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  • “La restauración de todas las cosas de que habló Dios”
    La Atalaya 1971 | 15 de abril
    • el compañero de Pedro, Juan el hijo de Zebedeo, respecto a nuestro andar con Dios, diciendo: “Si estamos andando en la luz, como él mismo está en la luz, sí tenemos participación los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.” (1 Juan 1:7) Así es que Dios ya no nos considera pecadores, y la relación pacífica con Dios que proviene de esta misericordia de parte de Dios verdaderamente nos aporta tremendo refrigerio.

      16. ¿Qué quiso decir Pedro cuando dijo que aquellos “tiempos de refrigerio” vienen “de parte de la persona de Jehová”?, y en cuanto a eso, ¿qué muestra la historia respecto a los judíos desde 70 E.C.?

      16 Puesto que se dice que estos “tiempos de refrigerio” vienen “de parte de la persona de Jehová,” eso significa que él tiene el rostro vuelto hacia nosotros con favor. Nos está dando su atención favorable. Su buena voluntad está hacia nosotros, durante el “año de la buena voluntad de parte de Jehová.” Hemos llegado a ser sus “hombres de buena voluntad.” (Isa. 61:1, 2; Luc. 2:14) En los días del apóstol cristiano Pedro les era urgente a aquellos judíos conseguir la buena voluntad de Jehová después del asesinato de Su Mesías en Jerusalén, puesto que estaba muy cerca la destrucción de la ciudad de Jerusalén y el desbaratamiento de la nación judía en la tierra de Judá. La lastimosa historia del pueblo judío después de la destrucción de Jerusalén por los romanos en el año 70 E.C. prueba que el pueblo judío disperso no ha disfrutado de “tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová [literalmente, del rostro de Jehová].”

      17. Con relación a esto mismo, ¿qué hay que decir acerca de la cristiandad, y qué indica para ella la destrucción de Jerusalén en 70 E.C.?

      17 También, al examinar la historia de la organización religiosa de la cristiandad desde su establecimiento en el siglo cuarto, nos vemos obligados a reconocer que la cristiandad no ha estado disfrutando de los “tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová” durante los más de dieciséis siglos de su existencia hasta el día actual. Durante toda su historia ha sido desgarrada por disputas y guerras religiosas internas, por divisiones sectarias y desunión y por confusión religiosa que siempre empeora. La destrucción de Jerusalén allá en el año 70 E.C. fue un tipo que prefigura la destrucción de la cristiandad en manos de enemigos seglares mundanos en el futuro cercano. El rostro de favor de Jehová no está vuelto hacia la cristiandad, y él no la protegerá de la destrucción venidera así como no protegió a Jerusalén en el año 70 E.C.

      18. Por eso, ¿qué consejo es urgente que toda la gente siga ahora, y quiénes ya lo han hecho y con qué resultado?

      18 Es por eso que ahora es asunto de urgencia el que la gente, tanto judíos como gentiles, haga lo que aconsejó el apóstol Pedro cuando dijo: “Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse para que sean borrados [o, perdonados] sus pecados.” Esto es lo que han hecho los testigos cristianos de Jehová, y toda la evidencia demuestra que están, en sentido espiritual, disfrutando abundantemente de los “tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová.” Por medio de presentarse a Él en plena dedicación mediante su Mesías, Jesús, han llegado a ser sus “hombres de buena voluntad.” Como galardón por esto están disfrutando de lo que dijeron los ángeles al alcance de los oídos de los pastores al tiempo de nacer Jesús en Belén, a saber: “Sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad.” Ellos no quieren ser destruidos con la cristiandad no pacífica ni con todo el resto del imperio mundial de la religión falsa en el futuro cercano. Sienten gran “refrigerio” porque han sido librados de participación de comunidad en los pecados de la cristiandad y del imperio mundial religioso, Babilonia la Grande.—Rev. 18:2-5.

      MESÍAS ENVIADO POR SEGUNDA VEZ, Y POR QUÉ

      19. ¿Cómo difieren la cristiandad y los judíos naturales en cuanto a la venida del Mesías? Para que la venida resulte en “refrigerio,” ¿qué tiene que hacer la cristiandad?

      19 La cristiandad afirma que aguarda la vuelta de Jesucristo, y espera experimentar “tiempos de refrigerio” como resultado de su vuelta. Pero para que esto suceda así, la cristiandad tendría que hacer lo que Pedro les dijo a los judíos culpables de pecado que hicieran, a saber: “Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse [o, conviértanse] para que sean borrados sus pecados.” Esos tiempos de refrigerio vienen después de proceder así, tal como pasó a mostrar Pedro, diciendo: “Para que vengan tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová y para que envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:19-21) Los judíos naturales circuncisos que no creen que el Mesías vino hace diecinueve siglos esperan que venga por primera vez en el futuro. Pero Pedro y Juan y los otros judíos cristianizados esperaban que el Mesías volviera o viniera por segunda vez y con un propósito diferente. Pedro y Juan lo habían visto ascender de regreso al cielo.

      20. ¿Por qué era una necesidad la vuelta del Mesías, y por qué lo había enviado Dios la primera vez?

      20 Pedro y Juan recordaban las siguientes palabras de Jesús a los judíos: “¿Qué hay, pues, si contemplaran al Hijo del hombre ascender a donde estaba antes?” El día de su resurrección se le apareció a María de la ciudad de Magdala y dijo: “Todavía no he ascendido al Padre. Mas ponte en camino a mis hermanos y diles: ‘Asciendo a mi Padre y Padre de ustedes y a mi Dios y Dios de ustedes.’” (Juan 6:62; 20:17) Ascendió de vuelta al cielo el día cuadragésimo después de su resurrección de entre los muertos. Pero para cumplir todas las profecías acerca del Mesías tenía que volver a venir. Por eso el apóstol Pedro, después de hablar de “tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová,” pasó a decir: “Y para que envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús.” La primera vez que Jehová envió a su Hijo a la Tierra, fue para que muriera como sacrificio de rescate para toda la humanidad. Por eso Pedro dijo a la muchedumbre de judíos que lo rodeaban: “Dios ha cumplido de esta manera las cosas que él anunció de antemano por boca de todos los profetas, que su Cristo sufriría.”—Hech. 3:18.

      21. ¿Qué otras cosas predijeron los profetas de Jehová acerca del Mesías, según lo indica Pedro en su carta? y ¿por qué lo envía Jehová por segunda vez?

      21 Otras cosas que fueron anunciadas de antemano por boca de todos los profetas de Jehová informaron acerca de su gloria venidera en el reino mesiánico. En su primera carta a los creyentes cristianos el apóstol Pedro escribió acerca de aquellos profetas, diciendo: “Siguieron investigando qué época en particular o qué suerte de época indicaba respecto de Cristo el espíritu que había en ellos cuando de antemano daba testimonio acerca de los sufrimientos para Cristo y acerca de las glorias que habían de seguir a éstos.” (1 Ped. 1:10, 11) Pedro recordaba las palabras de Jesucristo en su profecía acerca de la destrucción de Jerusalén, las cuales decían: “Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono.” (Mat. 25:31) Los sufrimientos de Jesús en la carne en la Tierra, según se predijeron para él por medio de los profetas, entonces habrían pasado para siempre. Cuando Jehová lo envía a la Tierra por segunda vez, es para que reine en gloria celestial para cumplir todas las otras profecías acerca del reino del Mesías.

      22. ¿Qué indican Salmo 110:1, 2 y Hebreos 10:12, 13 tocante a cuándo acontecería este cumplimiento de las profecías del Reino?

      22 Ahora bien, ¿precisamente cuándo sería eso? El rey David de Jerusalén, quien fue antepasado real de Jesucristo, dijo proféticamente acerca de la ascensión de éste al cielo: “La expresión de Jehová a mi Señor es: ‘Siéntate a mi diestra hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies.’ La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sion, diciendo: ‘Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.’” (Sal. 110:1, 2) Comentando sobre este salmo profético, Hebreos 10:12, 13 dice lo siguiente acerca de Jesucristo y su sacrificio humano perfecto: “Este hombre ofreció un solo sacrificio por los pecados perpetuamente y se sentó a la diestra de Dios, esperando desde entonces hasta que sus enemigos fuesen colocados como banquillo para sus pies.” Esta profecía quería decir que Jesucristo ya glorificado en el cielo a la diestra de Dios ganaría la victoria sobre todas las personas en la Tierra que se opusieran a que él reinara sobre toda la humanidad como Mesías de Jehová.

      23. Por eso, ¿qué pregunta vital hace bien cada uno en preguntarse, y por qué?

      23 Cada uno de nosotros hace bien, por lo tanto, en hacerse esta pregunta vital: ‘¿Soy yo enemigo del reino mesiánico de Jehová mediante Jesucristo?’ ¡La cristiandad lo es! ¡Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa, lo es! También lo son las naciones políticas que componen la organización mundial para la paz y seguridad internacionales, las Naciones Unidas. ¡Todos estos enemigos han de ser sojuzgados, aplastados! Según las profecías de la Biblia y las condiciones del mundo, ¡esto está cerca!

      24. ¿Hasta qué “tiempos” habría el cielo de retener dentro de sí al Mesías Jesús?, de modo que ahora ¿cuál es la pregunta clave para nosotros?

      24 ¿Por qué estamos convencidos de que está cerca ese desastre mundial? Porque el apóstol Pedro profetizó que a este Jesucristo ascendido “el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosasa de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:21) La pregunta clave aquí es: ¿Cuáles son aquellas “todas las cosas” hasta los tiempos de la restauración de las cuales el cielo tiene que retener dentro de sí al Mesías Jesús ascendido, quien está sentado a la diestra de Jehová esperando que sus enemigos sean hechos un banquillo para sus pies?

      25. Brevemente, ¿cuáles son aquellas “todas las cosas,” y qué preguntas hace surgir esta respuesta breve?

      25 Aquellas “todas las cosas” son el reino mesiánico y sus intereses en la Tierra. ¿Es ésta una respuesta sorprendente a la pregunta? ¿Hay alguno de nosotros que se sienta inclinado a preguntar: ¿Cómo puede ser cierto eso, cuando, allá en el día del apóstol Pedro, aquel reino mesiánico de Jehová era algo que todavía no había tenido? Dado que aquel reino del Mesías no había sido establecido y entonces perdido, ¿cómo podría ser restaurado?

      26. ¿Acerca de la restauración de qué cosa le habían preguntado Pedro y sus coapóstoles a Jesús antes que ascendiera, y cuál fue su respuesta?

      26 El apóstol Pedro, sin embargo, sabía de qué hablaba. Él sabía cómo aquel reino podría ser restaurado. Él fue uno de los apóstoles que le preguntaron al resucitado Mesías Jesús, justamente antes de que ascendiera al cielo, lo siguiente: “Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?” A esta pregunta el resucitado Mesías Jesús respondió: “No les pertenece a ustedes adquirir el conocimiento de los tiempos o sazones que el Padre ha colocado en su propia jurisdicción; mas recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea y en Samaria y hasta la parte más lejana de la tierra.” Después de decir eso, y mientras los bendecía, fue tomado de sus discípulos en el monte de los Olivos y llevado al cielo.—Hech. 1:6-11; Luc. 24:5-53.

  • Cómo se efectúa “la restauración de todas las cosas”
    La Atalaya 1971 | 15 de abril
    • Cómo se efectúa “la restauración de todas las cosas”

      1. Debido a la situación política de los judíos en los días de Jesús, ¿qué pregunta fue apropiado que le hicieran sus apóstoles, y qué muestra la posición de Israel hoy día en cuanto a la acción de él?

      TODA persona que está familiarizada con la historia sabe que al tiempo de la ascención de Jesús la nación de Israel no tenía un reino. Por algunos años habían tenido un reino de los Macabeos, pero ése había sido un reino de sacerdotes judíos de la tribu de Leví y había sido derribado por el Imperio Romano en el año 63 antes de nuestra era común. Además, el reino posterior de Herodes el Grande no había sido un reino judío, sino un reino edomita y había sido impuesto a los judíos por el senado romano. Pero cuando Jesús ascendió al cielo, Jerusalén estaba bajo el gobernador romano Poncio Pilato, que había entregado a Jesús para que le dieran muerte; y en cuanto a la provincia de Galilea, la regía Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande. (Luc. 3:1, 2; 23:6-15) Por eso apropiadamente podían preguntar los discípulos a Jesucristo antes de que ascendiera: “Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?” (Hech. 1:6) Él no lo hizo en aquel entonces, y hasta el día de hoy Israel no tiene reino. El gobierno de Israel en el Oriente Medio es una República y es miembro de la organización para la paz y seguridad mundiales, las Naciones Unidas.

      2. ¿Cuál es la actitud de las N.U. para con el reino mesiánico de Jehová, pero quiénes quieren que sea restaurado?

      2 La organización de las Naciones Unidas no quiere que venga el reino mesiánico por medio de la República de Israel. De hecho, la organización de las Naciones Unidas de ninguna manera desea ni pide en oración el reino mesiánico de Jehová. No es la cristiandad, sino los testigos cristianos de Jehová, quienes de veras desean ese reino mesiánico y le han prometido su lealtad.

      3. ¿Cómo mostraron los apóstoles por su pregunta que el establecimiento del reino mesiánico en aquel entonces sería una restauración, y cómo esperaban ellos que él la efectuara?

      3 El establecimiento de ese reino mesiánico, no en la Tierra, sino en el cielo, significa una “restauración,” según las Santas Escrituras. ¿Por qué? Recordemos que los apóstoles de Jesucristo sabían y reconocían que él era el Mesías o el Cristo nombrado por Jehová para Su pueblo. En una ocasión el apóstol Natanael le dijo a Jesús: “Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.” Y en una ocasión posterior el apóstol Pedro le dijo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo.” (Juan 1:49; Mat. 16:16) El título Cristo es la palabra griega para la palabra hebrea Mesías. Por consiguiente, cuando los apóstoles le preguntaron al resucitado Jesús: “Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?” preguntaban si el Mesías verdadero

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