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  • ¿Quién verá “la señal del hijo del hombre”?
    La Atalaya 1975 | 15 de mayo
    • conozcan que él está cerca, a las puertas. En verdad les digo que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas.”—Mat. 24:32-34.

      Puesto que el reino del “Hijo del hombre” es “una gobernación indefinidamente duradera que no pasará,” es un consuelo saber que estas cosas acontecerán en nuestra propia generación. (Dan. 7:13, 14; 2:44) Pues Éste reinará en el temor de Jehová su Dios, y no gobernará para explotar a la gente, como lo han hecho los hombres, sino para la paz y felicidad de ellos.—Isa. 11:1-5; 32:18.

      Si los lectores de este artículo observan con discernimiento que las cosas que Jesús describió están aconteciendo ahora, pueden considerarse profundamente favorecidos de tener sus ojos abiertos para ver la “señal” de la presencia de Cristo. Ahora tienen la oportunidad de dar pasos para aprender más acerca del propósito de Jehová para esta Tierra y pueden corregir todos sus caminos para andar de manera agradable a Dios. Así pueden esperar la protección de Dios cuando vean la “señal del Hijo del hombre” cuando ‘venga’ para ejecutar juicio en este sistema de cosas.

  • Ponderando las noticias
    La Atalaya 1975 | 15 de mayo
    • Ponderando las noticias

      La areca y el cáncer

      ● Unos 300 millones de personas —o casi una de cada doce personas en la Tierra— mastican areca. Este producto de la palma que lleva el mismo nombre es un artículo principal en los mercados a través del Asia meridional e islas conexas. Es un estimulante que por lo general se mastica junto con una pequeña cantidad de cal, y a la persona que lo mastica casi siempre se le puede distinguir sin dificultad por el copioso flujo de saliva de color rojo ladrillo, que temporalmente mancha los labios y los dientes.

      Los testigos de Jehová clasifican el masticar la areca como práctica inmunda que no es propia de un seguidor de Jesucristo, básicamente tan inaceptable como el uso del tabaco. Interesante, entonces, es un informe reciente procedente de Papuasia, Nueva Guinea, de que las autoridades de la salud allí planean una campaña contra el masticar areca. ¿La razón? La elevada incidencia del cáncer de la boca en ese país. Sin embargo, como sucede con el tabaco, los funcionarios no tienen en cuenta como probable una proscripción efectiva, porque, como dice el informe, “la siembra es importante económicamente tanto al agricultor como al comerciante al por menor.” Cuán ciertas son las declaraciones en el libro bíblico de Proverbios de que la sabiduría que da Dios vale más que la plata y el oro, puesto que sus principios inspirados pueden resultar significar “vida a los que los hallan y salud a toda su carne.”—Pro. 3:13-18; 4:22.

      Mujeres, jóvenes y cigarrillos

      ● La revista “Changing Times” revela que los fabricantes de cierta marca de cigarrillos gastan 80 millones de dólares para promover la venta anual de casi 88.000 millones de cigarrillos.

      Al mismo tiempo la Sociedad Norteamericana para el Cáncer informa que entre las mujeres de los Estados Unidos el cáncer pulmonar es ahora la malignidad fatal que ocupa el tercer lugar. Calculan que, junto con 63.500 vidas de hombres, el cáncer pulmonar cobrará 17.600 vidas entre las mujeres en 1975. ¿La razón? “Un aumento constante y sustancial en el fumar cigarrillos entre las mujeres.”

      Muchos jóvenes no se sienten preocupados por los efectos del fumar, creyendo que el daño a los pulmones requiere un largo tiempo para comenzar. Pero la revista “Science News” (2 de nov. de 1974) presenta investigación reciente que “ahora muestra por primera vez que los pulmones de los fumadores jóvenes ya están siendo perjudicados.” En un grupo experimental de fumadores con un promedio de veinticinco años de edad, los investigadores hallaron que todos tenían lesiones que podrían ser “el precursor de lesiones anatómicas más severas.” ¿El remedio? Parar ahora, mientras todavía hay esperanza de que las lesiones sean reversibles.

      Como en tantas otras cosas, el proverbio inspirado resulta cierto al decir que “por falta de corazón [motivación correcta] los tontos mismos siguen muriendo.”—Pro. 10:21.

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