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  • Cómo la humildad puede serle salvaguarda
    La Atalaya 1976 | 1 de noviembre
    • IMPORTANTE APRENDER LA LECCIÓN

      17, 18. (a) ¿Por qué fue vital que los apóstoles aprendieran humildad? (b) ¿A qué contribuyó esa noche la actitud demasiado confiada de los apóstoles?

      17 Era importante que aprendieran esta lección de humildad. La mismísima vida de ellos estaba envuelta en la situación, así como las vidas del rebaño cristiano. ¿Por qué? Bueno, considere a qué contribuyó la actitud de ellos aquella noche. Jesús les advirtió: “A todos ustedes se les hará tropezar con respecto a mí.” Pero los apóstoles protestaron que esto jamás sucedería. Pensaban que estaban listos para cualquier contingencia, y por eso cada uno dijo: ‘Aunque muramos, jamás te repudiaremos.’ Y, en la réplica mordaz de Pedro, discernimos una fuerte insinuación de la rivalidad que existía entre ellos: “Aunque a todos los demás se les haga tropezar con respecto a ti, ¡nunca se me hará tropezar a mí!”—Mat. 26:31-35.

      18 Bueno, recordamos lo que sucedió. Todos los apóstoles le fallaron miserablemente a su Maestro. Fueron desatentos, descuidaron prestar atención a Sus instrucciones repetidas. Y finalmente huyeron atemorizados, dejando a Jesús ante la chusma que vino a arrestarlo. ¡Y Pedro negó tres diferentes veces hasta que conocía a su Maestro! Pedro, en substancia, había dicho: ‘Todos los demás quizás tengan debilidades en su fe, pero yo no... nunca te fallaré, Señor.’ Pero su actitud de demasiado confianza en sí mismo, de que “yo soy más fiel que ellos” contribuyó a que Pedro sufriera un terrible ruidoso estrellarse. ¡Qué importante es aprender la humildad! ¿Aprendieron los apóstoles con el tiempo?

      19, 20. (a) ¿Qué evidencia hay de que los apóstoles aprendieron la humildad? (b) ¿Cómo, manifiestamente, fue presidida la congregación cristiana primitiva, y qué indica esto en cuanto a la actitud de los apóstoles?

      19 Sí, aprendieron. La paciencia amorosa de Jesús para con ellos fue abundantemente recompensada. Una evidencia de esto es la manera franca y honrada en que registraron las enseñanzas de Jesús sobre la humildad. Podemos imaginarnos lo mal que deben haberse sentido al reflexionar sobre la manera en que habían obrado. No obstante, quisieron que otros sacaran provecho de sus errores y en particular de la excelente instrucción que Jesús les suministró. Más evidencia de que aprendieron bien la lección es su propio consejo que insta a la humildad. Por ejemplo, el apóstol Pedro escribió más tarde: “Todos ustedes sean de un mismo ánimo . . . humildes de mente.”—1 Ped. 3:8.

      20 Una evidencia más de que finalmente aprendieron humildad se encuentra en el libro bíblico de Hechos. Por su lectura podemos ver cómo los apóstoles trabajaron juntos en unidad para edificar la congregación cristiana. Ninguno de ellos buscó ambiciosamente prominencia o prestigio, ni obró como si fuese principal entre ellos, tratando de hacer que su palabra fuera ley. Más bien, manifiestamente un cuerpo de hombres, incluso hasta ancianos que no se contaban entre los apóstoles, decidía sobre asuntos importantes que afectaban a la congregación cristiana. El discípulo Santiago, medio hermano de Jesús, que no fue apóstol, evidentemente presidió cuando se tomó la decisión tocante a la circuncisión. (Hech. 15:6-29; 12:1, 2) Esto sugiere que pudo haber habido una alternación de ancianos presidentes, de modo que uno actuaba como presidente en una ocasión y otro en otra ocasión. Un espíritu de verdadera humildad se desarrolló entre los apóstoles.

      SE ENFATIZA LA LECCIÓN... ¿POR QUÉ?

      21. ¿Cómo recalcó el apóstol Pedro la importancia de la humildad?

      21 Al apóstol Pedro, años más tarde, le pareció necesario recalcar la importancia de la humildad, y lo hizo en la primera de sus cartas inspiradas que se conservan en el canon bíblico. En el 1 Ped. capítulo cuatro él menciona los sufrimientos por los cuales los cristianos pueden esperar pasar por su fidelidad a Dios, y entonces dice: “Por lo tanto, a los ancianos entre ustedes doy esta exhortación . . . Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia, no como obligados, sino de buena voluntad . . . tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño. . . . Pero todos ustedes cíñanse con humildad de mente los unos para con los otros, porque Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes. Humíllense, por lo tanto . . . Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien.”—1 Ped. 5:1-8.

      22. ¿Por qué, después de mencionar los sufrimientos de los cristianos, usó Pedro las palabras “por lo tanto” como introducción a la exhortación que dio a los ancianos?

      22 ¿Por qué dijo Pedro, después de mencionar los sufrimientos de los cristianos: “Por lo tanto, a los ancianos entre ustedes doy esta exhortación”? Es por razón de que si los ancianos carecen de humildad, esta actitud puede aumentar el sufrimiento y las cargas bajo los cuales los hermanos cristianos quizás ya estén laborando. Pero la actitud humilde de los ancianos es refrescante, y facilita el que los hermanos muestren aguante. (Isa. 32:1, 2) De modo que Pedro da a los ancianos la amonestación de ‘no enseñorearse de los que son la herencia de Dios, sino que se hagan ejemplos del rebaño.’

      23. (a) ¿Qué comentarios de Jesús pudieron haber influido en Pedro para que exhortara a los ancianos a no enseñorearse del rebaño? (b) ¿Con qué cualidad deben estar ceñidos los ancianos, y con qué resultados?

      23 Evidentemente Pedro se acordó de los comentarios de Jesús acerca de los gobernantes mundanos que “se enseñorean de ellas,” y que “ejercen autoridad sobre ellas,” y que él dijo: “Ustedes, sin embargo, no han de ser así.” (Mar. 10:42-44; Luc. 22:25-27) No, los ancianos cristianos no deben ser como los orgullosos fariseos que les decían a otros qué hacer, pero después estaban renuentes a levantar un solo dedo para hacer aquellas cosas ellos mismos. (Mat. 23:3, 4) Más bien, ellos deben poner el ejemplo; ellos mismos deben estar dispuestos a hacer todo lo que les piden a otros que hagan. Ellos, junto con todos los demás cristianos, deben ‘ceñirse con humildad de mente.’ En armonía con el significado de la palabra griega enkombumai, que se traduce en 1 Pedro 5:5 “cíñanse,” deben ‘atar [fuertemente] sobre sí mismos como por nudos’ esta humildad. Como resultado de eso, nunca se considerarán por encima de tareas humildes que no conlleven gran estimación, como el asear el Salón del Reino, ni por encima de participar en todos los rasgos de las actividades de predicar de la congregación cristiana.

      24. ¿De qué maneras podrían los ancianos enseñorearse del rebaño?

      24 Al mismo tiempo, los que se ciñen con humildad no se arrogan comodidades o privilegios especiales, como si merecieran mejores cosas que las que reciben otros. En las asambleas cristianas, por ejemplo, ¿no podría ser, realmente, enseñorearse de sus hermanos el que los ancianos se procuraran comidas especiales y las mejores asignaciones de trabajo, mientras que asignaran a sus hermanos lo que fuera inferior? O ¿sería poner el ejemplo para el rebaño el que pasaran a la cabeza de la fila de la cafetería y obtuvieran sus comidas antes de los que hubieran estado esperando por más tiempo? Es verdad que pudieran presentarse emergencias, debido a asignaciones de trabajo que encierren urgencia, en las cuales se hiciera necesario pasar a la cabeza de la fila de la cafetería o comer a una hora o en un lugar diferente de los que tienen los demás. Sin embargo éstos son asuntos acerca de los cuales pensar seriamente. ¿Por qué?

      25. (a) ¿Son superiores las personas que tienen aptitudes o privilegios de servicio especiales? (b) ¿Qué consejo, entonces, es vital que escuchen los cristianos?

      25 Entre otras razones, especialmente cuando una persona recibe autoridad puede inclinarse a pensar que es mejor persona que otras, más merecedora. Pero ¿lo es? Es posible que el individuo tenga ciertas aptitudes que lo califiquen para ser anciano cristiano y para encargarse de parte del funcionamiento de una asamblea, pero estas aptitudes no hacen del individuo una persona superior. (1 Tim. 3:1-7) Jehová Dios no considera al anciano, ni a ninguna otra persona humana que tenga aptitudes especiales, como superior a sus hermanos. ¡Qué importante es, por lo tanto, que la persona esté escuchando el consejo de Dios de desplegar “humildad de mente” “considerando . . . que los demás son superiores”! (Fili. 2:3) Este estado de ánimo de humildad salvaguarda al cristiano del terrible ruidoso estrellarse que puede acarrear el orgullo.—Pro. 16:18; 18:12.

      26. ¿Cómo puede poner en peligro al rebaño la falta de humildad por parte de los ancianos?

      26 También, esta actitud humilde del anciano cristiano protege al rebaño. Fácilmente se puede hacer que las “ovejas” tropiecen y se alejen de la congregación cristiana si los ancianos se arrogan privilegios especiales, buscan prestigio o prominencia, o de otras maneras muestran un espíritu orgulloso, altivo. Este es el consejo urgente de la Palabra de Dios: “En cuanto a mostrarse honra los unos a los otros lleven la delantera.” (Rom. 12:10) Pero si el rebaño ve que los ancianos, que supuestamente sirven de ejemplo, se honran a sí mismos con lo mejor de las cosas y obran de una manera arrogante, despótica, ¿qué efecto tendrá eso en el rebaño? El rebaño no puede menos que resultar perjudicado. Se añade a los sufrimientos que aguantan por ser cristianos, y esto podría resultar en desastre.

      27. ¿Cómo pueden los ancianos mantener su juicio e impedir que el Diablo los devore a ellos y al rebaño?

      27 ¿Sorprende, entonces, que el apóstol Pedro advirtiera: “Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien”? Si un anciano cristiano cultiva un espíritu orgulloso, altivo, puede abrirle paso al Diablo para que logre devorarlo, y también devore a miembros del rebaño. Por eso, ancianos, traten de evitar hasta la apariencia de ser arrogantes o superiores. Cíñanse con humildad. Sean abordables, bondadosos, tiernos y compasivos, como cuando una madre que cría acaricia a sus propios hijos. (Efe. 4:32; 1 Tes. 2:7, 8) Siempre acudan al ejemplo y las enseñanzas de Jesucristo, y esmérense en imitarlo.—Fili. 2:5-8.

      28. ¿Qué magnífica expectativa hay para el futuro, y dónde obtenemos un goce anticipado de esto?

      28 Piense en lo magnífico que será cuando todas las personas que vivan desplieguen humildad mental y consideren que las demás son superiores a ellas. ¡Qué refrigerio y paz habrá! Aun ahora, dentro de la congregación cristiana, estamos recibiendo un goce anticipado de esta bendición de estar asociados con hombres, mujeres y niños humildes y altruistas. ¿No nos sentimos estimulados, entonces, a ceñirnos con humildad? Puede salvaguardarnos, al impedir que seamos devorados por el Diablo, y ayudarnos a pasar con vida a través de la “grande tribulación” y a vivir eternamente en el justo nuevo orden de Dios que se aproxima a pasos agigantados.—Sal. 133:1-3; Rev. 7:9-14.

  • La Biblia hace percibir una necesidad espiritual
    La Atalaya 1976 | 1 de noviembre
    • La Biblia hace percibir una necesidad espiritual

      ● A veces la lectura de solo unos cuantos versículos de las Santas Escrituras puede hacer que uno perciba su necesidad espiritual.

      Por ejemplo, en las Filipinas había una señora que jamás había leído la Biblia. Cuando ella era joven su padre había obtenido una Biblia que le dio cuando ella se casó. Más tarde, mientras la señora trabajaba en la joyería de su esposo, se le acabó el papel de envolver y por eso empezó a usar páginas de su Biblia con ese propósito. Continuó haciendo esto hasta que un día se quedó pasmada al ver en una página el nombre “Jehová,” todo en letras mayúsculas. Leyó más y quedó impresionada por la declaración de que a los inicuos se les destruye por no conocer a Jehová.

      Después de eso aquella señora conservó lo que le quedaba de la Biblia y se puso a leerla con regularidad. En una ocasión, mientras vendía joyas de casa en casa, se encontró con un grupo de personas que estudiaban la Biblia con un testigo de Jehová. Invitó al Testigo a ir a su casa para estudiar la Biblia con ella. Ahora tanto ella como sus cuatro hijos están sirviendo a Jehová. Verdaderamente la Biblia había hecho percibir una necesidad espiritual, con buenos resultados.

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