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Jóvenes, guarden su espiritualidadLa Atalaya 1965 | 15 de enero
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prefieren que se les excuse a sus hijos, en vez de arriesgar el que se contaminen con prácticas idolátricas. Es responsabilidad de tus padres en unión con el Señor tomar la decisión tocante a éste y otros asuntos a favor de tus mejores intereses espirituales.
Surgirán problemas durante tus años escolares y cuando esto suceda, pregúntate qué principio bíblico aplica. Luego consulta con tus padres que están en unión con el Señor para ver si has llegado a la decisión que guardará tu espiritualidad. También puedes consultar con tu superintendente de congregación, quien tendrá gusto en ayudarte a aplicar principios bíblicos para guardar tu espiritualidad.
De modo que considera plenamente tus obligaciones cristianas y, cuando estés en la escuela o en cualquier otra parte, gobierna tu derrotero por la Palabra de Dios. Después de las horas escolares, ten presente que no eres como los jóvenes inútiles que no tienen propósito en la vida sino que son dejados libres. Como cristiano tú eres diferente. Si hasta un muchacho de escuela que vive en una granja por lo general tiene que dirigirse a casa después de la escuela para encargarse de las faenas que su padre le ha dado que haga. Así sucede con el cristiano, porque su Padre celestial le ha dado responsabilidades. Aunque el atenderlas requiere abnegación tocante a cosas mundanas, es una protección; además, esto abre el camino para grandes riquezas, muchos privilegios en conexión con el ministerio cristiano, y vida eterna en el glorioso nuevo orden de Dios.
Con tan magníficas expectativas en tu futuro, guarda tu espiritualidad como si tu mismísima vida dependiera de ello. ¡Certísimamente sí depende de ello!
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La verdad se esparce en una cárcelLa Atalaya 1965 | 15 de enero
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La verdad se esparce en una cárcel
EN UNA asamblea de circuito en Petersburgo, Virginia, un testigo de Jehová relató esta experiencia: “Recibí una llamada telefónica de un prisionero de la cárcel de la ciudad. Estaba deseoso de comunicarse con un testigo de Jehová. Había pagado condena de ocho meses en un campamento para prisioneros y había sido transferido a la cárcel de la ciudad para liquidar otro asunto. Mientras estaba en el campamento, empezó a leer literatura religiosa que tenían en la biblioteca del campamento. Seguía observando un libro verde, pero todos lo desanimaban, diciéndole: ‘Eso es de los Jehová, no leas eso.’ Pero esto solo despertó su interés en el libro. Por los siguientes catorce días él leyó, releyó y buscó los textos de la primera edición de ‘Sea Dios Veraz.’ Convenciéndose de que lo que había leído era la verdad de Dios, dedicó su vida a Jehová.
“Poco después otro hombre vino al campamento con un libro rojo, ‘Esto significa vida eterna.’ Él leyó este libro; según dijo él: ‘Le desgasté la cubierta al libro.’ Después de adquirir este fundamento, escribió algunas cartas a la Sociedad Watch Tower y recibió contestaciones afectuosas. Luego un domingo un Testigo lo visitó y le dejó el libro Paraíso y la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras. Lleno de una esperanza tan feliz, este prisionero comenzó a tener conversaciones bíblicas regularmente con otros compañeros, y muchos manifestaron interés. Como diecisiete personas estuvieron dispuestas a tener un estudio de la Biblia. Debido a sus esfuerzos, cinco personas del campamento han llegado a apreciar la verdad y esperan participar plenamente en la obra del Reino.
“En la cárcel de la ciudad tuve un estudio bíblico cada tarde con este señor. Desde su breve estadía en la cárcel de la ciudad ha esparcido muchas semillas de verdad con buenos resultados. Cuatro personas están definitivamente interesadas y siete han pedido que un Testigo las visite para aprender más. La conducta de este hombre desde que llegó a conocer la verdad de Dios ha estado en un nivel tan elevado que su influencia está llegando a tener efectos visibles en sus compañeros. Donde en un tiempo había habla obscena, ahora muchos leen La Atalaya y ¡Despertad! y buscan textos bíblicos.”
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