-
Practicando principios bíblicos en el hogarLa Atalaya 1974 | 1 de octubre
-
-
mostró falta de sujeción a Dios. Así se torció y se pervirtió el asunto de sujeción tan pronto como el pecado envolvió a la familia humana.
16. ¿Cómo es la sujeción una manifestación de amor verdadero, y de qué manera debería hacerse patente?
16 La sujeción apropiada es una manifestación del amor verdadero. Cuando usted, como cristiano verdadero, dio el paso de la dedicación, fue evidencia de su amor a Jehová, y de su completa y anuente sujeción a él, para hacer Su voluntad. En la congregación cristiana, también debe haber el espíritu de consideración y sujeción mutuas “los unos a los otros en temor de Cristo.” En esto, los ancianos deben tomar la delantera, no “enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño.” El mismo espíritu debe mostrarse en el hogar. Esto se ilustra bien en el cuerpo humano, donde todos los miembros tienen que estar ‘unidos armoniosamente y tiene que hacérseles cooperar’ para efectuar las cosas. Pues, ni siquiera la cabeza, en la parte superior, puede decir a los pies: “No tengo necesidad de ustedes.”—1 Ped. 5:3; Efe. 4:16; 1 Cor. 12:21.
17. ¿A qué se debe a menudo la incompatibilidad, sin embargo, cuál puede ser a menudo el remedio?
17 Donde se muestra esta excelente actitud de cooperación, hay pocos problemas maritales y de familia que no se pueden resolver, rápida y fácilmente. En otras palabras, la falta de esta actitud a menudo es la causa básica del problema. Aun cuando solo un cónyuge sea cristiano dedicado y despliegue esta actitud apropiada, esto puede contribuir mucho a impedir que los problemas lleguen al punto de la fricción y la disensión. Pablo hizo la súplica de “que anden de una manera digna del llamamiento con el cual fueron llamados, con completa humildad de mente y apacibilidad, con gran paciencia, soportándose los unos a los otros en amor.”—Efe. 4:1, 2.
18. (a) ¿Qué podemos aprender del consejo de Pablo en Filipenses 2:2-4? (b) ¿Cómo es posible que “los demás son superiores a ustedes”?
18 Él expresó esto aun más enérgicamente a los filipenses, al decir: “Hagan pleno mi gozo en que son ustedes de la misma mente y tienen el mismo amor, . . . no haciendo nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino considerando con humildad de mente que los demás son superiores a ustedes, no vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás.” (Fili. 2:2-4) ¿Es usted una persona con tal humildad de mente, o es egocéntrica y egotista, insistiendo en que usted siempre tiene la razón en su opinión de las cosas y de la gente? Como esposo o anciano, ¿observa su esposa u otros en la congregación que usted tiene humildad de mente? ¿Es evidente a todos que usted considera a otros como superiores a usted mismo? Sin duda lo son en ciertas cualidades y habilidades. Puede que usted suministre todos los muebles para la casa, pero ¿podría usted arreglarlos de una manera tan atractiva y reposada como lo hace su esposa? ¿No es cierto que hasta sus pequeños son más desprovistos de inhibiciones y espontáneos al expresar gozo y cariño?
19. ¿A qué grado ha de estar en sujeción la esposa a su esposo, y por qué?
19 Pablo procede a mostrar la excelente relación entre los principios bíblicos del amor, sujeción y jefatura. Debido a que el “esposo es cabeza de su esposa como el Cristo también es cabeza de la congregación,” ella está en sujeción a él. ¿A qué grado? Bueno, “como la congregación está en sujeción al Cristo, que así también las esposas lo estén a sus esposos en todo.” Quizás su esposo no sea cristiano dedicado, y hasta se oponga a causa de esto, pero eso no abroga ni minimiza el principio de la jefatura. Ella no debe someterse a su jefatura de mala gana, y solo debe hacer una excepción cuando la sumisión causaría una violación de algún otro principio bíblico.—Efe. 5:22-24.
20. ¿A qué grado debe amar un esposo a su esposa, y por qué?
20 El poner en vigor el principio del verdadero amor agape es la responsabilidad principal del esposo cristiano. ¿A qué grado? “Esposos, continúen amando a sus esposas, así como el Cristo también amó a la congregación y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla . . . [y finalmente] para presentarse a sí mismo la congregación en su esplendor, . . . santa y sin tacha,” como una novia gloriosa. Esto ciertamente entraña una elevada consideración de parte del esposo por su esposa, mientras que la “esposa le debe tener profundo respeto a su esposo.”—Efe. 5:25-27, 33.
21. ¿Cómo y por qué aplican a los hijos el amor y la sujeción?
21 Para los hijos, se recalca la debida obediencia y sujeción apropiada. Bajo la disciplina bíblica sana y amorosa de sus “padres en unión con el Señor,” deben ser obedientes “en todo,” con la promesa de “que te vaya bien y dures largo tiempo sobre la tierra.”—Efe. 6:1-4; Col. 3:20.
22. ¿Cómo confirma Pedro la necesidad de que todos tengan humildad de mente?
22 Finalmente, es animador y fortalecedor notar cómo Pedro, a su propio modo, confirma los mismos principios bíblicos que recalcó Pablo. Pedro igualmente enfatiza la necesidad de parte de todos y cada uno de tener humildad de mente. Escribe: “Finalmente, todos ustedes sean de un mismo ánimo y parecer, compartiendo sentimientos como compañeros, teniendo cariño fraternal, siendo tiernamente compasivos, humildes de mente.” Y otra vez: “Todos ustedes cíñanse con humildad de mente los unos para con los otros, porque Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes.” (1 Ped. 3:8; 5:5) Esto se ejemplificó bien por la manera en que Jesús les lavó los pies a sus discípulos como modelo que ha de seguirse. ¿Cuándo fue la última vez que usted le lavó los pies a una persona figurativamente, al rendirle gozosamente algún servicio humillante a algún miembro de la familia o a alguien en la congregación? Este también es un principio bíblico amoroso que hacemos bien en practicar más a menudo.—Juan 13:4-9.
-
-
“Mis ovejas escuchan mi voz”La Atalaya 1974 | 1 de octubre
-
-
“Mis ovejas escuchan mi voz”
HOY muchas religiones dicen ser cristianas. Esto aparentemente dificultaría identificar la religión que verdaderamente representa las enseñanzas de Jesucristo. Pero, ¿se puede identificar? Sí, pues Jesucristo dijo: “Mis ovejas escuchan mi voz.” (Juan 10:27) Se puede identificar su voz a pesar de la confusión religiosa moderna. Esto se ilustra bien por las experiencias de los testigos cristianos de Jehová.
● En Alemania, un joven y su familia estudiaron la Biblia completamente solos. Lo que aprendieron de este estudio privado les impelió a mantener una posición neutral en asuntos políticos y a abstenerse de violar la ley de Dios en cuanto a la santidad de la sangre. Más tarde, el joven vio a una testigo de Jehová mientras ofrecía La Atalaya y ¡Despertad! a la gente en la calle. Abordándola, pidió que se hiciera una visita a su casa. Ella prometió hacerlo, pero no arregló una hora definida para visitarlos. Para el siguiente sábado nadie lo había visitado. De modo que el joven abordó a otro Testigo en la calle y le habló acerca de su petición. El siguiente lunes, los dos Testigos visitaron la casa del joven. Pero había salido a trabajar. De modo que dejaron con su esposa una invitación a la conferencia bíblica que iba a presentarse en el Salón del Reino.
El joven vino al discurso y se quedó para la reunión que siguió, un estudio de la Biblia con la ayuda de La Atalaya. Durante el curso del estudio hasta ofreció comentarios voluntarios. El lunes, cuando los Testigos lo visitaron, lo hallaron equipado de dos páginas llenas de preguntas que quería que le contestaran. Para la reunión del domingo siguiente, había estudiado cabalmente el artículo de La Atalaya que habría de considerarse entonces, buscando todo pasaje bíblico mencionado y haciendo apuntes en los márgenes de la revista.
Unos dos meses después asistió a una asamblea de los testigos de Jehová con toda su familia y, feliz en cuanto a haber hallado la verdad, participó por primera vez en la actividad de predicación.
● Una maestra de escuela en un país de la Cortina de Hierro, aunque no se interesaba personalmente en la Biblia, permitía que su hija de doce años estudiara las Escrituras con
-