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  • ‘Ahondando por sonido’ la verdad en la mente y corazón de estudiantes
    La Atalaya 1969 | 1 de agosto
    • en el estudio son buenas y correctas. Pero parece que no llegan a ninguna decisión tocante a lo que van a hacer respecto a las verdades que han aprendido. (Sant. 1:6-8) Las preguntas, combinadas con una ilustración, pueden ayudar.

      23-25. (a) ¿Cómo muestra la ilustración que dio Jesús del “buen samaritano” una manera en que podemos animar a los estudiantes a comenzar a edificar sobre la masa de roca de la obediencia? (b) Muestre cómo podemos hacer esto hoy y explique por qué es provechoso este método.

      23 Se conoce bien la ilustración que dio Jesús del “buen samaritano.” (Luc. 10:29-37) La dio en respuesta a un hombre que deseaba probarse justo y que preguntó: “¿Quién verdaderamente es mi prójimo?” Entonces Jesús habló de tres hombres diferentes: un sacerdote, un levita y un samaritano, y la reacción de cada uno ante su oportunidad individual de ayudar a un hombre golpeado por salteadores, y que el samaritano fue el único que suministró ayuda verdadera. Jesús concluyó haciendo esta pregunta a su inquiridor: “¿Quién de estos tres te parece haberse hecho prójimo del que cayó entre los salteadores?” El hombre contestó: “El que actuó misericordiosamente para con él.” Entonces le dijo Jesús: “Vete y haz tú lo mismo.”

      24 La respuesta a la pregunta de Jesús fue bastante obvia, ¿no es verdad? No obstante, Jesús había llevado la mente del hombre a cierta conclusión, le hizo escudriñar sus propios motivos, ayudándole así a tomar una decisión en cuanto a acción futura. En lo que toca a nosotros, pongamos por caso que en un estudio nos encontramos en las páginas 211, 212 del libro Vida eterna, en libertad de los hijos de Dios. En estas páginas se considera la oposición y trato severo que sufrieron los apóstoles debido a la presión oficial que se ejerció para hacer que cesaran de predicar. Aquí pudiéramos introducir en la discusión Mateo 24:14, hacer que el estudiante leyera el versículo, y luego aclarar que ésta es la obra indicada para nuestro día. Entonces pudiéramos usar una ilustración, quizás la de tres individuos que vivieran en un país donde se impone una proscripción oficial a tal predicación de las buenas nuevas del reino de Dios. De las tres personas, una cesa inmediatamente su predicación. La segunda es arrestada y después conviene en cesar toda predicación. La tercera también es arrestada, pero cuando finalmente la ponen en libertad sigue predicando por cualesquier medios que puede. “Ahora bien,” pudiéramos preguntar al estudiante, “¿cuál diría usted que está demostrando que es cristiano verdadero, uno como lo que los apóstoles fueron?” La respuesta, por supuesto, es el último; pero después de tal respuesta pudiéramos inquirir: “¿Por qué dice usted eso?”

      25 Es verdad, la respuesta a la pregunta que se basa en esta ilustración es bastante obvia; no obstante, puede hacer que la persona escudriñe su propia mente y su propio corazón en cuanto al asunto, pensando en lo que ella haría en medio de circunstancias semejantes. El plantear un problema de la vida real es muy útil. Ayuda a las personas a considerar seriamente la manera en que aplicarían los principios bíblicos en su vida y cuál será su proceder futuro. (Sal. 119:33-37) También, es característica humana el que las personas estén más dispuestas a aceptar conclusiones que ellas mismas expresan, más bien que una conclusión que otra persona exprese por ellas.

      26. ¿Qué atención debe darse a la conciencia de los estudiantes?

      26 Relacionado con lo antedicho está el asunto de ayudar a educar la conciencia de las personas con quienes estudiamos, de ayudarlas a pensar seriamente en términos de lo correcto y lo incorrecto. Queremos ayudarlas a que lleguen a amar lo que es correcto y odiar lo que es incorrecto. (Heb. 1:9; Sal. 119:101-104) Jesús hizo surgir preguntas, preguntas escrutadoras, que debieron haber ayudado a las personas a pensar seriamente en términos de lo correcto o lo incorrecto, aunque la falta de interés de ellas a veces hizo que él sintiera indignación, “estando cabalmente contristado por la insensibilidad [no de sus mentes, sino] de sus corazones.”—Mat. 12:10-12; Mar. 3:1-5.

      27. (a) ¿Con qué propósito se han suministrado las preguntas de la página 106 del libro “Tu palabra es una lámpara para mi pie”? (b) ¿Cómo puede el que conduce un estudio bíblico llegar a tener la respuesta a estas preguntas?

      27 La reciente publicación “Tu palabra es una lámpara para mi pie” (página 106) contiene una lista de diez preguntas y se insta al conductor de un estudio bíblico a que las considere antes de invitar a un estudiante a participar en el ministerio. Entre éstas hay preguntas como: ¿Cree esa persona que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios? (2 Tim. 3:16) ¿Aplica en su vida lo que la Biblia dice acerca de la honradez? (Efe. 4:25, 28) ¿Sabe lo que la Biblia dice acerca de la fornicación y el adulterio, y vive en armonía con ello? (Heb. 13:4; Mat. 19:9) Sin embargo, note que no se espera que el estudiante dé una respuesta directa a estas preguntas; el que está conduciendo el estudio y extendiendo la invitación para que participe en el ministerio es quien debe contestar estas preguntas acerca del estudiante. Esto significa que no se tiene la intención de que el conductor investigue osadamente la vida personal del estudiante con preguntas directas. ¿Cómo, entonces, puede contestar el conductor las preguntas a su propia satisfacción? El simplemente hacer que el estudiante lea los textos bíblicos y luego comente sobre lo que entiende que significan a menudo hará posible que uno vea si comprende o no lo que se requiere de la persona que participa en el ministerio de la Palabra de Dios. También, el uso de ilustraciones seguidas de preguntas basadas en la ilustración ayudarán igualmente al estudiante a discernir el punto sin hacerlo incómodo con preguntas directas.

      28. ¿Cómo podemos manifestar discernimiento genuino al usar estos métodos docentes?

      28 Una pregunta más, la última y una que hizo Jesús en Mateo 13:51: “¿Captaron ustedes el sentido de todas estas cosas?” Ciertamente no queremos bombardear a los estudiantes con una andanada constante de preguntas, sino usarlas atinadamente donde ayuden más y realmente sirvan para ahondar por sonido los puntos claves de la verdad bíblica en la mente y el corazón de ellos. Tampoco debemos insistir en que conteste la persona si indica renuencia a expresarse sobre ciertos puntos. Cuando una pregunta produce una respuesta negativa o alguna ilustración no parece ‘caerle bien’ a la persona, en vez de tratar de convencerla al punto, bien podríamos simplemente decir: “Bueno, eso nos da algo en que pensar, ¿no es verdad?” y luego seguir con el estudio. Jesús, también, ejercía paciencia.—Juan 16:12.

      29. En resumidas cuentas, ¿quién tiene que edificar sobre la masa de roca figurada, pero qué debemos tener presente siempre que ‘ahondamos por sonido’ la verdad en nuestros estudios bíblicos?

      29 Nosotros solo podemos ayudar a las personas con quienes estudiamos a oír y entender los dichos y el ejemplo de Jesús; la persona misma tiene que poner un fundamento y edificar sobre éste llegando a ser hacedora de la Palabra. Sea que usted use preguntas, ilustraciones u otros métodos, jamás deje de enfocar el corazón del individuo; porque aunque su mente pueda mostrarle la necesidad, la sabiduría, la urgencia de edificar sobre la masa de roca de obediencia a las enseñanzas y ejemplo de Cristo, solo su corazón puede motivarlo a hacerlo. Ayude a los de disposición semejante a oveja a oír al Padre de Jesucristo, Jehová Dios, decir: “Hijo mío, . . . que inclines tu corazón al discernimiento.” (Pro. 2:1, 2; 3:1-4) ‘Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan.”—1 Tim. 4:16.

  • ¡Más de 10.000 más respondieron para servicio de tiempo cabal!
    La Atalaya 1969 | 1 de agosto
    • ¡Más de 10.000 más respondieron para servicio de tiempo cabal!

      CUANDO los testigos de Jehová comenzaron a leer sus ejemplares del Anuario para 1969, que informa los resultados de sus actividades ministeriales en 1968, su corazón se regocijó. Hallaron en sus páginas informes animadores de aumento tras aumento. Estos aumentos alegradores que contemplaron sus ojos les decían que Jehová su Dios estaba bendiciendo abundantemente los esfuerzos que hacían para dar a conocer sus propósitos a través de la Tierra.

      Una de las partes más agradablemente conmovedoras y animadoras del registro que efectuaron el año pasado fue el excelente aumento del número de personas que organizaron su vida para emplear todo su tiempo en la predicación, ya fuera con regularidad o durante un período de vacaciones. ¡Imagínese, cada mes 63.871 individuos, en promedio, participaron entusiásticamente en esta actividad ensanchada! Esto es un promedio mensual de 10.107 más personas que en 1967. Tal aumento no es un simple reflejo de una proporción de crecimiento normal. ¡Comparaciones con los aumentos de trabajadores de tiempo cabal de años anteriores ilustran esto, sí, recalcan cuán significante verdaderamente es el aumento del año pasado!

      Por ejemplo, considere el año de 1964. El número de personas que participó en la predicación de tiempo cabal fue de 3.913 más que el número que lo hizo en 1963. El aumento en 1965 fue de 4.915 más que el total de 1964. En 1967 hubo más de 6.000 predicadores de tiempo cabal más que en 1966. Por eso cuando los testigos de Jehová leen que 10.107 personas más se pusieron a predicar de tiempo cabal en 1968 su corazón salta de gozo. Se regocijan al ver a tantos responder de todo corazón a la urgente obra de Dios en la actualidad. El espíritu de querer hacer más en la obra de la “siega” está tan vivo hoy como lo estuvo en los días del ministerio terrestre de Jesús. Jehová Dios está contestando las oraciones de que se envíen más trabajadores a su “siega,” usando su espíritu para influir en millares de publicadores para que empleen más tiempo en el campo.—Mat. 9:37, 38.

      No hay duda, los testigos de Jehová fulguran con espíritu santo de Dios, y sus actividades lo manifiestan. Están haciendo grandes esfuerzos por predicar estas

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