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  • ¿Son sus hijos discípulos de Cristo?
    La Atalaya 1974 | 1 de julio
    • ¿Son sus hijos discípulos de Cristo?

      “Estas palabras que te estoy mandando . . . tienes que inculcarlas en tu hijo.”—Deu. 6:6, 7.

      1, 2. (a) ¿Qué piensan algunos padres en cuanto a criar a los hijos? (b) ¿Qué razones hay para interesarse en entrenar mejor a los hijos?

      ¿Por qué siquiera tomar tiempo para ponderar esa pregunta de nuestro título? ¿Por qué no simplemente suministrar lo que exige la ley de César —alimento, ropa, abrigo, una educación seglar— y entonces dejar que el niño decida por sí mismo los asuntos religiosos o éticos cuando tenga suficiente edad para ello? Si usted siguiera ese proceder, no sería el único en hacerlo.

      2 Pero hay buenas razones para hacer la pregunta. ¿Se ha visto usted privado de un sentido de seguridad debido al incremento en la violencia? ¿Lo ha entristecido el aumento en la falta de honradez? ¿Lo ha perturbado por lo menos hasta cierto grado el desarrollo rápido del abuso de las drogas y la inmoralidad? ¿Lo ha afectado el aumento que ha habido en los impuestos como resultado de esto? Si así es, entonces, en vista de que los jóvenes están envueltos en estos problemas, uno tiene buena razón para por lo menos preguntarse si no habría sido útil haber dado mejor entrenamiento a los hijos.

      3. ¿Qué indica que a la mayoría de los hijos se les puede entrenar a ser lo que sus padres quieren que sean?

      3 No se equivoque en cuanto a ello. A los hijos por lo general se les puede entrenar de modo que sean lo que sus padres quieren que sean. Investigadores del desarrollo de los niños han aprendido que la mayor parte de la personalidad del niño ha sido establecida antes de entrar éste en la escuela y que no es fácil alterar esos rasgos de la personalidad después de eso. El Creador del hombre, en su Palabra la Biblia, dice: “Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él.” (Pro. 22:6) Principios fundamentales regidores de la conducta, inculcados durante la infancia, por lo general no se olvidan aunque uno se desviara temporalmente a hacer lo malo debido a la imperfección. Este pensamiento está incorporado en la ilustración que dio Jesús acerca del hijo pródigo que le pidió a su padre creyente su herencia y entonces “viajó al extranjero a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo una vida disoluta.” (Luc. 15:13) ¿Qué lo impulsó a volver? Entre otras cosas, se acordó de su padre. No solo las provisiones materiales que su padre siempre hacía, sino el amor de su padre a las cosas espirituales. Dijo: “Me levantaré y haré el viaje a mi padre,y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.’” (Luc. 15:18) Sí, el entrenamiento correcto durante la infancia es un factor de importancia en moldear la vida de un niño.

      4. (a) ¿Por qué es necesario planear en el entrenamiento de los hijos? (b) ¿Cuál debe ser la meta?

      4 Para que se tenga buen éxito, por supuesto, ese entrenamiento tiene que ser planeado. Los padres tienen que saber lo que quieren y lo que se requerirá para lograrlo. Es bueno tener presente un cuadro del resultado final que se desea y considerarlo juntos. (Pro. 21:5; 15:22) Aquí la meta debería ser producir un adulto que pudiera pensar por sí mismo, dedicado a la justicia, que conociera a Dios, que tuviera la voluntad y determinación de servir a Dios en imitación de Jesucristo, y que hallara placer en hacer cosas para otras personas. Pero cuando el entrenamiento se deja al azar, el resultado es como lo que se declara en Proverbios 29:15: “El muchacho que se deja a rienda suelta le estará causando vergüenza a su madre.” Esto se puede evitar cuando los padres usan su autoridad con interés amoroso en el bienestar duradero del niño.

      LA VARA DE LA AUTORIDAD

      5, 6. (a) ¿Qué es preciso que tengan presente los padres en cuanto a las medidas disciplinarias que tienen que tomar? (b) ¿Cómo pone Jehová el ejemplo en el ejercicio de la disciplina paternal?

      5 El que tiene la autoridad tiene que rendir cuentas al debido tiempo al que le delega esa autoridad. Por lo tanto los padres tienen una importante responsabilidad al criar a sus hijos porque tienen que responderle a Dios por lo que se ha confiado a su cuidado. Como Salmo 127:3 les recuerda a los padres: “¡Miren! Los hijos son una herencia de parte de Jehová.” Por eso el apóstol Pablo aconseja: “Ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová.” (Efe. 6:4) El hacer esto incluye enseñar a sus hijos que, en armonía con la voluntad de Jehová, Jesús dejó un ‘dechado, para que sigamos sus pasos con sumo cuidado y atención.’—1 Ped. 2:21.

      6 En Israel, una vara era un instrumento de castigo. En 2 Samuel 7:14 Jehová dijo acerca del sucesor del rey David: “Cuando él haga mal, entonces ciertamente lo censuraré con la vara de hombres y con los azotes de los hijos de Adán.” También, a los miembros del Israel espiritual, el apóstol Pablo escribe, en 1 Corintios 4:15-21: “Ciertamente no tienen muchos padres; porque en Cristo Jesús yo he venido a ser padre de ustedes por medio de las buenas nuevas. . . . ¿Qué quieren ustedes? ¿Iré a ustedes con vara, o con amor y apacibilidad de espíritu?” El libro de Proverbios dice: “No retengas del mero muchacho la disciplina. En caso de que le pegues con la vara, no morirá. Con la vara tú mismo debes pegarle, para que libres su mismísima alma del Seol mismo.” (Pro. 23:13, 14; 22:15) La manera en que se use esta vara paternal de castigo autorizado es asunto serio. Los padres tienen que responderle a Dios, quien da la autoridad para castigar, en cuanto a usar apropiadamente la “vara.” El no hacer eso pudiera ciertamente resultar en muerte para el niño, como lo declara el proverbio, así como en desaprobación divina para los padres. Jehová mismo pone el ejemplo al ejercer apropiadamente la autoridad paternal para disciplinar, como se señala en Hebreos 12:7, 9, 10: “Dios está tratando con ustedes como con hijos. Pues ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Además, teníamos padres que eran de nuestra carne que nos disciplinaban, y les mostrábamos respeto. ¿No hemos de sujetarnos mucho más al Padre de nuestra vida espiritual y vivir? Pues ellos por unos cuantos días nos disciplinaban según lo que les parecía bien, pero él lo hace para provecho nuestro para que participemos de su santidad.” Jehová disciplina a su pueblo, no porque esté irritado, sino “para provecho nuestro,” para que tengamos su aprobación y vivamos. Espera que los padres cristianos procedan de igual manera en cuanto a sus hijos, con la mira de que lleguen a ser discípulos verdaderos de su Hijo.

      EL MUCHACHO HUÉRFANO DE PADRE

      7, 8. (a) Describa el interés de Jehová en el huérfano de padre. (b) ¿Por qué era cosa trágica una casa sin padre?

      7 La manera en que Jehová mandó a los israelitas que cuidaran a los muchachos huérfanos de padre impresiona en nosotros el bien que un padre piadoso puede efectuar dentro del círculo de la familia. Note el interés amoroso de Jehová en aquellos afligidos: “No debes pervertir el juicio del residente forastero ni del huérfano de padre, y no debes apoderarte de la ropa de una viuda como prenda. Y tienes que acordarte de que llegaste a ser esclavo en Egipto, y Jehová tu Dios procedió a redimirte de allí. Es por eso que te estoy mandando hacer esta cosa.” (Deu. 24:17, 18) No hay equivocación en cuanto a que Dios reconocía el vacío que existía en aquella casa afligida.

      8 Una casa sin padre era trágica de muchas maneras. El padre era el que suministraba las cosas materiales necesarias. Podía protegerlos de los que pudieran hurtar, defraudar u oprimir de otras maneras. Suministraba al hijo guía y consejo, compañerismo y amor paternales. Por eso, al faltar el padre, la Ley suministraba recordatorios de que era necesario mostrar interés especial.—Éxo. 22:22-24.

      9. (a) ¿Cómo era la actitud para con los ‘huérfanos de padre’ una indicación de la condición espiritual de la nación? (b) ¿Qué tiene que ver con el cristianismo el punto de vista que uno tenga de esos afligidos?

      9 La expresión “huérfano de padre” hasta se incluyó cuando Dios estuvo describiendo el grado de fidelidad de la entera nación de Israel. Cuando la nación llegara a estar espiritualmente empobrecida y comenzara a pervertir la justicia, el huérfano de padre sería el primero en sentir los malos efectos de aquello. Por lo tanto Jehová hizo que el profeta Jeremías escribiera: “Si positivamente hacen buenos sus caminos y sus tratos, si positivamente llevan a cabo la justicia entre un hombre y su compañero, si a ningún residente forastero, a ningún huérfano de padre y a ninguna viuda oprimen, y sangre inocente no derraman en este lugar, y tras otros dioses no andan para su propia calamidad, yo, en cambio, ciertamente haré que sigan residiendo en este lugar, en la tierra que di a sus antepasados, desde tiempo indefinido aun hasta tiempo indefinido.” (Jer. 7:5-7) El punto de vista de Dios sobre este asunto no ha cambiado. Una manera de identificar a los cristianos verdaderos hoy es notar que se interesan en los afligidos y los atienden. En Santiago 1:27 se dice: “La forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es ésta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del mundo.”

      10. (a) ¿Cómo pudiera tener hoy un muchacho su padre y no obstante, en cierto sentido, ser huérfano de padre? (b) ¿Qué papel desempeñan los padres, entonces, en que sus hijos lleguen a ser discípulos de Cristo?

      10 ¿Es posible que hoy un muchacho tenga padre y no obstante, en cierto sentido, sea huérfano de padre? Esto, por desgracia, podría ser cierto. Si a un muchacho se le hace necesario ir solo a las reuniones cristianas, aunque su padre realmente pudiera estar con él, entonces el muchacho es huérfano de padre por lo menos en esa ocasión. Si, para recibir el entrenamiento que pueda recibir en el ministerio del campo cristiano, el muchacho tiene que recurrir a otra persona, entonces es huérfano de padre en ese campo de su vida. Lo mismo es cierto de otras maneras. ¡Pero qué excelente es cuando el padre cristiano asume sus responsabilidades: llevando la delantera en el estudio bíblico de familia, suministrando esparcimiento, haciéndose disponible para ser consultado al surgir problemas, y personalmente dando entrenamiento en atender responsabilidades en la casa a fin de colocar un buen fundamento para que se asuman responsabilidades más tarde en la vida! Se necesita instrucción práctica en la completa esfera del modo de vivir cristiano. Los hijos no llegan a ser automáticamente discípulos de Cristo solo porque sus padres profesan serlo. Necesitan ayuda personal. El padre que es ayudador en toda etapa de la vida de un hijo es realmente una bendición.

      SU RUTINA DIARIA

      11, 12. ¿Qué dice Deuteronomio 6:6, 7 en cuanto a adoración, y cómo puede afectar la aplicación de ese consejo a los miembros de nuestras familias?

      11 En la cristiandad, los que todavía asisten a las iglesias por lo general escuchan un breve sermón los domingos, y los niños tienen una breve sesión semanal en la escuela dominical. Se espera atender con esto las necesidades religiosas de la familia. ¿Qué comparación hay entre esto y lo que Jehová bosquejó para el círculo de la familia? Deuteronomio 6:6, 7 dice: “Y estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que resultar estar sobre tu corazón; y tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.” De esto es obvio que la adoración de Jehová había de ser un modo de vivir y que la consideración de sus propósitos había de efectuarse en ocasiones apropiadas a través de la rutina diaria de uno.

      12 ¡Qué bueno es que los primeros pensamientos de uno al despertar sean de Jehová y de su Hijo! ¿Hay cosas mejores acerca de las cuales hablar al empezar las actividades del día que de las cosas que Dios hace? La adoración de Jehová no puede estar separada de la rutina diaria de la vida. Cuando el habla y la conducta de los padres reflejan la convicción de que esto es así, los hijos apreciarán cada vez más el hecho de que Dios ve cada cosa que hacen y que se interesa en cómo la hacen, que es importante ser imitadores del Hijo de Dios en todo lo que hagan. Dios y su Hijo están entonces en los pensamientos del niño a todo tiempo, no solo cuando se apartan ocasiones especiales para adorar. Estarán buscando la bendición de Jehová sobre toda tarea que desempeñen y procurarán obtener la dirección que él da por medio de las Santas Escrituras. Cuando un niño recibe esta clase de entrenamiento, es muy probable que sea cierto que “aun cuando se haga viejo no se desviará de él.”—Pro. 22:6.

      13. ¿Por qué es importante mantener a Dios en nuestros pensamientos a todo tiempo?

      13 ¡Pero qué fácil se les hace a muchas personas emprender su rutina diaria y excluir a Dios de sus pensamientos! Sin embargo, el permitirse a sí mismo hacer esto podría con el tiempo hacer que uno llegara a ser como aquellos de quienes Jesús dijo: “Así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre.” (Mat. 24:37-39) Pero el apóstol Pablo sabiamente estimuló a tener presente a Dios durante todo el día prescindiendo de lo que estuviéramos haciendo. Dijo: “Por esto, sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios.” (1 Cor. 10:31) Dio la misma clase de exhortación a los colosenses: “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres.” (Col. 3:23) Eso es lo que hace un discípulo de Cristo. ¿Está usted enseñando a sus hijos a hacer eso?

      14. Dé un ejemplo de cómo Dios puede ser incluido en la consideración de asuntos a medida que el padre y el hijo trabajan juntos en alguna rutina diaria.

      14 ¿Trabajan usted y su hijo de vez en cuando juntos en el auto de la familia? ¿Qué relación tiene esta parte de la rutina diaria con la Biblia? Bueno, el auto tuvo que ser diseñado técnicamente y fabricado en armonía con leyes que estableció el Creador, y uno tiene que continuar reconociendo esas leyes naturales para mantenerlo funcionando con eficacia. El ponerlo a punto y hacerle ajustes periódicamente, el lubricarlo y cambiarle el aceite, todo se necesita debido a las leyes de Dios. ¿Le recuerda usted a su hijo estas cosas a medida que él trabaja? Otro asunto: ¿Tiene el César gubernamental ciertas leyes de seguridad que gobiernen el funcionamiento de los automóviles en su estado? ¿Tienen que cumplir con ciertas normas las llantas, luces y frenos para que se eviten accidentes y se protejan vidas? ¿Cuál es la importancia de amoldarse a estos requisitos? En Romanos 13:1 se nos dice: “Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores, porque no hay autoridad a no ser por Dios; las autoridades que existen están colocadas por Dios en sus posiciones relativas.” ¿Está usted impresionando estos pensamientos en su hijo a medida que él y usted trabajan juntos?

      15. Dé un ejemplo de cómo Dios puede ser incluido en la consideración de asuntos a medida que la madre y la hija trabajan juntas en algún proyecto constructivo.

      15 ¿Trabajan la madre y la hija juntas en la confección de un vestido? ¿Qué relación tiene esto con las Escrituras? Bueno, ¿de qué estilo será? ¿Estará en armonía con 1 Timoteo 2:9, 10, que dice: “Deseo que las mujeres se adornen en vestido bien arreglado, con modestia y buen juicio”? ¿Qué adornos llevará, y con qué accesorios se lo pondrá su hija? El resto de ese mismo texto dice que las mujeres que reverencian a Dios deben adornarse, “no con estilos de cabellos trenzados y oro, o perlas, o traje muy costoso, sino . . . por medio de obras buenas.” Posiblemente si uno no siempre se pone la prenda de vestir más cara, uno aprenderá economía razonable y ‘tendrá algo que distribuir a alguien que tenga necesidad.’ (Efe. 4:28) Hay muchos principios bíblicos que su hija puede aprender a medida que trabajan juntas en efectuar el trabajo diario en el hogar, ‘haciendo todas las cosas para la gloria de Dios.’

      16. (a) ¿Qué clase de lenguaje deben usar tanto los padres como los hijos, y por qué? (b) Aunque no podemos estar leyendo la Biblia y la literatura bíblica siempre, ¿qué podemos hacer?

      16 ¿Qué clase de lenguaje usa usted en la asociación diaria con sus hijos? Los discípulos de Jesús saben que el uso apropiado de la lengua es importante. (Mat. 12:36) La Biblia da esta exhortación: “No proceda de la boca de ustedes ningún dicho corrompido, sino todo dicho que sea bueno para la edificación según haya necesidad, para que imparta lo que sea favorable a los oyentes.” (Efe. 4:29; Tito 2:6-8) Prescindiendo del tema, las ideas que se expresen deben estar en armonía con las pautas inspiradas que registró el apóstol Pablo, cuando dijo: “Cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración, cuantas sean justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas.” (Fili. 4:8) Es verdad que no podemos estar leyendo la Biblia o literatura bíblica todo el día. Pero, imitando a Cristo, siempre podemos estar pensando, hablando y trabajando en armonía con las Santas Escrituras. Reflejando este punto de vista, el Salmo 119:97 dice: “¡Cómo amo tu ley, sí! Todo el día es ella mi interés intenso.”

      PERÍODOS ESPECIALES APARTADOS

      17. ¿Por qué es un factor importante en el entrenamiento de los hijos el estudio de familia celebrado con regularidad?

      17 Además de enseñar y entrenar a sus hijos durante la rutina diaria normal, para verdadero buen éxito es necesario apartar períodos especiales para el estudio de familia con regularidad. La regularidad en esto es tan importante como lo es la regularidad en el comer y el beber. Con razón nos referimos naturalmente a la verdad bíblica como alimento espiritual, teniendo presente la fuerza que suministra, el gozo de participar de él y la necesidad continua de él.—Mat. 4:4; 5:3.

      18. ¿Quién debe decidir lo que estudiará la familia, y por qué?

      18 El material que ha de estudiarse debe ser seleccionado por el cabeza de la familia. Tal como él decide lo que tendrá la familia en cuanto a cosas, materiales, así tiene la responsabilidad de decidir lo que estudiará la familia. Está en la mejor posición para saber lo que la familia necesita. Además, puede averiguar lo que los demás piensan que será provechoso y entonces tomar en cuenta esto. De vez en cuando cada familia tendrá necesidades particulares. Artículos sobre el abusar de las drogas, la conducta con personas de sexo diferente, la honradez, las asociaciones, la bondad, etcétera, pudieran ser apropiados, dependiendo de las condiciones que se desarrollen.

      19. Por lo general, ¿qué estará estudiando la familia?

      19 Por lo general, la familia descubrirá que sacará mucho provecho de seguir el curso de estudio que ha sido arreglado para la congregación, preparándose para participar en las reuniones. A menos que haya una necesidad especial en la familia, ¿por qué no concentrar su atención en el material de estudio acerca del cual todos los demás de la congregación están pensando y hablando? ¡Qué efecto unificante tendrá y qué excelente contribución puede hacer cada uno a la consideración de estos asuntos en la reunión si las familias se preparan en casa en armonía con el programa de la congregación! Por supuesto, los que tienen la bendición de tener más tiempo para estudiar pueden efectuar más investigación.

      20. Si el prepararse para las reuniones les parece cosa insulsa y falta de interés a algunos, ¿cuál pudiera ser el problema, y cuál pudiera ser el remedio?

      20 Quizás el prepararse para las reuniones no les parezca interesante a algunos niños. Eso se debe al punto de vista de ellos. Es probable que la meta que tengan esos niños sea el simplemente preparar un comentario sobre las preguntas del estudio. Aunque eso pudiera ser una meta aceptable para comenzar, la verdadera meta debe ser entender el tema bíblico y luego ayudar a otros a entenderlo por los comentarios que se hagan. Teniéndose este objetivo, pronto el estudio llega a ser un deleite para el que es amador de la verdad.—Sal. 1:1, 2.

      21. ¿Qué otras cosas pueden hacer los padres para que el estudio de la familia sea alegre e interesante?

      21 Hay otras cosas que los padres pueden hacer para que el estudio de la familia sea alegre e interesante. El permitir que el ambiente sea amigable y libre de tensión ayudará. Nadie aprende bien cuando está tenso o temeroso. La mente de los jóvenes no será tan receptiva como pudiera serlo si los padres son severos y exigentes. Aunque tiene que haber suficiente firmeza para mantener el orden y demostrar la seriedad de la ocasión, hay bastante oportunidad para la clase de calor afectuoso e interés amoroso entre unos y otros que junta a la familia.

      22, 23. (a) ¿Por qué no hay necesidad de que los padres se sientan inferiores a sus hijos solo debido a la diferencia de educación seglar? (b) ¿Qué se puede ayudar a apreciar a los hijos, para provecho de ellos?

      22 Es verdad que en algunos casos los padres no tienen la educación seglar que están recibiendo ahora sus hijos menores. Algunos padres han venido de otro país, y cuando sus hijos van a la escuela dominan el nuevo lenguaje, pero los padres no. En los círculos de familia mundanos los hijos que se encuentran en estas circunstancias a menudo adoptan una actitud de superioridad para con los padres. Pero, ¿cómo puede vencerse este obstáculo en el círculo de familia cristiano a medida que los padres procuran asumir su responsabilidad dada por Dios para con los hijos, “criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová”?—Efe. 6:4.

      23 Los padres nunca tienen que sentirse inferiores a su prole solo porque se presenten algunas de estas condiciones ya mencionadas. Su posición de autoridad en la casa ha sido dada por Dios. Además, sus años de experiencia y antecedentes en la vida los hacen mejor adecuados para sostener materialmente a la familia, para administrar la casa, y para llevar la delantera en el estudio de la familia y la adoración. En una situación paralela bien pudiera haber hermanos jóvenes de dieciocho o diecinueve años o en sus tempranos veinte en la congregación que puedan pronunciar discursos estudiantiles más pulidos que algunos de los hermanos de mayor edad, pero esto no los capacita para ser ancianos. Hay mucho más que eso envuelto en ser anciano. Lo mismo es cierto de los hijos en comparación con sus padres dentro del círculo de la familia. Prescindiendo de la educación y antecedentes de los padres, estos deben programar el tiempo para el estudio familiar, y entonces dejar que cada uno contribuya lo que pueda, para provecho de los demás. A los hijos, si tienen mayor habilidad en ciertos sentidos, se les puede ayudar a comprender que no es simplemente la inteligencia lo que vale con Jehová, sino humildad y profundidad de devoción. Jesús dijo: “El que se ensalce será humillado, y el que se humille será ensalzado.” (Mat. 23:12) El espíritu de Jehová compensará cualquier carencia que pudiera sentir un padre o madre. Con confianza siga el arreglo bíblico para el estudio familiar, prescindiendo de las diferentes habilidades mentales de varios miembros de la familia.

      24. ¿De qué manera sabrán los padres si sus hijos realmente son discípulos de Cristo?

      24 ¿Son sus hijos discípulos de Cristo? Bueno, si no solo se han presentado para el bautismo cristiano, sino también hacen una práctica de basar sus decisiones en lo que Jesús dijo e hizo, si no muestran amor a los caminos injustos del mundo, sino que mantienen la vista en la meta de siempre servir los intereses del Reino, si se someten voluntariamente a la autoridad de usted disfrutan de considerar los caminos de Jehová, si llenan el corazón de usted de amor afectuoso porque usted ve estas cosas en ellos, usted no tendrá que conjeturar. Sabrá que de veras son discípulos de Cristo.

  • Hallando gozo en el entrenamiento de los hijos
    La Atalaya 1974 | 1 de julio
    • Hallando gozo en el entrenamiento de los hijos

      1, 2. (a) ¿Qué experiencia tuvo el rey Salomón al servir de juez entre dos mujeres, y qué le ayudó a juzgar correctamente? (b) ¿Cómo afecta la consanguinidad a lo que hace la persona?

      DURANTE el reinado del sabio rey Salomón se le pidió que sirviera de juez entre dos mujeres, que vivían en la misma casa, que habían dado a luz hijos. Durante la noche uno de los niños murió y su madre calladamente lo cambió por el que vivía. Por la mañana la verdadera madre, detectando que el niño muerto no era suyo, acusó de robo a la madre no honrada, y el caso llegó ante Salomón. No pudiendo determinar la verdad del asunto, Salomón ordenó que el niño vivo fuera cortado en dos para que cada demandante pudiera tener su parte. El relato dice: “En seguida la mujer cuyo hijo era el vivo dijo al rey (porque sus emociones internas estaban excitadas para con su hijo, de modo que dijo): ‘¡Dispénsame, señor mío! Denle a ella el niño vivo. No vayan de ninguna manera a hacerlo morir.’ . . . En esto respondió el rey y dijo: ‘Denle a aquélla el niño vivo, y no deben de ninguna manera hacerlo morir. Ella es su madre.’” (1 Rey. 3:26, 27) Salomón entendía el amor que los padres les tienen a sus hijos. No solo había aprendido esto por experiencia, siendo padre él mismo, sino que estaba bien familiarizado con el punto de vista que tiene Dios del arreglo de familia como se expresa en las Escrituras.

      2 Una estrecha relación de familia es una bendición. Cuando Andrés de Betsaida se enteró de la identidad del Mesías, ¿a quién se dirigió primero con estas buenas nuevas? “Primero halló éste a su propio hermano, Simón, y le dijo: ‘Hemos hallado al Mesías’ (que, traducido, significa Cristo).” (Juan 1:41) La consanguinidad suministra un vínculo que no puede negarse. La manera en que respondió Andrés fue una manera natural de responder a la circunstancia.

      3. ¿Por qué es la hermandad cristiana un vínculo unificante aun más fuerte?

      3 Hay un vínculo unificante aun más estrecho, y ése es el de la hermandad cristiana. En Romanos 12:10 dice la Biblia: “En amor fraternal ténganse tierno cariño los unos a los otros. En cuanto a mostrarse honra los unos a los otros lleven la delantera.” En 1 Pedro 5:9 se menciona “toda la asociación de sus hermanos en el mundo.” En Marcos 10:29, 30 se comparan las relaciones carnales con las que produce la verdad, y Jesús dice: “En verdad les digo: Nadie ha dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos, o campos, por causa de mí y por causa de las buenas nuevas, que no reciba el céntuplo ahora en este período de tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y campos, con persecuciones, y en el sistema de cosas venidero vida eterna.” Sí, los cristianos han aprendido que los hermanos en la verdad tienen algo que hasta los hermanos carnales naturales no tienen.—Juan 13:34, 35.

      4. ¿Por qué pueden las familias cristianas esperar tener una unidad que otras familias no pueden tener?

      4 Pero cuando en su familia se combinan ambas relaciones usted de veras está en una posición favorecida. Los padres que son siervos dedicados y bautizados de Dios tienen el amor natural a su prole que Dios implantó en la humanidad. También tienen la oportunidad de forjar en el círculo de la familia una unidad que puede producir felicidad y satisfacción que no se pueden alcanzar por otros medios. Pueden ayudar a sus hijos a llegar a ser siervos fieles de Dios; esto no solo juntará más estrechamente a la familia, sino que es la mejor herencia que pudieran dejar a los hijos. Sin embargo hoy eso no es tan sencillo como parece.

      PREVIENDO PROBLEMAS

      5, 6. (a) ¿Qué ayudará a los padres a prever problemas que necesiten atención? (b) ¿Cómo pueden mantenerse abiertas las líneas de comunicación entre los padres y sus hijos?

      5 Al criar una familia, surgirán problemas. No es bueno imaginarse que no surgirán, porque sí surgirán. De modo que mantenga abiertos los ojos y los oídos a la espera de alguna señal de ellos. Cuando su hijo viene a usted con problemitas, no es prudente alejarlo con respuestas rápidas. Ese es el tiempo de mostrar vivo interés en lo que está en la mente del niño y sondearlo con preguntas. Muchos padres dicen que se les hace difícil lograr que sus hijos hablen, que les digan lo que piensan. ¿Pudiera deberse esto a que los padres mismos sofocaron la conversación en el pasado cuando los niños querían hablar y necesitaban ayuda? ¡Qué insensato es que uno mate una conversación con su hijo solo porque no se siente de humor para ello en esa ocasión!

      6 El padre o la madre que se mantiene alerta en cuanto a cosas de las cuales hablar con sus hijos y muestra que está genuinamente dispuesto o dispuesta a considerar casi cualquier tema no verá que las líneas de comunicación se cierran, sino que las verá abiertas constantemente y zumbando con mensajes que le dicen lo que es necesario que sepa, y verá que contribuyen a un ambiente de cálido afecto y de entendimiento en las relaciones de familia. El padre o madre que muestra disposición a escuchar por lo general tendrá hijos que estarán dispuestos a hablar. Pero ¿se dirigirán los hijos a los padres con problemas grandes si los padres no escuchan los problemitas, ayudando a resolverlos y de manera que refleje bondad y comprensión? ¿Tiene usted ahora mismo un amigo con el cual contar y en quien tenga confianza, uno al que podría dirigirse con un problema serio, sabiendo que él tomaría tiempo para escuchar todo lo que usted dijera y no lo despreciaría solo porque usted tuviera el problema? Todo niño debe sentirse así en cuanto a sus padres. ¿Se sienten sus hijos así en cuanto a usted? Proverbios 17:17 dice: “Un compañero verdadero ama en todo tiempo, y es un hermano nacido para cuando hay angustia.” Es triste el que un hijo tenga que buscar fuera del círculo de familia esa clase de relación.

      7. ¿Qué comprende el presidir una casa de manera excelente?

      7 El apóstol Pablo escribió que un superintendente debe ser “hombre que presida su propia casa excelentemente, teniendo hijos en sujeción con toda seriedad; (si de veras no sabe algún hombre presidir su propia casa, ¿cómo cuidará de la congregación de Dios?).” (1 Tim. 3:4, 5) Esto no quiere decir que, prescindiendo de cuánto tiempo dedique un padre a otros intereses, está bien mientras intervenga y atienda asuntos cuando sus hijos se metan en dificultades. No, él tiene que presidir su propia familia de manera excelente, vigilando cuidadosamente, previendo problemas, mirando adelante a lo que pudiera desarrollarse entre los que están a su cuidado. El consejo preventivo es mucho mejor que el consejo correctivo. El padre que se especializa en impedir los problemas es más sabio que el que está satisfecho con tratar de resolverlos cuando surgen. Es verdad que los abogados edifican reputación litigando en los tribunales. Pero los padres cristianos edifican excelente reputación presidiendo de la manera que evite los problemas.

      GUÍA PARA ‘EL INEXPERTO’

      8. ¿Cómo pueden ayudar los padres a sus hijos a tener el punto de vista correcto en cuanto a la experiencia?

      8 Los niños solo han tenido experiencia limitada en la vida, pero sirve de poco el que los padres les sigan recordando ese hecho. Por otra parte, si a un niño realmente se le ayuda a entender el elevado valor que las Escrituras dan a la experiencia y cómo él personalmente debe estar alerta para aprender de toda experiencia, entonces es probable que el niño adquiera la actitud correcta en cuanto a la ayuda que el padre o la madre le esté dando y de veras se beneficie de los diversos acontecimientos que afecten su vida a medida que transcurran los años. En realidad, todos nosotros deberíamos estar aprendiendo de cada experiencia que tenemos. Y si el niño se da cuenta de que sus padres comprenden que hay lecciones que ellos mismos pueden aprender de diversas situaciones, entonces estará menos propenso a resentirse de su propia falta de experiencia y se mostrará más receptivo al proceso de aprendizaje.

      9. ¿Qué dicen las Escrituras en cuanto a los que rehúsan aprender de la experiencia?

      9 ¿Qué dicen las Escrituras en cuanto a la experiencia? Censuran severamente a los que obstinadamente rehúsan escuchar y aprender de la experiencia, diciendo: “¿Hasta cuándo seguirán ustedes los inexpertos amando la inexperiencia, y hasta cuándo tendrán ustedes los burladores que desear para ustedes mismos la burla consumada, y hasta cuándo seguirán ustedes los estúpidos odiando el conocimiento? Vuélvanse ante mi censura.” (Pro. 1:22, 23) “Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han pasado adelante y tienen que sufrir la pena.”—Pro. 22:3.

      10. Aunque los jóvenes carecen de experiencia, ¿cuáles son algunas maneras en que se puede compensar esto?

      10 Hay maneras en que los padres pueden ayudar a compensar la falta de experiencia de los jóvenes. Los padres precavidos pueden ayudar bondadosamente a los inexpertos a salir de sus problemas sin poner en aprieto a los hijos enfrente de otras personas. También, a medida que les enseñan la Biblia los están equipando con conocimiento que puede hacer al individuo más sabio de lo que lo pudiera hacer toda la experiencia de una vida. El Salmo 19:7 nos dice: “El recordatorio de Jehová es fidedigno, hace sabio al inexperto.” Y el Salmo 119:130 agrega: “La manifestación misma de tus palabras da luz, haciendo entender a los inexpertos.”

      11. ¿Es el ser joven e inexperto algo de lo cual avergonzarse?

      11 El ser joven e inexperto no es, en sí, algo de lo cual avergonzarse. Es solo parte del desarrollo, y uno simplemente tiene que ser paciente. Pero cuando uno rehúsa reconocer que es inexperto y prosigue y comete actos insensatos o desaforados, acarreándole vituperio a su familia y a la congregación cristiana, eso es algo de lo cual avergonzarse. El padre o la madre que se da cuenta de esto y ayuda de manera diestra a su prole a comprenderlo recibirá gran galardón a medida que su hijo progrese hacia la madurez.

      12. ¿Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a aprender la importancia de mostrar respeto?

      12 A medida que el individuo se hace experto en los caminos de Jehová también aprecia más la importancia de mostrar respeto. Los padres deben poner un buen ejemplo en cuanto a esto para sus hijos. El padre debe mostrar respeto a la madre, reconociendo que ella es coheredera del “favor inmerecido de la vida.” (1 Ped. 3:7) Ella, también, debe mostrar “profundo respeto a su esposo.” (Efe. 5:33) Ambos deben respetar a los ancianos de la congregación, viviendo en armonía con el consejo bíblico: “Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes como los que rendirán cuenta.” (Heb. 13:17) Al adherirse así a los caminos de Jehová muestran respeto a Jehová y su arreglo teocrático.—1 Cor. 11:3.

      13. (a) ¿De qué manera debe afectar un sentimiento de compañerismo la relación entre padre o madre e hijo? (b) ¿De qué manera presentan a veces los anuncios comerciales de la televisión un punto de vista torcido de esta relación?

      13 Cuando los padres ponen un ejemplo tan excelente, no es difícil que los hijos entiendan el principio de respetar. Es probable que tengan en alta estima a sus padres y les muestren respeto de muchas maneras. Es cierto, como se ha dicho, que los padres y sus hijos deben ser como compañeros. Pero esto solo se refiere a cosas como la relación de afecto cálido y amigabilidad que debe existir entre ellos y no una igualdad verdadera de otras maneras en la casa. La aplicación de los principios bíblicos requiere que haya un entendimiento claro de quién es el padre y quién es el hijo. En contraste, ¿ha notado usted en los anuncios comerciales de la televisión que a menudo se muestra a los niños instruyendo a los padres, dando a entender que son anticuados o que necesitan que se les corrija o modernice? Esa clase de publicidad estimula al hijo a ejercer presión en su padre para que compre el auto de la clase que el hijo quiere. O estimula a la hija a ejercer presión en la madre para que le permita comprar ropa, perfumes, desodorantes, champúes y otras cosas “nuevas” y “diferentes” que en realidad no son nuevas en absoluto. Esto es sencillamente algo a lo cual recurre el mundo comercial para beneficiarse financieramente sin considerar el mal efecto que tiene en el hogar. Pero la Biblia muestra claramente que son los hijos quienes tienen menos experiencia, y se les debe estimular a mostrar respeto a los que han vivido más tiempo y han visto más de la vida.

      14, 15. (a) ¿Por qué debe enseñarse a los hijos a pensar hasta cierto punto por sí mismos? (b) Ofrezca sugerencias que podrían ser útiles a los padres en sus esfuerzos por ayudar a sus hijos a desarrollar habilidad para pensar.

      14 Por supuesto, a los niños se les tiene que enseñar a pensar hasta cierto punto por sí mismos. Algún día tendrán que tomar sus propias decisiones, y el entrenamiento temprano puede ayudar en esto. La Biblia anima en sumo grado a desarrollar habilidad para pensar, y éste es uno de los asuntos más importantes en que los padres pueden ayudar a sus hijos. Ellos van a desarrollar algún modelo o patrón de pensamiento; por eso ¿por qué no asegurarse de que aprendan a razonar las cosas teniendo como base lo que la Biblia nos dice acerca de Jehová y sus caminos? Proverbios 5:1, 2 dice: “Hijo mío, oh de veras presta atención a mi sabiduría. A mi discernimiento inclina tus oídos, para guardar las habilidades para pensar; y que tus propios labios salvaguarden el conocimiento mismo.” Si usted quiere ayudar a alguien a desarrollar habilidad para pensar es importante que no haga por el estudiante lo que él puede hacer por sí mismo. Los cristianos, al presentar a otros la verdad, han aprendido la importancia de atraer el oyente a la conversación, de hacer que se envuelva en la consideración, de saber lo que piensa, y luego hacer que razone y llegue a conclusiones correctas. Estos son recursos que los padres deben tener presentes al ayudar a sus hijos a desarrollar habilidad para pensar.

      15 Esta habilidad puede recibir desarrollo progresivo a medida que el niño crece. Son muchas las decisiones que se le puede permitir que tome por sí mismo, menores. Pregúntele: “¿Qué crees que sería lo mejor que se pudiera hacer en este asunto?” Quizás su respuesta muestre que necesita un poco de más ayuda. Razone con él y haga que se encamine en la dirección correcta. No se irrite ni impaciente. El apóstol Pablo se remontó hasta su propia infancia como ejemplo y dijo: “Cuando yo era pequeñuelo, hablaba como pequeñuelo, pensaba como pequeñuelo, razonaba como pequeñuelo; mas ahora que he llegado a ser hombre, he eliminado las cosas características de pequeñuelo.” (1 Cor. 13:11) Desarrolló habilidad para pensar a medida que crecía.

      16. ¿Cómo hasta la gente mundana se esfuerza por preparar a sus hijos para el futuro?

      16 Hasta algunos padres que no forman parte de la congregación cristiana se dan cuenta del valor de preparar a sus hijos para el futuro. No dejan al azar el futuro del hijo y no le dejan escoger lo que quiere hacer, si acaso quiere hacer algo más tarde, cuando tenga suficiente edad para hacerlo. Por ejemplo, quizás principien temprano en la vida del niño a prepararlo para administrar los negocios de la familia, atender los bienes de la familia o comenzar una nueva carrera. No cuando se trata de su futuro financiero, sino tocante a religión, algo que consideran como de poca o de ninguna importancia, a menudo dicen que dejarán que el niño decida más tarde. Por eso, no piense que el mundo no aprueba el principio de la preparación y el entrenamiento. Sí lo aprueba, mucho, pero en esfuerzos materialistas, no en asuntos espirituales.

      DANDO CONSEJO QUE EDIFICA

      17. ¿Basta con simplemente dar consejo exacto, o se necesita algo más?

      17 A veces se ha sabido de personas que, después de recibir consejo, han dicho: “No me opuse a lo que dijo; realmente era cierto y merecido. Simplemente no me gustó la manera en que lo dijo.” Por supuesto, en una casa cristiana debe aceptarse el consejo aunque no se presente de la manera más aceptable. Pero ¿hay cosas que un padre o una madre pudiera tener presentes a fin de hacer más fácil que sus hijos acepten el consejo? Sin duda las hay. No se trata solo de saber lo que está mal y lo que se necesita para mejorar, sino de saber también cómo abordar el asunto y cómo decirlo.

      18, 19. (a) ¿Cómo entran en el asunto de dar consejo el tiempo y el lugar? (b) ¿Qué otras cosas ayudarán a hacer que se acepte más fácilmente el consejo?

      18 Una cosa que se debe considerar es el tiempo apropiado para dar consejo. Muchas veces el tiempo apropiado pudiera ser inmediatamente después de un contratiempo o maldad, pero no siempre. El esperar hasta que tanto el padre o la madre como el hijo estén en un estado de ánimo más calmado pudiera ser mejor. También, debe considerarse el lugar. Si ha sucedido algo impropio en el lugar de reunión de la congregación, en un hogar ajeno o mientras iban de compras, pudiera ser lo mejor que el consejo, o por lo menos todo consejo extenso, se postergara hasta haber llegado a casa.

      19 La manera de decir las cosas envuelve bondad, prudencia, tranquilidad y racionalidad. Usted pudiera dejar que el niño se expresara acerca de algunos puntos, comprendiendo que quizás usted no tenga todos los datos relacionados con el caso. Y pudiera hacer preguntas para ver si él capta el punto. Una sonrisa podría ser apropiada si el asunto no es muy serio y el consejo se está recibiendo de buena gana. Pero en una ocasión más seria en la cual se necesite consejo firme la sonrisa podría dar una impresión incorrecta. En todo caso uno debe estar seguro de que el consejo se entiende claramente.

      20, 21. (a) ¿A qué se debe el que las amenazas por lo general no produzcan los mejores resultados en el entrenamiento de los hijos? (b) ¿Qué método es mejor que ése?

      20 Las amenazas y las advertencias por lo general no producen los mejores resultados. ¿Por qué? Porque puede ser que solo resulten en temer el castigo con el cual se ha amenazado, no en odiar la maldad. (Sal. 97:10) En Efesios 6:9 se aconseja a los amos a ‘dejar de usar amenazas, porque ustedes saben que el Amo tanto de ellos como de ustedes está en los cielos, y con él no hay parcialidad.’

      21 El mejor método es mostrar la ventaja de hacer las cosas a la manera de Jehová y, donde sea posible, las razones por las cuales ciertas cosas son malas. De modo optimista estimule a adoptar el proceder correcto, pero al mismo tiempo aclare amorosamente cuáles serán las consecuencias de la desobediencia. Hay diferencia entre amenazar y señalar brevemente cuáles serán indudablemente las consecuencias de cierto proceder. Note la manera atractiva en que Jehová estimula a adoptar el proceder apropiado: “Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios mandamientos, de modo que con tu oído prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al discernimiento; . . . en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios.” (Pro. 2:1-5) Pero más tarde en este capítulo se introducen consecuencias de manera bondadosa pero firme: “El propósito es que andes en el camino de los buenos y que guardes las sendas de los justos. Porque los rectos son los que residirán en la tierra, y los exentos de culpa son los que quedarán en ella. En cuanto a los inicuos, ellos serán cortados de la mismísima tierra; y en cuanto a los traicioneros, ellos serán arrancados de ella.”—Pro. 2:20-22.

      ASOCIACIONES

      22, 23. ¿Cómo afectan a un niño sus asociados, y por eso cuál debe ser la actitud de los padres en cuanto a esto?

      22 A menudo los padres cristianos hallan que surgen problemas cuando sus hijos empiezan a asociarse con otros niños en el vecindario o con condiscípulos. Por supuesto, es preciso que tengan alguna asociación con los de afuera. Hoy el aislamiento completo es casi imposible y no es aconsejable. Los asociados mundanos varían en el grado de influencia no cristiana que ejercen. Pero es preciso que los padres sepan con quiénes hablan y juegan sus hijos. Aunque algunas personas mundanas hoy día tienen ciertas características admirables, hay que recordar que no puede decirse que el que no es adorador de Jehová es buena compañía.—1 Cor. 15:33.

      23 De manera general uno pudiera decir que realmente hay dos clases de asociados. Proverbios 13:20 dice: “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.” Por supuesto, aquí no se dice exactamente quiénes son los sabios. Pero la Biblia aclara en otra parte la clase de sabiduría que se da a entender. El Salmo 111:10 dice: “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría.” De modo que los adoradores de Jehová son los sabios con quienes sus hijos deben asociarse. Esto los ayudará a llegar a ser verdaderamente sabios. La situación ideal es que los padres tengan un programa tan excelente bosquejado para sus hijos que quede poco tiempo o ninguno para asociaciones de afuera. El estar con la familia u otros cristianos llega a ser tan interesante y absorbente que las otras asociaciones no llegan a hacerse una tentación. Pero si llegan a hacerse tal cosa, entonces los padres deben tomar tiempo para aclararle al niño el punto de vista de la Biblia sobre el asunto; al mismo tiempo deben ejercer firmemente el control que se necesita.

      24. ¿Por qué es necesario que los hijos mismos entiendan lo que dice la Biblia acerca de las malas asociaciones?

      24 ¿Deben los padres cristianos realmente ser tan francos y sinceros al enseñar a sus hijos en cuanto a las asociaciones mundanas? ¿Por qué no? Los niños, por lo general, aprecian que se les diga la verdad de un asunto para no malentenderlo. Por lo menos algunos afirman hoy que quieren que los de mayor edad “les digan las cosas tal como son.” Por supuesto, a los niños también se les debe enseñar bondad y prudencia para que puedan tratar con otros amorosamente. Pero no basta con que solo los padres estén enterados de los peligros de las asociaciones incorrectas. Para que los hijos tengan protección, ellos también tienen que conocer los peligros, y es responsabilidad de los padres hacer claro ese punto.

      25. ¿A quién es necesario que acudan los padres por guía en el entrenamiento de sus hijos, y por qué?

      25 Al procurar edificar dentro de sus hijos las cualidades durables que necesitan a fin de sobrevivir a través de las pruebas que les vendrán en el futuro a todos los cristianos verdaderos, los padres deben acudir a Jehová por fuerza y guía. (1 Cor. 3:10-15) El entrenar a los hijos para que crezcan y sean una fuente de placer para sus padres y una honra para Dios no es cosa fácil. Exige vigilancia constante. Pero, aunque es una responsabilidad que causa momentos de ansiedad a veces, también es un privilegio que nos ha dado un Dios amoroso que principalmente produce gozo. De veras puede haber satisfacción y gozo en el entrenamiento de los hijos.

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