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¿Se desprendería usted de su hijo?La Atalaya 1971 | 1 de junio
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EL PUNTO DE VISTA EQUILIBRADO
Para obtener un punto de vista equilibrado de todo este asunto de “prestar” hijitos, uno pudiera preguntar: ¿Hay educación mundana o ventaja económica que valga el sacrificio envuelto en esto? Quizás lo que se sacrifique sea la tranquilidad de ánimo de un hijo, el desarrollo ordenado de un hijo bajo la estrecha superintendencia de padres amorosos. Aunque superficialmente pareciera que a un niño le iría mejor física y materialmente en un hogar adoptivo, ¿qué hay del consejo bíblico, en 1 Timoteo 6:17-19, de no cifrar uno su esperanza “en las riquezas inseguras, sino en Dios,” y de “asirse firmemente de la vida que lo es realmente”? No hay garantía de que la posición económica mejorada del niño resulte en que obtenga la aprobación de Dios.
Cuando los padres afrontan la cuestión en cuanto a si deben “prestar” sus hijos o no por un mes o dos o por más tiempo, que examinen cuidadosamente sus motivos y se pregunten: ¿Es esto lo que Dios quisiera que yo hiciera? Se reconoce que el niño quizás esté dispuesto, sí, ansioso de dejar a sus padres por un tiempo, pero ¿es eso razón válida para concordar en tal arreglo? No es raro que los niños quieran cosas que no son provechosas.
Quizás los padres y las madres opinen que están cabalmente justificados al desprenderse de sus hijos cuando las oportunidades de educación elemental están muy alejadas de su hogar. Pero, ¿no sería mejor pensar en mudar a la entera familia más cerca de la escuela en vez de ceder a otras personas el privilegio y responsabilidad que Dios le ha dado a uno de supervisar el desarrollo de sus propios hijos?
También, en países donde se conducen con regularidad clases de alfabetización en las congregaciones de los testigos de Jehová, muchos padres se han aprovechado de éstas, y allí han aprendido gratis a leer y escribir y a inculcar en sus hijos las verdades valiosas de la Palabra de Dios, la Biblia, la más excelente fuente de educación que hay. Así, padres, madres e hijos, habiendo sido unidos más estrechamente por la verdad bíblica, están disfrutando de una vida de familia más abundante, más feliz. ¡Y ahora estos padres simplemente no querrían desprenderse de sus hijos por nada del mundo!
Si usted vive en Europa, América del Norte o en algún otro lugar donde no se lleva a cabo el “prestar,” ¿reconoce usted otras prácticas a las cuales deben aplicarse los mismos principios? Algunos padres envían a sus hijos a escuelas de internos o a campos de verano por muchos meses, aunque así los hijos quedan privados del amor, protección y guía espiritual y moral que tan vitalmente necesitan. Los peligros y desventajas de estas prácticas frecuentemente pueden ser tan grandes como las que están envueltas en “prestar” uno su hijo. Por consiguiente, hay buena razón para que los padres amorosos de todas partes de la Tierra ejerzan gran cuidado cuando afrontan alguna costumbre o arreglo que significaría desprenderse de sus hijos. La recompensa por ejercer precaución y por tomar una decisión basada en la Palabra de Dios puede ser felicidad duradera para todos, puesto que “las órdenes de Jehová son rectas, hacen regocijar el corazón.”—Sal. 19:8.
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Una asamblea a que es preciso asistirLa Atalaya 1971 | 1 de junio
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Una asamblea a que es preciso asistir
¿HA ORADO usted pidiendo que venga el reino de Dios? ¿Desea usted vivamente el tiempo en que ese reino cumpla la Palabra del Creador del hombre destruyendo a los que practican la iniquidad y entonces haciendo de esta Tierra un Paraíso? Si así es, hará todo lo posible para estar presente para oír el discurso intitulado “Cuando todas las naciones chocan, de frente, con Dios.” Esta será la conferencia principal en cada una de las asambleas alistadas más abajo.
Vez tras vez la Biblia declara: ‘Las naciones
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