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Seguridad verdadera... ¿dónde?La Atalaya 1968 | 15 de febrero
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le dio gusto recibir una llamada telefónica de parte del agente de seguros. Parece que quería una Biblia en lenguaje moderno, como la que se usó durante la conversación. El Testigo convino en llevarle una a su oficina y trajo consigo un ejemplar de una ayuda para el estudio de la Biblia. Aceptándolas, el agente de seguros preguntó: “¿Qué ganaría yo al estudiar la Biblia como usted sugiere?” ¿Qué diría usted a esa pregunta? El ministro contestó: “La satisfacción de conocer la verdad acerca de Dios y de sus propósitos para la Tierra y el hombre. También, la habilidad de conseguir su favor y merecer la vida bajo el prometido nuevo sistema de cosas, sin mencionar el hallar la seguridad verdadera y permanente.”
Usted se puede imaginar el gozo que recibió el Testigo al poder dar una respuesta afirmativa a la pregunta: “¿Podría usted hacer arreglos para que alguien celebre un estudio bíblico semanal conmigo?” Ahora el vendedor de seguros está aumentando rápidamente su conocimiento de las verdades bíblicas.
¡Cuán feliz puede ser la porción de todas esas personas que ahora dan un paso positivo hacia el adquirir la seguridad verdadera! Esa seguridad será de la clase más confiable, teniendo a Jehová Dios como su Fuente. Él nos asegura que la seguridad de su nuevo orden no será estropeada por guerras ni carencia. (Sal. 72:7, 16) Entonces los hombres experimentarán la seguridad a manos de Jehová, porque él promete: “Haré que se acuesten en seguridad.”—Ose. 2:18.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1968 | 15 de febrero
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Preguntas de los lectores
● ¿Está obligado un cristiano a aceptar una transfusión de sangre simplemente por mandato de un tribunal?—M. C., EE. UU.
El cristiano verdadero gobierna su vida mediante las leyes de Dios, obedeciendo todas las leyes humanas que no están en pugna con las de Dios. (Mar. 12:17) De interés para los cristianos es la ley de Dios dada al antiguo Israel: “Queda firmemente resuelto a no comer la sangre, porque la sangre es el alma y no debes comer el alma con la carne.” (Deu. 12:23) De modo que Dios esperaba que los israelitas estuvieran ‘firmemente resueltos’ a no comer sangre, aun si alguien tratara de obligarlos a comerla.—Vea también Génesis 9:4; Levítico 17:11, 12, 14.
¿Es diferente hoy la situación para los adoradores de Jehová? No, porque la ley divina concerniente a la sangre aún es la misma, así como se declara en las Escrituras Griegas Cristianas: “Al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias: que se abstengan de cosas sacrificadas a ídolos y de sangre y de cosas estranguladas y de fornicación.” (Hech. 15:28, 29, 25) Sírvase notar que esta prohibición sobre el uso de la sangre para alimentar el cuerpo humano está enlazada con la prohibición de lo que equivale a idolatría. Bueno, ¿cometería usted un acto de idolatría si se lo ordenara un tribunal? Si un juez le ordenara a usted que se inclinara ante un ídolo, ¿lo haría usted? ¿O estaría usted firmemente resuelto a poner en primer lugar la ley de Dios, obedeciendo a Dios como gobernante más bien que a los hombres? (Hech. 5:29) Los cristianos primitivos rehusaron demandas de que ellos ejecutaran actos idólatras, aunque eso resultó en la muerte en una arena romana.
De modo que hoy los cristianos dedicados tienen que estar tan firmemente resueltos a obedecer a Dios como lo estuvieron los israelitas fieles y los cristianos primitivos. Sin embargo, se ha notado que en algunos casos en que los tribunales han ordenado transfusiones de sangre evidentemente no ha habido una firme resolución de parte del que afirma ser cristiano. Algunos han indicado al tribunal que, aunque ellos no autorizarían transfusiones, no se opondrían a ellas si el tribunal las ordenara. En un caso, después de tal declaración, el juez ordenó una transfusión, dando fuerte énfasis al hecho de que el individuo parecía indicar que, con tal que él mismo no autorizara la transfusión de sangre, él no se opondría. Pero, ¿no se opondría Dios? ¿Es esto estar “firmemente resuelto” a obedecer la ley de Dios sobre la sangre?
Es verdad que el tribunal lleva la responsabilidad
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