Cambiando personalidades en el paraíso de Kenia
MILLONES de turistas han utilizado a Nairobi, capital de Kenia, como el punto de partida para sus safaris. Van a los parques y cotos nacionales en búsqueda de leones, elefantes, rinocerontes, leopardos y otras criaturas fascinantes en su ambiente natural.
El león, el más grande de los carnívoros, es una atracción principal para los que van en estos safaris. Para muchos la emoción de un safari es el ver a esta bestia majestuosa acechar, atrapar y devorar una presa de los animales de caza de las llanuras pacíficas. En vista de este espectáculo, las profecías bíblicas que se encuentran en el capítulo 11 de Isaías, donde se pinta al león comiendo paja como el toro y yaciendo en paz con otros animales, de veras pueden parecer extrañas.
Sin embargo, un cambio espiritual en personalidades humanas que es más notable todavía está efectuándose hoy en relación con personas sinceras que, al aprender la verdad de la Biblia, están entrando en un paraíso espiritual, donde descartan anteriores rasgos agresivos a favor de ponerse personalidades que se caracterizan por calma y bondad. Esta transformación se ha repetido muchas veces en unas noventa congregaciones de testigos de Jehová en Kenia. Y, en el nuevo orden de Dios, se puede esperar que hasta los animales salvajes más malignos sean domados, y vivan en paz junto con la humanidad y toda la demás creación de Dios en la Tierra.
A continuación se da un ejemplo de “domar” la personalidad:
Un joven, de una zona cafetalera cercana a Nairobi, había llevado la vida aventurera de un vagabundo y efectuado diferentes trabajos, entre ellos trabajo de tendero, atrapador de víboras y cantinero. Peleaba con los policías, promovía abortos ilegales, golpeaba a muchas personas, y tenía un largo registro de arrestos. Un día pensó que su patrón lo había maltratado y decidió “sacarle los ojos,” y hasta denodadamente anunció esto a sus vecinos. Una vecina, una testigo dedicada de Jehová, le hizo recobrar el juicio con su respuesta: “Si estuvieras estudiando la Biblia serías feliz y no querrías hacer una cosa tan mala a tu patrón.” Feliz... ¡eso era lo que él quería ser! Su pregunta: “¿Cómo?” resultó en un estudio bíblico. Cuando se bautizó en la Asamblea de Distrito “Servicio Sagrado” de los Testigos de Jehová, dijo: “Desde entonces jamás he tratado de hacerle nada malo a mi patrón ni a ninguna otra persona. Les digo que me siento muy feliz ahora.”
¡Verdaderamente un notable cambio de personalidad!
PRIMEROS DESAFÍOS
Allá en 1956, los primeros misioneros de los testigos de Jehová que entraron en este hermoso país se enfrentaron a muchos desafíos mientras se esforzaban por ayudar a la gente a conseguir conocimiento bíblico exacto que la condujera a ‘vestirse de la nueva personalidad cristiana.’ (Col. 3:10) A diferencia de muchos otros países africanos, Kenia es una amalgamación de personas cuyos rasgos, costumbres y lenguajes pueden carecer por completo de relación. Emigraciones desde el valle del Nilo, la región forestal del África central y la península arábiga reunieron a personas que posiblemente son tan diferentes como los ucranios y los esquimales, o los finlandeses y los españoles. Kenia es el hogar de más de cuarenta tribus, sacadas de cuatro agrupaciones básicas... bantú, nilocamítica, nilótica y camítica. Además de la gran población, ahora de aproximadamente catorce millones de personas que hablan unas docenas de lenguajes diferentes, había problemas de costumbres tribuales, analfabetismo, inmoralidad, y la manera de establecerse en viviendas dispersas en las cuales la mayor parte de las personas viven separadas unas de otras en casas rodeadas de sus campos.
Las religiones de la cristiandad, con una gran variedad de iglesias, habían establecido misiones en gran parte del centro y el occidente de Kenia. A lo largo de la faja costera la influencia arábiga había esparcido la religión islámica. Otros pueblos, resistiendo toda influencia exterior, retuvieron sus formas tradicionales de adoración.
Para ayudar a la gente a conseguir conocimiento bíblico, los testigos de Jehová han utilizado su bien conocido método de testificación de casa en casa así como la página impresa. Se ha hecho disponible información para el estudio de la Biblia en la “lingua franca” del África oriental, el swahíli, y cuatro lenguajes principales de Kenia.
CAMBIOS DE PERSONALIDAD ENTRE DIVERSOS PUEBLOS
El pueblo bantú de Wakamba, que habita las colinas y llanuras cultivadas al este de Nairobi, es conocido por sus excelentes entalladuras de madera, su tradicional apego a la tierra y el ganado vacuno, y el hecho de que solían vivir en poligamia. Sin embargo, la actividad misional temprana de los testigos de Jehová resultó remuneradora aquí, pues actualmente hay diecinueve congregaciones activas en esta zona. Muchos proclamadores de las “buenas nuevas” en función de “precursores especiales” han provenido de entre estas personas alegres, que se expresan hábilmente en canción y baile. Considere esta experiencia:
Un Testigo, que ahora por varios años ha rendido servicio de ministro viajante y ha preparado el camino para otros como precursor en nuevos territorios, tuvo que efectuar muchos cambios en su personalidad. Habiendo observado el mal ejemplo de las personas mayores que afirmaban ser cristianas, y careciendo de apropiada dirección bíblica, a los trece años de edad estaba ya impregnado de los vicios de la inmoralidad, el robo, el fumar y la afición a las drogas. Dos ex-condiscípulos lo pusieron en contacto con la verdad, y la transformación que había acontecido en la vida de éstos dio apoyo vivo a sus palabras. Para asombro de la gente de aquella zona, rehízo su mente, transformó su personalidad, y llegó a ser una persona limpia, respetable y pacífica, que contribuye al desenvolvimiento moral de la comunidad.
En las fértiles tierras altas al oeste del valle de la Gran Grieta, alfombras verdes de plantíos de té decoran el distrito rural. La gente vigorosa de esta zona, que pertenece al grupo nilocamítico conocido como kalenjines, eran feroces guerreros en tiempos pasados. Hoy ostentan igual orgullo por el hecho de que algunos de los más famosos y airosos corredores de largas distancias del mundo vienen de entre ellos. Muchas de sus antiguas costumbres permanecen intactas, entre éstas unas largas ceremonias de iniciación con ritos de circuncisión y mucha instrucción en las tradiciones y costumbres de la tribu. La siguiente experiencia ilustra cómo va progresando la verdad bíblica entre estas personas:
En 1968 un hombre se perturbó al ver el nombre divino, Jehová, en una de las publicaciones de los testigos de Jehová. Examinando en la Biblia el texto de Salmo 83:18, se dio cuenta de que su religión católica le había ocultado ese nombre. Lleno de dudas, le confesó a su sacerdote que había leído una publicación que explicaba la Biblia. El sacerdote lo condenó fuertemente y oró por “sus pecados” en latín y le aclaró al hombre que tendría que continuar su búsqueda de la verdad bíblica en otra parte. El hombre no halló a ningún Testigo en aquellos lugares, pero notó sus publicaciones en la tienda de un conocido. Aunque el tendero le permitió examinar los libros allí en la tienda, él atesoraba los libros y no estaba anuente a prestarle ninguno. Algún tiempo después nuestro joven amigo llegó a poseer el libro De paraíso perdido a paraíso recobrado, el cual claramente le ayudó a ver la verdad en cuanto al nombre de Dios, así como el error de la confesión como la practica su religión. (Éxo. 6:2, 3; Isa. 42:8; 1 Tim. 2:5) Aun antes de siquiera haber conocido a un Testigo, decidió cortar todo vínculo con su iglesia. Poco después de eso, se enteró de que una mujer que se había mudado a aquella vecindad estaba “predicando una religión rara.” Fue a buscarla, descubrió que era Testigo, obtuvo el libro La verdad que lleva a vida eterna y lo leyó por completo en solo tres días. Durante su estudio bíblico se enfrentó a mucha oposición de parte de sus padres, amigos y vecinos anteriores, pero con el tiempo pudo ayudar hasta a algunos de estos opositores a empezar a estudiar la Biblia. Hoy es un proclamador “precursor” de las “buenas nuevas,” que señala a otros la verdad, que, mientras tanto, ha sido aceptada también por su amigo el tendero.
Avanzando más hacia el oeste, llegamos a las mismísimas orillas del hermoso lago Victoria y la zona nativa del único pueblo nilótico de Kenia, los lúos. Los lúos, que emigraron desde el valle del Alto Nilo, tienen una serie de ceremonias de iniciación en las cuales algunos jóvenes se someten a la remoción de dos o más dientes de la mandíbula inferior a fin de demostrar su valentía. Los extensos ritos de entierro y duelo son expresión de una vigorosa creencia en que pueden comunicarse con sus antepasados muertos. En 1965, en Kisumu, central de operaciones de aquella zona, y la tercera ciudad entre las de mayor tamaño en Kenia, un funcionario gubernamental se enteró de la verdad de la Biblia por primera vez por lo que le dijo un compañero de trabajo. Aunque él mismo no empezó a estudiar la Biblia en serio, siempre tenía un saludo amigable para los Testigos que pasaban por su oficina. Transcurrieron más de diez años, pero ¡cuánto se alegró cuando simbolizó su dedicación mediante bautismo en agua el año pasado! Por su gozo, pidió el privilegio de pagar el costo de alquilar el salón donde se celebró la asamblea de circuito la semana en que se bautizó. En corto tiempo ha ayudado a otras personas cercanas a él, entre ellas a su esposa, a ver la verdad y rehacer su mente.
Habitantes del terreno alto al nordeste del lago Victoria hasta el pie del monte Elgon, de 4.322 metros de altura, son los abaluhyas, un nombre colectivo que se da a un grupo grande de pueblos bantúes. Estas personas están aceptando las buenas nuevas con profundo aprecio. El año pasado, en una aldea que casi está sobre el ecuador, en esta zona occidental, un joven de quince años de edad venció mucha oposición y dedicó su vida a Jehová. Luego se enteró de que tres meses después se celebraría la asamblea “Servicio Sagrado” en Nairobi, a 340 kilómetros de distancia, y buscó un trabajo que le permitiera ganar dinero para el viaje. El superintendente presidente de la congregación llegó a ser su ‘banco de ahorros.’ Después, sorprendentemente, cuando tuvo suficientes fondos para su viaje, comenzó a ahorrar de nuevo. ¿Para quién? ¡Para un amigo de su propia edad que estaba interesado en la Biblia, pues él quería que éste tuviera la misma oportunidad de disfrutar del programa de la asamblea de distrito!
EL DESAFÍO MORAL
Entre todas las tribus y pueblos de Kenia, probablemente los masais disfruten del mayor renombre internacional. Tienen reputación de valor feroz e independencia aristocrática. Muchas de sus costumbres antiguas permanecen sin haber sido afectadas por las influencias de la civilización occidental. Se les ve en su llamativa indumentaria de ocre rojo y decoración de abalorio, viviendo de un régimen alimenticio que consta principalmente de leche enriquecida con sangre de vaca. El sistema “moran,” en el cual a los varones jóvenes se les segrega y somete a un código rígido de abnegación, excepto en lo relacionado con las relaciones sexuales, hasta que se gradúan como mayores de edad, todavía está intacto. Un rasgo insólito del pueblo elgeyo/marakwet es que solemnizan el matrimonio solo después de la preñez. El modo de vivir de estas dos tribus señala a algunos de los problemas morales a los que se enfrentan ellos y otros que desean efectuar cambios en la personalidad para amoldarse a las normas morales de la Biblia.
Es costumbre esparcida el que hombres y mujeres vivan juntos y críen familias sin la sanción de un matrimonio válido que esté registrado legalmente. Muchos se contentan con arreglos algo tentativos, tribuales. Las demandas de altos precios por las novias a menudo demoran u obstruyen los esfuerzos de obtener un matrimonio con reconocimiento legal. Sin embargo, muchas personas, al enterarse de las normas morales elevadas de Dios, han hecho esfuerzos sinceros por registrar sus matrimonios. Ancianos de los testigos de Jehová, oficialmente nombrados y autorizados por el gobierno, les han sido una gran ayuda a estas personas debido a que —a diferencia de los ministros de la cristiandad que a menudo piden elevados pagos de gastos— gustosamente dan gratis sus servicios. Por lo tanto, a unas 600 parejas se les ha ayudado a cumplir con las normas morales de Dios. A continuación se da la experiencia de una pareja típica:
El hombre trataba de impedir que la madre de sus hijos estudiara la Biblia con los Testigos. Sin embargo, la mujer perseveró y continuó progresando, pues deseaba agradar a Dios. Cuando el hombre rehusó legalizar su unión, ella lo dejó y se conformó con llevar un nivel de vida mucho más bajo. Experimentó la veracidad de las palabras de Salmo 37:25, que indican que Dios sustenta a los amadores de la justicia, y ella pudo mantener a los hijos que quedaron con ella. Esto asombró al hombre; sin embargo, su oposición continuó hasta tal punto que pidió a los políticos que proscribieran la obra de los testigos de Jehová en el país. Pero pasó luego algo insólito: él empezó a ‘rehacer su mente.’ Cuando llevó a sus hijos a una excursión, unos comentarios que hizo su hijo de tres años lo perturbaron. El niño dijo cosas como: “Papá, cuando dejes de fumar y beber y compres un libro de cánticos y una Biblia, iremos al Salón del Reino y no serás destruido.” Con el tiempo, él aceptó un estudio bíblico, progresó, legalizó su matrimonio, y se puso a servir a Dios con su familia, que ahora llegó a estar unida.
PROGRESO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
Desde el año 1973 la expansión se ha efectuado a paso acelerado. En ese año las circunstancias hicieron muy patente que los Testigos locales tendrían que asumir la responsabilidad principal de difundir las “buenas nuevas.” Con la ayuda de Jehová han podido hacer frente a la tarea y han tenido buen éxito en llevar el mensaje a zonas aun más remotas del país. Al mismo tiempo, una serie de acontecimientos hizo que en el país hubiera más clara idea de cómo va en deterioro la situación en el mundo de alrededor. Períodos de grave sequía hicieron que algunos pensaran en que dependen de nuestro Proveedor celestial. El costo de la vida en aumento vertiginoso y diversas crisis en las que estuvieron envueltos países vecinos ayudaron a otros a darse cuenta de la veracidad de las profecías bíblicas. Los problemas mundiales del alcoholismo, el delito, el abuso de las drogas y la disolución de la familia se han hecho más predominantes, y esto ha hecho que otros, especialmente jóvenes, se den cuenta de que sus líderes religiosos les han fallado y que tienen que buscar dirección sana de otra fuente. En todo sector del país, y entre todos los grupos, los testigos de Jehová establecen contacto y ayudan a la gente que sinceramente quiere ponerse la nueva personalidad y efectuar cambios en su vida.
En los últimos años proclamadores “precursores” y maestros de las “buenas nuevas” se han mudado a muchos territorios nuevos, y en algunos de éstos ha habido progreso muy estimulante. En Limuru, una población industrial cerca del borde oriental del valle de la Gran Grieta, ha habido aumento desde ningún proclamador del Reino hasta dieciséis proclamadores activos de la verdad bíblica en menos de tres años. En el mismo espacio de tiempo, en la tierra fértil de los hacendosos pueblos kikuyu, meru y embu, en las faldas del monte Kenia con su corona de nieves, ha habido un aumento desde 30 hasta más de 140 Testigos activos. Entre ellos está un kikuyu que es mzee, como con frecuencia se les llama respetuosamente a los hombres de mayor edad, que nació hace unos ochenta años, cuando generalmente la gente se perforaba los lóbulos de las orejas, los alargaban y hasta los envolvían por encima de la parte superior de la oreja. Este hombre suele caminar unos veinte kilómetros, subiendo y bajando colinas, para asistir a las reuniones cristianas. Sea en torno del monte Kenia, en las pintorescas faldas arboladas del acantilado Mau, al oeste de Nakuro, o en la zona de intensos cultivos en torno de Kisii, en el sudoeste de Kenia, ha habido notables aumentos.
En la costa del océano Índico, cerca de Mombasa, una pareja conduce un total de diecinueve estudios bíblicos en los hogares de las personas que se interesan en la verdad. Disfrutan tanto de su servicio como precursores que le pusieron “Precursor” de nombre a su hijo primogénito. En todo Kenia, 1.045 personas se bautizaron en símbolo de su dedicación durante los pasados tres años. Y hay más personas interesadas en ponerse una nueva personalidad, como se hace patente por la concurrencia a las reuniones, que con frecuencia alcanza al doble del número de Testigos presentes. La cantidad de los presentes para la celebración de la Cena del Señor el 3 de abril pasó de 5.000 personas por primera vez; hubo 5.582.
Sí, entre todos los pueblos de Kenia, de quienes solo hemos mencionado unos cuantos aquí, se están efectuando cambios de personalidad. Desde los glaciares del monte Kenia, a mayor altura que cualquiera de los de las Rocosas estadounidenses o los Alpes europeos, hasta las hermosas playas tropicales, arenosas, de la costa, y desde las zonas secas y desiertas del norte, pasando por los bosques montañosos y ricas zonas agrícolas de las tierras altas, hasta las llanuras cubiertas de pastos de la Masai Mara, al borde de las llanuras Serengeti, la gente está oyendo el mensaje de la Biblia y rehaciendo su mente. Por eso, cuando usted piense en Kenia con su fascinante vida silvestre en su medio natural, en el majestuoso león que se acerca a una gacela para convertirla en su presa, piense, también, en las personalidades y características que están siendo transformadas y rehechas según el poder de la Palabra de Dios. Cuando piense en las diversas costumbres, prácticas y lenguajes, piense, también, en cómo estas personas, debido a sus cambios de personalidad, están siendo unidas en una sola familia feliz de hombres y mujeres cristianos que sirven al Creador. Verdaderamente, hay personalidades que están pasando por grandes cambios en el paraíso espiritual de Kenia.
[Ilustración de la página 8]
“Y... el león comerá paja justamente como el toro.”—Isa. 11:7.