-
La mujer simbólica de Dios gana su causa legalLa Atalaya 1965 | 1 de noviembre
-
-
19. (a) ¿Por qué no podía tener aplicación a la antigua ciudad literal de Babilonia la profecía de Revelación contra Babilonia (b) ¿Por qué es provechoso que continuemos examinando las profecías bíblicas acerca de Babilonia?
19 Es fácil ver que esta profecía no podría tener aplicación a la ciudad literal de Babilonia en Mesopotamia, porque ésta había caído del poder mundial seiscientos años previamente y, para el tiempo que la profecía de Revelación de cosas todavía futuras tiene cumplimiento completo, Babilonia literal habrá yacido en absoluta ruina por años. Tenemos que esperar un cumplimiento mucho mayor. Por lo tanto, es provechoso para nosotros el continuar examinando las profecías bíblicas sobre Babilonia, porque esto nos ayuda a ver el significado de importantes sucesos mundiales que están teniendo lugar delante de nuestros ojos en este siglo veinte.
-
-
Mi participación en adelantar la adoración correctaLa Atalaya 1965 | 1 de noviembre
-
-
Mi participación en adelantar la adoración correcta
Según lo relató Arturo H. Secord
CUANDO yo era joven, creía que era cristiano. Había sido bautizado en un sistema eclesiástico de la cristiandad y asistía a la escuela dominical con regularidad. Suponía que ésta era la manera correcta de adorar a Dios. No obstante, siempre hubo muchas preguntas en mi mente en cuanto a la Biblia y lo que yo creía que eran sus enseñanzas.
Cuando llegué a tener bastante edad para asociarme con los llamados cristianos y los que se suponía que eran maestros de la Biblia y sostenedores de sus verdades, comencé a averiguar que no se podía tener verdadera instrucción bíblica en la adoración correcta en la iglesia y en la escuela dominical. Más bien, al tiempo de la Navidad, por ejemplo, nos daban como regalos libros de aventuras, las glorias de la guerra, historias de la navegación y otra literatura que apartaba nuestra mente del Creador y de la adoración correcta. A medida que transcurría el tiempo me interesaba menos en las enseñanzas religiosas.
COMIENZA EL INTERÉS EN LA BIBLIA
Mi padre fue el primero de nuestra familia en estudiar la Biblia más cabalmente. Aunque tenía que trabajar muy duro en nuestra granja en Ontario, Canadá, a fin de sostener a nuestra familia grande (yo era uno de siete hijos), estaba interesado en la adoración correcta.
El interés de mi padre recibió mayor estímulo cuando su hermano se interesó en las enseñanzas de la Biblia como las predicaba C. T. Russell antes de terminar el siglo pasado. Mi tío enviaba folletos, tratados y hojas sueltas que explicaban la Biblia, pero mi padre era el único en nuestra familia que los apreciaba. Trataba de decirnos lo que aprendía y nos animaba a leer la literatura. Traté de hacerlo, pero el sistema eclesiástico en el que había estado desde que nací en 1890 había embotado mi interés en la religión.
Algún tiempo después fui a Toronto a visitar a mi tío. Un domingo por la tarde me invitó a acompañarlo a un salón de exhibición donde los “Estudiantes Internacionales de la Biblia” (como se llamaban en aquel tiempo los testigos de Jehová) se congregaban para reuniones públicas. El orador habló del libro El Plan Divino de las Edades. Al hacerlo, mi memoria me remontó a lo que mi padre trataba de decirnos y a lo poco que yo había leído. Descubrí que no solo podía entender lo que se estaba diciendo, sino que, además, me deleitaba con la información que se presentaba, ¡tanto, que me resolví a ponerme a leer y estudiar la Biblia cuando regresara a casa!
En 1911 me suscribí a la revista La Atalaya. También obtuve un diccionario bíblico y el folleto ¿Qué Dicen las Escrituras Concerniente al Infierno? Alrededor de este tiempo los sermones de C. T. Russell, presidente de la Sociedad Watch Tower, se imprimían en el periódico de nuestro condado. Estos resultaron ser muy interesantes y educativos en enseñanzas bíblicas. Más tarde vi las fotografías “El Foto-Drama de la Creación” que se exhibieron en mi ciudad natal de Simcoe, Ontario. Fue la primera vez que tuve el privilegio de ver aquellas maravillosas fotografías y de escuchar las conferencias concomitantes, todo lo cual avivó mi deseo de conocer más en cuanto a la Biblia y sus enseñanzas. Con el tiempo, después de mucha investigación bíblica, comprendí que tenía que dedicar mi vida a Jehová. Fui a Toronto a mediados del verano de 1915 y fui sumergido en agua en símbolo de mi dedicación.
Como resultado de la I Guerra Mundial surgió oposición contra la actividad de predicación de los testigos de Jehová. Por ejemplo, quise ir a Hamilton a escuchar a C. T. Russell presentar una conferencia planeada, pero, debido a la presión creada por la guerra, no se le permitió hablar y tuvo que salir del Canadá. También, toda nuestra literatura fue proscrita y nuestra libertad de acción fue obstaculizada. No obstante, continué haciendo lo que podía para adelantar la adoración correcta.
DESEO DE MÁS SERVICIO SE CUMPLE
Después de la guerra, deseaba tener tanta participación en adelantar la adoración correcta como fuera posible. Había avivado dentro de mí el deseo de ofrecer mis servicios a las oficinas principales de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract en Brooklyn, Nueva York. Entregué mi solicitud, difícilmente esperando que fuese aceptada, ya que mi vocación entonces era la agricultura y tenía poca educación en comparación con lo que yo creía que se requeriría en las oficinas principales.
Pronto, para sorpresa mía, vino una carta de la Sociedad invitándome a ir a las oficinas principales, Betel, inmediatamente. Poco después me despedí de mi familia y de mis amigos. Todavía puedo recordar lo triste que se veía mi padre al verme partir, porque perdía a su compañero de la verdad. Pero al mismo tiempo se alegraba, porque sabía que era para mi bien espiritual y que esto cumplía mi deseo de tener una participación aumentada en adelantar la adoración correcta.
Comencé mi servicio de tiempo cabal en Betel siendo asignado a la fábrica-imprenta, entonces en un edificio pequeño en el número 18 de la calle Concord de Brooklyn. Durante la semana que siguió alcancé a oír a algunos compañeros de trabajo que hablaban en cuanto a que la Sociedad estaba construyendo una estación de radio en Staten Island o la isla de los Estados, Nueva York, y necesitaban ayuda durante los fines de semana para el trabajo. Me deleité en escuchar esto y ofrecí mis servicios. Cuando llegó mi período de vacaciones de dos semanas, dediqué ese tiempo a ayudar en el trabajo de construir la radioemisora.
Pronto me asignaron a trabajar regularmente en la construcción de la emisora, empalmando cables, poniendo el acero de las torres de 60 metros y otras tareas. Se erigieron y pintaron los masteleros, se construyeron las antenas y se instalaron el transmisor y los estudios. Se halló aconsejable comprar la tierra adyacente a la estación de radio para que no hubiese edificios altos que obstaculizaran las ondas de radio que salían. Más tarde esta tierra se usó para una huerta también. Además, se instaló una planta de energía eléctrica para que no se perdiera ningún tiempo de transmisión por fallar la energía de la planta de la compañía local durante tormentas eléctricas. Entonces estuvo listo todo. La noche del 24 de febrero de 1924, la WBBR comenzó a transmitir, adelantando la adoración correcta al hablar en cuanto a las buenas nuevas del reino de Dios.
A veces se me asignó a pintar los masteleros de la radio y el equipo de las antenas. Tenía que pasar todo el día allá arriba donde podía ver casi todo Staten Island. Tenía una vista a ojo de pájaro de los árboles, calles y casas por toda aquella sección. Pero me preguntaba si esto era predicar las buenas nuevas del Reino. Entonces comprendía que a unos cuantos metros de mí las buenas nuevas estaban viajando a través de las ondas del aire y que mi trabajo era necesario para conservar el equipo que Jehová Dios estaba usando como parte de adelantar la adoración correcta.
Como mencioné, la propiedad extra que se compró contigua a la estación de radio se usó para una huerta. Un hermano, Arminio Henschel, que había sido hortelano, se ofreció gustosamente para darnos instrucciones a los de nosotros que fuimos asignados a aquel trabajo además de nuestros deberes de la radio. Venía una o dos veces por semana, particularmente los sábados por la mañana, y hacía lo que el tiempo le permitía efectuar, dejando sugerencias en cuanto a qué otras cosas podían hacerse.
Las legumbres que se cultivaban las usaban la familia de la Watchtower en la WBBR y la familia Betel en Brooklyn. Lo que no se podía usar en la estación se envasaba para usarse en los meses del invierno. Para hacer eso, se requirió equipo de envasar y un edificio adecuado con ese propósito. Estos los hicieron muchos de los hermanos cercanos que habían recibido la bondad amorosa de Dios al llegar a un conocimiento de la verdad. Así tuvieron gusto en ofrecer su ayuda voluntariamente y venían siempre que se les pedía su cooperación a ayudarnos a preparar el alimento que había de ser envasado. A veces también me preguntaba cómo este envasar era predicar las buenas nuevas del Reino. Pero entonces recordaba cuán apropiado era el que nosotros usáramos nuestras energías para ayudar a alimentar a los que estaban empleando todo su tiempo en adelantar las actividades del Reino en Betel y en la estación WBBR.
LA ADORACIÓN CORRECTA ADELANTA RÁPIDAMENTE
Llegó la II Guerra Mundial y esto hizo más difícil el predicar las buenas nuevas por medio de la radio así como el ir de puerta en puerta visitando a la gente. Los enemigos de la adoración correcta usaron todo medio posible para tratar de detener esta actividad de predicación. Pero permaneciendo nosotros neutrales en cuanto a las actividades bélicas, y confiando en la Palabra y guía de Jehová, continuó la adoración correcta. A principios de 1942 nuestro amado hermano Rutherford, que había sido presidente de la Sociedad Watch Tower por veinticinco años, terminó su derrotero como un gran adelantador de la adoración correcta y como presidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract. Pero la mano de Jehová no estaba restringida. El hermano N. H. Knorr fue escogido como presidente y la actividad del Reino continuó, sí, se extendió día por día y mes por mes. Cuando terminó la II Guerra Mundial, todos los rasgos de la predicación del Reino aumentaron grandemente.
Con el tiempo la mayor utilidad de predicar las buenas nuevas del Reino por la WBBR pasó. Se vio que una predicación más intensa de puerta en puerta era más adecuada. De modo que la Sociedad se deshizo de la estación WBBR en 1957. El mensaje de despedida lo presentó el presidente de la Sociedad. Él dijo al radioauditorio que las buenas nuevas continuarían predicándose de una manera más eficaz. A la mañana siguiente, después de terminar el programa a las 8:00 a.m., la WBBR, abandonó las ondas del aire, terminando así treinta y tres años de adelantar la adoración correcta de Jehová Dios.
Luego se me asignó a ir al Betel de Brooklyn para ayudar en la fábrica-imprenta. Pero, ¡qué cambio de la pequeña fábrica en el número 18 de la calle Concord en la que trabajé por primera vez! En lugar de ella, ahora había dos edificios grandes, modernos, bien equipados con la más moderna y mejor maquinaria de imprenta, capaz de imprimir millones de piezas de literatura cada semana en veintenas de idiomas para adelantar la adoración correcta. Ciertamente se está cumpliendo esta profecía de Jesús: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones.”—Mat. 24:14.
Al acercarme ahora a tener tres cuartas partes de un siglo de edad y al reflexionar sobre mis cuarenta y un años de servicio de tiempo cabal en el trabajo más deseable que alguno pueda hacer, sé que Jehová me ha favorecido al continuar yo haciendo mi parte en adelantar la adoración correcta. También sé que favorecerá a todos los demás que lleguen a un conocimiento exacto de su voluntad y propósitos, que dediquen su vida a Dios, y que luego hagan su parte en adelantar la adoración correcta.
-
-
Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1965 | 1 de noviembre
-
-
Preguntas de los lectores
● En 2 Tesalonicenses 3:14, 15, ¿estaba considerando la expulsión el apóstol Pablo?—P. W., EE. UU.
Aparentemente no. Él le estaba diciendo a la congregación cómo tratar con llamados cristianos quienes, aunque no merecían ser cortados completamente de la congregación, no eran buena compañía. El contexto muestra esto.
En el versículo 6 él dice: “Ahora les estamos dando órdenes, hermanos, en el nombre del Señor Jesucristo, de que se aparten de todo hermano que ande desordenadamente y no según la tradición que ustedes recibieron de nosotros.” ¿En qué consistía aquel desorden? El apóstol Pablo dijo que éstos ‘no estaban haciendo ningún trabajo sino entremetiéndose en lo que no les atañía.’ Los instó como miembros de la congregación a no ser perezosos, esperando que otras personas les suministraran lo que necesitaban físicamente y usando su tiempo para entremeterse en asuntos que no les atañían, sino mostrar que estaban dispuestos a trabajar y proveerse lo que ellos mismos necesitaban.
Entonces a los fieles de Tesalónica dijo: “Por su parte, hermanos, no desistan de hacer lo correcto. Pero si alguno no es obediente a nuestra palabra por medio de esta carta, tengan a éste señalado, dejen de asociarse con él, para que se avergüence. Y no obstante, no estén considerándolo como enemigo, sino continúen amonestándolo como a hermano.” (2 Tes. 3:13-15) Si uno que afirmaba ser cristiano no era obediente a las enseñanzas de la congregación cristiana, sino que prefería apegarse a sus propias ideas personales y comportarse de manera que promoviera sus propios propósitos egoístas, los responsables de la congregación deberían notar a esa persona, deberían ‘tener a éste señalado.’ No se le darían asignaciones que lo pusieran ante la congregación como maestro o como un ejemplo que otros deberían seguir.
Tal persona no sería una que un cristiano que tuviera la mente en lo espiritual escogería como su compañero en estrecha compañía. El escuchar a las ideas de uno que tuviera tal punto de vista no sería edificador, y el pasar tiempo con él pudiera llevar a contagiarse con sus hábitos. Por lo tanto el apóstol instó a los hermanos a evitar su compañía, tanto para la propia protección de ellos como para que él llegara a darse cuenta de que los fieles no aprobaban su proceder.
Sin embargo Pablo no dijo, como dijo el apóstol Juan de personas que abandonaban las enseñanzas cristianas, que no deberían siquiera darle un saludo. (2 Juan 9-11) No, él todavía era su hermano, y ellos habían de ‘continuar amonestándolo como a hermano,’ instándolo a rehacer su mente en armonía con la Palabra de Dios.
No obstante, si aquella persona insistiera en esparcir sus ideas en la congregación, causando así desunión, ¿entonces qué? Al escribir a Tito el apóstol Pablo dio este consejo: “En cuanto al hombre que promueve una secta, recházalo después de la primera y la segunda admonición; sabiendo que tal hombre ha sido descaminado y está pecando, siendo condenado por sí mismo.”—Tito 3:10, 11.
-