-
Hallando felicidad en hacer discípulosLa Atalaya 1966 | 1 de septiembre
-
-
la clase correcta de trabajo, es decir, trabajo que se hace a favor de otros. Ningún otro trabajo puede llenar ese requisito como el trabajo de hacer discípulos de Jesucristo. No solo estará usted feliz mientras participe en el trabajo mismo, sino que usted estará feliz y contento en todo lo que haga. Sí, el dedicar su vida a este trabajo tendrá ese efecto sobre toda su vida. ¿Es usted verdaderamente feliz en su trabajo presente? Si no, entonces usted probablemente se encuentra en la carrera incorrecta. Debería estar hallando felicidad en hacer discípulos.
-
-
¿Necesitan los cristianos “estas buenas nuevas del reino”?La Atalaya 1966 | 1 de septiembre
-
-
¿Necesitan los cristianos “estas buenas nuevas del reino”?
1. ¿Cuál es una reacción común en la cristiandad cuando se predican las “buenas nuevas del reino”?
¿CÓMO reaccionó usted cuando un testigo de Jehová lo abordó por primera vez y le explicó que había venido a predicarle las “buenas nuevas del reino”? Si usted es miembro de una de las organizaciones religiosas de la cristiandad, quizás usted pensó, como algunos se han expresado: ‘¿Por qué no va a ver a alguien que las necesite, a los que no creen en el cristianismo? Mi predicador predica el Reino, de hecho, lo ha venido haciendo por muchos años.’
2. Muestre que Dios ha tratado con su pueblo en tiempos pasados con mensajes de buenas nuevas progresivos.
2 Es comprensible que usted opine así. Por otra parte, reflexione algo en cuanto a esta pregunta: ¿No significa el mismísimo hecho de que usted sea miembro de una religión que usted busca algo bueno que habrá de venir? Y ¿no envió Dios en el pasado nuevos mensajes de buenas nuevas progresivos a su pueblo en ocasiones diferentes? Cuando Jesús nació en Belén aproximadamente al principio de nuestra era común, ángeles anunciaron esto como buenas nuevas. (Luc. 2:10) Unos treinta años después, seis meses antes de que Jesús fuera bautizado en el río Jordán y comenzara su ministerio, Dios lo consideró buenas nuevas al grado de que envió un mensajero especial, Juan el Bautista, para proclamarlo a los judíos. (Mat. 3:1, 2) Esto fue en cumplimiento de las buenas nuevas que Dios le había dado a Abrahán. (Gál. 3:8) Cuando murió Jesús, sus discípulos estuvieron muy tristes, pero cuando fue resucitado, y les dijo que todo el poder le había sido dado en el cielo y en la Tierra, esto, para los discípulos, fue las mejores nuevas hasta esa fecha. (Mat. 28:18-20; Luc. 24:50-53) Pero antes de morir Jesús les habló a sus discípulos de buenas nuevas aun mejores que se proclamarían en una escala mundial en tiempo muy distante de su día.
-