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  • La organización teocrática en medio de las democracias y el comunismo
    La Atalaya 1972 | 1 de marzo
    • 4 “La organización de Jehová de ninguna manera es democrática. Jehová es supremo, y su gobierno u organización es estrictamente teocrático. Esta conclusión no se puede contradecir con buen éxito.”

      5. Mientras que Josefo aplicó el término Teocracia como lo hizo, ¿qué tenemos que decir en cuanto a si el gobierno establecido por los israelíes en Jerusalén es una teocracia?

      5 El historiador Josefo fue testigo de la destrucción de Jerusalén por las legiones romanas en el año 70 de nuestra era común. Aplicó el término Teocracia a la organización judía nacional que había existido antes de aquella terrible calamidad. En la actualidad, desde la guerra de seis días de 1967, los judíos tienen en su poder todo lo que se llama Jerusalén hoy día, y tienen su capital nacional establecida allí. Pero, ¿podemos considerar al gobierno que han establecido en su antigua patria como sucesor de la Teocracia que se estableció por medio de Moisés en el año 1513 antes de nuestra era común? ¿Puede llamarse de modo alguno teocracia al gobierno nacional que ahora funciona con la vieja Jerusalén como capital? ¿Cómo podría ser tal cosa cuando se le llama una “república” y tiene un presidente elegido democráticamente, y desde el año 1949 ha sido miembro de la organización gentil para paz y seguridad mundial, a saber, las Naciones Unidas? Ni siquiera el presidente de la República de Israel y los miembros del Parlamento nacional, el Knesset, alegan que su gobierno sea una teocracia, una organización teocrática. En las filas de los políticos israelíes hay gran contienda en cuanto a la cuestión de adherirse estrictamente o no a la Ley de Moisés. ¿Qué ha sucedido? Esto:

      6. ¿Qué cesó de ser la nación judía en el primer siglo E.C., y qué clamor delante del gobernador romano prueba esto?

      6 En el primer siglo de nuestra era común la nación judía cesó de ser una organización teocrática. Esto ocurrió aun antes de la destrucción de Jerusalén en el año 70. Acontecimientos registrados históricamente señalan a ese hecho grave. El día de la Pascua del año 33, cuando la muchedumbre inquieta estaba reunida en masa delante del gobernador romano, Poncio Pilato, y clamó pidiendo que se les soltara al criminal Barrabás en vez de al hombre a quien Pilato personalmente quería dejar libre como inocente, ¿qué clamó aquella muchedumbre allí en Jerusalén? Esto: “Si pones en libertad a éste, no eres amigo de César. Todo el que se hace rey habla contra César. . . . No tenemos más rey que César.” (Juan 19:12-15) Este clamor se destacaba en pasmoso contraste con lo que el antiguo profeta Isaías había dicho mucho tiempo antes: “Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey.”—Isa. 33:22.

      7, 8. Más tarde, ¿quién presidió en la sesión que se celebró en el salón del Sanedrín, y cómo contestaron a su queja los hombres que estaban siendo procesados?

      7 Dos o más meses después otra escena se representó en aquella misma Jerusalén. Fue en la sala del tribunal nacional llamado el Sanedrín, compuesto de setenta y un miembros. El sumo sacerdote presidía en este juicio particular, y doce judíos nativos estaban para ser procesados por proclamar ciertas enseñanzas religiosas que eran ofensivas a este Sanedrín o Tribunal Supremo. De esto leemos lo siguiente:

      8 “De modo que los trajeron y los pusieron de pie en el salón del Sanedrín. Y el sumo sacerdote los interrogó y dijo: ‘Les ordenamos positivamente que no siguieran enseñando sobre la base de este nombre, y sin embargo, ¡miren! han llenado a Jerusalén con su enseñanza, y están determinados a traer la sangre de este hombre sobre nosotros.’ En respuesta Pedro y los otros apóstoles dijeron: ‘Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres. El Dios de nuestros antepasados levantó a Jesús, a quien ustedes dieron muerte violenta, colgándolo en un madero. A éste, Dios lo ensalzó a su diestra como Agente Principal y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. Y nosotros somos testigos de estos asuntos, y también lo es el espíritu santo, el cual Dios ha dado a los que le obedecen como gobernante.’”—Hechos de los Apóstoles Hech. 5:27-32.

      9. Según el testimonio que se dio así, ¿con quiénes se encontraba entonces la teocracia de Jehová?

      9 Este testimonio en este juicio de tribunal reveló quiénes eran los que estaban actuando teocráticamente, reconociendo a Dios como gobernante o como Teócrata. Según ese testimonio, ¿con quiénes estaba la organización teocrática... con el Sanedrín, los representantes de la nación judía, o con aquellos doce apóstoles del Jesús cuya muerte aquel Sanedrín había causado recientemente? Más allá de toda negación, la teocracia de Jehová estaba con aquellos doce apóstoles de Jesucristo.

      10, 11. (a) ¿Por qué prueba poderosa en el día del Pentecostés se estableció que la Teocracia había cesado de estar con la nación judía? (b) ¿Cómo insinuó el consejo de Gamaliel al Sanedrín judío que la conducta de éstos no era teocrática?

      10 El hecho de que la Teocracia divina había cesado de estar con la nación de Israel y estaba ahora con estos doce apóstoles y otros discípulos de Jesucristo había sido establecido por una prueba poderosa. ¿Por qué prueba? Por ésta, que Dios había derramado su espíritu santo sobre estos discípulos de Cristo que estaban reconociendo a Dios como gobernante más bien que a los hombres que se oponían a Dios como gobernante. Fue con la ayuda de ese espíritu derramado que Pedro y los otros once apóstoles dieron su valeroso testimonio al Sanedrín judío. Unos días antes, en el día de fiesta del Pentecostés, Dios había derramado este espíritu sobre ellos en cumplimiento de la profecía de Joel 2:28, 29. Esta profecía fue citada por el apóstol Pedro aquel día cuando explicó a los miles de celebrantes judíos del Pentecostés el milagro que acababa de acontecer. Fue en aquella ocasión que Pedro dijo a los judíos inquiridores: “Por lo tanto sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero.” (Hech. 2:14-36) Insinuando el hecho de que la nación judía ya no estaba actuando teocráticamente, el maestro judío de la Ley llamado Gamaliel dijo al Sanedrín lo siguiente acerca de los doce apóstoles que estaban delante de ellos en el lugar para los testigos:

      11 “Varones de Israel, presten atención a ustedes mismos en cuanto a lo que piensan hacer respecto a estos hombres. . . . les digo: No se metan con estos hombres, sino déjenlos; (porque si este proyecto o esta obra proviene de hombres, será derribada; pero si proviene de Dios, no podrán derribarlos;) de otro modo, quizás sean ustedes hallados luchadores realmente contra Dios.”—Hech. 5:34-39.

      12. Más tarde, ¿qué probó que “este proyecto o esta obra,” según lo llamó Gamaliel, era “de Dios,” y por lo tanto qué transferencia realmente había acontecido?

      12 Lo que este fariseo judío Gamaliel llamó “este proyecto o esta obra” sí resultó ser “de Dios,” porque el Sanedrín y todo el pueblo judío dentro y fuera del Imperio Romano no pudieron derribarlo, aunque persiguieron a los seguidores de Jesucristo ungidos por el espíritu. Pero en el año 70 E.C. la capital judía de Jerusalén fue destruida y el Sanedrín judío nacional quedó fuera de función. Y tres años más tarde, en 73 E.C., el último baluarte judío de la provincia de Judea, a saber, Masada al lado oeste del mar Muerto, cayó ante las legiones romanas. Pero antes de todo esto los fieles cristianos judíos habían huido de Jerusalén y de todas las otras partes de la provincia de Judea, porque Jesucristo les había dicho que hicieran eso cuando estuvo describiendo proféticamente la destrucción venidera de Jerusalén. (Mat. 24:15-22; Mar. 13:14-20; Luc. 21:20-24) Queda muy manifiesto, pues, que la teocracia de Jehová había sido transferida de la nación del Israel circunciso natural a la organización llena de espíritu de los discípulos de Jesucristo, el Hijo de Dios. Hasta este día están predicando el reino de Dios, no predicando la República de Israel ni ningún otro gobierno humano.

      ORGANIZACIÓN TEOCRÁTICA EN EL PRIMER SIGLO E.C.

      13. Debemos examinar en cuanto a si los lectores dedicados de La Atalaya están adhiriéndose ¿a qué? y ¿por qué?

      13 La revista La Atalaya ha llamado atención a la organización teocrática, y repetidamente llama atención a ella, y, para ser consistentes, nosotros debemos examinar para ver si los lectores cristianos de esta revista, individuos dedicados y bautizados, están adhiriéndose a la organización teocrática o no.

      14. Los apóstoles sabían que en cuanto a estructura el Israel precristiano había tenido ¿qué clase de administración? ¿Cómo fueron prueba de esto las personas a quienes Moisés se presentó al regresar a Egipto?

      14 No hay duda de que tenemos que remontarnos al primer siglo, a los días de los apóstoles de Cristo, para ver qué estructura tenía su organización teocrática. Todos los apóstoles eran judíos o israelitas circuncisos naturales, lo mismo que había sido Jesucristo. Estaban bien familiarizados con el hecho de que la estructura precristiana de la nación teocrática de Israel había tenido ciertos oficiales o administradores nombrados. Sabían que cuando Jehová envió a Moisés de regreso a Egipto para libertar a Su pueblo esclavizado le dijo a Moisés: “Ve tú, y tienes que reunir a los hombres de más edad [zeqenim, hebreo] de Israel, y tienes que decirles: ‘Jehová el Dios de sus antepasados se me ha aparecido.’” (Éxo. 3:16) Aquellos “hombres de más edad” no eran solo hombres de edad avanzada, sino que tenían el rango de “hombres de más edad,” y en esta ocasión posiblemente eran representantes de toda la casa de Israel.

      15. ¿Qué categoría o rango tenían los setenta hombres que Moisés hizo subir consigo al monte Sinaí, y cómo se muestra esto?

      15 Meses más tarde, cuando el profeta Moisés medió el pacto de la Ley entre Dios y la nación de Israel, Dios le dijo a Moisés en el monte Sinaí: “Sube a Jehová, tú y Aarón, Nadab y Abiú y setenta de los hombres de más edad [zeqenim] de Israel.” El que estos setenta “hombres de más edad” eran representantes de la nación se desprende claramente de Éxodo 24:11, que nos dice: “Y no alargó él [Jehová] su mano contra los hombres distinguidos de los hijos de Israel, antes bien ellos consiguieron una visión del Dios verdadero y comieron y bebieron.” De modo que eran “hombres distinguidos,” y no meramente hombres de edad avanzada. (Éxo. 24:1, 14) Tenían la categoría o rango de “hombres de más edad.”

      16. ¿Qué rango tenían los setenta hombres sobre los cuales Jehová puso parte del espíritu que estaba sobre Moisés?

      16 Más tarde, cuando Jehová se disponía a colocar parte del espíritu que estaba sobre Moisés sobre otros setenta israelitas, le dijo a Moisés: “Reúneme setenta hombres de los hombres de más edad [zeqenim] de Israel, que de veras conoces que son hombres de más edad del pueblo y oficiales suyos, y tienes que llevarlos a la tienda de reunión, y tienen que estacionarse allí contigo.” Después que fue obedecida esta orden, Jehová tomó parte del espíritu que estaba sobre Moisés y “lo puso sobre cada uno de los setenta hombres de más edad,” y “procedieron a actuar como profetas.” (Núm. 11:16-25) Aquellos setenta hombres estaban asociados con “oficiales,” o, posiblemente, como “hombres de más edad” ellos mismos eran oficiales especiales del pueblo.

      17. Según las instrucciones de Jehová a Moisés, ¿qué habrían de tener las ciudades de Israel, y cómo se mostró que eso fue así aun en los días de Jesús?

      17 Según las instrucciones de Jehová a Moisés, cuando los israelitas entraran en la Tierra Prometida sus ciudades habrían de tener “hombres de más edad,” según se les designaba. (Deu. 19:12; 21:2-20; 22:15-18; 25:7-9) La historia bíblica muestra que esto llegó a ser así en las ciudades y pueblos de la tierra de Israel. (Jue. 8:14-16; 1 Rey. 21:8-11; Esd. 10:14) Esto fue así aun en los días de Jesucristo y sus apóstoles. Cuando él empezó a hablarles acerca de su muerte violenta que se acercaba, les dijo que “él tenía que ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los hombres de mayor edad y de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto.” (Mat. 16:21) Estos no eran simplemente hombres de edad avanzada, sino que tenían categoría o rango oficial como “hombres de mayor edad.” Estos hombres estaban asociados con los principales sacerdotes y con los escribas cuando Jesús fue arrestado y sometido a juicio. (Mateo 26:47 a 27:41) Estos “hombres de mayor edad” participaron con los sacerdotes principales en sobornar a los hombres que habían estado vigilando la tumba de Jesús para que dijeran que él no había sido resucitado, sino que su cuerpo había sido robado por sus discípulos.—Mat. 28:12.

      18. (a) Como sucedió en el caso de Jesús, ¿a manos de quiénes tuvieron que sufrir sus apóstoles? (b) Estos eran “hombres de mayor edad” ¿en qué sentido? Y en sus reuniones, ¿qué tenían que tener, y por cuánto tiempo?

      18 Igual que Jesucristo, sus apóstoles tuvieron que sufrir a manos de los “hombres de mayor edad” en asociación con los sacerdotes principales. Cuando los apóstoles Pedro y Juan fueron puestos en libertad después de haber sido enviados a prisión y sometidos a juicio, entonces, según dice el registro, “fueron a los suyos propios e informaron las cosas que les habían dicho los principales sacerdotes y los hombres de mayor edad.” (Hech. 4:5-23) Todo esto sirve para mostrar que estos asociados de los sumo sacerdotes eran oficialmente “hombres de mayor edad.” Las ciudades del Israel antiguo no tenían lo que se llama “alcalde,” pero tenían su junta de “hombres de más edad.” Una junta de esa índole tendría que tener un presidente u oficial presidente, y probablemente la presidencia circulaba entre ellos, de manera que cada miembro tenía su turno por un período de tiempo. No se muestra cómo se hacía “hombres de más edad” a los capacitados.

      19. (a) Por lo tanto, ¿qué pregunta surge en cuanto a la nueva teocracia de Dios desde el Pentecostés de 33 E.C.? (b) ¿Qué sugerencia se ha hecho en cuanto a los “ancianos,” y qué preguntas hace surgir esta sugerencia?

      19 Cuando el Israel circunciso natural dejó de ser una teocracia y Jehová estableció su teocracia sobre la iglesia o congregación de los discípulos de su Hijo desde el Pentecostés de 33 E.C. en adelante, ¿tenía también esta nueva organización teocrática “hombres de más edad” oficialmente? Se ha sugerido que, en lo que respecta a la congregación cristiana, “todos los ungidos de Dios son ancianos.”b Esta aplicación incluiría hasta a las mujeres que por su dedicación a Dios seguida por bautismo en agua y engendramiento por el espíritu de Dios fueran ungidas con su espíritu. Pero, ¿qué muestran realmente los rasgos de la organización teocrática cristiana en el primer siglo? ¿Muestran que a hombres dedicados y bautizados no ha de instalárseles como “hombres de mayor edad” oficialmente en la congregación cristiana? Veamos.

      20. (a) Según la cita que hizo Pedro de Joel 2:28, 29, ¿qué clase de hombres habría en la congregación cristiana? (b) Según la palabra usada en Joel 2:28, ¿por qué podrían éstos ser “ancianos” oficiales o solo “ancianos” corrientes?

      20 La cita que hizo el apóstol Pedro de Joel 2:28, 29 el día del Pentecostés de 33 E.C. mostró que habría de haber “ancianos” en la congregación cristiana, hombres que ‘soñarían sueños.’ Pero cuando esta profecía se vierte al griego, la Versión de los Setenta usa la palabra griega presbýteros, que verdaderamente significa, en español, “presbítero,” o, “anciano.” Esto se debe a que la palabra hebrea (zaqén) que se usa en Joel 2:28 es la palabra que corrientemente se aplica a “ancianos,” como a los ancianos de las ciudades y así por el estilo. Sin embargo, la palabra hebrea puede significar también solo personas viejas, como Abrahán y Sara. (Gén. 18:11; 25:8) De todos modos, estos presbíteros o “ancianos” de Joel 2:28 y Hechos 2:17 eran parte de la “toda clase de carne” sobre la cual Jehová derramaría su espíritu en los “últimos días.” Podían ser “ancianos” oficiales o solo “ancianos” corrientes.

      21. (a) ¿A quiénes específicamente se envió la “ministración de socorro” desde Antioquía a Jerusalén, y qué indica esto en cuanto a la congregación primitiva? (b) ¿Qué es un “presbítero”?

      21 No obstante, ¿había “ancianos” oficiales o presbíteros en la congregación cristiana primitiva? Para quedar satisfechos en cuanto a este punto busquemos Hechos 11:30. El profeta cristiano Ágabo había predicho que “una grande hambre estaba para venir sobre toda la tierra habitada,” una hambre que históricamente sí aconteció en el reinado del emperador Claudio. Por eso los discípulos de Cristo en la ciudad de Antioquía de Siria se resolvieron a enviar un servicio de socorro a sus hermanos cristianos necesitados de la provincia romana de Judea. Ahora bien, ¿a quiénes enviaron específicamente estos contribuyentes esta ministración o servicio (diakonía, griego) de socorro? El relato dice: “Y lo hicieron, despachándola a los hombres de mayor edad [presbíteros, ancianos] por mano de Bernabé y de Saulo.” (Hech. 11:27-30, lectura marginal, edición de 1971 en inglés) Por eso, los “hombres de mayor edad,” presbíteros o ancianos fueron los que directamente recibieron esto, y estos oficiales se encargaron de que fuera distribuido a las congregaciones de Judea. El Third New International Dictionary de Webster define “presbítero” como “un oficial de la iglesia primitiva cristiana investido con la tarea de suministrar acaudillamiento como superintendente por lo general sobre una congregación local.” Por medio de las Santas Escrituras podemos averiguar si ésa es una definición correcta o no.

      EL CUERPO GOBERNANTE... ¿QUIÉNES LO COMPONEN?

      22. ¿A quiénes sometió la congregación de Antioquía la cuestión de la circuncisión, quiénes recibieron a sus representantes, y después, quiénes se reunieron allí para ver acerca de este asunto?

      22 Cuando el asunto de circuncidar a los no judíos que se habían convertido al cristianismo llegó a ser una cuestión ardiente en Antioquía de Siria, ¿a quiénes envió personas la congregación de aquel lugar en busca de solución a la cuestión? “A los apóstoles y hombres de mayor edad en Jerusalén respecto a esta disputa.” Al llegar a Jerusalén Pablo y Bernabé y otros de Antioquía fueron recibidos ¿por quiénes? “Por la congregación y por los apóstoles y los hombres de mayor edad [presbíteros, o ancianos].” En este relato notamos que a los “hombres de mayor edad” así como a los apóstoles se les distingue de la congregación. No fue toda la congregación de Jerusalén lo que se reunió, sino “los apóstoles y los hombres de mayor edad se reunieron para ver acerca de este asunto.”—Hech. 15:2, 4, 6, lectura marginal, edición de 1971 en inglés.

      23. ¿A quiénes les pareció bien enviar el decreto de Jerusalén a las congregaciones, y quiénes firmaron como los que emitían el decreto?

      23 Después que se tomó la decisión contra circuncidar a los gentiles recién convertidos, entonces, como dice el relato, “les pareció bien a los apóstoles y a los hombres de mayor edad [presbíteros, ancianos] junto con toda la congregación enviar a varones escogidos de entre ellos a Antioquía junto con Pablo y Bernabé, a saber, a Judas que se llamaba Barsabás y a Silas, varones prominentes entre los hermanos; y por mano de ellos escribieron: ‘Los apóstoles y los hombres de mayor edad, hermanos, a los hermanos de Antioquía y Siria y Cilicia que son de las naciones [gentiles]: ¡Saludos!’”—Hech. 15:22, 23, edición de 1971 en inglés.

      24. ¿Quiénes fueron algunos de aquellos “hombres de mayor edad,” como qué sirvieron los apóstoles y hombres de mayor edad, y quién fue presidente en la reunión?

      24 Así, pues, parece que los apóstoles y aquellos “hombres de mayor edad” (presbíteros, ancianos) asociados con ellos servían de cuerpo gobernante para todas las congregaciones cristianas por toda la Tierra, pero tenían el apoyo de la congregación de Jerusalén. Entre estos “hombres de mayor edad,” estuvieron Santiago el medio hermano de Jesucristo, y Judas (Barsabás) y Silas (Silvano). (2 Cor. 1:19; 1 Tes. 1:1; 2 Tes. 1:1; 1 Ped. 5:12) Por lo general se entiende que en esta reunión del cuerpo gobernante en Jerusalén este hombre de mayor edad (presbítero, o anciano) llamado Santiago el hijo de María actuó como presidente. Pero el hecho de que él haya propuesto el decreto y su contenido en cuanto a las obligaciones necesarias de los gentiles recientemente convertidos no da garantía segura, por sí mismo, de esa presidencia de él.—Hech. 15:13-21.

      25. En las ciudades visitadas, Pablo y Silas entregaron los decretos emitidos ¿por quiénes, y qué se indica en cuanto a los que estuvieron asociados con los apóstoles en decidir sobre el decreto?

      25 Hechos 16:4 informa acerca de las actividades del apóstol Pablo y su compañero Silas (miembro del cuerpo gobernante), diciendo: “Ahora bien, según iban viajando por las ciudades [de Asia Menor] entregaban a los de allí para que los observasen los decretos sobre los cuales habían hecho decisión los apóstoles y hombres de mayor edad que estaban en Jerusalén.” El hecho de que estos “hombres de mayor edad” estaban asociados con los apóstoles y eran parte del cuerpo gobernante cristiano da seguridad de que eran oficialmente “hombres de mayor edad,” presbíteros, ancianos.

      26. En su viaje final a Jerusalén, ¿con quiénes tuvo Pablo una reunión de despedida en Mileto, y qué indica Hechos 21:17, 18 en cuanto a la composición de la congregación de Jerusalén?

      26 Años más tarde el apóstol Pablo hacía su viaje final a Jerusalén. Se detuvo en el puerto marítimo de Mileto y se comunicó con la congregación cercana de Éfeso, Asia Menor. ¿Pidió él que toda la congregación de Éfeso viniera para que pudiera tener una visita de despedida con ellos? Noten lo que nos dice Hechos 20:17: “Sin embargo, desde Mileto envió a Éfeso y mandó llamar a los hombres de mayor edad [presbíteros, ancianos] de la congregación.” (Lectura marginal, edición de 1971 en inglés) Por consiguiente la congregación de Éfeso tenía sus “hombres de mayor edad” o ancianos oficiales. Hechos 21:17, 18 nos recuerda que la congregación de Jerusalén también tenía oficiales de esa índole, porque allí leemos el siguiente informe del doctor Lucas: “Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo. Mas al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a Santiago; y estaban presentes todos los hombres de mayor edad.” Santiago el medio hermano de Jesucristo también era uno de aquellos “hombres de mayor edad.” En Gálatas 2:9 Pablo menciona a Santiago como una columna espiritual, diciendo: “Santiago y Cefas [Pedro] y Juan, los que parecían ser columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la mano derecha de coparticipación.”

      27. Según 1 Timoteo 5:17, ¿a quiénes se había de tener por dignos de doble honra, y por qué, y las oraciones de quiénes eran especialmente provechosas?

      27 Como dando testimonio de la naturaleza oficial de un “hombre de mayor edad” (o presbítero, anciano) de la congregación, el apóstol Pablo escribió a Timoteo, alrededor de los años 61 a 64 E.C., estas instrucciones: “Que los hombres de mayor edad que presiden excelentemente sean tenidos por dignos de doble honra, especialmente los que trabajan duro en hablar y enseñar.” (1 Tim. 5:17) Así, esos “hombres de mayor edad” presidían oficialmente en la congregación y trabajaban en hablar y enseñar la Biblia. Según Santiago 5:14 las oraciones de aquellos “hombres de mayor edad” eran especialmente provechosas.

  • Oficiales nombrados en la organización teocrática
    La Atalaya 1972 | 1 de marzo
    • Oficiales nombrados en la organización teocrática

      1. ¿Qué preguntas hace surgir 1 Pedro 5:1-3 en cuanto a si todos los miembros de la congregación eran “ancianos”?

      HACIA los años 62 a 64 E.C. el apóstol Pedro, mientras estaba en Babilonia en Mesopotamia, escribió algo acerca de “hombres de mayor edad.” Dijo: “Por lo tanto, a los hombres de mayor edad [presbíteros, ancianos] entre ustedes doy esta exhortación, porque yo también soy hombre de mayor edad junto con ellos y testigo de los sufrimientos del Cristo, hasta partícipe de la gloria que ha de ser revelada: Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia, no como obligados, sino de buena voluntad; tampoco por amor a ganancia falta de honradez, sino con verdaderas ganas; tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño.” (1 Ped. 5:1-3, edición de 1971 en inglés) Pues bien, si a todos los del “rebaño de Dios” se les fuera a considerar “ancianos,” ¿qué sentido tendría el que Pedro hablara acerca de los “hombres de mayor edad entre ustedes”? Además, ¿cómo pudiera decirse que ese rebaño de Dios estuviera “bajo su custodia,” es decir, en la custodia de los “hombres de mayor edad”? ¿Cómo ‘pastorearían el rebaño’ si todos los del rebaño fueran “ancianos” y por lo tanto todos pastores?

      2. ¿Por qué tienen que haber sido oficialmente “hombres de mayor edad” los individuos a quienes Pedro se dirigió, y con cuántos “hombres de mayor edad” comenzó la congregación de Jerusalén en el Pentecostés de 33 E.C.?

      2 El apóstol Pedro se clasifica como “hombre de mayor edad” junto con los “hombres de mayor edad” a los cuales se dirige. Por eso, si Pedro era un “hombre de mayor edad” en sentido oficial, aquellos a quienes se dirige también eran oficialmente “hombres de mayor edad.” Ciertamente un apóstol de Jesucristo debería ser oficialmente “hombre de mayor edad.” Por consiguiente, cuando la congregación cristiana comenzó en el día del Pentecostés de 33 E.C., tenía doce “hombres de mayor edad” oficiales, a saber, los doce apóstoles de Jesucristo. (Hechos 1:13 a 2:37) Aquellos apóstoles eran todos como Pedro al ser cada uno “testigo de los sufrimientos del Cristo,” porque habían estado asociados y juntos desde el tiempo del bautismo de Jesús hasta su ascensión al cielo. (Hech. 1:21, 22; 1 Ped. 5:1) Como “hombres de mayor edad” oficiales aquellos apóstoles sí ‘trabajaron duro en hablar y enseñar,’ desde el Pentecostés de 33 E.C. en adelante.—1 Tim. 5:17; Hech. 2:37-42; 4:33; compare con 2 Juan 1 y 3 Juan 1.

      “HOMBRES DE MAYOR EDAD”... CÓMO SE HICIERON

      3. (a) ¿Cómo fueron hechos “hombres de mayor edad” los doce apóstoles? (b) Según el capítulo 14 de Hechos, ¿con relación a qué aprendemos cómo se hicieron “hombres de mayor edad” para las otras congregaciones en aquel tiempo?

      3 Los once fieles de los apóstoles de Jesucristo habían sido discípulos de él, algunos hasta por más de un año antes que él los nombrara apóstoles. (Juan 1:35 a 2:2; Mat. 4:12-22; 10:1-4; Luc. 6:12-16) Por consiguiente fueron hechos “hombres de mayor edad” (presbíteros, o ancianos) al ser nombrados por Jesús. El apóstol duodécimo de más tarde, llamado Matías, fue escogido por suertes después de la ascensión de Jesús al cielo, y por lo tanto no por nombramiento del hombre. (Hech. 1:15-26) ¿Cómo fueron colocados en su puesto los “hombres de mayor edad” de más tarde que estaban en la congregación de Jerusalén, además de los “hombres de mayor edad” de otras congregaciones que fueron establecidas después del Pentecostés de 33 E.C.? Esto se nos indica en Hechos de los Apóstoles, Hech. capítulo catorce. El apóstol Pablo estaba en su primera gira misional con Bernabé y llegó hasta Derbe, Iconio, Listra y Antioquía de Pisidia, en Asia Menor, y comenzó congregaciones allí. En el camino de regreso visitaron a estas congregaciones jóvenes.

      4. ¿Cómo se hicieron los “hombres de mayor edad” en las congregaciones revisitadas por Pablo y Bernabé, y por qué era teocrático este método?

      4 ¿Cómo consiguieron sus “hombres de mayor edad” estas congregaciones recién establecidas? Hechos 14:22, 23 (edición de 1971 en inglés) nos dice, indicando que Pablo y Bernabé estuvieron “fortaleciendo las almas de los discípulos, animándolos a permanecer en la fe y diciendo: ‘Tenemos que entrar en el reino de Dios a través de muchas tribulaciones.’ Además, les nombraron hombres de mayor edad en [cada] congregación y, haciendo oración con ayunos, los encomendaron a Jehová en quien habían llegado a creer.” Manifiestamente, pues, las congregaciones no establecieron sus propios “hombres de mayor edad” por un voto popular o elección entre sus miembros. Éste no podía ser llamado un método “democrático” de instalar “hombres de mayor edad.” Pablo había sido escogido por Jesucristo como apóstol y él y Bernabé habían sido enviados en este viaje misional desde Antioquía por instrucciones del espíritu santo de Dios. Por eso, el que ellos nombraran “hombres de mayor edad” en las congregaciones era teocrático.—Hech. 13:1-4.

      5. ¿Qué le escribió Pablo a Tito que hiciera acerca de las congregaciones de Creta, y qué requisitos tenía que observar Tito?

      5 Años después, para los años 61 a 64 E.C., lo cual fue después que Pablo fue puesto en libertad de su primer aprisionamiento en Roma, él escribió a su colaborador Tito, quien estaba entonces en la isla de Creta. Pablo dijo: “Por esta razón te dejé en Creta, para que corrigieras las cosas defectuosas e hicieras nombramientos de hombres de mayor edad en ciudad tras ciudad, como te di órdenes.” (Tito 1:5) Entonces Pablo da los requisitos para el ser nombrado “hombre de mayor edad,” añadiendo: “Si hay algún hombre libre de acusación, esposo de una sola mujer, teniendo hijos creyentes no acusados de disolución, ni ingobernables. Porque el superintendente tiene que ser libre de acusación como mayordomo de Dios, no terco, no propenso a la ira, no borracho pendenciero, no golpeador, no ambicioso de ganancia falta de honradez, sino hospitalario, amador de la bondad, de juicio sano, justo, leal, que ejerza gobierno de sí mismo, que se adhiera firmemente a la fiel palabra en lo que toca a su arte de enseñar, para que pueda exhortar por la enseñanza que es sana y también censurar a los que contradicen.”—Tito 1:6-9.

      6. ¿Cómo estaba usando Pablo aquí los términos “hombres de mayor edad” y ‘superintendentes,’ y cómo se muestra esto?

      6 Empezando a considerar los requisitos necesarios para ser un “hombre de mayor edad” nombrado y entonces pasando a decir: “Porque el superintendente tiene que ser libre de acusación,” y así por el estilo, Pablo muestra que un “hombre de mayor edad” es también un “superintendente” (epískopos, griego). Por lo tanto, al mismo tiempo que Tito estaría nombrando “hombres de mayor edad” estaría también nombrando superintendentes en la congregación. Así, Pablo aquí usa las palabras “hombres de mayor edad” y “superintendentes” como sinónimas, como expresando la misma idea, como intercambiables. Por eso un superintendente tiene que ser un “hombre de mayor edad,” y un “hombre de mayor edad” tiene que cumplir los deberes de un superintendente. Pablo mostró esto en Mileto.

      7. ¿A quiénes mandó llamar Pablo a Mileto desde Éfeso, y qué les dijo que hicieran?

      7 Leemos: “Desde Mileto envió a Éfeso y mandó llamar a los hombres de mayor edad de la congregación. Cuando llegaron a él les dijo: ‘ . . . Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes [epískopoi, griego], para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo.’”—Hech. 20:17-28.

      8. ¿Cómo habían sido hechos “hombres de mayor edad” los visitantes de Pablo, qué servicio estaban obligados a rendir, y a quiénes eran primariamente responsables?

      8 Según esas palabras, aquellos “hombres de mayor edad” habían sido colocados en su puesto, no por medio de alguna elección o votación democrática, sino por nombramiento del espíritu santo de Dios actuando por medio del cuerpo gobernante visible que estaba sobre todas las congregaciones. Al ser así nombrados para ser “hombres de mayor edad” (presbíteros, ancianos) ellos eran simultáneamente nombrados para ser “superintendentes,” y el deber de superintendente los obligaba a actuar como pastores del rebaño, la congregación de Dios. Primariamente tenían que rendirle cuentas, no al cuerpo gobernante, sino al Gran Superintendente, Jehová Dios. (1 Ped. 2:25; Isa. 53:6) Las palabras de Pablo a los “hombres de mayor edad” de Éfeso concuerdan con las del apóstol Pedro, cuando les dijo a los “hombres de mayor edad entre ustedes” que pastorearan el rebaño de Dios.—1 Ped. 5:1, 2.

      SUPERINTENDENTES Y SIERVOS MINISTERIALES

      9. (a) Con relación a ocupar el lugar dejado vacío por el infiel Judas, ¿cómo se indica que los apóstoles eran “superintendentes”? (b) ¿Con cuántos “superintendentes” comenzó la congregación de Jerusalén en el Pentecostés de 33 E.C.?

      9 El apóstol Pedro y los otros once apóstoles no eran solo “hombres de mayor edad,” sino también “superintendentes.” Esto se hizo manifiesto cuando Pedro recomendó a la congregación de Jerusalén llenar el lugar que había sido dejado vacío por el apóstol infiel Judas. Pedro citó el Salmo 109:8 como lo que exigía esto, al decir: “Está escrito en el libro de los Salmos: . . . ‘Su puesto de superintendencia tómelo otro.’” (Hech. 1:20) La palabra hebrea para “puesto de superintendencia” fue vertida en la Versión de los Setenta griega por la palabra episkopé, que se refiere al puesto de un superintendente (epískopos, griego). Lógicamente, pues, el puesto de un apóstol era el puesto de un superintendente, y los apóstoles eran superintendentes nombrados por Jesucristo. Por esta razón, en el día del Pentecostés de 33 E.C., la congregación de Jerusalén de unos ciento veinte miembros comenzó con doce superintendentes. (Hechos 1:15 a 2:43) Desde entonces en adelante a medida que se nombraban “hombres de mayor edad” para ayudar a atender a la congregación que iba creciendo, hubo más de doce superintendentes sirviendo en ella.

      10. (a) Cuando Pablo envió palabra de Mileto a Éfeso, ¿cómo se desempeñaba la superintendencia de la congregación efesia? (b) Según Filipenses 1:1, ¿cómo estaba siendo servida la congregación de Filipos?

      10 Unos veintitrés años después de aquel Pentecostés, cuando Pablo se dirigía a Jerusalén y se detuvo en Mileto, la congregación de la cercana Éfeso tenía varios superintendentes, porque todos los “hombres de mayor edad” a quienes él llamó para que lo vieran eran superintendentes. (Hech. 20:17-28) Cuatro o cinco años más tarde la congregación de Filipos en Macedonia tenía varios superintendentes así como varios siervos ministeriales que servían de auxiliares a los superintendentes. Es por eso que Pablo, al escribir desde Roma, abrió su carta a la congregación de aquella ciudad diciendo: “Pablo y Timoteo, esclavos de Cristo Jesús, a todos los santos en unión con Cristo Jesús que están en Filipos, juntamente con los superintendentes [epískopoi] y siervos ministeriales [diákonoi, griego].”—Fili. 1:1.

      11. A juzgar por la congregación de Filipos, ¿qué había a modo de personal en todas las otras congregaciones que tenían suficientes hombres, en contraste con el sistema de “obispos” que se desarrolló más tarde?

      11 De esto sin lugar a error se desprende que la congregación filipense tenía más de un superintendente así como más de un siervo ministerial (diákonos). Esto sin duda era verdad de todas las otras congregaciones cristianas del primer siglo que tenían suficientes hombres competentes como para suministrar superintendentes y siervos ministeriales para sus necesidades. Fue algo que se desarrolló más tarde, después de la muerte de los doce apóstoles, el que hubiera un solo superintendente sobre una congregación o sobre varias congregaciones en cierta zona.a

      “GRUPO DE HOMBRES DE MAYOR EDAD” (“PRESBYTERION”)

      12. Según 1 Timoteo 4:14, ¿qué componía el grupo de “hombres de mayor edad” de congregación, y qué comparación existía entre unos y otros en cuanto a posición?

      12 El grupo de superintendentes de congregación componía un cuerpo o “grupo de hombres de mayor edad,” o “presbiterio” (Valera; Moderna), o “ancianos como grupo” (New English Bible), como el que menciona el apóstol Pablo en 1 Timoteo 4:14. (Compare con Lucas 22:66; Hechos 22:5 en cuanto a “la asamblea de los hombres de mayor edad.”) Los miembros de tal “grupo [o asamblea] de hombres de mayor edad” eran todos iguales, en la misma posición oficial, y ninguno de ellos era el más importante, el más prominente, el más poderoso miembro de la congregación. Cada miembro gustosamente tomaba su parte de la responsabilidad de superentender y pastorear a la entera congregación.

      13. Según 1 Timoteo 3:1, ¿qué estaba aspirando a ser y hacer el hombre deseoso?

      13 De acuerdo con esto, ¿qué quiso decir el apóstol Pablo por lo que escribió en 1 Timoteo 3:1? Allí le dijo a Timoteo: “Si algún hombre está haciendo esfuerzos por obtener un puesto de superintendente [episkopé, griego], está deseoso de una obra excelente.” Él no quiso decir que ese cristiano deseoso está haciendo esfuerzos por llegar a ser la persona más importante, responsable, prominente y poderosa de la congregación como su único superintendente, algo como un “obispo” en la cristiandad, quien reina sobre una zona (una diócesis) que contiene varias congregaciones. (1 Tim. 3:1, Valera; Moderna; Hispanoamericana; Torres Amat; Nácar-Colunga) No, más bien este hombre deseoso solo quiere compartir con otros superintendentes de la congregación los deberes de vigilar la condición espiritual de la congregación, alimentándola espiritualmente, guiándola en la adoración de Jehová. Se esfuerza por alcanzar los requisitos para la superintendencia que da el apóstol Pablo en los versículos sucesivos, en 1 Timoteo 3:2-7, y que corresponden con los requisitos que se dan en Tito 1:6-9. Esos requisitos prueban que él está “deseoso de una obra excelente.”

      14. (a) ¿Qué se necesitaba para mantener el orden de las reuniones del “grupo de hombres de mayor edad,” y de qué manera se suministraba lo necesitado? (b) ¿Por cuánto tiempo se continuaba siendo miembro de este “grupo de hombres de mayor edad,” y por qué era así?

      14 Por supuesto, en tal presbiterio de la congregación o “grupo [asamblea] de hombres de mayor edad” tendría que haber un presidente, para dirigir el orden de las reuniones del “grupo de hombres de mayor edad.” En las Escrituras no se muestra precisamente cómo se nombraba presidente a un miembro. No sería una presidencia permanente, sino que probablemente era temporaria, por cierto período de tiempo, y se pasaba por turnos entre todos los miembros coiguales del “cuerpo de ancianos.” Cuando un anciano llegaba al fin de su presidencia y la cedía al siguiente en orden, no dejaba de ser un “hombre de mayor edad” o un “superintendente.” Todavía seguía siendo miembro del “grupo de hombres de mayor edad.” Puesto que los miembros no eran colocados en su puesto por elecciones regulares de tipo democrático de parte de la congregación, su nombramiento teocrático por el cuerpo gobernante continuaba indefinidamente por tanto tiempo como fuera fiel en el puesto.

      15. (a) ¿Por qué no había superintendentes auxiliares o ancianos auxiliares en las congregaciones? (b) Básicamente, ¿qué quiere decir la palabra griega diákonos, y qué grado de amplitud tiene su aplicación?

      15 No había superintendente auxiliar o anciano auxiliar. Un hombre nombrado era superintendente o no lo era. Los que auxiliaban a los superintendentes por medio de atender asuntos de congregación que no eran de tipo específicamente espiritual eran nombrados “siervos ministeriales” (diákonoi, griego). Los requisitos para estos “siervos ministeriales” los da el apóstol Pablo en 1 Timoteo 3:8-10, 12, 13. El nombre “diácono” es simplemente la forma españolizada o transliteración del nombre griego diákonos, que ordinariamente significa “ministro” en el sentido de siervo. Así, la palabra “ministro” (diákonos) puede tener un significado muy amplio, general. Por eso, cuando el apóstol Pablo dice que somos “ministros de un nuevo pacto,” o “ministros de Dios” o “ministros de Cristo,” él no quiere decir que él y sus colaboradores eran “siervos ministeriales” de una congregación, que auxiliaban a los “hombres de mayor edad” o “superintendentes.” (2 Cor. 3:6; 6:4; 11:23) Sin embargo, aquellos oficiales auxiliares podían ser “ministros” de aquella mayor responsabilidad al servir a Dios y Cristo y la Palabra de Dios.—Hech. 6:4.

      16. ¿Qué obra pública tenían que hacer los cristianos del primer siglo, y hasta qué grado la lograron junto con sus ancianos, superintendentes, y siervos ministeriales?

      16 Las circunstancias no permiten ahora más consideración de la organización teocrática de la congregación cristiana de los tiempos apostólicos en el primer siglo de la era común. Entre otras cosas, la congregación cristiana de aquel entonces tenía una gran obra pública que hacer. ¿Cuál era ésa? Llevar a cabo las palabras de Jesús: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones”; y también: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado.” (Mat. 24:14; 28:19, 20) Esto lo hicieron con la ayuda, guía y acaudillamiento de sus “hombres de mayor edad” (presbíteros, ancianos), superintendentes y siervos ministeriales. Aun antes de la destrucción de Jerusalén en el año 70 E.C. las “buenas nuevas del reino” estaban siendo predicadas dentro y fuera del Imperio Romano, y el apóstol Pablo pudo escribir desde su alojamiento de prisionero en Roma: “Esas buenas nuevas que ustedes oyeron, y que se predicaron en toda la creación que está bajo el cielo.” (Col. 1:2, 23) La organización teocrática de entonces favoreció esta hazaña. Es un ejemplo para nosotros hoy día.

      LA ORGANIZACIÓN TEOCRÁTICA EN EL SIGLO VEINTE

      17. Según la Watch Tower de 1884, ¿qué se le llamó al reino celestial de los santos de Dios, pero con qué como base se conducía la organización visible terrestre de estos santos?

      17 Los mandatos del Señor Jesucristo según se citan en el párrafo anterior todavía aplican hoy día, especialmente desde que Jehová Dios estableció el reino de su Mesías, Jesús, al fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 E.C. Por lo tanto estamos interesados en ver cómo la organización de los cristianos dedicados y bautizados que están cumpliendo esos mandatos armoniza con el modelo apostólico del primer siglo. En el número de Zion’s Watch Tower de agosto de 1884, página 7, decía: “El reino de los santos, al contrario, es una Teocracia que gobernará al mundo (durante el período de su imperfección y restauración) sin importar que consientan o aprueben o no.” No obstante, en cuanto a la organización de los santos en la Tierra, esta organización visible, terrestre, se conducía en gran medida con la congregación como base para estos seguidores dedicados y bautizados de Jesucristo. Sus congregaciones individuales tenían sus ancianos y diáconos,

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