BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • ¿Qué clase de pan para un mundo hambriento?
    La Atalaya 1971 | 1 de diciembre
    • estriba el error en que ellos creen que las iglesias de la cristiandad y todos sus miembros son cristianos verdaderos? Algunos de estos teólogos pueden ver que ha habido un alejamiento del cristianismo verdadero, pero evidentemente no llegan a captar la plena consecuencia de eso que saben.

      Uno de ellos, el metodista Colin Morris, entiende que ese alejamiento posiblemente tuvo lugar allá en la historia cuando “comunidades enteras [podían] bautizarse en el nombre de Jesús.” Entonces la Iglesia se hizo “una institución poderosa, en vez de seguir siendo una pequeña minoría de testigos personales en quienes los hechos y las palabras estaban en perfecta armonía.” Pero él no acepta la consecuencia de este orden de pensamiento, a saber: que las iglesias de la cristiandad no son idénticas a la congregación cristiana.

      Así, pues, el esfuerzo de estos teólogos por renovar y despertar a las iglesias de la cristiandad descansa sobre un fundamento incorrecto. La gran clase pasiva de legos a la que están tratando de activar no son cristianos verdaderos. De modo que el trabajo no es simplemente el de activarlos. Es el de hacerlos cristianos verdaderos.

      NO CON PAN

      Previamente, las iglesias de la cristiandad hacían “cristianas” a naciones enteras por medios políticos. Pero no hacían a los individuos cristianos verdaderos, porque por lo general no había conocimiento bíblico auténtico ni aprecio genuino de lo que el cristianismo en realidad significa. Estas personas solo llegaron a ser cristianos nominales. Hoy muchos individuos son miembros de iglesias porque se les bautizó de niños y no por haberse puesto personalmente de parte de las enseñanzas de la Biblia. Solo tienen el nombre de cristianos. Algunos se han hecho miembros de iglesias debido a las ventajas sociales que están relacionadas con ello. Ellos también son solo cristianos nominales.

      Cuando los esfuerzos de los misioneros de la cristiandad constaban de dar ayuda médica, distribuir alimento y dar consejo en cuanto a la agricultura, sus conversos a menudo llegaban a ser “cristianos de arroz,” es decir, gente que ha aparentado interesarse en el cristianismo para obtener arroz o ayuda de alguna otra clase. Un semanario religioso bien conocido, The Christian Century, dijo en 1960: “Las nuevas iglesias católicas romanas que se construían en lugares [en Formosa (Taiwan)] donde no había población católica eran equipadas para almacenamiento y distribución de suministros de auxilio. . . . Los sacerdotes usaban los artículos de consumo excedentes de los EE. UU., que les llegaban tan baratos, como cebo para atraer conversos y como inducción para que se quedaran los atraídos.”

      El mismo semanario religioso dijo el 20 de febrero de 1960 que en ese tiempo ya no había “cristianos de arroz” en el continente chino. A juzgar por esta información, se puede llegar a la conclusión de que puesto que ahora es Mao Tse-tung el que da arroz a la gente, ahora creen en él. Los “cristianos de arroz” no son cristianos verdaderos. Estos métodos u otros parecidos no producen cristianos verdaderos.

      EL EJEMPLO DE JESÚS

      Solo siguiendo el ejemplo de Jesús pueden los cristianos ayudar a otros a hacerse cristianos verdaderos. Jesús fue primariamente predicador y maestro. Dijo: “Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad.” (Juan 18:37) Sus milagros, el que curara a los enfermos, alimentara a los hambrientos y resucitara a los muertos, habrían de servir de señales de que él era el Mesías, Aquel que había sido enviado por Dios y cuyas palabras la gente debía escuchar. Los milagros fueron a la vez evidencia de lo que él hará como Rey en el reino de Dios al debido tiempo, para el bien eterno de la humanidad.

      Pero aparte de ofrecer su vida como rescate, la parte más importante del ministerio de Jesús hace mil novecientos años fue lo que él dijo, las palabras que habló. Habló palabras dadoras de vida que había oído de Dios, palabras, que, si se obedecían, podrían llevar a uno, no simplemente a pan para una o dos comidas, sino a la mayor de las metas... vida eterna. A algunos, a quienes milagrosamente había dado pan el día anterior, Jesús dijo: “Trabajen, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna.”—Juan 6:27.

      Cuando Jesús envió a sus discípulos, no los envió con pan material, sino con alimento espiritual, la palabra de vida. Dijo: “Los dichos que yo les he hablado son espíritu y son vida.” (Juan 6:63) Se llegaría a saber que formaban la congregación cristiana verdadera porque seguían el ejemplo de Jesús. La congregación de discípulos verdaderos de Jesús todavía existe y todavía consta de una “minoría de testigos personales.” En cuanto al mundo de la humanidad, su tarea, su asignación, es ésta: “En todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas,” y “hagan discípulos de gente de todas las naciones . . . enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado.”—Mar. 13:10; Mat. 28:19, 20.

      Solo esta congregación puede hacer cristianos genuinos de la gente, y solo ésta puede hacerlos activos en el ministerio cristiano verdadero. Solo en cooperación con esta congregación podrá el individuo efectuar actos apropiados de amor, en armonía con la voluntad de Dios y para el bien eterno de los necesitados del mundo. La cosa más importante para cada individuo es hallar la congregación cristiana verdadera, ponerse personalmente de parte del cristianismo verdadero y asociarse con esta congregación.

  • Cómo ayuda la iglesia verdadera
    La Atalaya 1971 | 1 de diciembre
    • Cómo ayuda la iglesia verdadera

      EL CRISTIANISMO verdadero ha sobrevivido en una “minoría de testigos personales,” una congregación cristiana verdadera que ha tenido presente lo que significa su comisión de trabajo. Así ha podido hacer de la gente discípulos verdaderos de Cristo en vez de solo hacerlos “cristianos de arroz” o solo cristianos nominales.

      La congregación cristiana verdadera no es una “Iglesia rica.” Y puesto que sus miembros, cada uno sin excepción, son testigos que sirven personalmente al ir directamente a la gente en sus hogares, como lo hicieron Jesús y sus apóstoles, pueden llegar al corazón de la gente con su mensaje, aun de los que padecen de hambre y pobreza.

      Por lo general los testigos cristianos comparten las circunstancias de la gente entre la cual sirven. Sin embargo, gastan sus fondos muy limitados para llevar la Palabra de Dios a la gente común. La alegación popular que dice: “No se le puede predicar a un hombre hambriento; él quiere pan, no palabras,” no es universalmente cierta. Jesucristo mismo declaró: “Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.”—Juan 18:37.

      En cualquier situación de emergencia, por supuesto, el testigo cristiano ayudará si personalmente puede hacerlo, como Jesús

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir