanidad muerta se ha hallado la ramera o prostituta. Concerniente a ella Proverbios 5:5, 6 nos amonesta con estas palabras: “Sus pies están descendiendo a la muerte. Sus mismos pasos se asen del Sheol mismo. No contempla ella la senda de la vida.” Por eso, si la seguimos, sabemos adónde iremos a dar—a la muerte, al Sheol. Por eso, no vaya a la casa o distrito de ella: “Su casa es los caminos al Sheol; están descendiendo a las habitaciones interiores de la muerte.” (Pro. 7:27) Por esta razón muchos hombres han ido al Sheol o Hades prematuramente a causa de su inmoralidad.

      21. Según Proverbios 9:13-18, ¿con quiénes se buscan compañía los hombres que estúpidamente ceden a una prostituta?

      21 No debemos ser tan estúpidos como una prostituta, escuchando sus palabras que nos seducen a la inmundicia sexual. “Cualquiera a quien le falte corazón—ella también le ha dicho: ‘Las aguas robadas mismas son dulces, y el pan que se come en secreto—es agradable.’ Pero él no ha llegado a conocer que allí se hallan los que están impotentes en la muerte, que los que son llamados por ella se hallan en los lugares bajos del Sheol.” (Pro. 9:13-18) Puede ser que la prostituta tenga que ver con un templo pagano de religión, pero eso no modifica las cosas. El dios falso adorado en tal templo no puede salvar al adorador de los resultados desastrosos de un derrotero de inmoralidad, aun cuando se ejecute religiosamente.

      22. ¿De qué se aparta la “senda de la vida,” especialmente en lo que toca a una prostituta?

      22 La senda de la vida conduce en dirección opuesta a donde vive la ramera y donde lleva a cabo su negocio. “La senda de la vida es hacia arriba para el que obra con perspicacia, a fin de apartarse del Sheol allá abajo.” (Pro. 15:24) El camino a la satisfacción ilícita de la pasión sexual y a la prostituta es el camino a la región de los muertos prematuramente.

      ¿QUÉ HAY DE LOS PAGANOS?

      23. Después de examinar principalmente los casos de personas como Job, Abrahán y los descendientes de Abrahán, ¿qué preguntas surgen acerca de otros?

      23 En nuestro examen bíblico del asunto hasta ahora hemos estado considerando en su mayor parte los casos de personas que han estado en relación con Jehová mediante un pacto con él o mediante la adoración limpia de él, tales como Job, Abrahán y los descendientes de Abrahán, los israelitas, judíos o hebreos. Pero, ahora, ¿qué hay de los individuos a quienes los judíos llaman gentiles o paganos? Después de morir, ¿dónde están? ¿Dónde los sitúa la Palabra escrita de Dios? ¿Están dentro de la provisión de Dios para una resurrección del Sheol?

      24, 25. (a) Concerniente a los egipcios idólatras, ¿qué actitud mandó Jehová que adoptara su pueblo para con ellos? (b) En Ezequiel 31:1-18, ¿qué dijo el profeta al Faraón de Egipto y a su muchedumbre?

      24 Los egipcios idólatras eran paganos. Por muchos años en los siglos dieciséis y diecisiete antes de nuestra era común oprimían cruelmente a los israelitas. No obstante la ley de Dios por medio de su profeta Moisés dijo a los israelitas: “No debes detestar a un egipcio, porque tú llegaste a ser residente forastero en su país. Los hijos que les nazcan como tercera generación pueden entrar por sí mismos en la congregación de Jehová.” (Deu. 23:7, 8) Cuando se asemejó al rey de Egipto a un árbol sobresaliente entre otros árboles, Jehová Dios dijo estas palabras por medio de su profeta Ezequiel en un discurso “a Faraón el rey de Egipto y a su muchedumbre”.

      25 “Esto es lo que el Señor Jehová ha dicho: ‘En el día que descienda él al Sheol ciertamente causaré un duelo. A causa de él cubriré la profundidad acuosa, . . . Al sonido de su caída ciertamente haré que las naciones se mezan cuando lo haga descender al Sheol con los que están descendiendo al hoyo, en la tierra abajo de todos los árboles de Edén, los más selectos y los mejores del Líbano, todos los que beben agua, serán consolados. Con él ellos mismos también han descendido al Sheol, a aquellos muertos violentamente por la espada, y aquellos que como descendencia suya han morado en su sombra en medio de las naciones. . . . Este es Faraón y toda su muchedumbre,’ es la expresión del Señor Jehová.”—Eze. 31:1, 2, 15-18.

      26-29. Según Ezequiel 32:18-31, ¿quiénes más están en el Sheol además del Faraón de Egipto y su muchedumbre?

      26 Sin embargo, Faraón el rey de Egipto y su muchedumbre no son los únicos gentiles o paganos que están abajo en el Sheol o Hades. Jehová Dios, para quien el Sheol o Hades está desnudo y abierto, nos habla de los muchos otros gentiles además de los egipcios muertos que están allá abajo. Al continuar su profecía concerniente al antiguo Egipto, Jehová Dios dice a su profeta Ezequiel:

      27 “Hijo del hombre, laméntate a causa de la muchedumbre de Egipto y hazla descender, a ella y a las hijas de las naciones majestuosas, a la tierra allá abajo, con los que están descendiendo al hoyo.” Los antiguos egipcios practicaban la circuncisión, pero, para su disgusto, iban a yacer en la muerte con los gentiles que no practicaban la circuncisión:

      28 “‘Los principales hombres de los poderosos hablarán desde en medio del Sheol aun a él, con sus ayudantes. Ciertamente descenderán; tienen que yacer como los incircuncisos, muertos violentamente por la espada. Allí es donde están Asiria y toda su congregación. . . . Allí están Elam y toda su muchedumbre alrededor de su sepulcro, todos ellos muertos violentamente, los que caen por la espada, que han descendido incircuncisos a la tierra allá abajo, los que han causado su terror en la tierra de los vivos; y cargarán su humillación con los que descienden al hoyo. . . .

      29 “‘Allí es donde están Mesec y Tubal y toda su muchedumbre. Sus lugares de entierro están alrededor de él. . . . Y ¿no yacerán con poderosos, que caen de entre los incircuncisos, que han descendido [¿adónde?] al Sheol con sus armas de guerra? . . . Allí es donde están los duques del norte, todos ellos, y todos los sidonios, que han descendido con los muertos violentamente, . . . Estos son los que verá Faraón, y ciertamente será consolado a causa de toda su muchedumbre. Faraón y toda su fuerza militar serán personas muertas por la espada,’ es la expresión del Señor Jehová.”—Eze. 32:18-31.

      30. (a) ¿Hay otros gentiles en el Sheol además de los que nombra Ezequiel, y dónde se indica esto? (b) ¿Cuán sensacional dijo Isaías que habría de ser la destrucción de la familia de reyes de Babilonia?

      30 Observe ese conjunto de naciones gentiles, cuyas personas muertas están en el Sheol o Hades, a saber: Egipto, Asiria, Elam, Mesec, Tubal, Edom y Sidón. Pero que los muertos de todavía otras naciones gentiles se hallan allí se indica para nosotros con las palabras dirigidas al rey de Babilonia por el profeta de Jehová, Isaías. Él predijo la destrucción de la línea de familia de reyes de Babilonia que mantuvo a los judíos como desterrados por más de setenta años. De esta destrucción se dice que es tan sensacional como para hacer que se exciten aun los muertos que están en el sepulcro común de la humanidad. Es tan sensacional como para despertarlos de su sueño de muerte y hacerlos hablar en asombro.

      31. ¿A qué asemejó Isaías, capítulo catorce, al “rey de Babilonia”?

      31 El profeta de Jehová, Isaías, asemeja al “rey de Babilonia” a un árbol majestuoso contra el cual ningún leñador ni siquiera había podido tocar pero que al fin es derribado. A esta familia de reyes babilónicos dice el profeta Isaías:

      32, 33. (a) ¿Qué habría de agitarse a la llegada del rey, y quiénes habrían de hablarle allí dentro? (b) ¿En qué condición deshonrosa habría de hacérsele descender al Sheol al “rey de Babilonia”?

      32 “Aun el Sheol debajo se ha agitado por ti a fin de encontrarte al llegar. Por ti ha despertado a los que están impotentes en la muerte, todos los caudillos de la tierra semejantes a cabras. Ha hecho que todos los reyes de las naciones se levanten de sus tronos [con los que habían sido enterrados]. Todos ellos hablan en alta voz y te dicen: ‘¿Te has hecho también débil como nosotros? ¿Es a nosotros que te has hecho comparable? Abajo al Sheol ha sido traído tu orgullo, el ruido de tus instrumentos de cuerda. Debajo de ti, la cresa se extiende como sofá; y gusanos son tu cubierta.’

      33 “¡Oh cómo has caído del cielo, tú el resplandeciente, hijo de la aurora! ¡Cómo has sido cortado y echado a la tierra, tú que estabas incapacitando a las naciones! . . . abajo al Sheol se te llevará, a las partes más remotas del hoyo. . . . Todos los otros reyes de las naciones, sí, todos ellos, han yacido en gloria, cada uno en su propia casa. Mas en cuanto a ti, has sido arrojado sin lugar de entierro para ti, como vástago aborrecido, vestido con hombres muertos heridos con la espada que están descendiendo a las piedras del hoyo, como cadáver pisoteado. No llegarás a estar unido con ellos en un sepulcro, porque llevaste a la ruina a tu propia tierra, mataste a tu propio pueblo.”—Isa. 14:4, 9-20.

      34, 35. (a) ¿Qué revela así la profecía de Isaías en cuanto a los residentes del Sheol? (b) ¿Dónde se publicará más sobre este tema general?

      34 Así al “rey” o dinastía real de Babilonia se le hace descender al Sheol, pero no con el entierro glorioso que se daba a los reyes y gobernantes mundanos de la Tierra. Sin embargo, además de ese hecho la profecía de Isaías muestra que los “caudillos de la tierra semejantes a cabras” y los “reyes de las naciones” están en el Sheol o Hades. Personajes como éstos serían “los grandes” que estarán de pie delante del gran trono blanco de juicio, cuando, como dice Revelación 20:11-13: “la muerte y el Hades [Sheol] entregaron los muertos que había en ellos.”

      35 Sin embargo, más concerniente a este tema general se publicará en artículos adicionales de esta serie que habrán de presentarse en números subsiguientes de La Atalaya.

      [Notas]

      a Véase 2 Samuel 22:6; también los sobrescritos de los Salmos 6, 9, 16, 18, 30, 31, 55, 86, 139, 141, en todos los cuales salmos David usó la palabra hebrea Sheol, que corresponde a Hades.

      b Concerniente a otros casos de tal destrucción, véanse 2 Tesalonicenses 2:3; 1 Timoteo 6:9; Hebreos 10:39; 2 Pedro 2:1-3; 3:7, 10; Revelación 17:8, 11.

      [Ilustración de la página 400]

      Rebeldes israelitas descienden a Sheol

  • Los infantes no son demasiado jóvenes para aprender
    La Atalaya 1965 | 1 de julio
    • Los infantes no son demasiado jóvenes para aprender

      ◆ En 2 Timoteo 3:15 la Biblia dice: “Desde la infancia has conocido los santos escritos, que pueden hacerte sabio para la salvación por medio de la fe relacionada con Cristo Jesús.” A fin de ayudar a infantes, niños muy jóvenes, a aprender los “santos escritos,” muchos padres cristianos han usado el libro De paraíso perdido a paraíso recobrado. En este respecto una madre de Pensilvania escribe: “Aunque de dos años de edad, a mi hijita le encanta su ejemplar y casi diariamente se pone a ‘estudiar.’ Ella puede ‘explicar’ todos los grabados hasta la página 85—a su modo. Todavía no habla mucho, pero con los ademanes y las demostraciones que hace y respondiéndome las preguntas con las palabras que sí conoce, ella prueba que sabe de qué se trata cada uno. Por ejemplo: ‘¿Qué les dijo Jehová a Adán y Eva acerca del fruto?’ ‘No, no’—luego demuestra cómo ellos y sus hijos lloraron a consecuencia de ser malos. Ella sabe dónde está cada animal en el grabado de Noé y el arca y mueve la cabeza vigorosamente en cuanto a si la gente mala entró en el arca o no. Hasta tiene un juego sobre los israelitas andando alrededor de Jericó. Amontona unos cuantos bloques. Entonces los rodea y los rodea, finalmente hace creer que está tocando un cuerno y exclama ‘¡Abajo, abajo!’ mientras que los golpea para que caigan los bloques. El enseñarle a ella es muy divertido, y apreciamos tanto las ilustraciones que le ayudan a ella aprender la Biblia.”

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