Ponderando las noticias

Paz mediante ley

● En esta década se ha oído mucho de un “deshielo” en la guerra fría, de altos en los conflictos y pactos para detener la carrera de armamentos. ¿Es verdaderamente fuerte el movimiento hacia una paz genuina?

El Instituto para Estudios Estratégicos, de Londres, en un informe reciente nos informa que se están haciendo más armas, no menos. Y en la Conferencia Mundial sobre la Paz Mundial Por Medio de la Ley, el orador C. S. Rhyne dijo que, aun con las Naciones Unidas, “no tenemos paz.” ¿Por qué razón? Respondió: “No tenemos paz, amigos, porque la forma y la estructura no son sustitutos para la sustancia. Sin el deseo y voluntad de seguir el camino a la paz, todas las instituciones del mundo son inútiles.”

“Paz Mundial Por Medio de la Ley”... sí, pero, ¿la ley de quién, y qué gobierno la hará cumplir? La mayoría de las naciones hoy tienen entrenamiento obligatorio para la guerra. Ninguna tiene entrenamiento obligatorio para la paz.

Sin embargo, la Biblia, en Isaías 2:2-4, predice que muchas personas se volverán hacia el gobierno de Dios y que para ellas “saldrá ley,” la ley de Dios. El efecto entre estas personas es que “no alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.” El medio de hacer cumplir esa ley por toda la Tierra es el reino del Hijo de Dios. Los que buscan paz hipócritamente y no por medio de la ley de Dios han de ser removidos por ese reino en el futuro cercano.—1 Tes. 5:3.

¿Una señal Kohoutek?

● Desde mediados de diciembre los habitantes de la Tierra estuvieron fascinados por la rara aparición del cometa Kohoutek. Para muchos es un despliegue de impresionante belleza celestial. Otros ven en él un cumplimiento de Lucas 21:11, donde Jesús predijo “escenas espantosas y del cielo grandes señales” en la “conclusión del sistema de cosas.” Recuerdan el informe del historiador judío Josefo en el sentido de que antes del fin del sistema judío en 70 E.C. “una estrella estuvo sobre la Ciudad [Jerusalén], muy parecida a una espada ancha, y un cometa que permaneció un año entero.” ¿Es Kohoutek una señal para nuestro día?

Es verdad que los que creen que todos los cometas son “de mal agüero” se asustarían debido a Kohoutek. Pero la astronomía hace posible que la mayoría de las personas sepan que este cometa ni es una amenaza a nuestro planeta ni es más significativo que el cometa de Halley, que visita la vecindad de la Tierra cada setenta y seis años.

Entonces, ¿qué hay de las palabras de Jesús acerca de “escenas espantosas y del cielo grandes señales”? ¿Temen las personas bien informadas por cosas que ahora ven en los cielos? Sí. Lo que inspira temor es la potencialidad que para la guerra implican los satélites hechos por el hombre. Casi el 50 por ciento de los satélites puestos en órbita tienen fines militares.

Esas “escenas espantosas” no se ven solo en el “espacio extraterrestre” sino también en los cercanos “cielos” de nuestra atmósfera, en los cuales los militaristas modernos arrojan mísiles intercontinentales. Cuando están armados con una punta guerrera nuclear, estos proyectiles pueden hacer que llueva muerte instantánea sobre millones de personas. Son estas cosas, con el temor que generan, las que cumplen parte de la profecía de Jesús.

Amenaza de hambre

● Analistas de la agricultura siguen advirtiendo que vendrán graves escaseces de alimento en escala mundial. ¿Qué posibilidades hay de escapar del hambre?

Muchos se consuelan pensando en las buenas cosechas que ha habido recientemente en algunos países principales. Pero una buena sazón no es suficiente. En los Estados Unidos, el principal productor de alimentos del mundo, ya no hay reservas de granos en almacenamiento. Georg Borgstrom, profesor de ciencias alimentarias, dice: “La gente todavía está convencida de que algún gran truco tecnológico resolverá el problema.” Pero las “revoluciones verdes,” el “arroz milagroso” y el “trigo maravilloso” no han producido la solución.

Algunos quizás traten de resolver el asunto individualmente por medio de almacenar alimento debido a las posibilidades de hambre en el futuro. ¿Cuánta seguridad da esto? Si falla la energía eléctrica, ¿qué les sucede a los alimentos congelados? Y si las condiciones se hicieran lo suficientemente apretadas, ¿no serían los que hubiesen acumulado grandes abastecimientos el primer blanco de la gente enloquecida por el hambre?

La Biblia predice que las escaseces de alimentos serían parte de la señal de nuestros tiempos. (Mat. 24:3, 7, 21; Rev. 6:1-8) Más que esto, en la venidera “grande tribulación,” los opositores del reino de Dios posiblemente traten de colocar a los siervos de él en condiciones de inanición. La seguridad de los verdaderos cristianos no estará en un almacenamiento de abastecimientos, sino en el cuidado de Dios. Pueden decir junto con el profeta: ‘Aunque los terraplenes mismos realmente no produzcan alimento, sin embargo en cuanto a mí ciertamente estaré gozoso en el Dios de mi salvación.’—Hab. 3:17, 18; Rev. 7:9, 10, 14.

¿Qué impide la paz mundial?

PRESCINDIENDO de cómo lo ha intentado, la gente del mundo no ha podido lograr paz genuina. ¿Por qué?

Porque hay dos obstáculos y hasta que éstos sean removidos, la paz duradera jamás podrá venir.

El primero de estos obstáculos, conforme a la Biblia, son los sistemas religiosos falsos del mundo. Hombres informados también están empezando a considerar las religiones mundiales como obstáculo.

Bajo los titulares “Ahora la iglesia trastorna al mundo,” John Chamberlain, editorialista del King Features Syndicate, llama la atención a la intervención de las iglesias en la política, que hasta han apoyado movimientos revolucionarios. Escribe:

“Irónico como parezca, los enemigos más grandes del creciente espíritu del détente universal [una disminución de las relaciones tirantes entre naciones] son unos cuantos funcionarios que dicen hablar en el nombre del cristianismo. El Concilio Mundial de Iglesias es el peor ofensor. Pero la Iglesia Católica Romana ha producido sus propios radicales, a quienes debería repudiar.”—The Daily Oklahoman, 8 de agosto de 1973.

Y el presidente de los Estados Unidos, en el discurso que presentó por televisión a la nación norteamericana el 15 de agosto de 1973, implicó al clero en intromisión política y violación de la ley cuando dijo que, en la década de los mil novecientos sesenta,

“individuos y grupos con más frecuencia afirmaron tener el derecho de hacerse justicia por sí mismos, insistiendo en que sus propósitos exponen una moralidad superior. Luego, se alabó su actitud en la prensa y aun desde algunos de nuestros púlpitos como evidencia de un nuevo idealismo. Los de nosotros que insistimos en las antiguas restricciones, que advertimos en cuanto a la importancia sobrepujante de operar dentro de la ley y conforme a las reglas, fuimos acusados de ser reaccionarios.

“Esa misma actitud acarreó una ascendente espiral de violencia y temor, de motines e incendios premeditados y bombardeos, todo en el nombre de la paz y en el nombre de la justicia.”

En realidad, la Biblia dice que los siervos verdaderos de Dios deben alejarse completamente de la política, siendo totalmente neutrales, y deben proclamar el reino de Dios como la esperanza del mundo. Pero, en cambio, la religión mundial, en particular las iglesias de la cristiandad, se