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  • ¿Espera usted “la llamada”?
    La Atalaya 1971 | 15 de octubre
    • ¿Espera usted “la llamada”?

      “Griten en triunfo a Jehová, oh gentes de toda tierra. Sirvan a Jehová con regocijo. . . . Sepan que Jehová es Dios.”—Sal. 100:1-3.

      1, 2. (a) ¿Qué dificultad hallan en la vida muchas personas? (b) ¿Qué preguntas podrían hacerse?

      A MUCHAS personas se les hace muy difícil dirigir su vida en el camino que desean. La corriente de la vida las arrebata y se las lleva, les preocupan los problemas que de día en día afrontan, como rocas y remolinos en una corriente, y a veces pierden de vista sus metas y deseos personales. Con frecuencia los jovencitos tienen metas fantásticas, algo que ha despertado su interés o respeto. Pero muchos no pueden realizar estos deseos tempranos. A menudo descubren que tienen una lucha con tan solo ganarse la subsistencia, y por eso quedan muy lejos de alcanzar las metas que originalmente esperaban realizar.

      2 ¿Por qué es que tantos individuos están desilusionados con lo que logran en la vida? ¿Falta algo, o será que tratan de alcanzar la meta incorrecta? ¿Se han extraviado de su ‘llamada’?

      3. ¿Qué indica si Dios se propuso que los hombres disfrutaran de una variedad de ocupaciones o no?

      3 Ciertamente no es por falta de agencias gubernamentales y consejeros orientadores, puesto que hay muchos que sirven para ayudar a los jóvenes a sacar el mejor partido de sus talentos. Se han diseñado pruebas de toda clase para determinar qué trabajo o habilidad puede ejercer mejor una persona. Y hasta las Escrituras aclaran que el Creador del hombre le ha dado una tremenda variedad de trabajos de los cuales disfrutar. El capítulo cuatro de Génesis alude a oficios de construcción en relación con edificar ciudades; menciona la cría de ganado y la agricultura, también a músicos y artesanos en metal. Por eso, ¿qué falta? ¿Por qué se sienten descontentos muchos aun cuando siguen prósperamente la carrera que han escogido?

      4. ¿Por qué es que muchos hombres que tienen éxito medido por normas mundanas no son verdaderamente felices?

      4 La sociedad moderna está orientada hacia el materialismo. Al hombre no se le considera próspero en muchos lugares si no tiene una casa hermosa, comodidades modernas, y un auto flamante. La opulencia se iguala al éxito en la vida. Sin embargo, como dijo Andrew Carnegie: “Gustosamente vendería todo para volver a vivir.” Otros recuerdan el dicho de que al morir hay que dejarlo todo, y quedan frustrados por lo efímeros que son sus éxitos y placeres en la vida. Ciertamente la felicidad no puede medirse en términos de riqueza ni por el elevado puesto que alcance en su empleo la persona.

      5. (a) ¿Qué buen consejo se encuentra en 1 Juan 2:15-17? (b) ¿Qué preguntas hacemos bien en considerar?

      5 Las metas que los hombres fijan en la vida no pueden, por mucho, traer felicidad duradera, en particular al alejarse ellos cada vez más de aplicar en su vida la Palabra de Dios. (Jer. 10:23) Con buena razón, entonces, el anciano apóstol Juan escribió: “No estén amando ni al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él; porque todo lo que hay en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre, sino que se origina del mundo. Además, el mundo va pasando y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:15-17) De modo que es bueno preguntarnos: ¿Hasta qué grado influyen estas cosas en nuestra vida... el deseo de la carne, el deseo de los ojos, la exhibición ostentosa del medio de vida de uno? ¿Significan mucho para usted el aparato de TV, el hogar lujoso, el auto moderno, la búsqueda de placeres carnales? ¿Dedica usted su vida a estas cosas? ¿O está más interesado en hacer la voluntad de Dios?

      UNA META SIGNIFICATIVA EN LA VIDA

      6. ¿Qué dijo el sabio rey Salomón acerca de los empeños humanos?

      6 El hacer la voluntad de Dios es lo que puede hacer más plena y más remuneradora la vida para que no tengamos por qué sentir, al cierre de la vida, lo expresado así: “¡mira! todo era vanidad y un esforzarse tras viento.” Aunque a muchos les ha parecido que pudieran servir mejor a Dios desarrollando sus propios talentos e inclinaciones, ya sea en las artes o en la educación o en la medicina, sin embargo en las Escrituras no hallamos indicación alguna de que estas cosas hayan de llevar a la vida eterna. Aunque al trabajo duro se le llama “el don de Dios” y puede traer gozo a la persona que lo efectúa, todavía, como dijo Salomón, él odiaba el pensamiento de dejar todo al morir para alguien que vendría después de él. Por eso, ¡cuánto mejor es dedicar nuestros esfuerzos principales a efectuar un trabajo que tenga futuro, un trabajo que lleve a vida eterna! No hay vanidad en esto. Las circunstancias difíciles pueden llegarle tanto al que hace lo bueno como al inicuo, pero a pesar de eso su vida tiene una meta, un propósito y la dirección y bendición de Jehová.—Ecl. 2:10, 11, 18; 3:13; 8:14.

      7. (a) ¿Qué enseñanza de la cristiandad en cuanto a servir a Dios dice lo contrario de lo que dice la Biblia? (b) ¿Qué dicen las Escrituras acerca de “la llamada hacia arriba”?

      7 La cristiandad ha enseñado que el servicio de Dios no es para todos, y que es preciso recibir una llamada o llamamiento especial para el ministerio. Aunque se menciona una “llamada” o “llamamiento” en la Biblia, no se refiere a una invitación para participar en el ministerio, porque a nadie se le excluía de adorar y alabar a su Creador... un hecho que entendieron bien los cristianos primitivos. Más bien, esta llamada es para llegar a ser miembro del “rebaño pequeño” que mencionó Jesús que habría de estar asociado con él como reyes y sacerdotes en su reino celestial como parte del grupo selecto de individuos fieles, ungidos por espíritu, que componen los 144.000 que son “comprados de la tierra.” (Luc. 12:32; Rev. 14:1-3) Pablo se refirió a esto en Filipenses 3:14 como “el premio de la llamada hacia arriba, llamada de Dios por medio de Cristo Jesús.” Romanos 8:30 muestra que estas personas son declaradas justas por Dios y son glorificadas. A éstas Pedro escribió: “Hagan lo sumo posible para hacer seguros para ustedes mismos su llamamiento y selección . . . así se les suministrará ricamente a ustedes la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.”—2 Ped. 1:10, 11.

      8. ¿Cuáles son algunas razones por las cuales tan pocos se interesan en el ministerio?

      8 Pero no se requiere ningún llamamiento divino especial para que uno emprenda el ministerio. Dios no les susurra a algunos: “Esto es para ti,” y pasa por alto a otros. Tampoco retiene una llamada de algunos porque la situación financiera haga imposible el entrenamiento en seminarios. Las iglesias de la cristiandad están preocupándose porque muchos de sus feligreses muestran desgano frente a una consideración de emprender el ministerio aun cuando sus organizaciones religiosas los invitan a hacerlo. Algunos informan que entre los factores envueltos en esto están los ingresos bajos. Otras personas se preocupan por los cambios que ven que se están efectuando. Tal vez se opongan al celibato sacerdotal, o posiblemente estén en perplejidad debido a los cambios que están efectuándose en su iglesia, “santos” que están siendo destituidos del calendario religioso, la misa presentada en lenguajes modernos, servicios de jazz, sacerdotes y ministros portando carteles de protesta, cuestiones sobre el control de la natalidad, intervención religiosa en asuntos sociales y cuestiones políticas, hasta esfuerzos por cambiar principios bíblicos por una “moralidad moderna.” Estas y otras ideas han hecho que algunos les den la espalda a las iglesias, pues les parece que ya no tienen un mensaje significativo para ellos. No oyen ninguna llamada procedente de Dios. De hecho, algunos creen que Dios está muerto.

      9. ¿De qué tendencia se informa entre estudiantes y entre el clero?

      9 Como dijo el deán William Cannon, de la Universidad Emory: “Va disminuyendo cada vez más el número de estudiantes de nuestros colegios que muestra algún interés en el ministerio.” Declaró el U.S. News & World Report: “Millares de ministros están abandonando la iglesia completamente . . . La proporción de sacerdotes que ha abandonado el ministerio activo hasta ahora en este año ha subido 31 por ciento sobre la de 1967 . . . millares de monjas —un cálculo de 3.600 en 1966— también están renunciando a sus órdenes.” El informe continúa, diciendo que la Iglesia Metodista Unida ha estado tratando de reunir fondos para entrenar a nuevos ministros, ya que solo tiene 33.000 clérigos para sus 42.000 congregaciones. Ante eso no sorprende leer en el Times de Nueva York del 8 de marzo de 1969 que hay una organización nacional con catorce oficinas en las ciudades principales de los EE. UU. cuyo propósito es ayudar a hallar empleo seglar a los sacerdotes y las monjas que están dejando el trabajo religioso.

      10. ¿Hay una base en el cristianismo primitivo para la distinción entre clero y legos?

      10 Otra razón por la cual a muchos no les parece que hay lugar para ellos en el servicio de Dios es la distinción entre clero y legos que se fomenta en las iglesias. Sin embargo, no hubo división de clero y legos en el cristianismo primitivo, y no hay ninguna hoy en el cristianismo verdadero. Sea que uno tenga una esperanza celestial o espere vivir para siempre en la Tierra paradisíaca cuando se haga la voluntad de Dios plenamente aquí, cada uno tiene una responsabilidad delante de Dios como ministro en armonía con lo que se manifiesta en las Escrituras. La separación de una clase como clerical se remonta hasta la adoración babilónica, pagana. No se encuentra precedente para ello en el ministerio de Jesús o sus discípulos. Como dice la Cyclopædia de M’Clintock y Strong: “La gran comisión de Mat. xxviii, 19, 20 no se entregó simplemente a los once apóstoles, sino al cuerpo general de los discípulos . . . De modo que en el día del Pentecostés parece que la entera masa de creyentes en Jerusalén fue inspirada con facultades de predicar.” Aunque hace referencia a una “distinción técnica entre clero y legos,” sigue diciendo que esto “casi se pasa por alto en el Nuevo Testamento, y hallamos a los miembros de la Iglesia, fuesen oficiales o privados, varones o hembras, ejerciendo libremente su libertad de proclamar a Jesús en todas partes.”

      UNA PUERTA ABIERTA AL SERVICIO

      11. ¿Abogaron Jesús o los cristianos primitivos por una distinción entre el clero y los legos?

      11 Es digno de atención con relación a esto que un escritor sobre la historia de la iglesia primitiva dice: “Celso, el primero que escribió en contra del cristianismo, hace asunto de burla el que obreros, zapateros, labradores, los hombres más incultos y toscos, sean predicadores celosos del Evangelio.” Lo que valía no era su educación (¿no fueron los primeros discípulos pescadores humildes?), sino su fe y buena voluntad para servir a Dios. Lejos de establecer una “distinción técnica entre clero y legos,” Jesús condenó esto mismo que practicaban los escribas y fariseos. (Mat. 23:1-33) Se refirió a la hipocresía de aquellos hombres, al hecho de que practicaban obras para ser vistos por los hombres, a sus vestimentas religiosas adornadas, al lugar prominente que ocupaban en los asuntos locales y a los títulos que adoptaban. A sus seguidores él subrayó que “todos ustedes son hermanos”... sí, hermanos en la fe y hermanos en el ministerio, incluso la predicación de la Palabra de Dios. El hecho de que algunos sirvieran de pastores y maestros y siervos ministeriales no los elevaba por encima del rebaño, sino que les daba responsabilidades además de la comisión que tenían todos los cristianos de hacer “discípulos de gente de todas las naciones.”—Mat. 23:8; 28:19; Fili. 2:3, 4.

      12. A diferencia de la mayoría de las personas de la cristiandad, ¿qué responsabilidad han tenido gusto en aceptar los testigos de Jehová?

      12 Los testigos de Jehová, jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, han tenido gusto en aceptar esta comisión de participar en el ministerio cristiano. No dicen como la gente de la cristiandad: “Le toca a mi ministro o sacerdote atender eso; él ha estudiado esas cosas y está capacitado.” No, ellos saben que el estar alguien capacitado para el ministerio proviene de Jehová y por su espíritu. De modo que no concuerdan con el punto de vista de un escritor eclesiástico que dijo: “Aunque la predicación del Evangelio en alguna forma, y como trabajo específico, es el deber general de todos los creyentes, es el deber absoluto o exclusivo de únicamente aquellos que, por marcas internas y externas indudables, son llamados divinamente al ministerio, y ratificados en él por la Iglesia en general.” De hecho, los testigos de Jehová reconocen que debido a cierto grado a esta enseñanza personas sinceras han sido apartadas del ministerio. ¿Cuántos en las iglesias de la cristiandad creen que la predicación del evangelio como trabajo específico es su deber general? ¿Cuántos participan en ella? ¿No es verdad que muchos más bien dicen que prefieren no hablar acerca de religión? ¿No es verdad que dejan cualquier participación en el ministerio a sus sacerdotes y ministros?

      13. ¿Por qué es importante ‘invocar el nombre de Jehová’? Y, ¿cómo puede hacerse esto?

      13 Sin embargo, ese punto de vista es muy contrario a la dirección del espíritu de Dios, que fue derramado en el Pentecostés “sobre toda clase de carne.” Pedro indicó que esta profecía registrada por Joel tendría una aplicación “en los últimos días” cuando “profetizarán sus hijos y sus hijas y sus jóvenes verán visiones y sus ancianos soñarán sueños . . . Y todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo.” (Hech. 2:17-21) De modo que en cumplimiento de esta profecía vemos al pueblo de Jehová en todo el mundo compartiendo la palabra profética con otros, invocando el nombre de Jehová en oración y en su ministerio público, dando a conocer el nombre de Dios, como lo hizo Jesús. Les da gusto participar en la “declaración pública para salvación” y participar en declarar “buenas nuevas de cosas buenas” como Pablo estimuló a todos los creyentes a que lo hicieran. (Rom. 10:8-15) Impelidos por el espíritu de Dios, no solo estudian su Palabra, sino que la aplican en su vida y declaran “públicamente aquella ‘palabra en tu propia boca,’ que Jesús es Señor.” En 1970, 1.483.430 estuvieron activos con los testigos de Jehová como proclamadores de las buenas nuevas.

      14. ¿Qué llamada está disponible a todos, y por qué contesta usted así?

      14 Sí, reconocen la necesidad de usar lo que han aprendido de la Palabra de Dios. En su ilustración de los talentos Jesús encomió a los que usaban bien el conocimiento del Reino que se les había confiado, pero el esclavo que escondió su talento en el suelo fue condenado como inicuo e indolente. (Mat. 25:14-27) En el libro de Revelación el apóstol Juan habla de un “ángel que volaba en medio del cielo” que tiene buenas nuevas eternas que declarar a “toda nación y tribu y lengua y pueblo.” Con fuerte voz insta: “Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora del juicio por él, de modo que adoren al que hizo el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de aguas.” (Rev. 14:6, 7) La respuesta es sobresaliente. Una “grande muchedumbre . . . de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” responde a la invitación. Participan en la adoración de Jehová públicamente, no en algún sitio apartado, alejado de la vista pública. Como se informa en Revelación 7:10, “siguen clamando con voz fuerte, diciendo: ‘La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero.’” ¿Es usted uno de esa “grande muchedumbre” que está efectuando expresión pública de su fe?

      ¿CÓMO SE CAPACITAN?

      15. ¿Cómo llegaron a estar capacitados los cristianos primitivos para participar en la predicación de las buenas nuevas?

      15 ¿Cómo se capacitan para este servicio esas personas? Bueno, ¿cómo fueron capacitados los apóstoles pescadores de Jesús?... ¿o Lucas, que era médico más bien que ministro cuando aprendió la verdad de la Palabra de Dios? ¿Cómo fue que Pablo pudo escribir a Timoteo: “Con el propósito de este testimonio fui nombrado predicador y apóstol —digo la verdad, no miento— maestro de naciones en el asunto de la fe y la verdad”? (1 Tim. 2:7) ¿Quién fue el que le dio este nombramiento si no fue procedente de Dios? Ciertamente Pedro no nombró a Pablo a su ministerio como algunas personas quisieran pensar. Pablo mismo explicó: “El estar nosotros adecuadamente capacitados proviene de Dios.” (2 Cor. 3:5) Aquellos hombres que eran pescadores como Santiago y Juan deben haber reconocido que el estar adecuadamente capacitados para el ministerio provenía de Dios. Sin embargo, tenían educación preparatoria para este servicio. Como judíos sus padres les habían enseñado la Ley y los Profetas. Les parecía que la Palabra de Dios era una ‘lámpara para su pie, y una luz para su vereda.’ Deben haber orado: “Instrúyeme, oh Jehová, en el camino de tus disposiciones reglamentarias.” (Sal. 119:105, 33) Y ahora tuvieron el privilegio de asociarse con aquel que fue sobresalientemente un maestro de la verdad. (Juan 13:13) Cuando la aplicación de las Escrituras en la vida de Jesús se les aclaró, estuvieron dispuestos a compartir con otros lo que sabían. (Mat. 4:18-22) Su claro entendimiento de las Escrituras y la dirección del espíritu de Jehová en su ministerio hicieron posible que estos apóstoles y discípulos hablaran con autoridad de modo que hasta los gobernantes notaron que ellos “solían estar con Jesús.” (Hech. 4:13) Jehová se había encargado de que estuvieran capacitados para el ministerio.

      16. ¿Qué provisiones hace Jehová para que los adoradores verdaderos hoy día llenen los requisitos para el ministerio?

      16 De modo similar hoy día Jehová mantiene abierta la puerta al ministerio cristiano a gente de todo ramo de actividad, a los de todo nivel de logro educativo que tengan celo por el Señor. (2 Rey. 10:15; Juan 4:34) Tal como sucedió con los cristianos primitivos, es posible que vengan de diversas ocupaciones. Pero reconocen la necesidad de adquirir conocimiento exacto de la Palabra de Dios. No están abrumados con años de entrenamiento infructuoso en filosofía y estudio crítico-histórico de la Biblia, sino que su entrenamiento e instrucción para el ministerio ayudan a edificar su fe y los equipan adecuadamente para compartir la verdad con otros. Reconocen la sabiduría de las palabras de Pablo: “Tú, sin embargo, el que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo?” (Rom. 2:21) De modo que además de estudio personal de la Biblia en casa, se asocian con regularidad en las cinco reuniones semanales provistas en las 26.524 congregaciones de los testigos de Jehová que hay por todo el mundo, incluso la Escuela del Ministerio Teocrático, para llegar a estar bien equipados para usar la “espada del espíritu,” la Palabra de Dios.—Col. 2:8; 2 Tim. 2:15.

      17. (a) ¿Trató Santiago de desanimar a otros de hacerse maestros de la verdad? ¿Qué arguye contra ese punto de vista? (b) ¿Con qué fin, pues, hizo el comentario de que “no muchos . . . deberían hacerse maestros”?

      17 Puesto que la meta del cristiano es cumplir con el mandato de Jesús de hacer “discípulos de gente de todas las naciones . . . enseñándoles a observar todas las cosas” que él les había ordenado, ¿por qué es que Santiago 3:1 dice: “No muchos de ustedes deberían hacerse maestros, hermanos míos, sabiendo que recibiremos juicio más severo”? ¿No es esto contrario al propio mandato de Jesús? Ciertamente Santiago no estaba abogando por que los padres no enseñaran a sus propios hijos o que la obra de hacer discípulos no siguiera adelante. Él no estaría estimulando a algunos a retraerse de usar los talentos del Reino que se les habían confiado al servir a su Creador plenamente cuando el camino estaba abierto para ellos para el servicio. Ese no fue el proceder que siguió como superintendente y maestro de la congregación cristiana. De hecho acababa de considerar el hecho de que la fe sin obras está muerta. Pero en este texto estaba hablando del uso sabio de la lengua y de la necesidad de que los que tienen responsabilidades especiales como maestros dentro de la congregación cristiana se aseguren de impartir conocimiento exacto al instruir. Reconoció el hecho, como se manifiesta en Efesios 4:11, de que Dios “dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como pastores y maestros.” De modo que habría diversos servicios en los cuales participar en la organización cristiana. Solo habría doce apóstoles del Cordero, pero otros podrían servir de profetas o evangelizadores. En las congregaciones primitivas algunos tomaban la delantera en la instrucción como maestros y pastores del rebaño tal como en los días del reino de Israel cuando había escuelas de los profetas. De manera similar, el ministerio de Jesús incluyó el entrenamiento e instrucción de sus apóstoles para llevar a cabo la obra después de su muerte. Y los apóstoles imitaron a Jesús al dar instrucción a los que eran más jóvenes. (2 Tim. 2:2) Hoy en las congregaciones del pueblo de Jehová hay siervos que llevan la delantera en dar instrucción a la congregación. Otros sirven como maestros para el servicio misional en la Escuela de Galaad, o para la actividad de congregación en la Escuela del Ministerio del Reino. Algunos hermanos tienen la responsabilidad de preparar el material que han de usar las congregaciones en su programa educativo. Pero el propósito de todo ello es como dice Efesios 4:12: “teniendo en mira el reajuste de los santos, para obra ministerial.” (New World Translation) Por eso, aunque algunos sirven en capacidades más especializadas como maestros, esto no excluye a ninguno de servir como ministros o maestros de las buenas nuevas entre las naciones como mandó Jesús.—Heb. 5:12.

      “BUSCANDO PRIMERO EL REINO”

      18. (a) ¿Qué recomendación hizo Jesús en cuanto a una meta en la vida? (b) ¿Por qué es un objetivo sabio?

      18 No hay manera más excelente en la que un hombre o una mujer pueda pasar su vida que ésta. Es un maravilloso privilegio servir a Jehová, y hacerlo de tiempo cabal. Es el modo de vivir que tiene la aprobación de Jehová y que ayuda a otros a entrar en el camino a la vida eterna y además proporciona mucha satisfacción personal. La meta no tiene que ver con un galardón financiero, sino más bien resulta en acumular tesoros en el cielo. El verdadero ministro del evangelio, igual que Pablo, considerará que “todas las cosas son pérdida a causa del sobresaliente valor del conocimiento de Cristo Jesús.” Los ministros verdaderos no tienen “la mente puesta en las cosas de la tierra” sino más bien siguen el ejemplo de Jesús “buscando primero el reino y Su justicia [la de Dios].”—Mat. 6:33; Fili. 3:8, 19.

      19. ¿Cuáles son algunos requisitos para los que emprenden el ministerio?

      19 ¿Puede usted hacer lo mismo? Ciertamente los requisitos no son difíciles para los que sinceramente aman a Jehová y aprecian la rectitud de sus caminos. Usted debe tener un espíritu de anuencia. (Sal. 110:3) Como Jesús lo hizo, usted debe bautizarse en símbolo de su decisión de hacer la voluntad de Jehová como se manifiesta en las Escrituras. Tiene que vivir en armonía con los requisitos justos de Jehová. La persona que emprende el servicio de Jehová tiene que hacerlo de tiempo cabal, viviendo de acuerdo con Su Palabra cada día de su vida. El predicar no es de ninguna manera todo lo que se incluye en el servicio de Dios, pero ciertamente es una parte prominente de ese servicio. Los que ‘captan el sentido’ de la Palabra de Dios no la guardan para sí mismos; producen frutos buenos del Reino, de a treinta, de a sesenta o de a ciento por uno, como estimuló Jesús. (Mat. 13:23) ¿Está usted produciendo eso? ¿Puede usted hacerlo más plenamente? Ha salido la llamada para más trabajadores en la proclamación del Reino. La obra es urgente. Si usted responde de todo corazón, Jehová lo bendecirá abundantemente, porque, sean muchas o pocas las horas que usted realmente pueda dedicar a predicar a otros, usted estará demostrando que es un siervo de tiempo cabal del Dios verdadero.—1 Cor. 15:58.

  • Cómo tener buen éxito en el servicio de precursor
    La Atalaya 1971 | 15 de octubre
    • Cómo tener buen éxito en el servicio de precursor

      1. ¿Qué punto de vista tuvieron los hombres por muchos años en cuanto a correr una milla en cuatro minutos? ¿Fue ése el punto de vista correcto?

      EN 1864 el récord mundial para correr una milla era de cuatro minutos y cincuenta y seis segundos. Nadie soñaba en correr una milla en menos de cuatro minutos. Aun en 1923 cuando Paavo Nurmi la corrió en cuatro minutos y diez segundos, dijeron que no podía hacerse. Pero entonces en 1954 Roger Bannister de Inglaterra la corrió en 3:59,4. Desde entonces la carrera se ha acelerado aun más, y ha habido ocho nuevas marcas. Ahora el tiempo para la milla es de 3:51,1.

      2. (a) ¿En qué carrera participa todo el que sirve a Jehová? (b) ¿Qué privilegio merece nuestra consideración, y qué respuesta ha habido a la llamada?

      2 Todos los que están en el servicio de Jehová están participando en una carrera para la vida eterna, y su servicio lo efectúan de tiempo cabal, o en todo su tiempo, pero algunos han aceptado el desafío del servicio de “precursor.” En este servicio se acelera el paso, se abarca más terreno y eso requiere aguante, perseverancia. No es a todos que se les hace posible continuar a este paso aumentado de actividad teocrática. Sin embargo, esto no desanima a otros hasta el grado de no querer intentarlo. Ven la urgencia del tiempo y se sienten animados a emprender el servicio de precursor. Es maravilloso ver que en 1966 hubo más de 47.000 precursores en el mundo; en 1967, más de 53.700; en 1968, 63.800 participaron en esta obra, y en 1969 el promedio fue de 76.500. Entonces en 1970 la cifra de los precursores aumentó a 88.871. En algunos países hasta uno de cada cinco publicadores está en el servicio de precursor. De modo que no piense que esto no es para usted. A padres, madres, ancianos, así como a jóvenes, les ha sido posible participar de tiempo cabal en este ministerio. Aun a algunos que están ciegos o inválidos les agrada este paso de actividad. Pero todavía está saliendo la llamada. Se necesita más ayuda en el campo para atender a los interesados. Es un privilegio de servicio que merece consideración cuidadosa.—Hech. 16:9, 10.

      3. ¿Cuáles son algunos puntos de vista en cuanto al servicio de precursor, y qué problemas han afrontado algunos?

      3 ¿Qué opina usted del ministerio de precursor? ¿Se dice a usted mismo: No me sería posible hacerlo? Quizás a usted le parezca que no podría ir al paso requerido o que los obstáculos que hay en su camino son demasiado grandes. A algunos publicadores jóvenes que están terminando sus estudios de escuela secundaria y que están deseosos de emprender el ministerio de precursor los desaniman padres no creyentes. A otros los están presionando para que después continúen con una educación superior. Algunos hasta han sido echados de su hogar por seguir con sus planes para el ministerio. A otros les parece que los problemas de salud y las posibilidades limitadas de empleo o la falta de transporte hacen que el ser precursor sea tan difícil como el correr una milla en cuatro minutos. Sin embargo muchos, con la ayuda de Jehová, han vencido estos obstáculos. Se sienten como Pablo, y dicen: “Porque una puerta grande que conduce a la actividad se me ha abierto, pero hay muchos opositores.”—1 Cor. 16:9.

      4. ¿Qué buenas razones han expresado algunos para permanecer en el ministerio de precursor?

      4 Esta carrera de ser cristiano leal no tiene fin de este lado de la “tribulación grande,” y el ganarla significa que hay que continuar corriendo con eficacia en el ministerio. (Mat. 10:22) Muchos han trabajado duro por años para adelantarse en alguna profesión, pero cuando aprenden la verdad deciden que nada puede compararse con este privilegio de servir a Jehová, y muchos de ellos lo hacen como precursores de tiempo cabal. Los que han estado mucho tiempo en el servicio de precursor le dicen a uno que su deseo de continuar y su aprecio al ministerio aumentan mientras más tiempo continúan. Hablan de los gozos del servicio y cómo les ha ayudado. ¡Cuánto gusto les da poder ayudar a una o dos o aun más personas a ponerse en el camino a la vida cada año como lo hacen muchos precursores! En comparación con el promedio de unas diez horas que dedican muchos publicadores de congregación en el servicio —lo cual es bueno— el precursor puede dedicar de diez a quince veces más tiempo a ayudar a otros, y como resultado se multiplican las bendiciones. El aprecio personal y la aptitud al usar las Escrituras y enseñar a otros también aumentan rápidamente.

      5. Mencione varios ramos del servicio de tiempo cabal en los cuales participan muchos.

      5 Es interesante saber que por todo el mundo hubo 13.426 personas en el servicio de precursor especial durante 1970 dedicando, como promedio, aproximadamente 150 horas al mes en el ministerio, y en este número están muchos que rinden servicio como misioneros en países extranjeros. Además, hubo 75.445 personas que dedicaron más de 100 horas al mes como precursores de vacaciones y precursores regulares. Entre éstos están 2.326 que rinden servicio como ministros viajeros o siervos de circuito y otros 290 en la obra de distrito. Además, 2.304 sirvieron por todo el mundo como ministros de tiempo cabal en las 93 oficinas de la Sociedad produciendo literatura y supervisando el ministerio de los testigos de Jehová. De modo que, como dijo Pablo, hay abierta una puerta grande que conduce a la actividad. ¿Pasará usted por ella?

      VENCIENDO OBSTÁCULOS

      6. ¿Qué preparación para el servicio de precursor regular ayuda a muchos a tener buen éxito?

      6 ¿Cómo puede usted estar seguro de que podrá correr con buen éxito la carrera y no abandonarla por estar desanimado? ¿Cuáles son algunos obstáculos que puede afrontar? Una razón por la cual muchos o renuncian a este servicio o quedan descalificados es que no alcanzan las metas de servicio. Hay que hacer planes para poder alcanzarlas. En cualquier carrera el corredor tiene que tomar la delantera desde el principio, de otra manera puede rezagarse tanto que se desaliente. Un buen corredor jamás entra en una carrera sin primero entrenarse, y el mismo principio aplica al ministerio de precursor. No es fácil saltar de un paso de diez horas al mes como publicador de congregación a cien horas al mes en la pista de precursor. De modo que es bueno aumentar primero su servicio. Esto también hará posible que usted cumpla con los requisitos para emprender el servicio de precursor. A muchos les parece bueno ser precursores de vacaciones por un tiempo antes de hacerse precursores regulares. Entonces descubren que el paso realmente no es tan difícil. Después de todo, el ser ministro precursor regular no significa dedicar seis u ocho horas al día predicando, sino solo cuatro horas como promedio.

      7, 8. ¿Qué ayuda a cumplir con un buen horario de precursor? Dé un ejemplo.

      7 Aun así, es esencial tener un horario práctico. Esto es cierto tanto para los publicadores de congregación como para los precursores. Quizás usted haya visto una carrera en la que un corredor empieza tan lentamente que, aunque cobre velocidad al progresar la carrera, todavía pierde. Pues, para ser buen precursor, es importante tomar la delantera desde el principio y a buen paso; entonces no será descalificado y suspendido de la lista de la Sociedad por no cumplir las metas. Un precursor dijo que le parecía que debía desempeñar su servicio de modo ordenado como se exige en los negocios. En el trabajo seglar tendría que estar en la oficina a las nueve de la mañana, de modo que como precursor siempre llegaba a la primera puerta para las nueve de la mañana, y era buen precursor. En algunos territorios uno puede comenzar a las siete de la mañana. Jehová nos puso el ejemplo en esto. Como dijo Jeremías: “Y Jehová les envió todos sus siervos los profetas, madrugando y enviándolos.” Note cómo Jeremías hizo esto en su ministerio: “Seguí hablándoles, madrugando y hablando.” (Jer. 25:3, 4) Por eso empiece temprano en vez de tarde.

      8 Muchos precursores miden sus pasos durante el mes planeando dedicar treinta horas a la semana al ministerio. Les gusta completar su tiempo temprano, dejando unos cuantos días al fin del mes para otras cosas que se hagan necesarias. Si usted hace esto, entonces jamás llegará al último trecho al fin del mes a máxima velocidad solo para estar agotado al principio de la siguiente vuelta el mes siguiente. El empezar lentamente en el servicio hace de cada mes una carrera al fin, en la cual el precursor a menudo ni siquiera alcanza su meta de horas. Cuánto mejor terminar el mes bien adelantado en la cantidad de tiempo dedicado al ministerio del campo y listo para tomar la delantera al comenzar el siguiente mes.

      9. ¿Cómo debe considerarse el requisito de horas para el ministerio del campo?

      9 Una cosa es segura: el ministerio de precursor de tiempo cabal no es para gente perezosa. El ministro que es precursor regular tiene el requisito de dedicar 1.200 horas al año al ministerio del campo. El tener el punto de vista correcto en cuanto a esto es una gran ayuda para continuar en esta obra. Si uno considera que esto es una carga o peso, eso lo hará aflojar el paso e impedirá que corra bien. Pero si reconoce y aprecia que no está en el servicio simplemente para dedicar tiempo o establecer marcas, sino porque estima la oportunidad de aumentar su ministerio, de participar más plenamente en la adoración de Jehová, entonces este requisito de horas será una meta que deseará exceder si es posible. Por eso, en vez de ofrecer el sacrificio de alabanza, el fruto de labios, diez horas al mes en el ministerio del campo como podría hacerlo un publicador de congregación, los precursores pueden amontonar diez veces más alabanza a Jehová durante solo un mes.—Heb. 13:15.

      10. ¿Cómo son una ayuda las metas que se sugieren para los precursores?

      10 Las otras metas que se sugieren para los precursores regulares, como el colocar 100 revistas al mes, hacer 35 revisitas, es decir, volver a visitar a las personas interesadas, y conducir siete estudios bíblicos de casa cada semana, realmente son recomendaciones de la experiencia práctica para ayudar a los precursores a ser productivos y fructíferos en su ministerio. Muchos precursores, que realmente ponen el corazón en su trabajo, no solo dedican 100 horas al mes, sino 110, 120, hasta 150 horas al mes. ¿Por qué? Porque disciernen la necesidad, la urgencia de nuestros tiempos, y quieren ayudar a tantos como sea posible a apreciar la verdad y entrar en el camino a la vida. Además de eso, el precursor que siempre se adelante a alcanzar su meta de horas sabe que nunca se le hará difícil alcanzar la meta más tarde en el año si se enferma algún mes o quiere tomar unas vacaciones. Está listo para cualquier emergencia.

      11. (a) ¿Cómo aparta a algunos de su servicio el materialismo? (b) ¿Qué consejo bíblico es provechoso para determinar el derrotero que se debe seguir?

      11 Sin embargo, usted puede estar seguro de que Satanás estará en la pista, tratando de hacer que usted afloje el paso. Quizás ponga vallas u obstáculos en su camino, o trampas que tengan que ser rodeadas o saltadas, o quizás trate de hacer que usted se salga del derrotero distrayéndolo por el materialismo. Para correr una buena carrera es preciso evitar las distracciones. ¿Podría usted imaginarse a un corredor en una carrera a campo traviesa que se detuviera súbitamente para inspeccionar un auto que le llamara la atención, o pausara para contemplar un escaparate al pasar por la población, solo para dejar que otros le pasaran? En vez de eso debe seguir el consejo de Proverbios 4:25-27: “En cuanto a tus ojos, directamente adelante deben mirar, sí, tus propios ojos radiantes deben mirar con fijeza directamente enfrente de ti. Allana el derrotero de tu pie, y establézcanse firmemente todos tus propios caminos. No te inclines a la derecha ni a la izquierda.” Ese consejo aplica, no solo a los precursores, sino a todo siervo de Jehová. Sin embargo algunos se retiran del servicio porque no mantienen la vista fija directamente en su meta. Se enredan en el materialismo, y pronto se retiran de la carrera por la vida. Algunos precursores deciden tomar cargas pesadas para llevarlas, tratando de ser precursores al mismo tiempo que están comprando un auto o un remolque, algo que quizás no se necesite en realidad. Pero no tiene que ser así. Si usted mantiene su vista en la meta y está resuelto a continuar, puede hacerlo con la ayuda de Jehová. Simplemente no tome esos pesos adicionales. En vez de eso, “quitémonos nosotros también todo peso . . . y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros.”—Heb. 12:1.

      12. ¿Provee materialmente Jehová para los que le sirven?

      12 Una valla u obstáculo grande para muchos es obtener trabajo adecuado que suministre los ingresos que se necesitan. Algunos dicen: Está bien servir a Dios, pero ¿quién va a alimentar a uno? Bueno, Jehová se encarga de que más de 88.000 ministros que están en el servicio de tiempo cabal como precursores y miembros de la familia Betel estén siendo alimentados y vestidos y se les suministren las cosas necesarias, y el número está aumentando. Uno tiene que tener algunos ingresos para mantenerse. Sin embargo, hay que tener buen equilibrio para mantener todo trabajo seglar necesario en segundo lugar y el ministerio en primerísimo lugar. Jesús tuvo ese equilibrio, y hacemos bien en escuchar su consejo. Como él dijo: “Nunca se inquieten y digan: ‘¿Qué hemos de comer?’ o ‘¿qué hemos de beber?’ o ‘¿qué hemos de ponernos?’ . . . Pues su Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas.” (Mat. 6:31, 32) De modo que no tenemos que preocuparnos, pero sí queremos planear sabiamente.—Pro. 20:4; Fili. 4:11-13.

      13. En cuanto a empleo y transporte, ¿qué hacen bien en considerar los que son precursores y los que piensan ser precursores?

      13 Los que están en la escuela y están haciendo planes para ser precursores hacen bien en aprender un oficio práctico como estenografía o carpintería... algo que provea trabajo de tiempo parcial, quizás alguna habilidad que se necesite en la zona donde vivan. Algunos ministros precursores efectúan limpieza, pintan, hacen trabajo de jardinería, lavan ventanas, venden, y así por el estilo. Las hermanas pueden escribir a máquina, planchar, coser, lavar la ropa, cuidar niños. Como dijo un hermano: “Uno por lo general puede hallar algo, si está dispuesto a hacer cualquier cosa.” Y él estaba dispuesto porque quería continuar siendo precursor. Por supuesto, el precursor no solo tiene que considerar sus ingresos, sino también sus gastos. Esto es igual de importante. Si un auto cuesta más de lo que permiten los ingresos del precursor, ¿por qué verse obligado a dejar el ministerio de precursor solo para tener un auto? A muchos les es posible ser precursores aun en territorio rural sin auto viajando con otros o usando el transporte público o transportándose en bicicleta o simplemente caminando. Después de todo, Jesús no tenía auto, ni siquiera una bicicleta, para ir de un lugar a otro en el territorio donde predicaba, y gran parte de ese territorio era rural. Todos los que están en el ministerio de tiempo cabal, sean publicadores de congregación o precursores, hacen bien en cultivar la actitud del apóstol Pablo, que dijo: “Teniendo, pues, sustento y con qué cubrirnos, estaremos contentos con estas cosas.” (1 Tim. 6:8) Pablo no se preocupó en cuanto a conseguir un carro de carrera como ayuda en sus viajes.

      14, 15. (a) ¿Cómo puede usar Satanás la conducta mala para hacer que algunos dejen de correr una buena carrera? (b) ¿Qué derrotero feliz han seguido muchos?

      14 Puede que todo marche bien al empezar usted su servicio de precursor. Quizás tenga un buen horario, un trabajo de tiempo parcial; está poniendo en primer lugar los intereses del Reino. ¿Se le podría impedir que corriera con éxito la carrera? A algunos se les puede impedir. No evitan los lazos de Satanás, y la conducta incorrecta los hace tropezar. Pero para continuar en el servicio de precursor uno tiene que estar “libre de acusación.” A todos los cristianos verdaderos les es necesario, como dice Tito 2:12, “repudiar la impiedad y los deseos mundanos y . . . vivir con buen juicio y justicia y devoción piadosa en medio de este presente sistema de cosas.” El apóstol Pablo estaba consciente de esto, pues escribió: “Trato mi cuerpo severamente y lo conduzco como a esclavo, para que, después de haber predicado a otros, yo mismo no llegue a ser desaprobado de algún modo.” (1 Cor. 9:27) Es una lástima ayudar a otros a ponerse en el camino a la vida, y luego ser descalificado personalmente. ¡Cuánto mejor es seguir adelante a privilegios mayores, quizás emprendiendo el ministerio de precursor especial, o llegando a ser misionero y sirviendo en un país extranjero, o recibiendo una llamada para ser ministro de circuito viajero o para servir en la central de Betel de la organización del Señor.—Heb. 6:1, 10-12; Tito 1:5, 6.

      15 El año pasado centenares de ministros vinieron a Betel y muchos emprendieron el servicio misional, mientras que otros se mudaron por su propia cuenta para ayudar en la obra en campos extranjeros. Puede que al rendir este servicio hallen la carrera aun más exigente que en su propio país, pero los galardones a menudo son mayores también. Es estimulante, también, notar que en algunos meses hay tantos que participan en el servicio de precursor de vacaciones por dos semanas o un mes como los que hay en la lista de precursores regulares, lo cual muestra que muchos hermanos tienen el deseo de ensanchar su participación en el ministerio. En algunos países hasta uno de cada diez o aun uno de cada cinco publicadores de las buenas nuevas participan en el ministerio de precursor.

      16. (a) Mencione otros obstáculos que se levantan contra el continuar en el servicio de precursor. (b) ¿Qué es una gran ayuda para vencer los problemas?

      16 ¿Podría usted hallarse entre los seis de cada cien publicadores de las buenas nuevas que por término medio participan en el ministerio de precursor? Es algo que considerar. Jehová puede fortalecerlo para que tenga éxito. ¿Por qué es, entonces, que algunos que están desempeñando este servicio se desaniman y hasta se retiran del servicio de precursor? Quizás se deba a que no tienen un compañero en el servicio, o quizás se deba a que llegan a tener demasiadas cuentas que pagar, asumiéndose más de lo que se puede manejar, de modo que el horario llega a estar demasiado apiñado de cosas y hay demasiado trabajo adicional. Como resultado, el ministerio comienza a sufrir y el gozo del servicio disminuye tal como sucede cuando un corredor se cansa durante una carrera larga. Todo precursor sabe qué es lo que le causa problemas. Allí está como obstáculo o valla atravesado en su senda. ¿Puede ser vencido esto? Por lo general sí. No tenga en menos la importancia de la oración. Jehová conoce nuestras necesidades y nos ayuda cuando acudimos a él por ayuda.—Sal. 145:18, 19.

      17. ¿Cómo pueden hacerse arreglos para trabajar con otros en el servicio del campo?

      17 Es bueno hablar con otros precursores o con los siervos de la congregación o quizás con el siervo de circuito para tratar de hallar una solución a lo que le estorba a uno en su servicio. Si el problema estriba en trabajar solo, entonces tome la iniciativa, y trate de hacer citas para trabajar con otros. Si no tiene éxito la primera vez, no se desanime, sino inténtelo de nuevo. Averigüe quiénes pueden trabajar con usted en ciertos días. Estimule a otros a considerar el ser precursores con usted. Abundantes bendiciones resultan de participar plenamente en el servicio de Dios. Como declara Proverbios 11:30: “El fruto del justo es un árbol de vida, y el que está ganando almas es sabio.”

      18. Relate un ejemplo alentador de una persona que ha continuado en el servicio de precursor.

      18 Muchos han arreglado sus asuntos para ser precursores, y sus experiencias son muy alentadoras. Una hermana empezó a ser precursora a la edad de cincuenta y siete años y continúa siéndolo ahora a la edad de setenta y dos años. A veces durante el invierno, la enfermedad la obliga a guardar cama, pero ha podido conseguir que las personas con quienes estudia la Biblia vengan a su casa para sus estudios. Y hasta se ha mantenido en contacto por teléfono y por correo con las personas a quienes por lo general visita y las personas a quienes les entrega con regularidad las revistas La Atalaya y ¡Despertad! A ella se le hace bueno trabajar en territorio cerca de su casa para poder descansar al mediodía y comer algo para conservar sus fuerzas. Otra hermana que ahora tiene setenta y cuatro años de edad ha sido precursora desde 1912. Ha sido precursora especial desde 1941 y todavía está dedicando 150 horas al servicio. Un hermano que ha sido precursor por cuarenta años continúa sirviendo fielmente a los ochenta y siete años de edad.

      19. ¿Qué responsabilidades no debe pasar por alto la persona que está en el servicio de precursor, y cómo se puede cumplir con éstas?

      19 El hacerse precursor no libra a la persona de sus responsabilidades de familia, sea como cabeza de la familia o como esposa o hijo. Los que están casados tienen que considerar los asuntos de la familia como el cuidado de los hijos, el horario para el trabajo seglar o el cocinar y los quehaceres domésticos y cómo se puede efectuar sin perjudicar los intereses de la familia. Un hermano ha podido continuar siendo precursor a pesar de que cría una familia y ha estado seriamente enfermo. Mientras reconoce sus obligaciones de familia, informa que la buena cooperación de parte de su esposa y el trabajar en estrecha relación con la congregación le han ayudado a continuar. Hermanas, aun con familias grandes, hallan que con buen apoyo de la familia pueden ser precursoras. Una hermana que tiene seis hijos y otra que tiene ocho trabajan juntas como precursoras, puesto que sus hijos están ahora en la escuela la mayor parte del tiempo. Hay muchos otros ejemplos que podrían mencionarse. Viejos y jóvenes, solteros y casados, estos precursores están siguiendo el derrotero sabio. Así, pues, si usted no es precursor pero podría serlo, considere entonces las palabras de Jesús en Mateo 6:19-21: “Dejen de acumular para ustedes tesoros sobre la tierra . . . Más bien, acumulen para ustedes tesoros en el cielo . . . Porque donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón.”

      20. ¿Qué estímulo tenemos para continuar la carrera como siervos de Jehová?

      20 Para ustedes los que están en el servicio de tiempo cabal como precursores o misioneros, en el servicio de circuito o de distrito o en Betel... sea cual fuere su privilegio de servicio, no abandonen la carrera, porque el fin de este sistema de cosas se está acercando. Acudan a Jehová para que les ayude a pasar las trampas y vallas que detienen a otros en el camino. Ustedes no están en una carrera para correr la milla en cuatro minutos, sino que están en una carrera con la meta de vida eterna en mira Por eso, no permitan que nada ni nadie los desanime o los aparte de este maravilloso privilegio de servicio. No todos pueden ser precursores, pero ustedes los que pueden, guarden el paso y continúen la carrera. Recuerden, en el ministerio, sea como publicador de congregación, o como precursor, la carrera no es para los veloces, los jóvenes, los fuertes, sino para todos los que confían en Jehová. (Isa. 40:28-31) No es la velocidad, sino el aguante, la perseverancia, lo que vale en esta carrera. Animamos a todos los que puedan, no solo a comenzar, sino sobre todo a permanecer en el maravilloso servicio a nuestro Dios Jehová.

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