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  • ¿Es posible aprender acerca de Dios?
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1977
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1977
w77 15/4 págs. 246-247

¿Es posible aprender acerca de Dios?

ES UN hecho de aceptación general que si hay un Dios que haya creado el universo, tiene que ser invisible y muy superior al hombre. ¿Significaría esto que no hay manera de que las criaturas humanas puedan comprenderlo? ¿Es tan sublime Dios que le importe poco o nada el hombre que puso en la Tierra? ¿Es imposible saber por qué estamos aquí nosotros, los individuos humanos, y por qué suceden las cosas como suceden, o podemos averiguar lo que Dios tiene pensado para nosotros?

Sí, podemos averiguarlo. Ante todo, tenemos evidencia de Dios en la creación que nos rodea. Uno de los escritores de la Biblia llamó atención a este hecho, diciendo: “Porque sus cualidades invisibles [las de Dios] se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se perciben por medio de las cosas hechas.” (Rom. 1:20) Al considerar la creación del universo, y esta Tierra con la vida que hay en ella, vemos una manifestación de tremendo poder, así como de sabiduría sobresaliente. También, podemos discernir gran amor por parte del Creador por la manera en que las cosas se combinan en su funcionamiento para sustentar la vida, y para hacer que podamos disfrutar de la vida. El observar estas cualidades en el Creador debería hacer que nos atrajera el aprender más acerca de él.

Otra cosa que muestra claramente que Dios se interesa en nosotros y desea que vivamos de un modo que sea provechoso es el hecho de que le ha dado a todo hombre una conciencia que constantemente sirve de monitor para sus decisiones y acciones, para ayudarle a tomar un camino recto, moral. Además, todos tenemos el deseo natural de averiguar acerca de nosotros mismos, por qué estamos vivos en la Tierra y cuál será nuestro futuro. En los hombres hay también un impulso innato de adorar a alguien. ¿Pudiera haber lógica alguna en pensar que un Dios inteligente no permitiría que su creación inteligente adquiriera conocimiento acerca de él? De ninguna manera.

Note lo que el apóstol Pablo dijo tocante a esto al hablar a un auditorio reunido en el Tribunal del Areópago en Atenas. Habló del propósito de Dios de que los hombres “buscasen a Dios, para ver si a tientas le buscaban y le hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros.”—Hech. 17:27, Biblia de Jerusalén.

De modo que no es difícil hallar a Dios. Él hizo que la Biblia se escribiera en lenguaje sencillo que se comprende fácilmente. Su Hijo dijo: “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.” (Mat. 7:7, BJ) Esta promesa le da a usted la seguridad de que, cuando partes de la Biblia se le hacen difíciles de comprender, puede recibir ayuda. Pero primero es necesario que realmente tenga el deseo de saber acerca de Dios y su propósito, entonces tiene que pedirle a Dios y mostrar su deseo sincero por medio de examinar la Biblia. Puede estar seguro de que Dios quiere ayudarle y le ayudará a comprender y emprender el derrotero dador de vida. Dice la Biblia: “El SEÑOR es bueno y recto; por eso les enseña a los pecadores el camino por donde deben ir. Si hay un hombre que tema al SEÑOR, se le mostrará la senda que debe escoger. El SEÑOR confía sus propósitos a los que le temen.”—Sal. 25:8, 12, 14, New English Bible.

Por parte de Dios mismo, su interés es tan grande que ha enviado a ciertas personas a ayudar a otras a aprender de él, aunque ha tenido que tolerarlas a través de muchas dificultades. Entre éstas descuella el propio Hijo de Dios, Jesucristo, que fue sumamente vigoroso en anunciar a otros los propósitos de Dios e instruirlos en ellos. Más que eso, Jesús experimentó la mayor oposición y persecución de parte de sus propios coterráneos, aunque algunos de ellos se hicieron discípulos suyos. Estos discípulos, a su vez, experimentaron toda clase de penalidades, privaciones, frío, hambre, hasta naufragio, por las buenas nuevas. Pero mostraron fidelidad en dar a conocer el propósito de Dios de suministrar un gobierno justo que ha de regir sobre la Tierra, y dará salud y vida a la humanidad.—2 Cor. 11:24-27.

Este ayudar a la gente a aprender acerca de Dios... ¿deberíamos esperar que viniera de los líderes del mundo o por medio de los principales conductos de noticias del mundo? No. Y los hechos confirman esta conclusión. Los líderes del mundo, en vez de reconocer las promesas de Dios y anunciar que el propósito de Su Reino es ponerle fin a la injusticia y el sufrimiento, abogan por medios políticos, comerciales y científicos de curar los males del mundo. Las personas a quienes les permiten prominencia a la vista del público dan su apoyo a esas miras mundanas. Por lo tanto, estos conductos no suministran ayuda para aprender acerca de Dios.

¿De dónde viene ayuda para conocer a Dios, lo cual, como dijo Jesús, era esencial? Él declaró: “Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, solo Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú enviaste.” (Juan 17:3, Versión Moderna) Al leer la Biblia usted notará que, en su mayor parte, Dios usó como agentes suyos a hombres comunes, que carecían de prominencia mundana. Dos de los apóstoles preeminentes, Pedro y Juan, fueron interrogados por los líderes judíos, los sacerdotes, los ancianos y los versados en la ley que gobernaban a aquella nación. Cuando los apóstoles se expresaron con inteligencia al responder, dice el relato: “Cuando las autoridades vieron la confianza con que hablaban Pedro y Juan, y se dieron cuenta de que eran hombres sin estudios y de la gente común, se admiraron; entonces reconocieron que eran de los que habían andado con Jesús.” (Hech. 4:13, Versión Popular) Sí, aunque de ninguna manera eran hombres prominentes, habían recibido educación por medio de Jesucristo y por ello conocían a Dios y podían explicar Sus propósitos a otros.

Educación en el conocimiento de Dios es lo que Dios está poniendo a disposición de la gente. Personas que han deseado tal educación y que han acudido a la Biblia por ella se ocupan en este programa docente. No lo están haciendo tanto como un deber, sino de buena gana, y ciertamente no están buscando ganancia material, pero se sienten felices por haber averiguado que Dios verdaderamente nos quiere. (Sal. 110:3) Han aprendido que él tiene propósitos provechosos para la humanidad, y promete librarlos de la opresión, la inseguridad, la enfermedad y la muerte. Por eso, desean decir eso a otros.

Este provechoso trabajo educativo es lo que están efectuando los testigos de Jehová. Ellos pueden ayudar al buscador sincero a aprender lo que Dios tiene pensado para la humanidad. Usted puede empezar a aprender por medio de leer la Biblia, y por medio de obtener la ayuda gratuita de estas personas, que son estudiantes sinceros de la Biblia. Puede ser que usted tenga una mente humilde e investigadora, como la tuvo aquel hombre del primer siglo que estaba leyendo la Biblia y a quien habló uno de los discípulos de Cristo. El discípulo le preguntó: “¿Entiendes lo que estás leyendo?” “El hombre le dijo: —¿Cómo lo voy a entender, si no hay quien me lo explique?” El discípulo, de nombre Felipe, en un estudio bíblico ayudó al hombre a entender claramente lo que estaba leyendo. (Hech. 8:30-35, VP) Usted puede aprovechar ayuda como ésa, sin costo alguno. El conocimiento que puede recibir al entender lo que Dios tiene pensado puede renovarle su esperanza, y darle tranquilidad de ánimo y un propósito en la vida.

[Comentario de la página 246]

“[Dios] no está muy lejos de cada uno de nosotros.”—Hech. 17:27.

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