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El amor que conduce a la vidaLa Atalaya 1965 | 1 de septiembre
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Para hacer eso en estos días se necesita más que simple cariño; se necesita amor de una clase basada en principios.—Efe. 6:1-4.
17. (a) ¿Por qué no muestra amor verdadero el mimar a un hijo? (b) ¿Cómo puede el retener la disciplina obrar de manera calamitosa tanto para el padre o la madre como para el hijo?
17 El padre o la madre que retiene la disciplina apropiada y complace todo antojo de un niño realmente solo está mostrándose amor a sí mismo. Tal padre o tal madre dirá a menudo: “Sé que realmente no es bueno que mi hijo tenga esto, pero tiene tan cifrado su corazón en ello y no podría aguantar el lastimarlo.” Así se muestra interés, no en el bienestar futuro del niño, sino egoístamente de parte del padre o de la madre para que el cariño del niño no sea retirado temporalmente a causa de ejercer apropiadamente la disciplina. ¿Qué padre o madre le daría a un hijo una bomba de tiempo como regalo? No obstante algunos lo hacen, disfrazada en forma de un auto dado al muchacho cuando está demasiado joven para apreciar la responsabilidad concomitante, o al permitirle a una muchacha más libertad que la que sus años sensatamente le permitirían. El sacrificar los principios en el altar de afecto es solo una adoración falsa, y muy a menudo en los años posteriores el padre o la madre que es demasiado cariñoso sufre por falta de un amor que ya no se vende. ¡Cuán sabio el proverbio que dice: “El que contiene su vara está odiando a su hijo, pero el que lo ama es el que lo busca con disciplina”! (Pro. 13:24) La disciplina significa enseñar y entrenar; y como nuestro Padre celestial nos disciplina y nos enseña, así tenemos que hacer con nuestros hijos si nuestro amor ha de ser genuino.—Heb. 12:5-11.
EL AMOR ENTRE AMIGOS
18, 19. (a) ¿En qué se basa el amor expresado por la palabra filía, y qué muestra que sea apropiado? (b) ¿Qué necesita tal amor de amistad a fin de ser de valor duradero, y por qué?
18 Enriquecedor, también, es el amor de la amistad, llamado filía por los griegos. ¡Cuán estéril sería la vida sin amigos! La amistad por lo general resulta cuando una persona ve en otra cualidades que ella naturalmente aprueba, aprecia y de las cuales disfruta; o puede haber una participación de experiencias entre los dos a través de un período de tiempo que proporciona los cimientos para afecto, cariño y lealtad. La confianza mutua fluye entre los amigos. Cristo Jesús mismo mostró una amistad especial para con tres de sus discípulos, Pedro, Santiago y Juan, y de los tres, Juan se menciona como especialmente amado por Jesús.—Juan 19:26; 20:2.
19 No obstante, para que nuestra amistad tenga algún valor duradero primero tiene que combinarse con el amor basado en principios, y por eso la exhortación del apóstol Pedro es que ‘suministremos a nuestro cariño fraternal [filadelfía] amor [agape].’ (2 Ped. 1:7) De otra manera, nuestro cariño amigable fácilmente podría degenerar en lisonja y en mimo; podría permitir que llegáramos a ser participantes con otros en cosas que no son correctas y que no son para el bien de uno ni de otro, en cosas que deshonran a Dios y son perjudiciales para nuestro prójimo. Pero “el amor [agape] no obra mal al prójimo.”—Rom. 13:10.
20. ¿Cómo nos guía la expresión de amistad de Dios a que la expresemos?
20 El amor basado en principios, de hecho, debe guiarnos hasta en la selección y cultivo iniciales de nuestros amigos. ¡Cuán conmovidos deben haber estado los discípulos de Jesús al oírle decir: “El Padre mismo les tiene cariño [fileo] ”! Pero, ¿por qué fueron honrados así por Dios? Las siguientes palabras de Jesús contestan: “Porque ustedes me han tenido cariño a mí y han creído que salí como representante del Padre.” (Juan 16:27) Sí, Dios les tiene cariño, o les otorga su amistad, solo a los que lo merecen. (Sant. 2:23) Con buena razón, entonces, se nos advierte que, “cualquiera, por lo tanto, que quiere ser amigo [filos] del mundo está constituyéndose enemigo de Dios.” Nuestros amigos deben ser, ante todo, los que son amigos y amadores de Dios.—Sant. 4:4.
21. ¿Por qué este entendimiento no restringe nuestra expresión de amor a unas cuantas personas?
21 ¿Nos restringe eso, coloca una cerca alrededor de nuestra expresión de amor? No, porque el amor basado en principios [agape] puede y debe dirigirse adonde el cariño [filía] quizás no se aventure o ni siquiera se sienta atraído. El galardón de la vida eterna no es para los que solo expresan amor y devoción a su cónyuge, familia o círculo estrecho de amigos. Jesús dijo: “Porque si aman a los que los aman, ¿qué galardón tienen? ¿No hacen también la misma cosa los recaudadores de impuestos? Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué cosa extraordinaria hacen? ¿No hacen la misma cosa también las gentes de las naciones? Ustedes en efecto tienen que ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto.” (Mat. 5:46-48) Muy definidamente, entonces, podemos amar a las personas aunque no simpaticemos con ellas. Nuestra vida depende de que hagamos exactamente eso.
22. ¿Qué preguntas son dignas de consideración seria por cada uno de nosotros?
22 Deténgase y pregúntese ahora: ¿Cómo se compara el amor que manifiesto con lo susodicho? ¿Se basa en principios o solo en sentimientos? ¿Tengo amor solo para con aquéllos con quienes es natural que lo tenga: mi cónyuge, mis padres, mis hijos, o mis amigos cuya personalidad me agrada? ¿Es aun el amor que les tengo realmente un amor por su bienestar eterno de todo corazón, o es solo una expresión de cariño a causa de la satisfacción que me produce mi relación con ellos? ¿Cuán genuino es el amor que les muestro? El valor de toda su vida puede determinarse con sus respuestas.—1 Cor. 13:1-3.
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Cumpliendo el nuevo mandamiento del amorLa Atalaya 1965 | 1 de septiembre
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Cumpliendo el nuevo mandamiento del amor
“Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros.”—Juan 13:34.
1. Según el argumento del apóstol Pablo, ¿qué clase de amor expresó Dios al suministrar el rescate?
LA BASE del mayor don de Dios a la humanidad fue el amor que se basa en principios, no cariño. Esto es lo que el apóstol Pablo argumenta en Romanos 5:7-10, diciendo: “Porque apenas morirá alguien por un justo; en verdad, por el bueno, quizás, alguien aun se atreva a morir. Mas Dios recomienda su propio amor [agape] a nosotros en que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros. . . . Porque si, cuando éramos enemigos [no amigos], fuimos reconciliados con Dios mediante la muerte de su Hijo, mucho más, ahora que estamos reconciliados, seremos salvados por su vida.” No, no fue afecto lo que Jehová Dios expresó a la humanidad imperfecta, pecaminosa por el don de su Hijo. ¿Qué cualidades tenía la humanidad por las cuales sentir afecto? Sin embargo, él ejerció amor, un interés basado en principios, altruista, en su bienestar y en sus necesidades. Él proveyó para su necesidad principalísima, el medio por el cual podrían obtener reconciliación con él, la Fuente de la vida, mediante el sacrificio de rescate de su Hijo.
2, 3. (a) ¿Por qué se necesita tal amor basado en principios para llevar a cabo el mandato de Mateo 24:14, y cómo manifiestan ese amor los testigos de Jehová? (b) ¿Cómo fue diferente Jesús de los filántropos modernos?
2 El ser nosotros seguidores cristianos del Hijo de Dios requiere esa clase de amor hoy en día. Sin esta cualidad la profecía de Jesús, de que “estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones” antes del fin de este sistema de cosas, jamás podría llevarse a cabo. Él advirtió a
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