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Ciro, hombre de papel proféticoLa Atalaya 1977 | 15 de marzo
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de la columna en la cual termina el Isa. capítulo 39 en ese rollo. Escritores bíblicos inspirados del primer siglo E.C. atribuyeron a Isaías material de esta última parte, así como de la primera parte, del libro que lleva su nombre. (Isa. 42:1-4; 53:1; Mat. 12:17-21; Rom. 10:16) De ese modo atribuyeron toda la profecía a un solo escritor, Isaías.
Prescindiendo de las fechas que los críticos traten de asignar a partes de Isaías, no pueden negar que contiene profecías que se cumplieron mucho después de haber sido puestas por escrito. Por ejemplo, hay la profecía que declara que Babilonia llegaría a estar tan desolada como Sodoma y Gomorra, un lugar que jamás sería habitado y donde ni siquiera los pastores llevarían a pacer sus rebaños. (Isa. 13:19, 20) Cuando el Rollo del Mar Muerto estaba siendo copiado de un manuscrito anterior, Babilonia todavía existía, y aparte de la profecía bíblica, no había indicación alguna de que la ciudad llegaría a ser un yermo desolado. Pero hoy las ruinas en desmoronamiento de la Babilonia antigua dan testimonio de que la profecía se ha cumplido con exactitud.
Por lo tanto, queda demostrado que las teorías de los hombres que quisieran negar que Ciro haya cumplido o desempeñado un papel profético son infundadas. En realidad se puede confiar en la Palabra de profecía de Dios. Esto debería movernos a querer investigar esa Palabra, y asegurarnos de que tanto conozcamos lo que dice como estemos viviendo en armonía con ello.
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El libro de Santiago... exhortación al cristianismo prácticoLa Atalaya 1977 | 15 de marzo
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El libro de Santiago... exhortación al cristianismo práctico
EL CRISTIANISMO verdadero es práctico. No se trata simplemente de creer o alegar que se es cristiano. Se trata de HACER la voluntad de Dios en imitación de Jesucristo. Cristo enfatizó este hecho tanto por ilustración como por sus palabras claras: “¿Por qué, pues, me llaman ‘¡Señor! ¡Señor!’ pero no hacen las cosas que digo?” Se pudiera decir que el hacer realmente la voluntad de Dios es el tema del libro de Santiago, pues en él se recalca la importancia de las obras y la conducta cristianas.—Luc. 6:46-49.
¿Quién fue este Santiago? Ciertamente no fue el apóstol Santiago, hijo de Zebedeo, pues ese Santiago fue martirizado bastante pronto. (Hech. 12:2) Las circunstancias que describe Santiago sugieren una fecha muy posterior.
Jesús tuvo un medio hermano llamado Santiago que, junto con sus hermanos, se hizo creyente después de la muerte y resurrección de Jesús. (Hech. 1:14) Después de Su resurrección, Jesús se le apareció especialmente a este medio hermano Santiago. (1 Cor. 15:7) No hay duda de que éste también es el Santiago que era una de las “columnas” preeminentes en la congregación cristiana primitiva. (Hech. 12:17; 15:13; 21:18; Gál. 1:19; 2:9, 12) Pero si este Santiago era medio hermano de Jesús, ¿por qué no lo dice en su carta? Sin duda por modestia. ¿No
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