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Apreciando a JehováLa Atalaya 1969 | 1 de julio
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sus pensamientos para con su pueblo bendiciéndolo con abundancia. (2 Cró. 31:10) Cuando los enemigos amenazaban a Jerusalén, Ezequías mostró aprecio a la oración, pidiendo con fe a Jehová que interviniera. En respuesta, Jehová conservó a su pueblo, derribando al ejército enemigo que estaba preparado para atacar a Jerusalén.—2 Rey. 19:15, 35.
20. ¿Por qué no fue librada Jerusalén en el día de Sedequías?
20 Sin embargo, no aconteció una liberación como ésa en los días de Sedequías, pues no era un individuo dispuesto a mostrar aprecio apropiado a Jehová ni a encargarse de que la adoración pura se mantuviera en el templo. Sufrimiento, no prosperidad, fue lo que le tocó al pueblo entonces. Los sacerdotes y el pueblo eran infieles a Dios, pues contaminaban la casa de Jehová. Por lo tanto, tal como Jehová le había advertido a Salomón después de la dedicación del templo, Jehová permitió la destrucción del templo y de la ciudad.—2 Cró. 36:11-21.
21. ¿Cómo podemos mostrar que apreciamos a Jehová?
21 De modo que redunda en gran valor para los hombres el que aprecien el privilegio de la adoración sagrada de Jehová. El adorar a Jehová y obedecer sus leyes son maneras de demostrar que apreciamos a Jehová. La Biblia revela que la vida y la prosperidad están envueltas en el aprecio que mostramos.
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Apreciando cosas sagradasLa Atalaya 1969 | 1 de julio
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Apreciando cosas sagradas
1, 2. (a) ¿Por qué debe apreciarse la profecía? (b) ¿Por qué debe estimarse encarecidamente el rescate?
LAS maravillosas obras y los maravillosos pensamientos de Jehová para con nosotros y las cosas que ha hecho para el mundo de la humanidad de veras son numerosas. Tan pronto como la familia humana entró en dificultades y quedó bajo condenación debido al pecado de Adán, se reveló esperanza para el futuro. Así, hoy encontramos entre las cosas sagradas de Jehová su primera profecía registrada en la Biblia: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.” (Gén. 3:15) En su bondad amorosa Jehová después trató este tema con más detalles, suministrando más de trescientas profecías en cuanto a la “descendencia” que habría de venir para que no hubiera duda alguna acerca de a quién se refería. A través de la historia Jehová Dios dirigió el curso de los sucesos para causar un cumplimiento exacto en Cristo Jesús, por medio de quien habría de venir la liberación. Fue una cosa sobresaliente la que hizo Jehová, y el apóstol Juan la explica así: “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” “En esto el amor de Dios fue manifestado en nuestro caso, porque Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que nosotros consiguiésemos la vida por medio de él.”—Juan 3:16; 1 Juan 4:9.
2 La provisión que Jehová hizo por medio de Cristo Jesús para la vida eterna no es cosa ordinaria. Es algo especial, que ha de estimarse encarecidamente. Como Pablo expresó el asunto en Hebreos 10:28, 29: “Cualquiera que ha desatendido la ley de Moisés muere sin compasión, por el testimonio de dos o tres. ¿De cuánto más severo castigo piensan ustedes que será considerado digno el que ha pisoteado al Hijo de Dios y que ha estimado como de valor ordinario la sangre del pacto por la cual fue santificado, y que ha ultrajado con desdén el espíritu de bondad inmerecida?”
ENSEÑANZAS
3. ¿Qué hizo Jesús además de suministrar el rescate?
3 Cuando el Hijo unigénito de Dios estuvo en la Tierra hizo más que suministrar un sacrificio de rescate para provecho de la familia humana. Vino como maestro de la verdad sagrada de Dios y puso un ejemplo para otros en cuanto al proceder que debería emprenderse en armonía con Dios. Jesús reveló el mensaje de Dios y dijo: “Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que me envió. Si alguien desea hacer la voluntad de Él, conocerá respecto a la enseñanza si es de Dios o si hablo de parte de mí mismo.” “Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.”—Juan 7:16, 17; 18:37.
4. ¿Por qué debe considerarse un privilegio especial el entender los secretos sagrados?
4 No todos aprecian la verdad sagrada; algunos no son dignos de ella. Un relato en cuanto a la obra docente de Jesús y la manera en que usaba ilustraciones dice: “Ahora bien, cuando quedó solo, los que se hallaban alrededor de él con los doce se pusieron a interrogarle acerca de las ilustraciones. Y él procedió a decirles: ‘A ustedes se les ha dado el secreto sagrado del reino de Dios, mas a los de afuera todas las cosas ocurren en ilustraciones, para que aunque estén mirando, miren y sin embargo no vean, y, aunque estén oyendo, oigan y sin embargo no capten el sentido, ni nunca se vuelvan y se les dé perdón.’” (Mar. 4:10-12) El entender los secretos sagrados de Dios y el significado de las enseñanzas bíblicas de veras es un privilegio especial que se concede a los que lo aman. El conocimiento exacto acerca del reino de Dios es un tesoro. Lo adquieren aquellos que se aplican diligentemente como estudiantes de las Escrituras. ¿Tiene usted un aprecio tan grande a las cosas sagradas que las estudia con regularidad?—Juan 17:3; 1 Cor. 2:10, 14, 15.
EL REINO
5. ¿Qué valor dio Jesús al reino del cielo?
5 El hecho de que Jesús tuvo en alta estima el reino del cielo lo muestra bien su propia enseñanza. “El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que un hombre halló y escondió; y por el gozo que tiene va y vende cuantas cosas tiene y compra aquel campo. Otra vez, el reino de los cielos es semejante a un comerciante viajero que buscaba perlas excelentes. Al hallar una perla de gran valor, se fue y prontamente vendió todas las cosas que tenía y la compró.” (Mat. 13:44-46) Jesús ilustró que él daría todo, aun la vida misma, a fin de obtener el Reino. ¿Quién pudiera mostrar mayor aprecio a una cosa sagrada? ¿Cómo pudo hacerlo él? No pensando mucho en cuanto a morir, sino mirando con fe más allá, al gozo que tendría cuando disfrutara de la cosa sagrada que apreciaba grandemente como tesoro, el reino del cielo. El apóstol Pablo nos describe su actitud: “Mirando atentamente al Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús. Por el gozo que fue puesto delante de él aguantó un madero de tormento, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.”—Heb. 12:2.
6. Por haber practicado Jesús lo que enseñó en Mateo 6:19-33, ¿cuál ha sido el resultado?
6 De modo que Jesús, por reconocer y apreciar así los valores, pudo dar instrucción práctica sobre este tema: “Dejen de acumular para ustedes tesoros sobre la tierra, . . . Más bien, acumulen para ustedes tesoros en el cielo, donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran por fuerza y hurtan. Porque donde
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