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Respeto de la mujer a la jefatura... ¿cómo se demuestra?La Atalaya 1972 | 1 de diciembre
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de una ayuda para el estudio bíblico que se esté usando en una reunión de congregación. Las mujeres que se encargan de estos deberes no están presidiendo ni enseñando. Por lo tanto, no se requiere que se cubran la cabeza. Sin embargo, algunas cristianas quizás deseen hacerlo por causa de su conciencia. Ciertamente no hay nada de malo en esto.
El impartir instrucción a los creyentes masculinos debe efectuarse por los varones de la congregación. El apóstol Pablo escribió a Timoteo: “No permito que la mujer enseñe, ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que esté en silencio.” (1 Tim. 2:12) Sin embargo, tanto los hombres como las mujeres podrían participar en enseñar a los de afuera. De hecho, Jesucristo comisionó a sus seguidores: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado.” (Mat. 28:19, 20) Por supuesto, estos discípulos en perspectiva incluirían tanto a hombres como a mujeres. Puesto que esta predicación y enseñanza es responsabilidad tanto de los hombres como de las mujeres, cuando una mujer hable a otros acerca de la Palabra de Dios en presencia de un testigo varón de Jehová, no es necesario que se cubra la cabeza. Pero si prefiere hacerlo por causa de su conciencia, esto estaría bien.
La situación es algo diferente cuando se está conduciendo un estudio bíblico programado, con regularidad, en una casa y hay un varón dedicado y bautizado presente. Esta es una sesión de instrucción, de enseñanza, arreglada de antemano, en la que el que conduce el estudio realmente está presidiendo. Con un Testigo bautizado presente, llega a ser una extensión de la congregación. Si, por alguna razón, una Testigo bautizada conduce este estudio, correctamente se cubriría la cabeza, reconociendo así que el hombre ordinariamente daría instrucción bíblica en tales circunstancias.
Hay buena razón para que las cristianas consideren debidamente el cubrirse la cabeza cuando la ocasión lo requiere. Como señaló el apóstol Pablo, esto habrá de hacerse “debido a los ángeles.” (1 Cor. 11:10) Sí, es privilegio de las cristianas el ser un buen ejemplo para los ángeles en su propia sujeción leal a Jehová Dios y su Rey reinante, Jesucristo. Esto no significa que los ángeles aprenden del buen ejemplo de las cristianas. Millones de ángeles lealmente se sujetaron a Dios mucho antes que el hombre fuera creado y continúan haciéndolo. Sin embargo, tal como nosotros obtenemos estímulo del buen ejemplo de los compañeros creyentes, así los ángeles se deleitan al observar a las mujeres que ven la jefatura del modo correcto.
¡Qué excelente incentivo debe dar esto a las cristianas para que continúen demostrando el debido respeto a la jefatura en el arreglo de Jehová!
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La reunión de Pittsburgo subraya la urgencia de los tiemposLa Atalaya 1972 | 1 de diciembre
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La reunión de Pittsburgo subraya la urgencia de los tiempos
ANTES de rayar el alba del primer día de octubre, algunas personas empezaban a reunirse alrededor de la Civic Arena de Pittsburgo, Pensilvania. El acontecimiento que las atraía era la reunión anual de corporación de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania combinada con la graduación de la clase cincuenta y tres de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower.
El programa empezó a las 8:30 de la mañana y, después de oración y una consideración del texto bíblico para el día, los concurrentes oyeron informes y experiencias animadores relatados por representantes de las sucursales de la Sociedad que habían venido de Alemania, Suiza, Canadá, Jamaica y México. Entonces el director M. G. Henschel leyó saludos que los hermanos de muchos países —Laos, Hawai y
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