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  • Apreciando el don llamado “trabajo”
    La Atalaya 1973 | 1 de enero
    • por el tiempo que ha estado en la Tierra, no se desespere. Las buenas nuevas indican que no es demasiado tarde para cambiar. Aún hay tiempo en el cual usted puede hacer trabajo útil para gloria de Dios y del cual puede obtener satisfacción eterna. En estos tiempos críticos y difíciles Dios tiene un trabajo en el cual usted puede participar y llegar a ser su colaborador. Dejamos que el siguiente artículo nos diga de ese trabajo y de cómo usted puede participar en él para su felicidad eterna.

  • Trabajando duro por el galardón de la vida eterna
    La Atalaya 1973 | 1 de enero
    • Trabajando duro por el galardón de la vida eterna

      “Siempre teniendo mucho que hacer en la obra del Señor, sabiendo que su labor no es en vano en lo relacionado con el Señor.”—1 Cor. 15:58.

      1, 2. (a) ¿Qué preguntas presentan a menudo los jóvenes, y por qué? (b) ¿Qué admiten algunas personas acerca de su vida pasada? (c) ¿Qué dijeron el salmista y Jesucristo acerca de la vida y la necesidad más urgente de la humanidad?

      SI SE le extendiera a usted la oportunidad hoy de empezar un modo de vivir completamente nuevo, ¿lo aceptaría? ¿O está satisfecho con el trabajo que está haciendo y con la vida que lleva? A menudo los jóvenes preguntan a personas de mayor edad: ‘Si usted tuviera la oportunidad de vivir su vida de nuevo, ¿haría el mismo trabajo que está haciendo ahora, o escogería algo diferente? ¿Querría usted que sus hijos e hijas hicieran el mismo trabajo que usted está haciendo?’ Estas preguntas escrutadoras son la manera que los jóvenes tienen para determinar si el trabajo de usted ha sido remunerador y si sería un proceder que valdría la pena que ellos emprendieran.

      2 Sin embargo, pocas personas admitirán el haber desperdiciado su vida en trabajos que no valen la pena, a pesar de lo poco remunerador que haya sido su vida. Una de estas personas, Andrew Carnegie, un hombre envidiado por su riqueza, dijo: “Daría todos mis millones, si pudiera tener juventud y salud. Si pudiera hacer el pacto de Fausto, lo haría. Gozosamente vendería todo para vivir mi vida de nuevo.” Pero, ¡ay! no se vende la vida eterna. La juventud y la salud están fuera de alcance de la riqueza. Es posible que las personas de entre la humanidad se ocupan activamente en acumular riqueza como si fuese alguna forma de panacea son las más dignas de compasión. Pues de veras que su vida es una ilusión vacía. Escribió el salmista inspirado: “La ocupada vida del hombre realmente no es más que un fantasma, pues hace un bullicio vacío, acumula riqueza y no sabe quién ha de quedarse con su tesoro.” (Sal. 39:6, Moffatt) Escudriñando este mismísimo tema de determinar el interés o búsqueda principal de la vida, el más grande pensador entre todos los hombres que han vivido, a saber, Jesucristo, señaló con precisión la respuesta en dos preguntas escrutadoras, al decir: “Porque ¿de qué provecho le será al hombre si gana todo el mundo pero lo paga con perder su alma [o, vida]? o ¿qué dará el hombre en cambio por su alma [o, vida]?” (Mat. 16:26) La necesidad más urgente y duradera del hombre, según Jesucristo, no es fama o fortuna, placer o posesiones, sino la vida misma. Es por el galardón de la vida eterna que toda persona en la Tierra debería estar trabajando ahora. ¿Lo está haciendo usted?

      3, 4. (a) ¿Qué están haciendo hoy personas por millares, haciendo de qué cosa su meta? (b) El ser discípulo de Cristo requiere ¿qué, con qué galardón en mira?

      3 Hoy literalmente centenares de miles de personas en todas partes están considerando concienzudamente las palabras de Jesús acerca de la vida. Están trabajando duro ahora por el galardón de vida eterna respondiendo a un nuevo modo de vivir en imitación de Jesucristo. (1 Ped. 2:21) Solo en los pasados tres años, 1970, 1971 y 1972, un gran total de 477.124 personas de 208 países han efectuado grandes cambios en su vida al hacerse elegibles para recibir el galardón de vida eterna. Han dedicado su vida a Jehová Dios y han simbolizado esa dedicación siendo sumergidas en agua. Han puesto las búsquedas materialistas en una posición subordinada. Han tomado a pechos el llamamiento de Jesús: “Trabajen, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, que el Hijo del hombre les dará.” (Juan 6:27) Aunque se encargan de proveer para sí las cosas necesarias para la vida, estas cosas ya no son sus metas principales. Saben que si confían plenamente en Jehová él les proveerá las cosas necesarias para la vida. De modo que buscan primero el reino de Dios y Su justicia, y como Dios promete, todas estas cosas necesarias les son añadidas.—Mat. 6:25-33.

      4 Esta vida en imitación de Jesucristo requiere fe. Es trabajo duro y exige diligencia y habilidad. Requiere abnegación, una buena gana de compartir lo que es de uno. Esta obra de hacer discípulos de Cristo de gente de todas las naciones requiere paciencia. Sin embargo, el trabajador diligente se regocija en este trabajo de Dios, como declaró el salmista: “En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado.” (Sal. 40:8) A sus oyentes, Jesús dijo: “Si saben estas cosas, felices son si las hacen.” (Juan 13:17) El hombre que no se retrae del trabajo duro de ser cristiano está en camino para recibir el galardón espléndido y máximo... la vida eterna.—Mat. 16:24, 25.

      BIENVENIDOS A LA ORGANIZACIÓN TRABAJADORA DE JEHOVÁ

      5. En la asamblea de Nueva York de 1971, ¿cómo saludó a los discípulos de Cristo en perspectiva el orador del bautismo, y a qué clase de congregación les dio la bienvenida?

      5 Para los trabajadores cristianos, el acontecimiento sobresaliente y feliz para 1971 fue la maravillosa serie de las Asambleas de Distrito “Nombre Divino.” Estas se celebraron por toda la Tierra. Una de las escenas más conmovedoras en estas asambleas fue el ver a centenares, sí, hasta miles de personas ponerse de pie y dar testimonio público de su determinación de emprender el trabajo duro de ser discípulos de Jesucristo. En una de estas asambleas, en Nueva York, el orador del bautismo saludó a los candidatos, diciendo: “¡Cuán conmovedor es y cuánto alegra ver aquí esta mañana a tan grande multitud de personas cuyo amor a Jehová Dios les impele a seguir en los pasos de su Hijo amado, Jesucristo! Por muchos meses ustedes han estado estudiando sistemáticamente la Biblia. Han llegado a aceptarla como guía de Dios para sus criaturas humanas. Han aprendido sus enseñanzas básicas. Han llegado a saber exactamente lo que está envuelto en ser un siervo genuino del Altísimo Dios. Su estudio ha dado buen fruto, porque ha producido un deseo poderoso en su corazón, un deseo de hacer lo que todas las criaturas inteligentes de Dios correctamente deben hacer... dedicar su vida a Dios, haciéndose así siervos voluntarios de él para siempre. . . . Verdaderamente nos sentimos felices por ustedes y les damos la bienvenida a la congregación de los siervos felices y trabajadores de Dios, sus testigos.”

      6, 7. (a) ¿Cómo han cambiado las cosas en la vida para muchos que se bautizaron, y en qué clase de trabajo se les invitó a participar? (b) ¿Qué hechos prueban que estos nuevos trabajadores han venido a una organización ocupada?

      6 Entonces se les llamó la atención a la organización terrestre de Jehová que consta de personas muy ocupadas. “En tiempos pasados muchos de ustedes,” continuó el orador, “muy probablemente, han pensado que la vida no tenía objeto, que era un simple círculo de accidentes que finalmente habría de concluir con el gran accidente, la muerte. Quizás otros de ustedes hayan estado . . . vivamente conscientes de que la vida está llena de injusticias y frustraciones. Pero ahora todo eso ha cambiado para ustedes. Tienen por qué vivir. Han descubierto que Jehová Dios y Cristo Jesús están haciendo que se efectúe una gran obra en toda la Tierra en estos días... y además, que están haciendo accesible la oportunidad para que multitudes trabajen con ellos en una obra dadora de vida, transformadora de vidas. ¡Trabajadores junto con Dios! Eso no tiene el sonido de emprender una vida despaciosa, despreocupada, ¿verdad?”

      7 Durante 1972, por ejemplo, los de la organización de Jehová emplearon 291.894.945 horas en hablar a otros acerca de la Palabra de Dios, la Biblia. Hicieron 135.898.447 revisitas, porque se interesaban intensamente en la vida de la gente. Además de eso, organizaron estudios bíblicos de casa con muchos de los interesados, conduciendo como promedio, 1.269.277 estudios. Así se logró hacer discípulos de multitudes de personas, y todo en obediencia a la comisión que Jesús dio a sus seguidores: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos.”—Mat. 28:19, 20.

      8. ¿Por qué está trabajando tan duro el pueblo de Dios?

      8 ¿Por qué están trabajando tan duro los del pueblo dedicado de Dios? Se debe a que hacen de corazón el trabajo de Dios. Su dedicación es genuina. Fueron sinceros cuando optaron por dar a la voluntad de Dios el primer lugar en su vida. Y además de eso, tienen presente el magnífico galardón que Dios les ofrece... ¡el galardón de vida eterna! ¡Qué poderoso incentivo éste!

      9. ¿Por qué deben las personas que aman la vida querer unirse a las filas de los testigos de Jehová?

      9 Todos los que aman la vida deben querer unirse a las filas de los testigos de Jehová. Y especialmente hoy, porque tenemos la bendición de vivir en el tiempo en que la necesidad por más trabajadores es mayor. Recuerde las palabras de Jesús cuando miró a la gente con compasión y dijo: “La cosecha es grande, pero los trabajadores están escasos; por lo tanto tienen que rogarle al dueño que envíe trabajadores para que recojan su cosecha.” (Mat. 9:36-38, New English Bible) Ahora nos hallamos en la parte final de otra gran obra de recogimiento. Los que aman a Dios deben querer participar en esta obra de Dios y cosechar el magnífico galardón de sus labores fieles, a saber, vida eterna.

      10. ¿Por qué debe cultivarse la actitud de urgencia, y con qué actitud para con el trabajo que está adelante?

      10 Hay necesidad, al emprender la obra de Dios, que usted se dé cuenta de los peligros, de los obstáculos, que pueden amenazar con apartarlo del derrotero de servicio leal a Dios. Es necesario que usted tenga el punto de vista correcto del trabajo que tiene que hacerse y hacerse rápidamente entre ahora y la “tribulación grande” que acabará con el inicuo sistema de cosas actual, y es preciso que se adhiera a ese punto de vista correcto. (Mat. 24:21) Pero, ¿cómo puede uno mantener ese punto de vista correcto y no permitir que la actitud de pereza o indiferencia de la gente mundana o de personas que carecen de fe influya en uno?

      SIEMPRE MANTENGA EL PUNTO DE VISTA CORRECTO DE NUESTRO TRABAJAR DURO

      11. (a) ¿La aprobación de quién busca el trabajador cristiano, y por qué? (b) ¿Qué actitud para con el trabajo señala al cristiano verdadero? (c) ¿Qué consejo da Pablo?

      11 Puesto que los cristianos verdaderos son siervos de Jehová y han dedicado su vida a él porque lo aman, ¿qué importa lo que otras personas piensen de ellos o de su trabajo? Es la aprobación de Dios lo que anhelan. “Esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos.” (1 Juan 5:3) El ser tibio respecto a la predicación del Reino y la obra de hacer discípulos no es la marca del siervo genuino y dedicado de Dios. Más bien, es el celo y el ahínco por participar en el trabajo duro de la gran organización de testigos de Dios lo que señala al cristiano verdadero. (Rev. 3:16; Luc. 13:24) Debemos querer hacer cada vez más, siempre progresando en nuestra vocación escogida como

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