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¿Qué se desea de un gobierno?La Atalaya 1973 | 1 de abril
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¿Qué se desea de un gobierno?
CUANDO leemos las declaraciones de estadistas y gobernantes descubrimos que ellos tienen conocimiento de muchas cosas que la humanidad realmente necesita para ser feliz. Los políticos saben qué prometer para conseguir el voto de la gente. Estos hechos muestran que los líderes mundiales por lo general no han ignorado o no han estado inconscientes de la responsabilidad en sus manos como líderes de la gente. Pero la mayoría de las personas convendrá en que estas necesidades no han sido satisfechas frecuentemente. ¿Es esto esperar demasiado de un gobierno?
Realmente, no se requieren volúmenes para expresar lo que los hombres y las mujeres desean para ser felices. En conjunto solo son unas cuantas cosas esenciales que son sencillas y básicas. La gente, por ejemplo, no espera que el gobierno les dé todas las cosas necesarias de la vida. Tampoco quieren un gobierno que regule todo acto de su vida. Quieren libertad para trabajar en una ocupación de la que puedan disfrutar, con la seguridad de que siempre tengan trabajo para sostener a sus familias. Desean tener algo de tiempo de ocio para disfrutar de los frutos de su trabajo, vivir con sus familias en paz, sin temor de ser atacados, robados o molestados. Agradecerían el tener un ambiente limpio, incontaminado y lugares limpios, sin basura, para esparcimiento, donde pudieran disfrutar de las bellezas de la creación natural y los animales silvestres.
Los hombres y las mujeres para ser realmente felices, también tienen que ser libres. Es preciso que tengan libertad de pensamiento, libertad de cultos, la libertad para hablar lo que creen, para reunirse y obrar como les parezca conveniente, mientras no violen las libertades y derechos de otros.
¿No tendría usted gusto en vivir donde tuviera esas libertades y seguridades? Solo un buen gobierno, con la cooperación de su pueblo, puede asegurarlas. Si uno tuviera la manera de comunicarse, viajar y asociarse libremente con personas de otras nacionalidades o razas, con verdadera amigabilidad, si uno se sintiera libre de sospechas o temor de que estuvieran maquinando guerra contra uno, ¡cuánto confortaría eso a uno!
En eso estriba un problema. Aunque los gobiernos nacionales lograran establecer seguridad y paz dentro de sus fronteras, esto no aseguraría la paz entre las naciones. Se necesitaría un gobierno mundial para hacer esto.
Hay otro factor esencial para la felicidad, y ése es la salud de la gente. Hasta tiempos recientes, los gobiernos no han hecho mucho para abordar este problema. Por supuesto, la felicidad no es completa a menos que la persona tenga buena salud, y a menos que aquellos a quienes ama también tengan salud. Y nadie que esté disfrutando de rutilante salud, paz y libertad quiere abandonar la escena en la muerte. Por eso para verdadera felicidad sin nubarrones, el temor de la muerte tendría que ser removido. Pero, ¿qué gobierno puede hacer esto? ¿Qué gobierno puede suministrar provisiones materiales seguras y sustentadoras de la vida y al mismo tiempo satisfacer las necesidades mentales y espirituales de sus súbditos? O, ¿hay posibilidad de que alguno lo haga?
¿Puede algún gobierno traer todas, o siquiera la mayor parte de estas cosas deseables y esenciales a su pueblo? ¿Puede algún gobierno inculcar amor y cooperación entre su pueblo de modo que las condiciones deseables puedan ser producidas? O, ¿tenemos razón para creer que se está efectuando progreso hacia esta meta? ¿Qué muestra el registro de la gobernación humana hasta la fecha?
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El registro de la gobernación humanaLa Atalaya 1973 | 1 de abril
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El registro de la gobernación humana
¿HA HABIDO alguna forma de gobierno que la mente del hombre haya podido concebir que él no haya probado? Nuestros gobiernos del día moderno son en sumo grado el producto de la “ciencia política.” Este es un estudio serio de las experiencias de ensayo del hombre en su esfuerzo por gobernarse a sí mismo, con miras a incorporar los métodos del mejor éxito en el gobierno.
Por consiguiente, deberíamos tener gobiernos —por lo menos algunos gobiernos— que satisfagan las necesidades de la gente, que provean lo que la gente quiere del gobierno. ¿Tenemos algunos? ¿Qué revela el registro del día moderno de la gobernación humana?
UN LLAMAMIENTO PARA GOBIERNO MUNDIAL
El Times de Nueva York del domingo 21 de mayo de 1972 publicó una declaración en una plana completa hecha por un grupo de ciudadanos bien conocidos de treinta y dos países que se firmaron los “Primeros ciudadanos planetarios.” Intitulada “UN MANIFIESTO HUMANO,” esta declaración fue una denuncia de los esfuerzos que la gobernación del hombre ha hecho hasta el tiempo presente por traer las cosas más deseadas. Expresó las siguientes aseveraciones fuertes:
“La vida humana en nuestro planeta está en peligro.
“Está en peligro de guerra que podría pulverizar la morada de los humanos.
“Está en peligro a causa de preparativos para guerra que destruyen o disminuyen las expectativas de una existencia decente.
“Está en peligro debido a la denegación de los derechos humanos.
“Está en peligro debido a que el aire está siendo contaminado y las aguas y el suelo están siendo envenenados.
“Está en peligro debido al aumento demográfico sin control.”
¿Cuál, pues, fue la conclusión de la declaración? Se expresó en un llamamiento para alistar más esfuerzo humano en apoyo de las Naciones Unidas.
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