BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Cómo Dios librará a la humanidad de la enfermedad y la muerte
    La Atalaya 1969 | 1 de agosto
    • fe en mí no morirá jamás. ¿Crees tú esto?”—Juan 11:26.

      Sí, de esta manera Dios “limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento, ni clamor, ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.” (Rev. 21:4) ¡Qué maravilloso será disfrutar de salud perfecta! Tal como el Hijo de Dios curó a leprosos y sanó a los cojos y ciegos cuando estuvo en la Tierra, así su régimen justo pondrá fin a toda enfermedad y sufrimiento. (Mar. 1:40-42; Juan 5:5-9; Mat. 9:35) ¡Entonces no se necesitarán hospitales ni seguro de salud! Quitadas la enfermedad y la muerte, habrá desaparecido una causa mundial de lágrimas. (1 Cor. 15:25, 26) ¡Qué maravilloso será disfrutar de libertad plena del pecado y poder cumplir perfectamente las normas justas de Dios en habla, pensamiento y conducta!

      DANDO LA BIENVENIDA A LOS QUE VUELVEN DE ENTRE LOS MUERTOS

      También hay la feliz perspectiva de que personas amadas por usted que hayan muerto disfruten de las bendiciones del régimen justo del Hijo de Dios sobre la Tierra. Jesús reveló la esperanza que hay para los incontables millones de personas que han muerto, diciendo: “No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán.” (Juan 5:28, 29) ¡Qué tiempo de gozo electrizante habrá cuando por primera vez se den estas noticias alrededor de la Tierra: “¡Se está resucitando a los muertos!”

      Podemos tener confianza completa en que esto será una realidad. Recuerde que, mientras estuvo en la Tierra, Jesús no solo curó a los enfermos y lisiados; también hizo volver a la vida a personas muertas. (Mat. 11:2-6) Esto demostró el maravilloso poder que tiene Dios para resucitar a los muertos, un poder que ha otorgado a Jesucristo.

      Quizás usted recuerde la ocasión en que Jesús llegó a la casa de un hombre cuya hija de doce años de edad había muerto. Dirigiéndose a la muchacha muerta, Jesús dijo: “Jovencita, te digo: ¡Levántate!” ¿Cuál fue el resultado? La Biblia nos dice: “Al instante la jovencita se levantó y echó a andar.” ¿Cómo respondieron los padres de la jovencita y otros observadores a este milagro? “En seguida estuvieron fuera de sí con gran éxtasis.” Difícilmente podían contener su felicidad.—Mar. 5:35, 38-42; vea también Juan 11:38-44; Lucas 7:11-16.

      Cuando el paraíso sea restaurado a la Tierra, Jesús usará de nuevo su poder para resucitar a los muertos. Pues la Biblia nos asegura que “va a haber resurrección así de justos como de injustos.” (Hech. 24:15) ¡Qué gozo habrá por toda la Tierra cuando grupo tras grupo de los muertos vuelvan a la vida! ¡Imagínese qué felices reuniones de parientes amados habrá! En vez de columnas de notas necrológicas que causan tristeza, bien podría ser que haya anuncios de los recién resucitados para gozo de sus amados.

      Muchos millones de personas han muerto, pero eso no le presenta ningún problema a Dios. Él puede recordarlos a todos. Pues, la Biblia nos dice que Dios “está contando el número de las estrellas; a todas ellas las llama por sus nombres.” (Sal. 147:4) Considere lo que eso significa.

      Se dice que hay centenares de millones de galaxias, cada galaxia con centenares de millones de estrellas individuales, y sin embargo Dios conoce a cada estrella por nombre. El número de todos los hombres que jamás han vivido es pequeño al compararlo con eso. Por lo tanto, no le será difícil a Dios recordar a todos los que han muerto y que lleguen a estar bajo la provisión del rescate de Cristo. (Mat. 19:26) Serán restaurados a la vida aquí mismo en la Tierra. ¡Qué privilegio emocionante será estar presentes para darles la bienvenida cuando vuelvan de entre los muertos!

      ¿Serán las mismas personas cuando vuelvan? ¿Los conoceremos? ¡Sí! Hasta el hombre puede conservar indefinidamente fotografías y voces en cinta magnetofónica para usarlas más tarde en televisión. Dios puede hacer aun más que eso. Al tiempo de la resurrección él puede suministrar a cada uno un cuerpo apropiado, tal como lo hizo al crear al primer hombre, y entonces implantar de nuevo en el cerebro el recuerdo exacto de todo lo que la persona aprendió y experimentó durante su vida anterior. Así, en la resurrección esa persona volverá con la misma personalidad que tenía al morir, tal como Jesús al ser resucitado retuvo su propia personalidad. (Heb. 13:8) Usted reconocerá a los que conocía antes. ¡Qué maravillosa perspectiva!—Job 14:13-15.

      Al apóstol Juan se le dio una visión de estos emocionantes acontecimientos que tendrán lugar durante el reinado de Cristo, y ésta se encuentra en el libro de Revelación. Su visión muestra que la muerte y el Hades (la sepultura común de la humanidad) ‘entregarán los muertos que hay en ellos.’ No se dejará a ninguno allí. Entonces la muerte debida al pecado heredado habrá desaparecido para siempre. “El realmente se tragará a la muerte para siempre,” promete la Biblia, “y el Señor Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro.” (Rev. 20:13, 14; Isa. 25:8) ¡No habrá más funerarias ni lápidas sepulcrales! No quedarán cementerios.

      Los que sean resucitados a la vida aquí en la Tierra saldrán para recibir la oportunidad de conseguir vida eterna. Será un tiempo de educación para ellos. Se abrirán “rollos” que contendrán instrucciones procedentes de Dios, y ellos tendrán que seguir éstas al rehacer su mente en armonía con la voluntad de Dios. Serán ‘juzgados individualmente según sus hechos’; es decir, los hechos que hagan después de ser resucitados y después de aprender el contenido de los “rollos.” (Rev. 20:11-13) Al responder a la educación que se provea, aun los que anteriormente hayan sido tan peligrosos como animales salvajes cambiarán sus maneras de actuar, tal como muchos ya lo han hecho al llegar a estar asociados con la congregación cristiana.—Isa. 11:9; 26:9; 35:8, 9.

  • La Tierra convertida en un paraíso
    La Atalaya 1969 | 1 de agosto
    • La Tierra convertida en un paraíso

      ¡CUÁN deleitable será vivir entre personas pacíficas que tengan disposiciones bondadosas y agradables! La aplicación de los principios justos de Dios logrará esta maravillosa condición de paz en todas partes. Pero a medida que logren progreso en la justicia, los habitantes terrestres del nuevo sistema de Dios también obtendrán bendiciones materiales.

      Habrá un cumplimiento literal de las palabras proféticas de Isaías 25:6: “Y Jehová de los ejércitos ciertamente hará para todos los pueblos, en esta montaña, un banquete de platos con mucho aceite.” Nadie volverá a conocer el dolor mordedor y la debilidad de la inanición. Pero, ¿cómo suministrará Dios este banquete?

      Cuando los israelitas eran el pueblo escogido de Dios, la bendición de él les producía mucha prosperidad. Sus terrenos producían excelentes cosechas de grano. Sus huertos les daban excelentes frutos. Jehová abría para ellos su “buen almacén, los cielos, para dar la lluvia sobre [su] tierra en su temporada.” (Deu. 28:12; vea también el versículo 8.) Bendiciones parecidas

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir