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No se deje entrampar por manías ni diversiónLa Atalaya 1976 | 1 de enero
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constantemente sobre la senda que tenemos delante. (Rev. 20:1-3; Sal. 119:105) Y es nuestro privilegio ayudar a los que tratan de librarse, declarándoles la verdad que da libertad a los hombres y mostrando que verdaderamente somos amadores de Dios y no simples amadores de placeres.—2 Tim. 3:4, 5; Juan 8:32.
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No deje que su fe naufrague por desaliento ni personalidadesLa Atalaya 1976 | 1 de enero
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No deje que su fe naufrague por desaliento ni personalidades
“[Sigue] guerreando el guerrear excelente; manteniendo la fe y una buena conciencia, la cual algunos han echado a un lado y han experimentado naufragio respecto a su fe.”—1 Tim. 1:18, 19.
1. ¿Cómo son los cristianos como barcos en el mar?
LOS cristianos en este injusto mundo de la humanidad son como barcos en mar abierto. Tanto unos como otros se enfrentan constantemente a peligros. Un barco puede ser partido en dos por las tempestades que agitan el mar a la violencia. Arrecifes y témpanos pueden abrir grandes hendeduras en un barco y enviarlo rápidamente al fondo del océano. La mala visibilidad o la pérdida de potencia o dirección pueden causar colisiones con otros barcos o una encalladura. De manera similar, los cristianos pueden experimentar el naufragio de su fe si no están siempre alerta a los peligros de este mundo. Los millones de personas de este mundo que no conocen a Dios son como un mar agitado, y los cristianos están como a flote en este mar de la humanidad. (Isa. 57:20, 21) Jesús reconoció que sus discípulos tendrían que continuar por un tiempo en este mundo, pero que no habrían de ser parte de él. (Juan 17:11, 14-16) Como un barco, pueden estar en el mar, pero, cuando el mar empieza a introducirse en el barco, eso es razón para alarma inmediata.
2. Aunque así los cristianos pueden estar en el mar de la humanidad, ¿qué peligro existe tocante a las actitudes y prácticas de este mundo?
2 Así, los cristianos siempre tienen que estar vigilando que las prácticas y actitudes que son comunes en este sistema no se cuelen en la congregación cristiana o causen el naufragio individual de su fe. Dos actitudes y prácticas comunes que descuellan como amenazas envuelven el desaliento y el permitir que las personalidades lo distraigan o lo aparten a uno, y abordaremos estos asuntos en este artículo.
ENFRENTÁNDOSE AL DESALIENTO
3, 4. (a) ¿Cómo ha usado Satanás circunstancias desalentadoras para mantener a la humanidad esclavizada a él? (b) ¿Qué factores son causa de desaliento a menudo?
3 Los efectos del desaliento se pueden ver profundamente grabados en los rostros tristes de las masas de la humanidad. Por siglos Satanás ha usado circunstancias desalentadoras para poner a la gente en esclavitud a él mismo y su sistema, y se deleita en particular al ver que los cristianos, debido a desaliento, aflojan el paso o se apartan de su resolución de servir a Jehová. Por consiguiente hay la necesidad de que los cristianos siempre estén alerta para que no los inunden y hundan las olas del desaliento.
4 Muchos factores son causa de desaliento. Una causa muy común envuelve la salud. Cuando uno no se siente bien, y especialmente a través de un largo período de tiempo, hay la tendencia natural a hacerse introvertido y a manifestar un compadecerse de uno mismo. No hay la fuerza o incentivo para hacer lo que uno quisiera hacer. O pudiera ser que uno estuviera combatiendo una debilidad en particular o estuviera tratando de enfrentarse a una imperfección perturbadora de la carne. La enfermedad crónica de un miembro de la familia o una muerte en la familia trae pena y aflicción. Cuando en una familia no todos son cristianos, es posible que alguien sufra severa oposición de su propio cónyuge y hasta mofa de parte de los hijos. En la mayor parte del mundo las condiciones de vida son malas, y la pobreza, el crimen y el temor son grandes causas de desaliento.
5. ¿Qué es de primera importancia para combatir con buen éxito el desaliento?
5 Para combatir el desaliento con buen éxito, es muy necesario que los cristianos mantengan su mente fija en su relación con Jehová y tengan confianza implícita en que sin falta él dará consuelo y ayuda a su pueblo en todo tiempo de necesidad. Aunque permite que a veces la integridad de sus siervos se vea sometida a severa prueba, ayuda a los que están dedicados a él a aguantar, y suministra socorro y liberación a su tiempo. (Sant. 1:5-8) David, que se enfrentó a muchas pruebas, escribió bajo inspiración para nuestro estímulo: “Sean animosos, y sea fuerte su corazón, todos ustedes los que esperan a Jehová.”—Sal. 31:24.
6. ¿Por qué pueden los cristianos afrontar la enfermedad y la muerte sin permitir que el desaliento los abrume?
6 La esperanza segura de la resurrección le quita el aguijón a la enfermedad y remueve el temor de la muerte. El que mantengamos refrescada nuestra mente con las magníficas promesas de Jehová nos alienta el espíritu y tenemos el gozo y consuelo que solo Jehová puede dar. “Por lo tanto no nos rendimos, mas aunque el hombre que somos exteriormente se va desgastando, ciertamente el hombre que somos interiormente va renovándose de día en día. Porque aunque la tribulación es momentánea y liviana, obra para nosotros una gloria que es de más y más sobrepujante peso y es eterna; mientras tenemos los ojos fijos, no en las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”—2 Cor. 4:16-18.
7. ¿Qué sirve de ancla para suministrar estabilidad ahora y en los tiempos tempestuosos del futuro?
7 Al considerar las promesas seguras de Dios, Pablo escribió a los cristianos hebreos: “Esta esperanza la tenemos como ancla del alma, tanto segura como firme, y entra hasta dentro de la cortina [es decir, en el cielo mismo], donde un precursor ha entrado a favor nuestro, Jesús.” (Heb. 6:19, 20) Así, la esperanza bien fundada y como ancla en Jehová y en las bendiciones garantizadas de su nuevo sistema suministra estabilidad y consuelo a los cristianos a pesar de sus tribulaciones en la carne y las condiciones tempestuosas que los rodean en este mundo. “Dios es para nosotros refugio y fuerza, una ayuda que puede hallarse prontamente durante angustias. Es por eso que no temeremos, aunque la tierra sufra cambio y aunque las montañas caigan tambaleantes en el corazón del vasto mar; aunque sus aguas se pongan bulliciosas, espumen en exceso, aunque se mezan las montañas a causa de su bramido.”—Sal. 46:1-3.
8. ¿Por qué no debe ser desalentador el que uno no pueda efectuar tanto como quisiera efectuar en el servicio de Jehová debido a mala salud?
8 Si alguna enfermedad u otras circunstancias le impiden hacer todo lo que quisiera hacer en el servicio de Jehová, todavía puede regocijarse por lo que puede hacer, recordando estas palabras animadoras y confortantes de Pablo: “Porque Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su nombre, en que han servido a los santos y continúan sirviendo.” (Heb. 6:10) Y no olvide que un excelente ejemplo de integridad y aguante es animador para otros, aunque alguna dolencia física haya hecho que usted afloje algo el paso.—Compare con 2 Corintios 12:7-10.
9. ¿Por qué son vitales el orar y el asociarse con compañeros cristianos para combatir el desaliento?
9 Para mantener fuerte su fe y repeler cualesquier sentimientos de desesperación e inquietud, los cristianos conocen el valor de trazarse su rumbo en armonía con la Palabra de Dios y comprobar constantemente su posición para ver dónde se necesitan ajustes. Es necesario que se mantengan en comunicación estrecha con su Padre celestial. “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo por oración y ruego junto con acción de gracias dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales por medio de Cristo Jesús.” (Fili. 4:6, 7) El asociarse con compañeros cristianos también es vital. Pablo escribió a los cristianos de Roma: “Porque anhelo verlos, para impartirles algún don espiritual a fin de que sean hechos firmes; o, más bien, para que haya un intercambio de estímulo entre ustedes, por cada uno mediante la fe del otro, tanto la de ustedes como la mía.”—Rom. 1:11, 12.
10. Si a usted le parece que le falta asociación cristiana, ¿qué pudiera hacer?
10 Si usted anhela asociación y no obstante se siente algo excluido, el mostrarse más amigable quizás le ayude a tener asociación más amigable, a cultivar una relación duradera con otros. Aunque los cristianos tienen la obligación de ser amigables para con todos, y especialmente obrar lo que es bueno “para con los que están relacionados con nosotros en la fe,” para otros es más atractivo el asociarse con nosotros si somos agradables, edificantes y positivos. (Gál. 6:10) Las palabras del que se compadece de sí mismo quizás obtengan conmiseración, pero no siempre respeto verdadero.
11. ¿De qué manera hay beneficios recíprocos cuando nos esforzamos por oportunidades de ayudar a otros?
11 Pregúntese, también, lo que puede hacer para ayudar a otros más bien que concentrar la atención en usted mismo. En Hechos 20:35 Pablo llama la atención a un principio que manifestó Jesús: “Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.” La felicidad aumenta en gran manera a medida que nos gastamos a favor de otros. “Por consiguiente, amados hermanos míos, háganse constantes, inmovibles, siempre teniendo mucho que hacer en la obra del Señor, sabiendo que su labor no es en vano en lo relacionado con el Señor.” (1 Cor. 15:58) Pedro aconseja: “Ante todo, tengan amor intenso los unos para los otros, porque el amor cubre una multitud de pecados. Sean hospitalarios los unos para con los otros sin rezongar. En proporción al don que cada uno haya recibido, úsenlo al servirse los unos a los otros como excelentes mayordomos de la bondad inmerecida de Dios expresada de diversas maneras.” (1 Ped. 4:8-10) Así aumentamos nuestra propia felicidad si utilizamos plenamente nuestras oportunidades de animar a otros.—Luc. 6:38.
12. ¿Cómo pueden las experiencias de nuestros hermanos y hermanas ayudarnos a derrotar el desaliento?
12 La prosperidad espiritual de la organización de Jehová da a los cristianos razón para sentirse animados. Cuando leemos u oímos experiencias de nuestros hermanos de alrededor del mundo, vemos cómo Jehová está añadiendo su bendición a medida que fortalece a su pueblo para derrotar la persecución, las penalidades y el desaliento. “Feliz es la nación cuyo Dios es Jehová. El pueblo a quien él ha escogido por herencia suya.” (Sal. 33:12) En sus viajes Pablo y Bernabé relataron a otros “en detalle la conversión de la gente de las naciones.” ¿El resultado? “Ocasionaban gran gozo a todos los hermanos.” (Hech. 15:3) No deje de compartir con otros, para estímulo de ellos, las experiencias que tiene en el servicio de Jehová, y, a su vez, pregunte en cuanto a las experiencias de otros o busque ocasiones de leer acerca de ellas.—Sal. 122:1-9.
13. ¿Qué provisiones ha hecho Jehová para mantener animado a su pueblo a pesar de las circunstancias desalentadoras que los rodean?
13 Por tanto, para impedir que nuestra fe sufra naufragio debido al desaliento, hay necesidad tanto de ser animados unos por otros como de animar los unos a los otros. “Por lo tanto sigan consolándose los unos a los otros y edificándose los unos a los otros, así como de hecho lo están haciendo. . . . les exhortamos, hermanos, amonesten a los desordenados, hablen confortadoramente a las almas abatidas, den su apoyo a los débiles, sean sufridos para con todos.” (1 Tes. 5:11, 14) Aunque haya turbulencia alrededor de nosotros y las condiciones amenacen con hacer naufragar nuestra fe, con confianza podemos acudir a Jehová en busca de ayuda para capear la tempestad y no llegar a ser víctimas del desaliento. “Y de los apuros en que se hallan él los saca. Él hace que la tempestad de viento se detenga en calma, de modo que las olas del mar se quedan calladas. Y ellos se regocijan porque éstas se aquietan, y él los guía al puerto de su deleite. Oh, dense gracias a Jehová por su bondad amorosa y por sus maravillosas obras para con los hijos de los hombres.”—Sal. 107:28-31.
LAS PERSONALIDADES PUEDEN CAUSAR EL NAUFRAGIO DE LA FE DE UNO
14. ¿Cómo pueden las personalidades causar un naufragio de la fe de uno?
14 Los cristianos también afrontan el peligro de tener una colisión con compañeros cristianos de tal manera que como resultado naufrague su fe o la fe de otros. Además, las Escrituras advierten que unos cuantos de en medio de la congregación cristiana se desviarían de la fe y tratarían de ejercer influencia en otros para que siguieran tras ellos. Por otra parte, los cristianos confían y respetan a sus hermanos y hermanas probados y fieles y aprecian el acaudillamiento y ejemplo de sus pastores fieles, pero no deben permitir que lo que otras criaturas humanas hagan les resulte en tener “naufragio respecto a su fe.” Por lo tanto, al trazarse su rumbo es muy necesario que los siervos de Dios ejerzan cuidado para no permitir que las personalidades los afecten indebidamente o ejerzan indebida influencia en ellos.—1 Tim. 1:18, 19.
15. ¿Cómo describe Judas a algunos que podrían existir como amenaza en la congregación antes de ser expulsados?
15 Judas se refiere a algunos que se deslizaron furtivamente dentro de la congregación cristiana y trataron de tornar “la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para conducta relajada,” y los describe como “rocas escondidas bajo agua en sus fiestas de amor.” “Estos hombres son murmuradores, quejumbrosos respecto de su suerte en la vida, que proceden según sus propios deseos, y su boca habla cosas hinchadas, a la vez que están admirando personalidades en el interés de su propio provecho.” (Jud. 3, 4, 12, 16; compare con 2 Pedro, capítulo 2.) A esas personas, cuando se les descubre, se les despide o expulsa como personas que no merecen estar dentro de la congregación. Pero si alguien rechaza la verdad de la Palabra de Dios, y resulta ser un quejumbroso crónico a la vez que trata de ocultar su apostasía y extraviar a otros por medio de admirar personalidades, ¿deberíamos seguir a éste y salirnos de la verdad junto con él e ir a la destrucción? ¡Qué imprudente sería eso! ¡Cuide que su fe no naufrague por dar contra una de estas “rocas escondidas bajo agua”!
16. (a) Cuando un anciano nos ayuda a aplicar la Palabra de Dios, ¿qué actitud deberíamos mostrar? (b) ¿Qué actitudes contrastantes mostraron algunos de los discípulos de Jesús?
16 En contraste, cuando los pastores y maestros que hay dentro de la congregación se esfuerzan por ayudarnos a progresar en la verdad de la Palabra de Dios, ¿nos causan tropiezo las personalidades? A muchos que llegaron a ser discípulos de Jesús les gustaban algunas de sus enseñanzas, y se deleitaron al recibir alimento y curaciones milagrosos, pero, cuando se les dijo que tenían que ‘comer la carne del Hijo del hombre y beber su sangre,’ esto fue ofensivo y el resultado fue que “muchos de sus discípulos se fueron a las cosas de atrás y ya no andaban con él.” No se quedaron por suficiente tiempo como para recibir entendimiento sobre esta enseñanza vital.—Juan 6:48-69.
17, 18. (a) ¿Cómo mostraron los apóstoles la actitud correcta con relación a una enseñanza que pudiera ser difícil de aceptar? (b) ¿Por qué no fue razón para que los otros apóstoles titubearan en la fe el que Judas Iscariote fuera infiel? ¿Qué podemos aprender de esto?
17 Cuando la organización del “esclavo fiel y discreto” de Jehová suministra algún nuevo entendimiento que se basa en la Palabra de Dios, es posible que a veces tengamos alguna dificultad en entender
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