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Usando agradecidamente el “denario”La Atalaya 1967 | 15 de junio
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señor o amo de la viña, a saber, Jehová Dios, le dijo a su mayordomo, sobrestante o “encargado,” que pagara a los obreros. Dios usó al glorificado Jesucristo en el cielo como su mayordomo o “encargado,” pues Dios lo usó para derramar el espíritu santo sobre los obreros en el día del Pentecostés. (Juan 1:32-34; 14:16, 17; 15:26; 16:7; Luc. 24:49; Hech. 1:4-8; 2:32, 33) Al pagar a los obreros su salario, Jesucristo en el cielo siguió la regla extraordinaria que había declarado aquí en la Tierra.
31. En el Pentecostés, ¿quiénes fueron los primeros a quienes se les pagó, y cómo habían sido clasificados hasta entonces?
31 ¿Quiénes, entonces, fueron los primeros a quienes se les pagó en el Pentecostés? El derramamiento del espíritu santo sobre los que estuvieron allí en Jerusalén en aquel día del Pentecostés de las primicias de la cosecha del trigo reveló esto. Fueron los “últimos” que habían sido enviados a la viña del Israel natural, y que habían trabajado con el “encargado,” el Mayordomo Jesucristo. Estos también fueron los “últimos” que los caudillos religiosos de la nación de Israel esperarían que recibieran el salario de todo un día, un “denario” simbólico, del gran Amo de casa y Amo de la viña, Jehová Dios.
32. ¿Cómo se dio a conocer la prueba de quiénes habían sido los primeros obreros a los cuales se les había pagado, y quiénes se reunieron para presenciar esto?
32 Al contrario de las expectativas judías, los primeros a quienes se les pagó fueron los despreciados doce apóstoles de Jesucristo y el resto de la congregación de 120 discípulos que estaban reunidos tranquilamente en un aposento de arriba, apartados de la multitud de judíos y prosélitos que estaban celebrando el Pentecostés en el templo de Jerusalén. No obstante, la prueba en cuanto a quiénes se les pagó primero de los obreros de la “viña” de Dios se dio a conocer por un milagro. Sucedió en unión con el derramamiento del espíritu santo sobre los 120 discípulos, y más de tres mil judíos y prosélitos vinieron al lugar a presenciar este extraño espectáculo.—Hech. 1:5; 2:1-13, 41.
33. ¿Cómo explicó Pedro lo que estaban contemplando que sucedía, y cuántos se esforzaron por aprovecharse del don del espíritu?
33 Bueno, “otros se reían de ellos y decían: ‘Están llenos de vino dulce.’” De modo que el apóstol Pedro fue el primero en ponerse de pie y explicar que los discípulos de Cristo, llenos de espíritu, no estaban borrachos sino que esto era el cumplimiento de la profecía de Joel (2:28, 29). También, que el resucitado Jesucristo, ensalzado a la diestra de Dios en los cielos, había recibido el prometido espíritu santo y lo había derramado sobre sus discípulos en la Tierra en cumplimiento de Joel 2:28, 29. Entonces todos los doce apóstoles explicaron que este don prometido del espíritu santo también estaba disponible para el resto de los judíos, si se arrepentían y se bautizaban en el nombre de Jesucristo y llegaban a ser sus discípulos. Unos tres mil observadores y oyentes lo hicieron y llegaron a formar parte de la congregación del Israel espiritual, la nueva “viña” de Dios.—Hech. 2:37-42.
34. ¿Qué, entonces, fue el “denario,” y cuándo y dónde lo habrían de usar los recipientes?
34 Por lo tanto, el “denario” simbólico no fue el don del espíritu santo en sí. Fue el privilegio concomitante al recibir el espíritu santo, a saber, el privilegio de ser miembro del Israel espiritual, autorizado para profetizar en cumplimiento de Joel 2:28, 29, ungido para predicar las buenas nuevas del reino mesiánico de Dios. Así serían sarmientos llevadores de fruto en la vid espiritual de Jehová, el Señor Jesucristo. Fueron admitidos en el nuevo pacto, que Jesucristo medió entre Jehová Dios y la congregación de estos sarmientos simbólicos. (Jer. 31:31-34; 1 Tim. 2:5, 6; Heb. 8:6 a 9:15) Por lo tanto, el “denario” simbólico fue algo que quiso decir su subsistencia, su vida eterna en el nuevo orden de Dios. Fue algo para que lo usaran aquí en la Tierra, no en el cielo.
35. ¿Qué oyeron y vieron los que fueron contratados “muy de mañana,” y cómo estuvo disponible también para ellos el “denario”?
35 ¿Qué hay de los que fueron contratados primero, “muy de mañana,” por decirlo así, para trabajar en la viña de Dios del Israel natural? Estos “primeros,” los sumos sacerdotes, subsacerdotes, levitas, escribas, abogados versados en la ley mosaica, todos judíos, pronto oyeron y observaron que a los discípulos de Jesús se les había pagado por su trabajo tardío en la viña de Dios del Israel natural. Los vieron usando el “denario” simbólico. El salario de todo el día también estaba disponible para ellos, particularmente en vista de que Jehová Dios continuó tratando exclusivamente con la nación de Israel por unos tres años y medio después de eso.
36. (a) Sin embargo, ¿por medio de quién tendrían que aceptar el “denario”? (b) El aceptarlo así ¿qué cosas les costaría de las que habían disfrutado hasta entonces?
36 Sin embargo, tales caudillos religiosos tenían que aceptar la paga de todo el día, el “denario,” por medio del Mayordomo de Dios, a saber, el glorificado Jesucristo. Pero el hacer esto significaría el hacer lo que el Señor Jesucristo había dicho que hiciera el rico gobernante joven. (Mat. 19:21) Significaría renunciar a sus lugares de honor, importancia, poder e ingresos materiales en el templo de Jerusalén, en las sinagogas y en los sanedrines, el sentarse en la “cátedra de Moisés,” el ser llamados Rabí, y el tener un lugar y posición que fueran reconocidos y permitidos por el gobierno romano. Tales cosas les habían estado llegando como buena paga por sus servicios en la “viña” de Dios de Israel hasta el Pentecostés de 33 E.C. Es verdad, habían convenido con el gran Amo de casa, el Dueño de la “viña,” por el don del espíritu santo en cumplimiento de Joel 2:28, 29. Pero ahora, el renunciar a todas sus ventajas religiosas que habían tenido hasta entonces en Israel y recibir el espíritu santo derramado por Jesucristo y ser ungidos así para efectuar la obra de discípulos de Jesucristo junto con sus apóstoles, gente de la “última” categoría, obreros de la hora undécima, todo esto les costaría demasiado.
37. Por eso, ¿estuvieron satisfechos con recibir únicamente el “denario,” y cómo se expresó su actitud para con los “últimos” obreros?
37 En su paga de parte de Dios querían más que el espíritu santo y sus dones milagrosos y sus asociados privilegios del Reino. De modo que querían más que el “denario” simbólico. Por consiguiente, estos “primeros” obreros murmuraron contra el Dueño de la “viña” y estuvieron poco dispuestos a aceptar únicamente el “denario,” sin duda como lo hizo el rico gobernante joven en contraste con el apóstol Pedro. Sus murmuraciones y objeciones asumieron la forma de perseguir a los discípulos de Cristo, los “últimos” obreros que fueron contratados en la “viña.”—Mat. 20:10-12.
38. ¿Qué muestra si todos aquellos “primeros” obreros rehusaron o no el “denario,” y en qué prefirieron algunos seguir trabajando?
38 Por supuesto, hubo algunos levitas del templo, como José Bernabé de Chipre, que aceptaron el “denario.” (Hech. 4:36, 37) Y aun después que los doce apóstoles fueron encarcelados y enjuiciados por el Sanedrín de Jerusalén por usar el “denario” en el servicio de Dios, el informe de Hechos 6:7 nos dice, “la palabra de Dios siguió creciendo, y el número de los discípulos siguió multiplicándose muchísimo en Jerusalén; y una gran muchedumbre de sacerdotes empezó a ser obediente a la fe.” Aun Saulo de Tarso, un amigo personal del sumo sacerdote judío, aceptó el “denario,” aunque había sido fariseo. (Hech. 9:1-22; Fili. 3:4-6) Pero la mayor parte de estos “primeros” obreros, estos caudillos religiosos del judaísmo, siguieron trabajando como antes en sus privilegios religiosos en el Israel natural y obteniendo su paga regular por eso como concedía la Ley de Moisés, rehusando el “denario.”
39. ¿Por cuánto tiempo siguieron en este tipo de servicio religioso, pero qué siguieron usando los discípulos de Jesús?
39 Continuaron con este tipo de servicio religioso hasta el año 70 E.C. Entonces les fue quitado su templo en Jerusalén. Perdieron su trabajo allí y los romanos vinieron y quitaron tanto su lugar como su nación, no a causa de aceptar a Jesucristo, sino a causa de rechazarlo y rehusar el “denario.” (Juan 11:47, 48) Su ojo era inicuo debido a que Jehová Dios fue bueno para con los discípulos de Jesucristo. En cuanto a estos discípulos, incluso el apóstol Juan, continuaron usando su “denario” para efectuar el servicio del Reino de Dios y para conseguir su propia vida eterna, a pesar de la persecución.—Mar. 10:29, 30; Rev. 1:9.
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El cumplimiento moderno del “denario”La Atalaya 1967 | 15 de junio
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El cumplimiento moderno del “denario”
1. Debido a lo que sucedió en el día del Pentecostés de 33 E.C., ¿por qué tiene que haber un cumplimiento final de la parábola del “denario”?
ALGO semejante a la experiencia de los obreros de la “viña” de la antigua nación de Israel hace diecinueve siglos ha sucedido en estos últimos días tocante a lo que se llama la cristiandad. La antigua “viña,” la nación de Israel en el pacto de la Ley mosaica, fue típica; muchas de sus experiencias fueron “sombras” proféticas de cosas venideras. (1 Cor. 10:1-6, 11; Col. 2:16, 17; Heb. 10:1) Además, la profecía de Joel 2:28-32, que el apóstol Pedro citó en el día del Pentecostés, cuando se pagó el “denario” simbólico, no se cumplió completamente allá hace mil novecientos años. Por consiguiente debería haber un cumplimiento más grande y final de Joel 2:28-32. Esto significaría que habría un cumplimiento adicional y final de la parábola de Jesús del “denario” en estos “últimos días” de este sistema de cosas. (Hech. 2:17, 18; 1 Tim. 3:1-5) Hay hechos que manifiestan esto.
2, 3. (a) ¿Cuándo comenzó a decaer el uso del “denario”? (b) ¿Qué ha pretendido ser la cristiandad, y en qué servicio se ha considerado estar su clero, y por qué?
2 Como se predijo en la profecía de Isaías 5:1-7, Jehová Dios rechazó su “viña” típica del Israel natural, circunciso, hace diecinueve siglos. Desde entonces ha estado cultivando una “viña,” espiritual de la cual Jesucristo es la Vid, el tronco central, y sus seguidores verdaderos son los sarmientos. (Juan 15:1-8) Ahora tiene un “Israel de Dios” espiritual, no bajo el antiguo pacto de la Ley que fue abolido al tiempo de morir Jesús, sino bajo el nuevo pacto del
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