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    La Atalaya 1972 | 15 de julio
    • cristianas pospusieran la salida y entonces se encontraran encintas o dando de mamar en un tiempo en que la oportunidad para huir ya casi se hubiera terminado por completo? Estarían en circunstancias difíciles. Pero en el cumplimiento moderno, la huida no es una huida física de una ciudad o provincia literal a montañas literales. Es una huida espiritual, un separarse por completo de la antitípica Jerusalén, la cristiandad, así como de toda la simbólica Babilonia la Grande, de la cual la cristiandad es parte, porque todas éstas están condenadas a sufrir desolación en la tribulación venidera. En este cumplimiento más amplio de la profecía de Jesús el mensaje todavía es el mismo: de no posponer su salida de la Jerusalén antitípica, la cristiandad. No obstante, hoy esto no exige un movimiento efectivo en sentido geográfico. No se exige de mujeres encintas o de las que crían infantes que viajen literalmente y por eso en este sentido no tienen desventaja particular alguna en lo que tiene que ver con efectuar la salida espiritual necesaria de la cristiandad y de todo el resto de Babilonia la Grande. Pero si permiten que los intereses de la familia las envuelvan hasta el grado que no cultiven una buena relación con Jehová, esto es otro asunto. Para esas mujeres y para todas las demás, el punto es el siguiente: No retarde su huida espiritual de la zona de peligro, porque si espera, circunstancias futuras imprevistas pudieran hacer la huida mucho más difícil.

      18. (a) Por todas las Escrituras, ¿cómo se considera el ser padre o madre? (b) ¿Por qué no significa esto que los que tienen familias pueden disfrutar de todos los mismos tipos de servicio que otros pueden desempeñar? (c) Sean nuestras circunstancias lo que sean, ¿cómo debemos todos desempeñar nuestro servicio a Dios y a su Hijo?

      18 La Palabra de Dios dice que “los hijos son una herencia de parte de Jehová; el fruto del vientre es un galardón.” (Sal. 127:3-5) Esto todavía es verdad. El ser padre o ser madre es honrado por todas las Escrituras; el Gran Maestro enviado por Dios no dijo nada que disminuyera ese honor. Por otra parte, es patente que en lo que tiene que ver con cierto trabajo, como el que hizo el apóstol Pablo, que envolvía mucho viajar y largas horas de predicación y enseñanza a discípulos y a otros, sería casi imposible ejecutar esa obra si uno tuviera que atender a una familia grande. Por eso, hasta el grado que los cristianos casados puedan controlar la situación, es asunto de para qué rasgo del servicio de Dios se esfuerzan por hacerse disponibles, o qué creen que les permiten sus circunstancias. Pero sea lo que sea por lo que nos esforcemos o sean nuestras circunstancias lo que sean o hayan de ser, debemos dar de corazón completo el servicio que damos a Dios y a su Hijo. Esto asegurará el que seamos discípulos verdaderos y fieles del Gran Maestro.—Luc. 10:27.

      HACIENDO DISCÍPULOS CRISTIANOS DE SUS HIJOS

      19. Además de ser un privilegio, ¿qué más es el ser padre o madre? Explique.

      19 Es cierto que el ser padre o madre es un privilegio dado por Dios. Pero también lleva consigo una pesada responsabilidad, y ésta también es dada por Dios. Con el nacimiento de un hijo comienza lo que un padre llamó “un proyecto de veinte años,” el atender al hijo hasta que llega al estado de adulto. Esto no es tarea fácil. Sería difícil calcular todo el tiempo, dinero y trabajo que se gastan en atender a un hijo, mantenerlo limpio, suministrarle abrigo, ropa, alimento, protegerlo de peligro, atenderlo durante las enfermedades y suministrarle educación escolar. Es una inversión grande, una que exige mucho amor y abnegación. Y las circunstancias actuales en la Tierra —el aumento de la delincuencia y el crimen, de la delincuencia juvenil, las condiciones económicas inciertas— todo aumenta la preocupación sobria con la cual las personas casadas quizás consideren la perspectiva de criar hijos.

      20. ¿Por qué no es cumplir adecuadamente con las responsabilidades de padre o madre el simplemente encargarse de que su hijo sea atendido físicamente y reciba una educación?

      20 En el mundo muchos padres hoy día están satisfechos con atender el cuerpo de su hijo y el desarrollo de su habilidad mental por medio de educación. Pero, ¿es eso todo lo que abarca nuestra responsabilidad? De ninguna manera. Si somos discípulos del Gran Maestro sabemos que el que un hijo crezca con un cuerpo saludable y una mente bien educada significará poco si la mente llega a estar corrupta y el corazón no es fiel, ni es justo. Los padres que sinceramente desean dar a su hijo un excelente comienzo en la vida no pasarán por alto esto abrigando un punto de vista falto de perspicacia.

      21. (a) Si los hijos habrán de llegar a ser discípulos de Jesucristo, ¿qué tienen que hacer sus padres? (b) ¿Cuán a menudo es necesario considerar con los hijos el punto de vista cristiano en cuanto a las prácticas mundanas?

      21 Ustedes los padres, ¿están atendiendo su responsabilidad? ¿Están ustedes haciendo discípulos de sus hijos? ¿Están dirigiéndolos al Gran Maestro para ser instruidos por él en la sabiduría que lleva a vida eterna? (Luc. 18:15, 16) No piensen que sus hijos llegarán a ser discípulos naturalmente solo porque ustedes los padres lo son. No serán seguidores de Jesucristo a menos que ustedes les enseñen para que lo sean. Tarde o temprano sus hijos van a ponerse en comunicación con otras personas de fuera de su hogar. Van a tener que ver con niños en el vecindario y en la escuela. ¿Aprenderán de esos niños acerca del Gran Maestro? Lo que sabemos no nos lleva a pensar eso. Ellos van a oír a personas que usan lenguaje sucio, que mienten; van a ver a personas que tienen mala moralidad, personas cuyos modos de proceder representan las obras de la carne caída, no los frutos del espíritu de Dios. ¿Han preparado ustedes a sus hijos para esto, los han ayudado a tener la fortaleza espiritual que necesitan para resistir el ser infectados por esas cosas? Quizás ustedes digan: ‘Sí, yo he hablado a mi hijo acerca de estos peligros.’ Pero, ¿cuántas veces han hecho ustedes esto? ¿Una vez? ¿Dos veces? ¿Unas cuantas veces? Recuerden, su hijo o hija afrontará algunas de estas cosas, y no una sola vez, ni dos, ni unas cuantas veces, sino repetidamente, día tras día. Si él o ella van a resistir esta presión diaria y no ceder, tienen que ser renovados en su punto de vista y fortaleza espirituales con la misma regularidad con que se ejerce la presión. Es amoroso el padre o madre que suministra esta ayuda.

      22. ¿Cómo pueden ser fortalecidos los hijos para afrontar las pruebas que surgen en la escuela?

      22 Probablemente en la escuela sus hijos van a oír la teoría de la evolución; probablemente se les ponga bajo presión para que exhiban el espíritu del nacionalismo; quizás se les tiente para que participen en ceremonias de religiones falsas y otras celebraciones de origen pagano. ¿Están sus hijos listos para encararse a estas pruebas y mantenerse fieles a las enseñanzas del Gran Maestro y a su Padre, Jehová Dios? ¿Los han equipado ustedes para hacer esto? ¿O van a esperar ustedes hasta el día en que su hijo venga a casa llorando porque uno de estos asuntos se presentó en la escuela y él no estuvo preparado para ello, se sintió confuso, asustado, y quizás hizo algo que sospecha que fue malo? Dense cuenta del efecto perturbador que esto puede tener en un niñito. Tengan misericordia de sus hijos. Ustedes mismos han pasado por suficientes experiencias en la vida como para saber los problemas que con certeza casi absoluta surgirán en la vida de su hijo. Amorosamente ayuden a su hijo a saber lo que su Padre celestial quiere que él haga. Edifiquen en su hijo el deseo de agradar a Jehová Dios sobre toda otra persona, a comprender que la opinión que Dios tenga de nosotros es lo que realmente cuenta.—Pro. 29:25; Sal. 119:11.

      23. (a) ¿De qué manera tienen los padres cristianos una ventaja sobre los que solo se guían por la sabiduría mundana? (b) Para enfrentarse a la vida con buen éxito, ¿qué necesitan los hijos, y cuándo?

      23 Como discípulos del Gran Maestro, ustedes los padres cristianos tienen enorme ventaja sobre los que solo son guiados por sabiduría mundana. Ellos no tienen la sabiduría, el consuelo y el estímulo que da la Palabra de Dios. Ustedes los padres cristianos saben que pueden contar con el apoyo de Dios a medida que cumplen su asignación como proveedores, protectores, educadores y entrenadores de sus hijitos. Comprenden que no pueden pensar que han cumplido su deber con sencillamente suministrar alimento, ropa y abrigo para sus hijos y enviarlos a la escuela. Saben que si sus hijos van a enfrentarse a la vida con buen éxito necesitan guía moral, principios por los cuales vivir. Y tienen que comenzar a aprender éstos aun en sus años tiernos, si es que van a tener la dirección y protección que necesitan.

      24. ¿Cómo enfatizan los Proverbios la importancia de dar al hijo entrenamiento adecuado?

      24 La Palabra de Dios nos dice: “Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él.” (Pro. 22:6) Por otra parte, dice que “el muchacho que se deja a rienda suelta le estará causando vergüenza a su madre” y que “un hijo estúpido le es una vejación a su padre y una amargura a la que lo dio a luz.” (Pro. 29:15; 17:25) La estupidez, por supuesto, es lo contrario de la sabiduría. Y si los padres no se esfuerzan por dirigir sus hijos al Gran Maestro, a aquel en quien están ‘cuidadosamente ocultados todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento,’ ¿no llevan ellos una pesada responsabilidad si sus hijos siguen un proceder insensato y estúpido como el de este mundo? Sí, cosas dolorosas para el corazón pueden suceder y suceden cuando un niño no recibe ayuda o cuando no la recibe suficientemente temprano en la vida.

  • Cuán temprano comenzar a enseñar a sus hijos
    La Atalaya 1972 | 15 de julio
    • Cuán temprano comenzar a enseñar a sus hijos

      1. ¿Qué actitud para con la educación temprana ha estimulado la teoría de la evolución?

      ¿CUÁN temprano es “suficientemente temprano” para comenzar a enseñar a sus hijos? Muchos creen que los primeros años de la vida son solamente rutinarios y que el niño pasará más o menos automáticamente por ciertas “etapas,” y que lo que sucede durante esos primeros años no afectará mucho su vida de más tarde. Difícilmente pudieran estar más equivocados. Ahora se reconoce que mucha de esta idea obtuvo popularidad por medio de la teoría de la evolución que propuso Darwin. Arguyendo contra esta idea, el libro Pre-School Education Today (Educación preescolar hoy día) muestra a lo que lleva esto. En la página 30 leemos: “Así, siempre que Juanito hace algo ‘malo,’ el comportamiento se explica indicando que es solo una etapa por la que está pasando. Además, siguiendo la parábola [de un evolucionista] sobre el rabo de un renacuajo —en la cual las extremidades posteriores no se desarrollan si se amputa el rabo— el comportamiento indeseable de Juanito no debe ser estorbado, porque pudiera ser que alguna característica deseable futura no aparezca.” Bueno, ¿concordarán ustedes con esa idea evolucionista al entrenar a

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