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  • Efectuando lo que nos corresponde para promover una feliz vida de familia
    La Atalaya 1978 | 1 de febrero
    • seriamente en la casa cristiana es el de tomar la posición de cabeza que Dios le ha dado. Muchas veces las esposas se quejan de que sus esposos simplemente rehúsan tomar decisiones y les dejan todo a ellas. Por supuesto, a veces ése es el derrotero más fácil, el de afrontar la menor resistencia posible. Pero, esposos cristianos, ¡eso es eludir delante de Jehová la responsabilidad que Dios les ha dado! Dios y su Palabra requieren que el esposo cristiano tome la delantera como el que ha sido asignado a ello en el arreglo teocrático de las cosas.

      12. (a) ¿Por qué el asumir las responsabilidades de la jefatura de cabeza en la familia no le producen felicidad a la mujer? (b) ¿Es esto una degradación de su posición, que la haga inferior al esposo?

      12 Cuando un esposo deja que las cosas vayan sin dirección, cuando no lucha con el tomar las decisiones pertinentes, y su esposa tiene que asumir esa responsabilidad, el resultado es infelicidad. Ante todo, aunque hay mujeres que pierden a sus esposos y tienen que guiar a la familia en lugar del hombre, la mujer está mucho mejor equipada para dar apoyo como mujer casada que para asumir el papel de cabeza de familia. Así es como Dios la hizo. Fue creada en el principio como complemento del hombre, como su socia, y éste es el papel más feliz para ella. ¿Recuerda usted lo que Jehová dijo cuando al hombre se le hizo patente que no había ninguna compañera para él entre todas las demás criaturas de la Tierra? El registro dice: “Y pasó Jehová Dios a decir: ‘No es bueno que el hombre continúe solo. Voy a hacerle una ayudante, como complemento de él.’” (Gén. 2:18) De modo que la mujer sería una ayudante para el hombre. El ocupar esa posición la mujer es ocupar una posición ensalzada. Hablando de Jesús antes de su existencia humana, y con el título de la sabiduría, el libro de Proverbios dice que él estaba al lado de Jehová como un “obrero maestro.” (Pro. 8:30) Por eso, esposos, obren o trabajen con sus esposas como ayudantes preciosos, consultando con ellas, consiguiendo sus puntos de vista y opiniones, y entonces lleven la delantera en la casa en tomar las decisiones importantes. El que ustedes procedan así puede resultar en verdadera felicidad en el vínculo matrimonial. Esto no significa que usted mismo tenga que hacerlo todo, pero recuerde que es a usted como cabeza que su casa acude por dirección en cuanto a lo que se ha de hacer y quiénes han de hacerlo. El que ustedes trabajen juntos hará una bendición tanto de la jefatura de cabeza como de la sujeción en el vínculo matrimonial.

      LA SUJECIÓN DE LA ESPOSA

      13. ¿Es la sujeción bíblica de la mujer a su esposo esclavitud abyecta? Dé razones para su respuesta.

      13 Pasando ahora al tema quizás algo delicado de la sujeción de la esposa al esposo, primero dirijámonos a las palabras de Pablo a la congregación de Éfeso sobre este asunto. Pablo dijo: “Que las esposas estén en sujeción a sus esposos como al Señor.” Y el apóstol Pedro escribió: “De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos.” (Efe. 5:22; 1 Ped. 3:1) Para muchas mujeres ésas son ‘palabras de combate’ en el mundo actual de la liberación femenina. Pero de ninguna manera tiene que ser así. Si una mujer verdaderamente ama a su esposo y su esposo satisface los requisitos que lo califican como esposo cristiano, algunos de los cuales se consideran en este artículo (aunque de ninguna manera hemos entrado en todo aspecto de la situación), entonces para ella pudiera ser un placer el estar en sujeción a él. Eso no es esclavitud abyecta. Más bien, es desempeñar el papel que Dios le ha dado a ella, lo cual resulta en su felicidad y gozo. ¿Qué, precisamente, puede hacer la esposa cristiana para que haya un matrimonio feliz?

      14. (a) ¿Por qué pudiera ser que algunas esposas tuvieran un problema en cuanto a mostrar sujeción bíblica a sus esposos? (b) ¿Por qué se puede aplicar también a las mujeres que tienen esposos creyentes el consejo de Pedro en 1 Pedro 3:2?

      14 Pudiera ser que se requirieran algunos cambios en su personalidad, tal como el esposo quizás tuviera que efectuar algunos cambios. Si la mujer tiende a ser independiente, bien capacitada para cuidarse a sí misma, pudiera descubrir que no es tan fácil estar en sujeción a un esposo. Pudiera tener que hacer algunos ajustes en su modo de pensar, hasta cambios drásticos en algunos casos, para efectuar lo que le corresponde con el fin de lograr una unión feliz. Si tiene un esposo que hasta ahora no haya mostrado la consideración que a ella le gustaría ver, ella tiene la oportunidad de hacer esfuerzos para que eso mejore. El apóstol Pedro dijo que las mujeres que tenían esposos incrédulos podían ayudar a sus esposos si esas esposas, por su conducta casta junto con profundo respeto, mostraban sujeción cristiana a sus esposos. (1 Ped. 3:2) En vista de eso, el asunto debería ser mucho más fácil de manejar si el esposo fuera un cristiano dedicado y bautizado, que estuviera trabajando junto con su esposa en el servicio de Jehová.

      15. ¿Cómo puede la esposa ganarse la aprobación de su esposo en su papel de ama de casa?

      15 Hay muchas maneras en que las esposas pueden ganarse a sus esposos. Puede ser por la manera en que mantengan el hogar. Si se le mantiene limpio y aseado, eso puede contribuir mucho a estimular al esposo a desempeñar apropiadamente su papel. ¿Se complace la esposa en su papel de ama de casa? Cuando los amigos de su esposo vienen de visita, ¿está orgulloso él del hogar en el cual los hace entrar? Eso es algo en lo cual pensar. Si un hogar está desarreglado, con los trastos sucios de ayer en el fregadero y gruesas capas de polvo sobre los muebles, y una impresión general de desaliño salta a la vista de los que visitan, esto puede detraer de la felicidad del matrimonio. No hay que decir que a veces los esposos mismos pueden ayudar en estos asuntos al mantener nítidas las cosas. Pero en este momento estamos hablando de maneras de ayudar a su esposo para que él pueda estar orgulloso de usted como esposa amorosa y devota.

      16. Si se le confía el presupuesto de la familia, ¿qué responsabilidad tiene la esposa?

      16 También hay que considerar el presupuesto de la familia. ¿Se esfuerza usted por mantenerse dentro de sus recursos financieros? Si su esposo le confía las finanzas para el funcionamiento del hogar, obtener los comestibles y pagar las cuentas domésticas, ¿se esfuerza usted por mantenerse dentro de su presupuesto, sin esperar que pueda hacerse una despilfarradora porque él se presentaría con más dinero si se necesitara? Por otra parte, innecesario es decir que el esposo debe tratar de suministrar suficientes fondos para el presupuesto de la familia. Y en los casos en que se tienen que hacer algunas economías, ambas partes de la relación matrimonial deben trabajar juntas en el interés común de la familia.—Pro. 31:10-31.

      17. ¿De qué maneras puede una esposa mostrar interés en las responsabilidades de su esposo (sin entremeterse en campos que él quizás tenga que mantener en confidencia) y así mantener francas las vías de comunicación?

      17 El mantener francas las vías de comunicación con su esposo también es importante. Por otra parte, esto no recae solo en la esposa, sino que ambos tienen que trabajar en ello. Pero hay ciertas cosas que una esposa puede hacer y que son útiles, sin que inquiera en cuanto a asuntos que quizás sean de índole privada si su esposo tiene responsabilidades en la congregación. Ella se puede esforzar por envolver a su esposo en conversación acerca del trabajo que él ha hecho durante el día, quizás problemas que él pueda compartir con ella, y ella puede contarle a él acerca de su día en la casa con los hijos, o de su actividad al testificar acerca del Reino. Es este interés en la vida de uno y del otro lo que funciona como una bendición y trae felicidad en el círculo de la familia.—Pro. 16:24.

      18. Mencione otros problemas que estorban la unidad de la familia que todavía se pueden considerar.

      18 Hasta ahora hemos tratado de dos campos o esferas principales en la promoción de la unidad en la familia, la de la jefatura de cabeza del esposo bajo el arreglo de cosas de Dios, y la de la sujeción apropiada de la esposa, como se traza en la Biblia para las esposas. Pero hay muchos otros campos que necesitan nuestra atención cuando consideramos la vida familiar. Por ejemplo, hay los problemas del cónyuge que irrita con sus quejas y regaños constantes, de disciplinar a los hijos, y también de la relación marital, a la que el apóstol Pablo se refiere como rendir lo que se le debe a cada cónyuge en la vida íntima de cada cónyuge con el otro. (1 Cor. 7:3-5) Hay interés envuelto en una consideración de estos asuntos, y por eso el artículo siguiente abarcará estos puntos con mayores detalles para nuestro provecho.

  • Trabajando juntos para la unidad de la familia
    La Atalaya 1978 | 1 de febrero
    • Trabajando juntos para la unidad de la familia

      1. (a) ¿Qué clase de expresiones y actitudes quieren evitar las familias cristianas? (b) ¿Cuál es el buen consejo de Colosenses 4:6?

      “¡TE LO DIJE!” “¡Nunca me escuchas!” “¿No te dije que pasaría eso?” Con demasiada frecuencia esas expresiones se hacen parte de las discusiones de familia entre los cónyuges y sus hijos. Se dicen con un tono de disgusto cuando algo no ha salido bien y ha sido idea del otro cónyuge. El sabio escribió: “Mejor vivir solo en el desierto que con una esposa regañona y de mal genio.” (Pro. 21:19, New English Bible) Lo mismo se puede decir de vivir con un esposo regañón y de mal genio. Un diccionario define así la palabra “regañón” o “regañona”: “Dícese de la persona que tiene costumbre de regañar sin motivo suficiente.” Esta forma de irritación ciertamente no debe existir en la casa o familia cristiana. Ambos socios en el arreglo matrimonial deben guardarse de ello. Hay buen consejo para todos nosotros en las palabras del apóstol a la congregación de Colosas: “Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno.” (Col. 4:6) El responder uno de esa manera a su cónyuge ciertamente resultará en bendición para los dos cónyuges.

      2. ¿Cómo se dio información oportuna sobre la bondad a los lectores de esta revista en el pasado?

      2 Poco tiempo atrás, en las páginas de esta revista se publicó un artículo que trató de la bondad. Entre otras cosas dijo lo siguiente: “Los que afirman que son cristianos quieren vigilar que su bondad no sea menor que la bondad . . . que a veces muestran personas que no alegan ser siervos de Dios. . . . Vemos y leemos acerca de actos de extraordinaria bondad humana que, en contraste, quizás revelen menos bondad por parte de algunos que afirman ser siervos dedicados de Dios.” ¡Qué triste, verdaderamente, sería el que, en nuestro círculo familiar de adoradores dedicados de Jehová, no nos mostráramos bondad unos a otros en el trato!

      3. ¿Cómo aplica el término “igual manera” al modo en que los esposos deben tratar a sus esposas?

      3 A los esposos, el apóstol Pedro da este excelente consejo sobre mostrar interés apropiado en sus esposas: “Ustedes, esposos, continúen morando con ellas [sus esposas] de igual manera de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil, el femenino, puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de que sus oraciones no sean estorbadas.” (1 Ped. 3:7) Los trazos de la “igual manera” a la cual alude Pedro se dan en sus

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