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  • ¿Hay espíritus inicuos?
    La Atalaya 1969 | 1 de junio
    • ¿Hay espíritus inicuos?

      JESUCRISTO, quien vino a la Tierra desde la región de los espíritus, reconoció la existencia de espíritus inicuos. Quizás usted recuerde que él a menudo mencionó al Diablo, y que lo llamó “el padre de la mentira” y “homicida.” (Juan 8:44) Para nuestra misma protección en este tiempo cuando aumenta el mentir y el asesinato, hacemos bien en examinar este tema.

      Muchas personas, por supuesto, no creen en la existencia de criaturas espíritus inicuas. Aun algunos que afirman que usan la Biblia dicen que Satanás el Diablo es solo una cualidad de mal, no una persona espíritu invisible. Pero, ¿concuerdan los hechos con su creencia?

      ¿ES EL DIABLO EN REALIDAD UNA PERSONA ESPÍRITU?

      ¿Qué hay acerca de la propia experiencia de Jesucristo cuando el Diablo lo tentó? La Biblia nos dice que el Diablo le mostró a Jesús todos los reinos del mundo y le dijo: “Todas estas cosas te las daré si caes y me rindes un acto de adoración.” Jesús le respondió al Diablo: “¡Vete, Satanás! Porque está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios que tienes que adorar.’” Entonces el Diablo dejó a Jesús.—Mat. 4:1-11.

      Durante aquella experiencia, ¿por quién fue tentado Jesucristo? ¿Por una verdadera persona? ¿O meramente fue una cualidad de mal? Si fue tentado por una mera cualidad de mal, ¿en quién moraba esta cualidad? ¿Estaba este mal en Jesucristo? Si así fue, entonces no podía ser verdad que en él no había pecado. Sin embargo la Biblia, la Palabra de verdad de Dios, enseña claramente que Jesús era “sin engaño, incontaminado, separado de los pecadores.” (Heb. 7:26) La Biblia dice también: “El no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño.” (1 Ped. 2:22) Por eso Jesús no pudo haber estado conversando con algún “mal” que estuviera en él mismo. Él estaba hablando a una criatura espíritu viva.

      En el relato acerca de Job, hombre que temía a Dios, la Biblia nos dice que Jehová le habló a Satanás. Dice: “Jehová le dijo a Satanás: ‘¿De dónde vienes?’ Ante esto, Satanás le contestó a Jehová y dijo: ‘De discurrir por la tierra y de andar por ella.’” (Job 1:6, 7) Ahora bien, ¿no era Satanás en aquella ocasión una persona verdadera? ¿Era simplemente una cualidad de mal? Entonces, ¿a quién le estaba hablando Dios? ¿A sí mismo? Si así fue, la cualidad de mal estuvo en el Dios Todopoderoso mismo, y eso querría decir que el mal empezó con Jehová. Tal idea está en pugna con todo el resto de la Santa Biblia y es contraria a la razón.—Sal. 145:17; Rev. 4:8.

      Por eso las Escrituras y el razonamiento sólido manifiestan claramente que Satanás es una persona real y viva de la región invisible de los espíritus. Él fue, y es, una persona histórica, una criatura viva verdadera. Por esto el apóstol Pedro instó a los cristianos a estar en guardia contra sus insinuaciones, diciendo: “Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien. Pero pónganse en contra de él, sólidos en la fe.”—1 Ped. 5:8, 9.

      CÓMO UNA CRIATURA PERFECTA LLEGÓ A SER EL DIABLO

      Pero, ¿de qué manera se originó el Diablo? Obviamente, el Dios ‘cuya obra es perfecta’ no crearía a nadie inicuo. (Deu. 32:4) El no crearía a criaturas inteligentes con las cuales no podría asociarse. Tal cosa sería contraria a la razón y al amor de Dios.—Sal. 5:4-6.

      Por lo tanto, el espíritu invisible que más tarde llegó a ser el Diablo tiene que haber sido perfecto en algún tiempo, sin defecto como creación de Dios. En este respecto fue como todos los otros millones de “hijos de Dios” angelicales que Dios había creado mucho antes de que la Tierra hubiese sido preparada para que la habitaran humanos. (Job 38:4, 7) ¿Cómo, entonces, se dañó?

      Después de la creación del primer hombre y la primera mujer, esta criatura espíritu particular entró en un proceder de rebelión contra Dios. Desarrolló un deseo de ser adorado y por lo tanto atrajo a Adán y Eva a la rebelión contra Dios. ¿Cómo hizo esto? La Biblia muestra que una serpiente le habló a Eva, diciéndole una mentira. Como resultado de esto, ella desobedeció a Dios. Entonces hizo que su esposo se uniera a ella en la revuelta contra Dios. (Gén. 3:1-6; 1 Tim. 2:13, 14) Pero, ¿quién realmente puso la idea de rebelión en la mente de Eva? ¿Fue meramente una culebra que no tenía órganos de habla?

      No, hubo alguien detrás de la serpiente y haciendo que pareciera que ésta hablaba. Sabemos que algunos hombres hábiles pueden hablar palabras con los labios casi cerrados, y dar la apariencia de que un animal cercano o un muñeco está hablando. ¡Cuánto más fácil para una persona sobrehumana e invisible el hacer esto! Dios, por ejemplo, hizo que el asna de Balaam hablara, como hace notar la Biblia: “Le abrió Jehová la boca al asna y ella le dijo a Balaam: ‘¿Qué te he hecho para que me hayas golpeado estas tres veces?’”—Núm. 22:28.

      De manera semejante, en Edén, Satanás usó la serpiente para hablarle a Eva. Por lo tanto, el apóstol Pablo explicó: “La serpiente sedujo a Eva por su astucia.” (2 Cor. 11:3) Sí, la Biblia identifica al Diablo, o Satanás, como “la serpiente original,” y por lo tanto aquel que verdaderamente introdujo la rebelión e iniquidad en el universo.—Rev. 12:9.

      Pero quizás usted pregunte: Si este espíritu muy inteligente realmente era perfecto, ¿cómo podía darse a la iniquidad cuando no había nadie que lo tentara? La Biblia responde que esto se debió a que pensó en una idea mala. “Cada uno es probado por medio de ser provocado y atraído seductoramente por su propio deseo,” dice la Biblia. “Luego el deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado; a su vez, el pecado, cuando se ha realizado, produce la muerte.”—Sant. 1:14, 15.

      No hay nada malo en ver las posibilidades de cierta situación. Por ejemplo, una persona que esté en la casa de otra quizás vea dinero puesto sobre una mesa. La posibilidad de coger este dinero y ponérselo en el bolsillo está allí. Pero, puesto que eso sería robar, la persona no debería siquiera considerarlo. O, si la idea sí viene a la mente, debe despedirla de ella. Pero si el individuo retiene la idea en su mente y permite que crezca, entonces se desarrolla el deseo incorrecto. Pronto esto puede hacer que cometa un acto de iniquidad.

      Así sucedió, también, con la criatura espíritu perfecta. Allí estaba la posibilidad de usar a esta pareja humana para su propio propósito más bien que efectuar lo que Dios quería. Como criatura con libre albedrío, él no solo consideró esto, sino que no lo despidió de su mente, y esto lo condujo a pecar. Tal como un hombre que anteriormente haya sido honrado puede hacerse ladrón por medio de robar, así esta criatura espíritu se hizo a sí misma Satanás al actuar como resistidor de Dios; y se hizo el Diablo al convertirse en calumniador de Dios, porque esto es lo que esos nombres significan.

      Por supuesto, alguien quizás diga: “¿No pudiera haber sido que sencillamente cometió un error? ¿No pudiera él haber presentado disculpas y así terminar todo el asunto?” En respuesta, tenemos que tener en mente que un individuo perfecto es diferente de nosotros. Cuando usa su libre albedrío, la selección que hace no se debe a debilidad ni imperfección. La gente imperfecta a menudo comete errores debido a debilidad heredada. Pueden confesar sus errores, presentar disculpas y cambiar su proceder. Pero cuando una criatura perfecta escoge hacer el mal, lo hace deliberadamente, y no se vuelve más tarde para hacer el bien. Esto le sucedió al que se hizo a sí mismo el Diablo.

      OTRAS CRIATURAS ESPÍRITUS SE HACEN DEMONIOS

      El Diablo no fue la única criatura espíritu que se dio a la desobediencia y la iniquidad. Dios había creado un gran número de ángeles santos, millones de ellos. Daniel 7:10 revela que una porción de ellos era de 100.000.000. El registro bíblico, en Génesis 6:1-5, explica que antes del diluvio del día de Noé algunos de aquellos espíritus “hijos de Dios” se materializaron como hombres, es decir, dejaron su lugar en el cielo como criaturas espíritus y se vistieron con cuerpos carnales. ¿Y por qué?

      Fue con el propósito de disfrutar de las pasiones humanas casándose con las bien parecidas hijas de los hombres. Esto fue un acto de desobediencia a Dios, y la Biblia lo asocia con las acciones de la gente de Sodoma y Gomorra que ‘fueron en pos de carne para uso contranatural.’ (Jud. 6, 7) Así, también, fue contra su naturaleza celestial el que ángeles bajaran y buscaran carne humana con la cual tener relaciones sexuales. Su proceder trajo malos resultados, incluso una prole monstruosa, “poderosos” llamados nefilim. Por su acción rebelde, aquellos hijos espíritus de Dios se convirtieron en demonios y se pusieron de parte del Diablo, quien es el “gobernante de los demonios.”—Mat. 9:34.

      Cuando el diluvio global del día de Noé destruyó a todos los humanos inicuos, los ángeles infieles disolvieron sus cuerpos carnales y regresaron a la región de los espíritus. Pero no se les permitió volver a ser parte de la organización de santos ángeles de Dios. En vez de eso, se les limitó a una condición degradada de oscuridad espiritual, como explica la Biblia: “Dios no se contuvo de castigar a los ángeles que pecaron, sino que, echándolos en el Tártaro, los entregó a hoyos de densa oscuridad para ser reservados para juicio.”—2 Ped. 2:4.

      Desde el Diluvio, Dios no ha permitido que estos ángeles demoníacos se materialicen en la carne como hicieron antes de aquel tiempo. Sin embargo, todavía pueden ejercer poder peligroso sobre hombres y mujeres. De hecho, con la ayuda de estos demonios Satanás está “extraviando a toda la tierra habitada.” (Rev. 12:9) El gran aumento en maldad que vemos por toda la Tierra hoy día debe hacernos alerta a la importancia de estar en guardia contra el ser extraviados por ellos.

  • Evitando caer bajo el control del Diablo
    La Atalaya 1969 | 1 de junio
    • Evitando caer bajo el control del Diablo

      PARA mantener nuestra defensa contra el Diablo y sus inicuas fuerzas espíritus y hacerlo con éxito es preciso que tengamos conocimiento exacto de los métodos con que funcionan. Satanás es un maestro del engaño. Por eso, es natural que no todo lo que patrocina parezca malo. Al contrario, sus ardides para engañar a la gente pueden parecer muy inocentes; de hecho, quizás parezcan ser un medio de bendecir a la humanidad.

      Por esta razón, según muestra la Biblia, muchas personas que creen que están rindiendo servicio a Dios y la humanidad en realidad están siendo usadas por el Diablo para perpetuar sus miras y planes. Hay personas que, aunque sinceramente piensan que llevan a cabo la adoración correcta de Dios, creen y practican cosas que la Palabra de Dios, la Biblia, muestra que son de origen demoníaco. Nos ayudará a evitar caer bajo el control del Diablo el examinar cuidadosamente lo que dice la Biblia en cuanto al puesto que ocupa Satanás y cómo funciona.

      MANTÉNGASE SEPARADO DEL MUNDO

      Jesucristo estuvo muy interesado en ayudar a sus seguidores para que no cayeran bajo el control del Diablo. Por eso en la última noche de su vida terrestre oró a Dios en cuanto a este asunto: “Yo te solicito, no que los saques del mundo, sino que los vigiles a causa del inicuo [el Diablo]. Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo.”—Juan 17:14-16.

      ¿Qué significa el no ser parte del mundo? ¿Por qué es vital mantener tal separación? Para ayudarnos a comprender esto, consideremos lo que enseña la Palabra de Dios tocante al puesto que ocupa el Diablo.

      Tres veces en el Evangelio de Juan el Señor Jesucristo hizo referencia al “gobernante de este mundo,” y no puede haber duda en cuanto a de quién estaba hablando. Note sus palabras: “Ahora hay un juicio de este mundo; ahora el gobernante de este mundo será echado fuera.” También, Jesús dijo: “Ya no hablaré mucho con ustedes, porque viene el gobernante del mundo. Y él no tiene dominio sobre mí.” Y de nuevo agregó: “El gobernante de este mundo ha sido juzgado.” (Juan 12:31; 14:30; 16:11) ¡Cuán obvio es que “el gobernante de este mundo,” que no tuvo dominio sobre Jesús, no es el Dios Todopoderoso, sino Satanás el Diablo!

      El apóstol Pablo, también, explicó que el Diablo ejerce control sobre este sistema de cosas mundano. De hecho, escribiendo bajo inspiración divina, hizo referencia a Satanás como “el dios de este sistema de cosas,” diciendo: “El dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos, para que la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios, no resplandezca a través a ellos.” (2 Cor. 4:4) Note que el “dios de este sistema de cosas” no es el Dios en cuya imagen está Cristo. ¿Quién otro si no Satanás el Diablo cegaría deliberadamente la mente de la humanidad a la verdad de Dios?

      Confirma lo anterior el testimonio del apóstol Juan. Bajo inspiración de Dios escribió respecto al Diablo: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.” (1 Juan 5:19) Juan también escribió que “Satanás . . . está extraviando a toda la tierra habitada.” (Rev. 12:9) Así, el Diablo, como “gobernante del mundo,” ejerce gran influencia en los hombres, engañándolos y hasta controlando los gobiernos políticos.—Rev. 16:13, 14.

      Abra usted su Biblia en Revelación 12:9, y verá que al Diablo se le describe como “el gran dragón.” En el siguiente capítulo, versículos 1 y 2, se nos dice que ese dragón, el Diablo, dio poder y un trono y gran autoridad a lo que simbólicamente se llama la “bestia salvaje” que sale del mar. ¿Qué es esta simbólica “bestia salvaje”?

      Bueno, ¿sobre qué tiene autoridad Satanás? ¿Qué le ofreció a Jesucristo? La Biblia dice: Satanás “lo subió y le mostró todos los reinos de la tierra habitada en un instante de tiempo; y el Diablo le dijo [a Jesús]: ‘Te daré toda esta autoridad y la gloria de ellos, . . . si tú haces un acto de adoración delante de mí, todo será tuyo.’” —Luc. 4:5-8.

      “Pero, ¿en realidad poseía Satanás todos los reinos terrestres?” posiblemente pregunte alguna persona. Bueno, considere: Aunque Jesús rápidamente rechazó la oferta de Satanás, no negó que el Diablo regía sobre los reinos políticos de la Tierra.

      En armonía con esto, Revelación 13:7 dice acerca de la simbólica “bestia salvaje” que “se le dio autoridad sobre toda tribu y pueblo y lengua y nación.” Además, ¿con qué identificó el profeta Daniel ciertas bestias? Con “reinos,” o gobiernos políticos. (Dan. 7:2-7, 17, 23) El hecho de que las bestias simbólicas de la visión de Daniel y la “bestia salvaje” de Revelación tienen un significado parecido se desprende del hecho de que ambas narraciones se refieren a la misma clase de criaturas: un león, un oso, un leopardo y una bestia de diez cuernos. (Rev. 13:1, 2) De modo que la “bestia salvaje” representa a toda la organización política del Diablo que ha ejercido dominio bestial sobre la Tierra a través de los siglos hasta ahora.

      Por lo tanto, ¿sorprende que Jesucristo haya dicho: “Mi reino no es parte de este mundo”? (Juan 18:36) ¿Y no es también evidente que si queremos evitar caer bajo el control del Diablo tenemos que mantenernos separados del mundo? Tomando en cuenta esto, ¿qué hará usted? ¿Se envolverá en los asuntos políticos de las naciones? Eso, por supuesto, es algo que usted tendrá que decidir. Sin embargo, al decidir en cuanto a ello usted querrá tener presente lo que Jesucristo dijo a sus seguidores verdaderos: “Ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo.”—Juan 15:19.

      EVITE TODA FORMA DE ESPIRITISMO

      Algunas personas consideran el meterse con el espiritismo como una forma de diversión. Consideran que es divertido el recibir mensajes, o respuestas a sus preguntas, de alguna manera misteriosa y sobrenatural. Pero, ¿es ésta simplemente una forma inofensiva de diversión? ¿Qué es espiritismo?

      El espiritismo envuelve el ponerse en comunicación con criaturas espíritus inicuas, ya sea directamente o por un médium humano o de otra índole. El espiritismo coloca a la persona bajo la influencia de los demonios. Por lo tanto, observe con qué prácticas detestables está enlazado el espiritismo en la Palabra de Dios. Dice: “Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta relajada, idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, enojos, altercaciones, divisiones, sectas, envidias, borracheras, diversiones estrepitosas y cosas semejantes a éstas.”—Gál. 5:19-21; Rev. 21:8.

      Dios condena toda clase de espiritismo. La Biblia nos dice que algunas de estas cosas que no tienen la aprobación de Dios son: la adivinación, la magia, el buscar agüeros, la hechicería, atar a otros con maleficios (hipnotismo, magia negra, y así por el estilo), consultar a un médium espiritista o a un adivino y preguntar a los muertos. (Deu. 18:9-12; Isa. 8:19) Todo esto es demonismo, y los que recurren a tales prácticas se hacen enemigos de Dios. De modo que, ¿no es evidente que si queremos evitar caer bajo el control del Diablo tenemos que mantenernos libres de todas esas formas de espiritismo?—Lev. 19:31; 1 Cró. 10:13, 14.

      La adivinación es una de las formas comunes del espiritismo. Es el esfuerzo por obtener conocimiento de lo desconocido o del futuro por medio de agüeros o poder demoníaco. Como ejemplo, la Biblia habla de una muchacha que poseía asombrosas facultades de predicción debido a la influencia demoníaca. El discípulo Lucas escribe: “Aconteció que yendo nosotros al lugar de oración, nos encontró cierta sirvienta que tenía un espíritu, un demonio de adivinación. Proporcionaba ella mucha ganancia a sus amos practicando el arte de la predicción.”—Hech. 16:16.

      Muchas son las maneras en que se practica la adivinación hoy día, tales como con varas de adivinación, péndulos, mirar en bolas de cristal, las tablas para interrogar, la percepción extrasensoria, examinar las rayas de la mano de uno (quiromancia), estudiar el vuelo de ciertos pájaros, buscar agüeros en los sueños de uno y en otros incidentes de la vida de uno y entonces tratar de relacionar éstos con el futuro. También hay adivinación por las estrellas, llamada comúnmente astrología. Esto se originó en la Babilonia antigua, así como varias formas de las artes mágicas. La Biblia muestra que todos los que usan la adivinación pecan contra Dios. Explica que “la rebeldía lo mismo es que el pecado de adivinación.”—1 Sam. 15:22, 23.

      Una de las maneras comunes en que los espíritus inicuos extravían a la gente es hablándoles, ya sea por un médium espiritista o por una “voz” desde la región invisible. La “voz” finge ser un pariente que ha muerto o un espíritu bueno; ¡pero eso es falsedad! ¡La voz es verdaderamente un espíritu inicuo que está hablando! ¿Qué debería hacer usted si una “voz” como ésta le habla a usted? Bueno, ¿qué hizo Jesucristo cuando el gobernante de los espíritus inicuos le habló? Jesús rechazó las sugerencias del Diablo, diciendo: “¡Vete, Satanás!”—Mat. 4:10.

      Usted puede hacer eso también. “Opónganse al Diablo,” dice la Biblia, “y él huirá de ustedes.” (Sant. 4:7) Además, usted puede pedir ayuda a Jehová, orando en voz alta y usando su nombre. Siga este proceder sabio, y no dé oídos a tales voces desde la región invisible.—Pro. 18:10.

      Pero, ¿qué hay si uno ha estado metiéndose con algunas de las religiones o ciencias espiritistas y ahora desea librarse del espiritismo? Bueno, ¿qué hicieron muchos de los cristianos primitivos de Éfeso cuando quisieron librarse de las artes mágicas? La Biblia nos dice: “De hecho, buen número de los que habían practicado artes mágicas juntaron sus libros y los quemaron delante de todos. Y calcularon en conjunto los precios de ellos y hallaron que valían cincuenta mil piezas de plata.” (Hech. 19:19, 20) El ejemplo de ellos de destruir objetos relacionados con las prácticas espiritistas es ejemplo que es sabio seguir.

      No se deje engañar por el interés aumentante en los asuntos místicos y ocultos. Hay criaturas espíritus inicuas promoviendo ese espiritismo. Pero esas fuerzas espirituales inicuas, incluso el Diablo, serán al fin destruidas. (Mat. 25:41) Si usted desea vida eterna, usted tiene que mantenerse libre de la influencia de éstas aborreciendo toda clase de espiritismo. Así evitará caer bajo el control del Diablo.

      EVITE LA RELIGIÓN FALSA

      En este día de ecumenismo, cuando tantas iglesias están uniéndose en movimientos de unión de fes, la gente por lo general no piensa que haya religión falsa. Pero, ¿qué dice la Biblia en cuanto a ello? ¿Qué es religión falsa?

      En realidad, la religión falsa es el medio preeminente por el cual el Diablo, “el padre de la mentira,” aparta a la humanidad de Dios y la controla. (Juan 8:44) La religión falsa es adoración que se edifica sobre falsedades y que está en conflicto con la Palabra de verdad de Dios, la Biblia. Esa es una razón por la cual la Biblia señala que si una persona adora de una manera que no está en armonía con la Palabra de verdad de Dios, verdaderamente está sirviendo a los demonios, porque está actuando en armonía con lo que ellos quieren y en conflicto con Dios. Así que la Biblia explica: “Las cosas que las naciones sacrifican, a demonios las sacrifican, y no a Dios.”—1 Cor. 10:20; Deu. 32:16,17.

      Aunque las religiones falsas quizás parezcan respetables, debemos darnos cuenta de que el Diablo es como muchos de los líderes modernos del hampa o del crimen, quienes se esconden detrás de una fachada de respetabilidad. ¿Qué manera más sutil pudiera tener él para engañar a la gente y conseguir que le sirvan que la de usar un frente religioso que tiene una apariencia externa de justicia?

      El hecho de que el Diablo extraviaría la gente por medio de religión que externamente afirma servir a Dios lo muestra la Biblia. (Mat. 7:22, 23) De hecho, el apóstol cristiano Pablo dijo que “Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz” y “sus ministros también siguen transformándose en ministros de justicia.”—2 Cor. 11:14, 15.

      De modo que Jesucristo no se estaba imaginando cosas cuando llamó al Diablo “el gobernante de este mundo.” (Juan 12:31) Verdaderamente hay espíritus inicuos que están extraviando “a toda la tierra habitada.” Pero solo un “corto período de tiempo” queda antes de que el Diablo y sus ángeles inicuos sean puestos fuera de operación.—Rev. 12:9, 12.

      Mientras tanto, es vital que nos mantengamos separados de este mundo, que no tengamos nada que ver con ninguna forma de espiritismo, y que nos libremos de la religión que quizás parezca respetable pero que en realidad esté basada en falsedades. Esto implicará una verdadera lucha de parte de nosotros, como dice la Biblia: “[Estén] firmes contra las maquinaciones del Diablo; porque tenemos una pelea, no contra sangre y carne, sino contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales. Sobre todo, tomen el escudo grande de la fe, con el cual podrán apagar todos los proyectiles encendidos del inicuo.”—Efe. 6:11, 12, 16.

      Es absolutamente necesaria esta acción determinada para evitar caer bajo el control del Diablo. Es el derrotero que tenemos que emprender para recibir vida eterna en el nuevo sistema de cosas de Dios, porque la verdad es lo único que lleva a vida eterna.

      “Vi tres expresiones inspiradas inmundas que se parecían a ranas salir de la boca del dragón y de la boca de la bestia salvaje y de la boca del falso profeta. Son, de hecho, expresiones inspiradas por demonios y ejecutan señales, y salen a los reyes de toda la tierra habitada, para reunirlos a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso. . . . Y los reunieron en el lugar que en hebreo se llama Har–Magedón.”—Rev. 16:13-16.

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